La
influencia francesa en el país
VII
- La influencia francesa en nuestros días
Octavio
Morato
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La
influencia intelectual francesa en nuestro medio, ejerce casi un
monopolio. Nosotros mismos quizás no podamos apreciarla en toda su
amplitud. Movidos por una fuerza íntima de simpatía electiva desde los
primeros períodos de nuestra historia, que hemos acompañado y seguido
con curiosidad constante todo lo que en Francia ocurre, puede haber
llegado a constituir una segunda naturaleza psíquica modelada por ese
movimiento casi permanente, que hoy se convierte en instintivo y que sólo
al extranjero le es dado apreciar en su justo valor. Dentro
de nuestro medio universitario, desde el bachillerato el estudiante está
guiado por la bibliografía francesa. En la bibliografía de los cursos de
enseñanza universitaria, domina por completo. Puede dar idea de esta
hegemonía en la cultura intelectual, el siguiente dato interesante: La
biblioteca de enseñanza secundaria posee una biblioteca cuya a tres
cuartas partes corresponden a obras y publicaciones francesas. En nuestro
mundo médico «la supremacía francesa se ejerce en términos que podrían
calificarse de un monopolio si a su lado no hubiese venido robusteciéndose
admirablemente la ciencia italiana, que tiene con la francesa íntimas
afinidades». En materia de derecho sucede otro tanto; el 45 por ciento de
las obras que cataloga la biblioteca respectiva son obras francesas. En la
Facultad de Matemáticas ocurre algo parecido. «Investigamos
a Francia en sus entidades intelectuales donde quiera que aparezca un
problema que atraiga la atención del sociólogo o del investigador, para
establecer principios o verificar hechos; para evidenciar una ley; para
construir una teoría, en ciencias exactas, en derecho, en sociología, en
ciencias físicas, como en ciencias naturales». El
idioma francés está generalizado; es obligatorio en los cursos
universitarios y de instrucción técnica. Toda persona de cierta cultura
habla francés; lo lee por lo menos, porque investiga, estudia o se
deleita en las obras escritas en francés o traducidas a ese idioma, ya
por no existir otra fuentes en el nuestro, ya por la baratura de
la producción bibliográfica francesa, por el enorme y variado catálogo
de libros y publicaciones que diariamente lanza París a la circulación,
por el prestigio tradicional de su escuela artística o pedagógica de
exposición; ya porque París es la gran metrópoli del intercambio
intelectual del mundo, donde se exponen, estudian y discuten todas las
producciones de la inteligencia, de la actividad y del genio de cualquier
parte de donde procedan y porque el francés con su arte excepcional, nos
presenta, nos sirve, las ideas de los otros pueblos a través de su
idioma, vestidas por su maravilloso espíritu y transformadas como si
hubieran pasado por un crisol que las ilumina de brillante claridad. El
artista indú imprime una característica de su personalidad peculiar al
arte extranjero que adapta a su estilo y a su obra. Poco tarda en
convertirlo en una expresión de su propio arte, por la fuerza de un
sentimiento artístico nuevo que le incorpora el del alma indú, sin
destruir en esencia la base que le ha servido de modelo. Las
modas de nuestra mujeres y de nuestros hombres están impregnadas de la
influencia francesa. En ellas domina indiscutiblemente. Los actos de
sociedad de la vida elegante, en nuestras costumbres sociales, se realizan
bajo programas preindicados por las costumbres y por los programas de la
vida parisién. El
arte, la literatura y la legislación francesa concentran toda nuestra
curiosidad, elevan nuestro concepto estético y programan nuestras
reformas de gobierno. La
legislación económica, social y política del Uruguay, sufre la
influencia de las ideas de los publicistas franceses que han inspirado
muchas de las fórmulas que constituyen la plataforma de nuestras
instituciones públicas y se ha señalado por conquistas que aún discute
la Francia y que nosotros hemos consagrado ya. El Uruguay, país nuevo, esencialmente democrático, de una constitución social con un grado de homogeneidad característica, presenta un medio accesible a la experimentación de fórmulas nuevas, sin aquellas resistencias y obstáculos y choques que imposibilitan o entorpecen la reforma a veces radical, cuando debe operarse sobre elementos poderosos de inerte estabilidad, constituidos por costumbres inveteradas, por intereses, por tradiciones secularmente incorporadas a la mentalidad de pueblos como los de Europa.
Ver, además:
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Octavio Morato
Revista Nacional
Ministerio de Instrucción Pública
Año I - Diciembre de 1938 - Nº 12
Revista perteneciente al archivo personal del escultor don Edmundo Prati. El texto digitalizado y editado por mi, Carlos Echinope, editor de Letras Uruguay - año 2004
Editado por el editor de Letras Uruguay
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