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Comisión Nacional de Bellas Artes XXIX Salón Escultura Crónica de Eduardo Vernazza Suplemento dominical del Diario El Día Año XXXIV Nº 1706 (Montevideo, 26 de setiembre de 1965) ,pdf
“Cabeza de niño”. Bronce. 2º premio, de Carmen Portela |
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Al revés de otros años, la escultura de este Salón sustenta una fisonomía mucho más dúctil y numerosa. Si acaso, no tanto en lo relativo a la bondad solamente de sus formas, ya que amparan en el muchas de las que son hoy por hoy, las representativas de los movimientos modernos. Pero es característico que se vea tal sección, mucho más encaminada hacia la continuación de esfuerzos que en el pasado. Nos referimos, por supuesto, al cercano pasado. Se oponen, también, tesituras distintamente abordables en cuanto a discernir el valimento de base de lo que se considera escultura. Y el problema se presenta, nada menos que con el Gran Premio, otorgado a la obra “Germinación’', hierro forjado de la artista Mabel Rabellino, escultora que hace apenas unos meses regresara de Francia, en la cual radica. Indudablemente que esta obra no abarca los valores primordiales de la escultura en sí. Es una forja en hierro y como tal, limitado su rendimiento al procedimiento técnico. Este no puede dar más que una semblanza perfilada y hueca, una sensación de planos o espacios, y nunca una concreta modulación del volumen y la luz que provoque esa fuerza total en la dimensión más profunda que es la escultura. Desde luego se omite por la técnica el modelado, las formas, ya que éstas se sintetizan a una simplicidad de objeto. Dentro de ello, el trámite técnico puede ser bien dispuesto como en el presente caso, pero lejos de conmover y representar la inversión de cualidades con que una escultura asume la responsabilidad de su autor. Otro camino más complicado; el del escultor Ramos Paz, que lograra el Primer Premio con su “Figura". Llama la atención la técnica (alambre soldado) verdadero encaje y raro tejido que va confeccionado una superficie tersa que se traduce poco menos que en un enigma, por cuanto seduce las formas graves y los huecos, que van ritmando la figura reclinada. Al estilo del gran More, la estilización tiene aquí una razón en la ejecución. Existe un tema, llevado hasta el punto que la técnica admite, y que el concepto ha formalizado para llevarlo a la realización plena. |
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La luz, la media tinta y sombras, están rotundamente delineadas y en su valor, dentro de un registro si cabe uniforme en la realización, que no requiere variantes ni recursos, más que los presentadas, o sea la ligazón de los alambres por medio de una notable habilidad manual, prolijidad sin limites para manifestar en el escaso eslabón de loa contornos en el espacio, una figura de moderna idea. El cambio del escultor, por otra parte, ha sido un vuelco absoluto del naturalismo a tal germinación estilística; y lo mejor es que repite el resultado en otra de las obras: “Caballo", que sostiene la misma virtud e igual limitación. Entra ya el vaciado en bronce en Carmen Pórtela, con el Segundo Premio, “Cabeza de un niño”, a estructurar la clásica escultura. La que se trata por los medios del modelado y el vaciado, la que mide la forma, el volumen, el carácter y el sentimiento; la sensible aportación del artista en la expresiva manifestación de los rasgos tan viejos como el mundo y tan extrañamente raros en su disimilitud. Tomar, pues, esos mismos rasgos, esas mismas bases de miles y miles de obras mantienen con su vivida quietud, una raza blanca o broncínea que, desde los griegos hasta hoy, toman el poder de la belleza del arte. Es otra cosa muy distinta. No existe comparación y no la admite. La evolución más dinámica y difícil en la escultura que en la pintura, la hemos comprendido con el genial británico More. Pero todo el relente que va naufragando despaciosamente detrás de sus grandes figuras, requiere tiempo para volver al cauce... Portela modela modela como hace años, cuando su primera presentación en el Uruguay. En “Amigos del Arte" subrayó nuestra atención con su fineza y el especial encanto de su inspiración. Sabe transmitir emotivos dones a sus obras. Sin estar su cabeza entre las más logradas, acentúa su trabajo en el otro envío, donde más total, el bronce da cuenta ("Fanny") de los recursos plásticos de la artista. El titulo, a veces configura un detalle sin importancia. En la moderna escultura no se vaya por él. Ni el engarce de la idea celebra con la nuestra que miramos, la que tuvo el escultor que lo realizó. Es un hecho. “El retiro de los ángeles" de Salustiano Pintos, mueve siempre el mismo “motivo'’ de talla en madera. Ya son formas rituales en él. En todas sus obras las combina en una u otra forma con diversos títulos. Puede que éste, menos complicado que otros, posea algún espacio para lograr la captación de una sugerencia. .. Por otro lado, el cemento directo de Adela Neffa, nos sitúa en una más simple solución que la anterior obra. También son formas, huecos y superficies estudiadas en sus resultados de espontáneo impacto (Premio Banco República). Más auténtico en el conjunto compositivo y expresivo, la estructura marina de Juan Carlos Viera (Premio M. N. de Yesos). Gravita allí una escondida y sutil sugestión. La sombra puede entonces realizar “su trabajo'* envolvente, y fundir en algo de misterio, lo curva que lleva hacia adentro, la oblicua línea de la luz. Un yeso de Rómulo Chiesa, “Tiempos remotos"; una cabeza expresiva, modelada con intención de un capítulo de vida interior... y luego la buena realización que es perfecta en “El Kimono” (Teresita) de Prati, dentro de la técnica del artista. |
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Siguiendo dicho sendero, encontramos a Sergio Gutiérrez. “Mi Hijo”, un yeso directo, “desnudo de niño”, obra con todas las dificultades que encara un escultor cuando afronta tal tema. Es un esfuerzo meritísimo. Una humilde obra de quien desea trabajar sin saltar el alambrado ... a pique de quedar colgado. Y Juan Martín, con “Cabeza de joven”, un yeso en el cual las superficies “redimensionan" motivan la más interesante realización. Vibración y suspenso en la expresión y el claro designio de que nunca Martín ha llevado a cabo lo que es capaz. Un escultor de grandes condiciones, adormecido en el hacer que siente, pero que no lleva más allá... “Mónica", de Lettieri, convoca el hueco en los ojos asimilados de Yepes. No se completa el estilizado en su total vivencia con sólo alargar el cuello en forma desmesurada. como lo hace el escultor. Pero deja ver una condición loable, en cuanto a buscar una salida a la vulgar copia naturalista. Esto ya es una condición. Por otra parte, tiene trozos bien modelados. La talla de Guiadas, un pájaro; si bien no suma las virtudes necesarias para encarar al animalista (caso Bauzá) no por ello deja de demostrar pasajes de fuerza y viva solución. El bronce de Andrada, y el estilizado de García, traen a consecuencia el estiramiento de Fernández Tuduri en su interpelación de “Ana Franck" Humana poesía de una verdadera y tremenda tragedia que se espeja en miles de gentes culminadas en el más cruento sacrificio que conoce la Historia moderna. Pero Fernández Tuduri, que alarga en demasía, gesta una pensativa y no dramática esfinge. Si lo descarnado sugiere, es difícil hallar lo solución a aquello que vive la tormenta, y saca fuerzas aún, para estallar una esperanza de vida. Entonces se hace símbolo, y sólo el símbolo puede en tal caso, hallar la pauta expresiva. Y allí es donde se hace poco menos que imposible no caer en una alegórica fundamentación del tema; o en un melodrama superficial y de formas externas. Tuduri dentro de sus posibilidades, salió del problema tema con la simple realización de una de sus características figuras. |
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Para armonizar esta aportación, “estirada" en la línea flaca y desgarbada tenemos de Fernández Benítez, “Hombre y miseria", festoneado contorno lacio, donde las formas son reducidas casi a la línea . . Se agregan “Revivir” de Nadal Palmer en un cemento directo, las tallas en madera con grafismo policromado, de Torrens, como demostración de las tentativas en las variadas técnicas que se han empleado en la escultura del nuevo Salón, que marca quizás una vuelta a este arte, por lo menos en la numerosa concurrencia comparada con otros certámenes, en los cuales se veía decrecer un maravilloso arte “tan antiguo como el mundo".... |
Crónica de Eduardo Vernazza
Suplemento dominical del Diario El Día
Año XXXIV Nº 1706 (Montevideo, 26 de setiembre de 1965)
Gentileza de Biblioteca digital de autores uruguayos de Seminario Fundamentos Lingüísticos de la Comunicación
Facultad de Información y Comunicación (Universidad de la República)
Ver, además:
Eduardo Vernazza en Letras Uruguay
Dennis David Doty en Letras Uruguay
Catálogo pinturas y dibujos del artista de Uruguay Eduardo Vernazza por el cineasta Dennis Doty (Irlanda/Estados Unidos)
Editor de Letras Uruguay: Carlos Echinope Arce
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