Padre fértil, múltiple, desenfrenado, todo!
Insondable
potencia del germen de los seres!
León celeste!
Potro cósmico!
Toro astral!
Águila de llamas!
Arquero innumerable de las vidas!
Primavera del fuego!
Nudo de las sangres con las sangres!
Raíz profunda de los abrazos!
Luz de los gérmenes
que hacen los caminos de los choques ávidos!
Ola de las formas!
Aliento de los pechos encontrados!
Ala violenta de los deseos y los vértigos!
Estrella fálica
que
traspasas el vientre de tus planetas nupciales!
Padre fértil, múltiple, desenfrenado, todo!
Divino incendio de la energía cósmica!
Frente de fiebre y de oro en los celestes océanos!
Inagotable pensamiento
de las creaciones arcanas
que flotan y giran en los maternos abismos!
Rueda de la luz
en el tiempo infinito del amor!
Mano de todas las siembras!
Arado de los días y los siglos!
Proa encendida sobre la eternidad!
Nave de los infinitos incesantes!
Pozo de fuego en la entraña de la noche!
Genitor de los mundos musicales y acordes!
Esposo dorado de las Tierras
jóvenes!
Padre total de las ciudades y las selvas,
de las aves puras del aire y
los peces nacarados y traslúcidos!
Padre fértil, múltiple desenfrenado, todo!
Viajero firme en el ritmo de los universos!
Pecho de la acción y del deseo que avanzas tus pulsos ansiosos
por la ruta insondable de la realización y del destino!
Estrella de diáfanos sueños
que cruzas por el éter de la mente infinita!
Genio de los caminos celestes!
Padre fértil, múltiple, desenfrenado, todo!
Labrador de las manos bronceadas
que desenfrenas las matrices pródigas
sobre la errante modulación de las lomas
y el llano de caderas
resistentes y firmes!
Labrador leonado que de un planeta al otro
hundes el surco eterno para
el mayor misterio
donde despierta del sueño anual tu trigo de oro
y el
vientre prometido siembras de un germen próspero.
Labrador milagroso de
la encendida arcilla
que se hace carne y alma,
y tiene un Sol si es hombre y una Tierra si es hembra.
Labrador de los
hombres azules de mediodía,
y los brazos dorados de miel y llamas
ágiles, y el pecho rítmico
de un sólo fuego ondeante en el corazón
enardecido de estaciones
florales
y sereno de días que maduran.
Padre fértil, múltiple desenfrenado, todo!
Hierve la sangre de las bocas y los sexos!
Levanta el golpe mágico de las arterias rojas!
Corre tu luz nerviosa
sobre los muslos y los vientres!
Penetra con los hombres en el abismo de las hembras!
Ponle frutas y savias a los olores camales!
Aceita de voluptuosidades y de lentos deseos
las caricias de las manos
largas
y las zarpas de las fieras eléctricas!
Vierte vino, y miel y leche
en las miradas ebrias que se encuentran
y van tocándose con un vigor de tacto!
Enfurta las mujeres de ensanchadas caderas
que balancean la onda de
amor, recién gozado,
desde el tobillo fino de pulida manzana
al cuello
de racimos y los hombros de luna!
Arrastra por los úteros astrales
tu repetida ola de las formas.
Galopa con nosotros, con todos nosotros,
sobre los potros elásticos de la luz y las llamas,
hasta que dance
unánime la fiesta
de las ciudades y los campos.
Anúdanos los brazos creadores y eléctricos.
Ensancha las narices
ron las fragancias tibias y fecundas,
y abre a las vírgenes, de una esperanza espléndida,
desnudas y desmayadas en el fuego,
cot: la carne balsámica y jugosa
de tus jóvenes ebrios de ímpetu!
Sol de los hombres!
Sol do los varones!
Sol de los toros!
Sol de los potros!
Sol de las carnes y las médulas activas!
Sol de las carreras furiosas y orgíacas!
Sol de los cuerpos humanos,
espléndidos de rosas, musicales de ritmo,
sobre las rutas y las playas del mundo,
bajo la carga rubia de la luz y
del aire!
Sol de las selvas sedientas y tibias,
con un olor antiguo de sagradas
resinas,
balanceadas de luz, de pasión y de anhelo
desde la sed inmensa
de la raíz arcana
al roce de las hojas y las chispas del polen!
Sol de los chivos saltantes y lúbricos
que agitan en el aire que rozó
a las chivas
el nido de cantáridas de sus barbas calientes!
Padre fértil, múltiple, desenfrenado, todo!
Sol de las primaveras antiguas,
de los altares quemados de sangre,
de
las vírgenes en los sacrificios
cuyas carnes fragantes, nuevas y
apretadas,
de juventud floral y frutales abismos,
devoró la boca de las
llamas rubias!
Sol de los indios ebrios de amor, curvos como arcos,
acechando en la
selva la hora tenaz del rapto!
Sol de las purísimas esposas,
de las vírgenes celestes que la luz abrazaba
en los templos de oro y de fuego de la América indígena!
Sol de los jaguares de fogosas pieles,
de las anchas bestias flageladas y mordidas
por los azotes lúbricos,
de los pumas de mimos filosos,
de los sangrientos pumas sollozantes y guturales
que se rayan la piel y se muerden los cuellos
mientras fornican en las selvas mudas
electrizadas bajo los mediodías!
Sol de los ritos crueles
Sol de los misterios primaverales y fértiles!
Sol de los cultos fálicos y los himnos afrodisíacos!
Sol de las fiebres agrietadoras y cortantes!
Sol de la Tierra estremecida y desnuda,
de los limos hirvientes de vida,
de los Océanos de profundas cópulas,
de los recién nacidos humeantes de amor y de misterio,
de los licores de fuerzas obscuras y arcanas
que arrastran la inmensa esperanza de los astros!
Sol de la Tierra maternal, religiosa y profunda,
en cuyo pecho
espléndido y lujoso
se endurece el estuche de la espiga,
la manzana
empurpura su corazón de aroma
y se abre el higo y los racimos arden!
Sol de la carne inmensa, apasionada y ágil!
Estrella vital y genésica!
Astro laborioso de amor! foro celeste
que cubres tus vacas lejanas, fértiles y hondas,
mientras te adoran con
una pupila vasta,
te siguen con una fuerza muda,
y se abren violentas de
deseo a tu luz, ávida y tensa!
Glándula de fuego y de milagro!
Semen de los mundos!
Padre total!
El espacio es el lecho perpetuo de tus nupcias.
Tu luz sin fin es el eterno amor.
Tu sangre de fuego
hinche las arterias de tu deseo espléndido.
La mañana que viertes sobre tus planetas
gira a lo largo de sus vastas
esferas.
Tu amor absoluto no conoce el descanso.
Tus bodas inmensas abisman las distancias
de tus abrazos frenéticos
a
las estrellas de insondables fiebres
y vehementes maternidades cósmicas!
Tu luz difunde en tu dorada frente
una corona diáfana de pasión y
belleza.
Mis oídos pegados al pedio de la Tierra
la sienten gemir bajo tu fiebre
mientras tu amor le muerde las entrañas
y las semillas cantan al
abrirse.
El fuego tuyo que levantó la carne
y condensa sus brasas en las zonas
viriles,
tus llamas ebrias que lamen los huesos,
tus chispas rubias que
queman la carne
y estrellan las médulas,
El sexo que nos diste, hermano de tu sexo,
todo el hombre, violento y angustioso,
abraza y besa a la hija maternal de la Tierra!
El sexo de los hombres es tu mejor imagen!
El varón es sagrado, es luminoso, es mágico,
al igual de tu luz
en tus potentes cópulas de astros!
Padre Sol!
Padre total!
Padre nuestro!
Padre mío!
Padre de los varones poderosos y enérgicos!
La carne de los hombres
te comprende teda con su fuerza,
como cuando sus pechos eran tierra
y les geminaste adentro las semillas!
Los hombres danzan sobre el piso del mundo
como tú giras en la eternidad.
Tu luz hizo los ojos.
Tu fuego hizo el deseo.
Nuestras frentes curvas y armoniosas
que en sus fiebres repiten las
estrellas,
son el espejo vivo de tu inteligencia
y tu destino.
En el fondo de tu ser de fuego
ahondas la raíz en el profundo espíritu!
Tu luz nace en las fuentes de inefables propósitos.
Hacia todos los seres de vida,
hacia los ríos celestes de las almas,
hacia los océanos de espiritualidad y de anhelo
que rodean las esferas planetarias,
tú viertes las arcanas esencias de Dios
y tu verbo de luz roza con su música
la altura humana de los purísimos deseos!
Solar y terrestre
el milagro frutal de la vida
aligeró las carnes y las sangres
hasta hacernos el vehículo de tu paternidad.
El amor de los hombres
Es una llama de tu amor.
Con el rayo más puro de tu pasión de padre
bajas desde los hombres en un
divino tránsito
hasta las madres tiernas de cavidades húmedas.
Y te oyen rugir y te sienten temblar
en tus grandes incendios de toro y
de león!
El hombre y tú son uno.
Su savia es como tu fuego.
Los dos ahondan la milagrosa siembra.
Tú fuiste alzando al hombre de la Tierra
y sostienes el prodigio de su
vida
hasta que él la difunda y multiplique
para vencer unidos a la
insondable muerte.
Ardiente y femenina la Tierra se te entrega
como se
dan sus hijas a tus divinos hijos.
Tierra y Sol!
Hembra y varón!
Ola incesante de las formas
que levanta la luz
en la materia maternal e inmensa.
Padre Sol!
Míranos palidecer de júbilo
o encendernos de angustiosa fiebre,
mientras
de pie sobre esta propia esfinge,
latentes de voluntad y enormes de
esperanza,
contemplamos la longitud de tu labor
y nuestras vidas breves
imitan tu trabajo.
Padre Sol!
La luz que nos diste
es lo que en nuestros ojos ve tu propia luz.
Hombre y Sol se electrizan y se sienten
compenetrados siempre por los
mismos anhelos.
El corazón del hombre es profundo como tu corazón
y su pupila es larga
como tu luz.
Padre Sol!
Sigue levantando en la eternidad
la ola viajera de las formas.
Sigue embriagándote de dar vueltas vitales
en el espacio celeste,
y fecundar el vientre de tus anchos planetas.
Signe moviéndote y excitando tu fuerza
en la música ascendente de las
creaciones.
Avánzanos hacia lejanas y divinas estrellas.
Sigue por las rutas insondables!
Sigue en los caminos del tiempo!
Sigue! Sigue! Sigue!
Ya lo sabemos.
No hay más que padres y madres
que van haciendo otras madres y otros padres!
Lo único eterno es el cambio.
Lo único perfecto es el germen.
Lo único que nace es la forma.
Lo único que perece es la forma.
Somos los caminos
de un Viajero que no muere nunca.
El impulso fue dado para siempre.
La vida empuja a la vida.
Donde muere un río de la energía
nace otro río más ancho
de otra energía
más pura.
La vida se agolpa y se descarga,
descansa y comienza.
Los espacios están estremecidos y violentos
como vientres que van a
parir.
Los astros son los hijos de los astros.
El ritmo de la eternidad
está marcado en el círculo de la luz
con mundos
agonizantes y con soles nacientes.
El ser comienza en el ser y termina en el ser.
Hombre y Sol correrán
eternamente con su esencia divina
hacia una superación más alta en cada cielo!
Sol!
Padre Sol!
Semilla de mundos que no han sido.
Apura el crecimiento de las vidas'.
Fatígate, agota tu amor, vacía tus fuerzas!
Anúlate de tanto crear
hasta que todo sea un comienzo
y estemos de nuevo, más puros y más diáfanos,
en las rutas inmensas del espacio!
Duerme tu fuerza en un profundo sueño
y álzanos luego en más celestes
formas!
Mira la primavera alígera
sobre mi planeta joven.
Está todo sembrado de semillas
y te espera temblando con su vientre
desnudo.
Mediodía de la luz y del amor!
El hombre corre, el hombre se embriaga, el hombre se enloquece!
El campo
está fragante como un lecho nupcial.
Acuesta la luz en la sedienta madre!
Abrázanos a todos ahora mismo
que de intenso pareces el corazón de Dios!
Abrázanos, quémanos, agótanos,
haz con nosotras
la fiesta tuya de la fecundación!
Mira cómo danzan las vírgenes,
cantan los árboles y las semillas,
giran
tos vientos marinos,
se electrizan las selvas
y los mares se abrazan a
las costas!
Los deseos se ahondan hasta el dolor!
Los nudos se hacen y rehacen hasta crear!
La Tierra entera está desmayada
en su órbita de música, de pasión, y de vértigo!
El planeta siente hasta desgarrarse el pecho!
Todo es esperanza, promesa, fruta en la flor, y niños radiantes
en los gérmenes vivos que van a tocarse!
Sol!
Padre Sol!
Sigue ardiente, erecto, anhelante, genésico...
Sigue, sigue, sigue!...
Águila de llamas!
León celeste!
Potro cósmico!
Toro astral!
Padre Sol! Padre Sol! Padre Sol!
Mi grande padre Sol! |