El Día

poema de Juana de Ibarbourou

  Esta noche,
Cuatro remos de diamante

Para mi barca. Cuatro remos.
Y cuatro brazos de sombra alucinante.

  Ni timón, ni brújula,
Ni en la caria celeste de las constelaciones

El nudo destrenzado de las rutas.

  Frías voces,
Han de gritarme adiós desde una orilla

Dorada de dormidos girasoles.

  Volveré al alba,
Cuando crezca la montaña de los cantos

y en les mejillas se me encienda el día,

Terrible brasa. .

  Volveré al alba,
Pero ligera, dichosa, resplandeciente.
Sin alma.

Ir a índice de poesía

Ir a índice de  Juana de Ibarbourou

Ir a página inicio

Ir a índice de autores