Pasión y responsabilidad para abordar una selección de seis mujeres poetas minuanas, es lo que puso Pablo Baubeta, en este trabajo que se debe valorar desde todo punto de vista. Lo que sigue es una entrevista a este apasionado rescatador del pasado, desde el compromiso y respeto.
¿Recibió ayuda para hacer las publicaciones o es todo un esfuerzo suyo?
No recibí ninguna ayuda económica, traté de solventarlo por mi propia cuenta, incluso sin que eso signifique un detrimento para la calidad del producto. En lo referente al contenido, claro que recibí varias colaboraciones y aportes, ya que todo trabajo de investigación cultural no se hace solo. Varias personas colaboraron para que este proyecto haya salido a la luz, entre ellas periodistas y colegas que investigan, que me pasaron recomendaciones en la búsqueda, así como familiares, algo que nutrió enormemente el trabajo. Esto último se dio concretamente, en los casos de las poetas homenajeadas, María Angélica García e Ibis de los Reyes, para los cuales tuve la suerte de contactarme con las hijas de cada una, Sylvia Beatriz Cuitiño y Susana Baliñas, respectivamente.
¿Cómo llegó a estos nombres de poetas que integran la colección?
Arribé a ellas luego de varios años recopilando nombres de la literatura local, refinando la procedencia de algunos, y ratificando la de otros. Hacía mucho que estaba con interés por enfocarme en las mujeres creadoras dentro de ese listado, y opté por comenzar por aquellas que se dedicaron a la poesía. Al principio quise que fueran diez las seleccionadas, y que lo visual jugara un papel importante, ya que me parece que siempre que se ven imágenes de aquellos que escriben los humanizamos. En esa primera selección me encontré, primero con el dilema que no de todas habían fotos, y tampoco la misma cantidad de información. Hubo casos en que la información era poca, y otros donde era demasiada (tal como sucede con Nancy Bacelo, una poeta transcendental nacida en Batlle y Ordóñez, que tuvo un reconocimiento notable en la capital del país). Después, queriendo homogeneizar los contenidos, y sabiendo que un libro que incluya a varias autoras, puede hacer perder cada individualidad, fue que opté por seleccionar a seis y hacer fascículos. Las seleccionadas, fueron elegidas por entender que en muchos casos eran autoras casi desconocidas, salvo Olegaria Machado Amor, que quizás ha tenido una permanencia más prolongada, y perpetuada por ciertas designaciones (calles, biblioteca, etcétera). No quería venirme mucho más acá de la década del veinte en sus nacimientos, y quería que fueran historias que sorprendieran por su calidad. Un primer listado también incluía a Nancy Bacelo de Batlle y Ordóñez, a Shirley Cotto de Pirarajá, y a María Isabel Ardao de Barriga Negra, pero el hecho de decantarme por las seis definitivas no excluye que en algún momento haga algo más abarcativo con estas autoras.
¿Fue complejo encontrar material biográfico y literario de las poetas?
La búsqueda de información siempre es variada, ya que las fuentes son variadas. Me gusta primero recurrir a las más accesibles, sean casos de libros, diarios, o fuentes de información textual. Los repertorios biográficos, y entre ellos los diccionarios de autores, sirven de mucha ayuda como punto inicial. Luego de esas fuentes más confiables, como libros o diarios, uno debe, si o si, a indagar en otras que pese a no ser tan fidedignas pueden traer rastros, y obvio que la principal de ellas es la búsqueda en Internet. La búsqueda en este último es un arte ya que requiere de mucho criterio, pero siempre es maravillosa para consultar catálogos, y materiales de repositorios bibliográficos, de los cuales hay muchos con información valiosísima. Páginas como las de la Biblioteca Nacional, la del proyecto Anáforas, y el sitio web Archive.org que incluyen mucha prensa antigua, siempre son fuentes esenciales en la investigación. Incluso, para ratificar datos familiares y genealógicos, el sitio FamilySearch.org es una fuente increíble. Durante cada paso recibí ayuda de colegas que ya estaban más acostumbrados a usarlas, lo cual lo agradezco en cada número. Además de eso, finalmente, contactar con fuentes personales, ya sea que hayan dialogado, o que conozcan la historia de aquello que se investiga es también muy enriquecedor. Todo lo encontrado después se compara y eso le da un valor enorme a todo lo encontrado. Al principio es complejo, pero se va ordenando y aclarando el proceso a medida que pasa el tiempo.
¿Tuvo sorpresas al encontrar los materiales por el alto nivel poético de todas? Porque algunas son desconocidas hoy.
Cada historia de las elegidas me sorprendió, y cada autora tiene mucho de enriquecedor con su vida, lo cual se refleja en sus poemas. Desde el caso de Olegaria, tan romántica y culta en sus formas, reflejo de su vida, su época y sus vivencias como maestra, hasta el caso de Quilma Ximénez, tan prematura, pero tan melódica y pura con sus emociones, reflejo de su juventud, cada caso tiene un brillo especial. Rosa Varzi con su poesía musical, producto de su vocación como pianista, María Angélica García y Berta Bengochea, poetas con una espiritualidad propia, e Ibis de los Reyes, poeta del exilio, de la lucha y de la confraternidad, todas me llamaron mucho la atención, y se complementaron con sus historias y estilos. Y más allá de sus diferencias, vi muchas similitudes, dentro de las cuales la principal quizás sea la autocrítica en la creación, y el no dejarse llevar por las miradas de los otros y el reconocimiento. Un ejemplo claro eran el de Berta Bengochea que fue llevaba por sus compañeras a presentarse en el concurso del Ministerio de Instrucción Pública, y lo ganó. Incluso, a la hora de la publicación, sus tres libros ganadores aparecieron bajo el seudónimo de “Julia Clavel”. Cuatro de las seis autoras fueron maestras, quizás eso les dio esa sensibilidad de entender el esfuerzo de una manera especial, y el valor de cada enseñanza en la vida. El tema de por qué son desconocidas suele ser muy complejo siempre. En lo personal creo que está supeditado a intereses personales y sociales de cada comunidad, y a la conciencia que se tenga del valor de divulgar a otros en cada lugar. Cada sociedad tiene su patrimonio local, el cual es propio de cada tiempo, y el cual corre siempre el riesgo de olvidarse a medida que pasan los años. Quien ama su ciudad, siente una responsabilidad y un compromiso natural por conocerla, lo cual lleva a que quiera compartir y difundir su patrimonio cultural, el cual si se lo conoce a fondo, no solo queda en la propia época, sino que viaja a épocas anteriores. Personalmente, creo que cuando uno aprecia algo tiende a querer conocerlo, y eso sucede con el lugar donde uno nace y vive. A su vez, cuando uno valora algo que conoció, tiende a querer compartirlo con otros. En los pueblos del interior, y concretamente en Minas, creo que muchas veces los casos conocidos son fruto de la divulgación que hagan familiares o gente allegada al homenajeado, algo que genera que se pierdan muchos casos aislados valiosísimos, que por no vivirlos, los vemos más distantes. Hubo muchos artistas ocultos en cada época, y casos notables que no eran reconocidos acá y si lo eran en otros lugares. Aparte, muchas veces, por vivir en una época de demasiada sobreexposición personal, se suele ser indiferente a los antecedentes históricos y culturales de cada comunidad, hecho por el cual no se los investiga. Personalmente, creo que cuando uno entiende el valor y se apasiona por el arte de su pueblo, uno deja de querer ser solo un creador y pasa a querer difundir los ejemplos de terceros que le sorprenden y llegan, porque al entender el fenómeno artístico desde su amplitud se disfruta más.
¿Quedan más poetas mujeres para publicar?
Sí, muchas. Además de los tres que te mencioné, hay muchos más que por diversos motivos no incluí en la selección final. Casos de todo el departamento, y claro está que no solo de poetas, sino también narradoras, dramaturgas, y referentes de cada género y estilo literario. Solo por citar dos poetas más, supe de los casos de Sofía García y Ferrer, y María E. Lonet, que escribían para periódico gauchesco “El Criollo”, publicado entre 1896 y 1906 en Minas. Ambas escribían con seudónimos y una de ellas era de Zapicán. Encontré también el caso, más contemporáneo, de María Julia Iralde, que además de poeta fue actriz y participó con un pequeño papel en la conocida película “El Dirigible” de 1994. En esa película recitaba un poema de Delmira Agustini en la Plaza Independencia. Curiosamente, siendo muy niña, esa misma autora, declamó un poema durante la inauguración del Puente “José A. de Aroztegui” (muchas veces mal llamado “Puente Otegui”), el 25 de agosto de 1927. Esos son solo tres de las muchas autoras que me he encontrado lo largo de todo el departamento.
¿Qué investigación está realizando ahora? Lo sabemos siempre a la búsqueda de investigaciones.
Agradezco mucho tu pregunta, porque siempre es un placer divulgar los proyectos iniciados, ya que como dije antes, ningún proyecto se hace solo. Actualmente, estoy con varias iniciativas. Entre las que llevo más avanzada, está una historia de la Escuela 8 “Guillermo Cuadri”, un proyecto especial por haber sido alumno de la institución, y porque reseñar una escuela siempre trae muchas vivencias emotivas, en especial para el que fue el primer edificio escolar, sede del Instituto Normalista, y para el que enseñaron tantos docentes con mucha vocación (Micaela Mendivil, María Esther Pérez, Violeta Nin y Silva, Homero Guadalupe, Margarita Lupi, Miriam Peña, entre otros). Más recientemente, he iniciado una historia de la Plaza Libertad, algo que venía anhelando hace mucho. Puede resultar algo atípico, ya que no es muy común reseñar un espacio público como una plaza, pero para todos los minuanos es un punto de identidad local increíble, puesto que la villa se proyectó inicialmente desde ese punto. Es una investigación muy diferente, más gráfica, más abarcativa en años pero más concisa en capítulos. Es un proyecto más variado en sus contenidos, ya que la plaza ha sido objeto de visitas de renombre, emprendimientos industriales y comerciales de todo tipo, celebraciones, eventos, actos públicos, además de que ha sido reformada en múltiples ocasiones. Este es un proyecto muy querido, ya que como todo minuano es imposible pasar y no mirar ese sitio y sentir orgullo. Después, un proyecto que lleva más tiempo y trabajo, pero que también me interesa ir gestando, es el de una historia electoral del departamento. En su primera entrega estaría enfocado en los Intendentes y Concejos que ha tenido el departamento, desde la creación de la figura de Intendente en 1908, pasando por todos los órganos colegiados (Concejos de Administración y Concejos Departamentales después), con guías de los integrantes de las Juntas en cada período, y breves biografías de los integrantes del Ejecutivo Departamental. Esa primera entrega, se nutriría con una que hable de los Diputados hoy Representantes por el Departamento a nivel nacional, desde Atanasio Cruz Aguirre y Antonio María Pérez, los primeros que estuvieron después de la Guerra Grande. Un proyecto así permite ver el tema electoral con otra perspectiva, el de la amplitud histórica y no el del partidismo o la batalla electoral, ya que muestra como todos los partidos que hoy integran el Legislativo Departamental han tenido referentes que han pasado por el Ejecutivo, y han dejado su impronta. Es un proyecto que disfruto hacer, porque me lleva a conocer mejor nuestra historia, apreciar el valor de la democracia, del derecho y de las normas. He querido comenzar también un proyecto sobre Grandes Discursos dados en Minas, el cual si bien no está tan diagramado aún he podido ir seleccionando más de cincuenta discursos dados en diversas fechas especiales. En esa búsqueda he encontrado piezas de oratorias que da placer leer, ya que muestran la capacidad para hablar en público que tenían ciertos referentes locales. Cada proyecto que intento llevar a cabo tiene como fin compartir el orgullo por esta tierra y su historia.
¿Quedó conforme con esta colección?
No suelo hacerme pretensiones ni expectativas con cada proyecto, y hago lo que creo necesario, dejando que luego tome su camino propio. En el presente proyecto me he encontrado con muchas alegrías gratas. Que exista gente interesada en conocer dichas historias, en adquirir el material, que personas que han investigado mucho te brinden su apoyo y aprecio por esta tarea, todo eso hace que la conformidad sea superlativa, y que uno se sienta motivado a continuar con trabajos similares.




