Era arriero de oficio, dueño de una piara de 350 mulas con las cuales
hacía transporte de carga entre las ciudades de Potosí y Lima.
Al frisar los 20 años contrajo matrimonio con Micaela Bastidas de apenas
quince años, natural del pueblo de Pampamarca, unión de la cual nacieron
tres hijos varones: Hipólito, Mariano y Fernando.
Ella lo acompañó en su gesta libertaria dirigiendo el ejército de
retaguardia, razón por la cual con atroz suplicio también fue subida al
cadalso.
2. Vencer o morir
Un testimonio de la época de alguien que lo conoció lo describe así:
“Tenía majestad en el semblante, y su severidad natural pocas veces se
explicaba con la risa.”
Se sublevó junto con su esposa, familia, vecinos, comuneros y una
inmensa mayoría de población indígena que ya no podía soportar impasible
el dolor y el padecimiento de indios y mestizos que sufrían en el
trabajo inmisericorde de las minas, las mitas y los obrajes.
Con este movimiento insurreccional como nunca estuvo en peligro
inminente la estabilidad del régimen español en América al sitiar el
Cuzco produciéndose entre los conquistadores una disyuntiva ineludible
de vencer o morir, y así lo dejaron atestiguado.
Comandaba Túpac Amaru un ejército de 60 mil hombres, 20 mil de los
cuales eran honderos.
Designó autoridades en los territorios que consideró emancipados, se
proclamó Inca Rey, abarcando el movimiento las extensas jurisdicciones
de Cuzco, Arequipa, Puno, Andahuaylas, y posteriormente al alto Perú.
3. Solo hay dos culpables
El 16 de noviembre de 1780 expidió su célebre Bando de la Libertad,
primer manifiesto independentista del Perú, que incluyó la abolición de
la esclavitud, proclama firmada solemnemente en el santuario de
Tungasuca.
Esta fue una sublevación por indignación simple, un amotinamiento
natural de la sangre, una reacción espontánea de la conciencia herida
que se defiende al ver tantos abusos, vejámenes y atrocidades, que se
cometían principalmente con la población indígena sometida a la
indigencia y a un régimen macabro de explotación.
De allí que él dijera a la autoridad española cuando fue juzgado y
sentenciado a muerte:
“Aquí solo hay dos culpables:
Tú por sojuzgar a mi pueblo
y yo por querer liberarlo”.
El suyo fue un movimiento integracionista que desde el inicio buscó la
unidad de indios, criollos, mestizos y negros nacidos en esta y otras
tierras.
Pero también hubo españoles procesados penalmente y condenados con
diversas penas por formar parte del movimiento insurreccional.
4. Escuchó en sus “niñeces”
Este grito de rebelión significó, en una primera etapa, la victoria del
ejército rebelde venciendo en Tungasuca al ejército español acantonado
en el Cusco, el apresamiento y ejecución del corregidor Aliaga y donde
se expidió dictamen del famoso "Bando de Libertad", eximiendo de sus
cadenas a los "esclavos" de todas 'las razas, adelantándose casi en cien
años al decreto abolicionista de Abraham Lincoln en Estados Unidos de
Norteamérica.
Pero, ¿cuál fue el marco ideológico de esta revolución? ¿Quién lo
inspiró? ¿En dónde podemos encontrar la fuente para sus propuestas
visionarias tan coherentes con nuestra realidad?
Porque su aspiración era volver instaurar un orden social de fraternidad
humana, de justicia social y de solidaridad, tal y como lo tuvieron los
incas.
El ideólogo inspirador de esta rebelión fue un hombre nacido doscientos
años antes de él, mestizo por ser hijo de una ñusta incaica y de un
capitán español, quien escuchó en sus “niñeces” el relato oral de boca
de sus tíos maternos acerca la grandeza del imperio incaico.
Él fue el Inca Garcilaso de la Vega principalmente con su obra los
Comentarios Reales de los Incas.
5. Por villas, aldeas y bohíos
El punto de la mayor significación de aquel suceso es la estrecha
ligazón que tuvo este levantamiento con los Comentarios Reales…, obra de
la cual Túpac Amaru fue asiduo lector y que influyó sabiamente en él y
en su movimiento emancipador.
Vale recalcar en esto que se olvida frecuentemente: cual es que Túpac
Amaru que fue un hombre cultivado en letras y ciencias y un gran lector
asiduo y consumado.
Y todos sus biógrafos destacan cómo él fue influenciado por aquel libro
apasionado de los “Comentarios reales” del Inca Garcilaso de la Vega, de
quien fue constante y aplicado lector.
Ejecutado el caudillo la corona española prohibió la circulación y
lectura de dicha obra, porque en los fundamentos de tal medida se
expresa de manera subrayada:
“excitaba la conciencia de nacionalidad”.
Y es que Túpac Amaru era indio culto, instruido, quien siempre asistía a
los debates de ideas que se presentaban en los claustros académicos ya
sea en Lima o en Buenos Aires adonde arribaba en su tarea de arrieraje
pasando por villas, aldeas y bohíos.
Fue incluso quien le enseñó a leer a su esposa, Micaela Bastidas, en una
época en que estaba prohibido y era penado que una mujer supiera leer.
6. Mestizaje e identidad
El historiador José Durand precisa lo siguiente:
"Hasta diríamos que en los Comentarios reales… se halla la Biblia
secreta de esa revolución".
Lo demuestra el hecho de que antes de que se cumpliera un año de haber
capturado y dado muerte a Túpac Amaru, el Rey de España firmó en
Aranjuez la resolución que prohibía la circulación de los Comentarios
Reales..., por la razón explícita que allí se aduce, cual es:
Porque allí "han aprendido esos naturales muchas cosas perjudiciales",
entre otras: "conservar la memoria de sus antiguos gentiles...", y
porque "les da derecho a ser nobles y apellidarse Inca".
Otra reflexión significativa que nos plantean estos acontecimientos
históricos y estas figuras precursoras, es sobre temas de enorme
vigencia cuales son el mestizaje y la identidad; fundamentos acerca de
los cuales el Inca Garcilaso de la Vega y Túpac Amaru constituyen
símbolos egregios.
Coherente con todo ello, el levantamiento de Túpac Amaru se hizo
reivindicando a todas las razas y dicho alzamiento fue para afirmar el
derecho y el deber que tenía la gente originaria de este suelo a
gobernarse por sí misma.
7. Nuevos caminos y atajos
Nació el Inca Garcilaso de la Vega el 12 de abril de 1539 en el Cuzco,
capital del imperio del Tahuantinsuyo. Y murió el 23 de abril de 1616 en
Córdova, España, efemérides cercanas a la fecha de nacimiento de Túpac
Amaru.
En vida fue admirado unánimemente y se refieren a él con devoción y
epítetos como: “Príncipe de los escritores del nuevo mundo”. Y con
expresiones como: “El americano más insigne de la colonia”.
Alternó con Luis de Góngora y Argote y con don Miguel de Cervantes
Saavedra, con quienes mantuvo estrecha amistad y mutua admiración.
El significado actual de su vida y de su obra es inmenso no solo porque
hace nítida la grandeza del imperio de los Incas sino por el reclamo y
la visión que él formulara.
Desde el meollo de una humanidad al borde del colapso, y que se debate
en una encrucijada, su evocación alcanza a constituir ahora, y no solo
para la época de Túpac Amaru un referente y un paradigma para buscar y
encontrar nuevos caminos y atajos a la condición del hombre de aquí
hacia el futuro.
8. Un orden admirable
¿Cuáles son esas claves y ejes de su ideario que suscitaron que una
población agobiada por el peso de la explotación dejara todo y se
sublevara?
Era la simple reminiscencia de una sociedad fundada sobre aquellos
valores felizmente ya probados y hechos vida cotidiana y fraternal,
precisamente aquí en este suelo.
Y es que en su memoria y visión cobran vigencia los principios andinos y
resalta la ejemplaridad del modelo social que aquí forjaron los Incas.
Tomando en cuenta lo que ellos pusieron en uso, la solidaridad, la
fraternidad humana y el sentido colectivista de la vida, es cómo
solucionaremos los problemas del presente en el orden social y
económico.
Pero, también en aspectos como la sana cultura alimentaria, la previsión
social, el cuidado y respeto del bien común, el cuidado y conservación
del medio ambiente.
Y es que, con la irrupción española, consecuencia del proceso de
conquista, se destruyó un orden admirable que Garcilaso lo revive y
reconstruye en su obra.
9. Vasto y hondo
En la praxis y en la acción con el alzamiento de Túpac Amaru y su
contingente de indignados se comprueba los alcances que pueden tener una
visión y la palabra con capacidad transformadora en la gesta
emancipadora y en la lucha por alcanzar justicia social e independencia
en nuestro país, en aquel entonces bajo dominio del yugo español.
Tales visiones y contenidos los absorbió en su infancia, al ser educado
por los amautas cusqueños, quienes no exentos de tristeza acababan su
conversación en llanto diciendo:
“Y trocose el reinar en vasallaje”.
Con él se da inicio a una nueva etapa en el proceso de la identidad en
nuestro continente, considerándosele en este proceso como el primer
mestizo espiritual de América.
Hay múltiples facetas en las cuales el Inca Garcilaso de la Vega es
ejemplo: como cuando nos plantea el problema vasto y hondo de la
identidad y del mestizaje, tan visible y conturbado hasta ahora.
10. Como bandera que tremola
Y otro asunto más palmario todavía, hasta el punto de ser desgarramiento
en el presente, es el ser migrante; el personaje aquel que se aleja de
su tierra para vivir en otra ajena.
Aquel ser que evoca sin descanso ni consuelo su lar de origen, con
nostalgia que oprime y con tristeza que lo agobia.
Y tendiendo quizá no solo la mirada del alma sino hasta los brazos en
dirección del hogar nativo, anhelando siempre volver a la tierra que lo
viera nacer y en donde él se criara.
Él intentó el regreso desde el año 1563. No lo pudo cumplir en efectivo,
pero sí lo hizo escribiendo, sublimando así un retorno que cada vez se
fue aplazando más y más hasta el infinito.
Para regresar alzado en armas ya como bandera que tremola en las huestes
permanentemente vigentes en la conciencia de la gente por el mundo que
debemos reivindicar.
Su obra es clave para el mundo actual, a fin de obrar sobre la realidad
con aquellos valores que sólo el Perú alcanzó a realizar en el mundo: el
de una sociedad solidaria, recíproca y fraterna.
11. Es la más rica y feliz que conoce el mundo
Esto fue tan conmovedor comprobarlo incluso por quienes avasallaron
dicho mundo, tanto que en el testamento subrepticio de un soldado de la
conquista del Perú encontramos este apunte:
“los incas gobernaron a sus pueblos de tal manera que no había ni un
ladrón, ni un hombre vicioso, ni una mujer adúltera o de mala vida”.
Esta nota debe ser una consigna de lo que hay que restituir, así como
preceptos para una autoridad o un gobernante genuino del presente que
quisiera erigirse sobre los despojos y refundar aquí aquella cultura
ancestral.
Aquel soldado al hacer una reflexión sobre la vida y la sociedad que
ellos lamentablemente destruyeron, anota además en su legajo final:
“Es tan afortunado por naturaleza este nuevo mundo que no tiene cosa
mala, porque su cielo es benévolo, su aire apacible, su agua saludable y
su tierra fértil... La tierra del Perú es la más rica y feliz que conoce
el mundo”.
12. Asumir nuestro destino
Túpac Amaru y Garcilaso nos enseñaron de ese modo lo que debemos ser y
tener, cual es:
Lo primero, es un saber ser mestizos. Lo segundo, un saber asumir
nuestra identidad. Y, tercero, no resignarse a que el mundo debe ser
como es, sino que hay que transformarlo.
Mestizaje que en vez de ser una desventaja es una gran virtud, pues
supone ser y contener la mayor riqueza biológica y cultural.
El maestro mexicano José Vasconcelos proclamó el mestizaje como: "la
raza cósmica"; es decir: fuerte, colosal, poderosa.
Entelequia que cohesionaba a los pueblos, símbolo de la igualdad, de la
democracia y de la fe en el futuro del hombre.
Identidad para saber quiénes somos. Mestizaje, identidad y
transformación para comprometernos con aquello que debemos seguir siendo
y aspirar ser mejores por imperativo moral.
Es decir, asumir nuestro destino, defenderlo y quererlo, que es lo que
nos enseñan Túpac Amaru y el Inca Garcilaso de la Vega.
13. Unidos en esta gesta
La gesta de Túpac Amaru inspirada por el Inca Garcilaso de la Vega es un
arco de unión entre la visión y la acción.
Es comprobar y asumir que en la cultura hay vínculo y fusión de espacios
y de tiempos.
Que hay complementación de aportes, algunos pulsando la pluma y otros
empuñando la espada.
El Inca Garcilaso de la Vega y Túpac Amaru se unen abarcando incluso los
opuestos y contrarios en un ejemplo de integración y continuidad.
Uno es visión y el otro praxis. Uno es la poesía y los sueños, otro es
el clarín y la brega de la batalla.
Ambos inspirados en función de los valores ineludibles que nunca debemos
claudicar en defender.
Ellos dos unidos en esta gesta que al decir de don Jorge Basadre:
"hicieron de la negación y el fracaso, la escuela del triunfo".
Ver:
La gesta de Micaela y Tupac Amaru
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