Filosofía y Literatura en la ensayística martiana de
Marinello |
Ensayismo
con filo, de raíz incluyente
y humano ecumenismo: “(…), porque lo que quieren los hombres,
escritores o no, de mi orilla ideológica, es que los intelectuales
honestos y ansiosos de obra duradera, trabajen en el área de su foro
propio por la llegada de una realidad social que, por su radical justicia,
permita e impulse tareas creadoras (...) Y ese trabajo ha de producirse
sin banderías excluyentes ni parcialidades debilitadoras.”
Juan Marinello, “Meditación
Americana”. La
gran obra no se cualifica por la dimensión cuantitativa de conocimientos
e información, sino ante todo por lo que dice y suscita para el presente
y la posteridad. Precisamente el ensayismo martiano de Marinello hizo mucho y dijo más… Se
trata de un ensayismo ansioso de humanidad, que conjuga en estrecho haz
filosofía y literatura, con elan cultural, y que no da la espalda al
drama humano, porque está consciente que la cultura es por antonomasia
sensibilidad humana y rica espiritualidad para bien del hombre. La
concepción de la cultura
como ser esencial del hombre y medida de su ascensión humana, acompaña
como “duende” inquieto los ensayos de Marinello. Son en sí mismos
vuelos cogitativos en perenne búsqueda de bondad, verdad y belleza, Relámpagos
iluminadores desplegados con fuerza política,
en el espacio, para captar horizontes que esperan, desesperan y guían
lo porvenir que queremos, deseamos y preludiamos. El
ensayo, como literatura de ideas, es en Marinello, su oficio vital como
escritor, coloreado por una misión redentora que lo convierte en letra
con filo. Un ejercicio meditador que fluye sin cesar por cauces
insospechados y tortuosos en pos de alumbrar, más que cerrar. Es
un discurso buscador, abierto, que con infinita fidelidad al género, no
dispone, no impone, sino propone para poner, agregar, añadir y decir,
siendo. Por eso, más que el tratamiento sistemático del tema, el
contenido se impregna de subjetividad y sello personal, en un acto
ideatorio que interdisciplina y transdiciplina por su esencia cultural, la
filosofía, la literatura y otras ciencias humanas.. Pensar
la subjetividad, dando riendas sueltas al espíritu, es constante vocación
del ensayismo de Marinello. Por eso pensó bien a Martí y con hondura
accedió a su “selva” de ideas y premoniciones. La
ensayística marinelliana es amplia, vasta y exuberante, pero donde más
frutos aporta, en mi criterio, es en la revelación de Martí como
totalidad trascendente. Es aquí donde
brilla la escritura de Marinello Esta
ponencia no pretende agotar un tema tan rico en aprehensiones, pues su
intento mismo, ipso facto, descalificaría
su esencia como tal. Es sólo una búsqueda que propone (…) para
acercarnos a la “selva” ensayística del grande martiano. “Martí,
escritor americano”, la obra cumbre de Marinello, según José A.
Portuondo, consagra a su autor como el martiano mayor. Al hombre de
profundo pensamiento y sensibilidad, que con miraje de hondura y alto
vuelo revelador, descubre en la “selva” del Maestro una trinchera de
ideas para todos los tiempos. “Frente a las magnas tareas presentes
cobra suprema actualidad aquella estampa en que Martí dibuja al escritor
cabal que ha de nacerle a sus pueblos: “Así digno y libre,
independiente y sabio, conocedor de los demás y de sí mismo, a la par
instruido de inspirado, así ha de ser el que en nuestros días quiera
robar una estrella más al cielo para dejarla en la tierra perpetuamente
unida a su nombre”. Admitamos la sentencia, de lindo romanticismo
martiense, y fijemos los ojos en los fundamentos de su mandato. Sigámoslo
en su advertencia dialéctica que ordenaba seguir los rumores del tiempo,
superando los rumores vencidos”.1 Aquí
la filosofía y la literatura, sin proponérselo el autor, funda un diálogo
constante de búsqueda de sentido para expresar nuevas aprehensiones y
discernimientos. No
resulta fácil asumir creadoramente a un creador de la estatura de José
Martí. Marinello lo hizo sin proponérselo. Sencillamente siguió a Martí
con devoción infinita y misión consagrada. Penetró tanto en él y
conoció tan a fondo su método y su estilo que muchas autoridades
martianas reconocen similitudes en ambos discursos. “Ya en 1941, -
escribe Cintio Vitier – en plena posesión de sus criterios y de su
estilo, pudo ofrecernos el ensayo rector -se refiere a “Españolidad
literaria de José Martí- de una nueva estimativa de Martí como escritor
revolucionario. Aquellas páginas definen los rumbos que van a guiar la
indagación martiana de Marinello hasta los últimos años de su vida”.2
Y en españolidad literaria
de José martí, se hace filosofía desde la literatura y literatura desde
la filosofía. Con
inusitada fuerza conceptual e interpretativa, Juan Marinello indaga en las
fuentes nutrientes martianas, consciente, además, que cuando las
influencias son sentidas, dejan de serlas3,
se integran al discurso creativo totalizador
con tono propio y raíces firmes. Muchos
estudiosos de la obra martiana consideran la producción intelectual de
Juan Marinello en torno a José Martí como una excelente contribución
fecundante, no sólo por la profundidad creadora con que desentraña las
esencias filosóficas del Maestro, sino además, por la fuerza estilística
perneada de agudeza, belleza y originalidad personal. Su discurso
interpretativo martiano –todo “una voluntad de estilo” mediado por
un ímpetu de alto vuelo sintetizador- capta de forma inusitada en cuerpo
y alma el espíritu del Maestro. Hay
en Marinello un modo peculiar de asumir a Martí, a partir de un método
–aportado por la propia “selva martiana”-, cuyos resultados
dan realidad a una visión inédita del Maestro como totalidad
trascendente. Método que, en tanto
expresión del todo en lo que tiene de esencial –el hombre, la
subjetividad humana y su actividad encarnada en la cultura- garantiza una
interpretación unitaria del ser existencial martiano y su obra. Con
ello, Marinello logra una exposición orgánica y coherente del
pensamiento del Apóstol, así como determinar su axiología como
totalidad de creación humana que hace del oficio y la misión del hombre
un eterno ejercicio de acción humana, materializada en una obra
revolucionaria y latinoamericanista que hurga en el ser de Nuestra América,
en función de su identidad propia y su inserción en la modernidad con
independencia auténtica y soberanía legitimadora. La
asimilación profunda de la rica tradición del pensamiento humanista
cubano, latinoamericano y universal, vinculado estrechamente con la dialéctica
marxista y leninista que ha asumido creadoramente, le abre caminos
insospechados a Juan Marinello en la búsqueda martiana. Su enfoque –síntesis
concreta de la articulación dialéctica del marxismo con lo mejor y más
avanzado de nuestra tradición- se traduce en un método que en pos de la
totalidad, no pierde de vista las múltiples mediaciones en que deviene el
objeto investigado. Un
método que parte del hombre en sus circunstancias y contextos
socioculturales e históricos para determinar cauces interpretativos
reales sin a priorismos. Sencillamente, es el hombre (Martí) como sujeto
que piensa, siente, actúa y se comunica con el entorno histórico-cultural
en que se despliega su pensamiento alado
y su praxis alumbradora. Coincidiendo
con el Maestro, Marinello se dirige al hombre, en tanto esencia cultural y
espíritu del pueblo. “Pero, no queriendo Martí el oficio de escritor
enfatiza Marinello – sino el de hombre, como dice alguna vez llega a ser
el más rico, el más original, el más entero de los escritores hispánicos
de América. Lección definitiva para los que todavía ponen en duda, que
la grandeza del artista viene de sus íntimas potencias de hombre, y que
éstas tendrán tanta fuerza cuando se hayan asimilado la sed de un pueblo
y el querer de una época4
“. Un
sentido histórico – cultural, a manera de vía de acceso, nuclea el método
de Marinello en la aprehensión de las esencias martianas. Devela sus
grandes atributos como escritor, pero ínsitos, en las “íntimas
potencias del hombre”, como él solía llamar, siguiendo al Maestro. Por
eso, “la vida fue para Martí corriente tumultuosa, rica y cambiante,
contradicción y ascensión”5,
en función de la percepción del hombre y del cumplimiento del deber. En
Martí, Marinello, descubre todo un cosmos de humanidad y al mismo tiempo
un modelo a seguir, en cuanto a valores se refiere. Martí cree en el
hombre y cultiva humanidad. Su vida es en sí misma una obra cultural al
servicio del porvenir, una “real utopía que en tanto tal, anticipa,
modela y preludia una sociedad fundada en la moral”. En Martí –
escribe Marinello – el escritor es, como el héroe, un obrero del
porvenir, un espíritu sediento de convivencia ennoblecedora. Su prosa y
su verso son instrumentos políticos en el más estricto y ambicioso
sentido. Su literatura, como su acción, son desvelo cubano y trabajo por
un tiempo nuevo; por ello, para los cubanos su obra sobrepasa la
vigilancia profesoral y la consideración placentera del hombre de
sensibilidad”6
Marinello
penetra en el humanismo martiano y en el sistema axiológico que le sirve
de sostén. Comprende que en el Maestro “(...) lo que comienza por
anotación crítica termina siempre por entendimiento trascedente”7, que “un hombre de
esta calidad (...) al mismo
tiempo (...) abre las más duras preguntas filosóficas”8.
Por eso, cuando miramos “el camino de su literatura que parecía
alejamiento, desembocamos en el asombro de una vida sin semejanza. Y una
vida de esta categoría es mucho más que una vida; es un hecho moral
(…). De ahí – enfatiza Marinello – que leer un artículo o un poema
de Martí, y a veces un solo verso y una sola línea, sea una
responsabilidad de meditación en el hombre y en su mensaje”9. En
la aprehensión martiana de Marinello, en plena sintonía con el discurso
del Maestro, el hombre ocupa un lugar central. Es que partir del hombre y
su actividad, concretada en la cultura, constituye en esencia el núcleo
estructurador del método marinelliano. Esta
estrategia metodológica no es casual. Sigue la lógica especial del
objeto especial, pues “(…) desde su primer día vigente – se refiere
a Martí – aquel en que se reveló a su conciencia el mundo empedernido
y el mundo ansioso, hasta el día en que dejó la tierra por el camino que
había elegido, fue su preocupación primera el hombre y su destino10”.
Pero el hombre concreto, real, hacedor de historia. El hombre que vincula
indisolublemente el oficio y la misión comprometida con las grandes
masas, con el pueblo. Por eso “hay que entenderlo como un conjunto de
anticipaciones fecundas que marcan nuevas posibilidades de ascensión11”. Anticipaciones
fecundas, fundadas en un pensamiento donde los momentos ético, estético
y político, se presuponen hasta integrarse en una totalidad unitaria,
pues “las grandes páginas revolucionarias – y no hay mayor que José
Martí en la escala cubana – han de estimarse en el conjunto eficaz, en
la medida real de sus servicios, en el balance estricto de su rendimiento
patriótico”12. Marinello,
por las exigencias propias de su método, descubre a Martí como totalidad
trascendente. Es difícil encontrar una arista del pensamiento martiano
que no haya sido objeto del discernimiento de Marinello. El ideario
integral martiano, su antiimperialismo, latinoamericanismo,
anticlericalismo, antirracismo, en la intelección de Marinello, totalizan
una vocación martiana, nacida de una cultura militante que afirma la
identidad humana y cree en la utilidad de la virtud y el perfeccionamiento
del hombre. Marinello
descubre en Martí, al hombre de todos los tiempos, al guía espiritual
que rechaza la guerra y la violencia y la promueve y proclama para el bien
común. Al hombre que ha convertido la patria en agonía y deber, en pos
de una república con todos y para el bien de todos, donde su ley primera
sea el culto a la dignidad plena del hombre. Por
eso, su revelación martiana le permite afirmar: “el impulso creador de
Martí no se murió en él porque es una resonancia y una continuidad,
porque puso su voz en la impaciencia noble de los hombres y,
apasionadamente, en el destino de sus pueblos. Por largo tiempo todavía,
mientras subsistan las realidades primordiales que contempló, su
advertencia será oportuna y fecunda. Y después, cuando hayan sido
cambiados por otros mejores, todavía tendrá vigencia su lección de
preguntar al hombre americano – con virtud artística - cuál es su
pesadumbre y hacia dónde apunta su esperanza”13.
Pero
la asimilación creadora de la “selva” del Maestro por Marinello, no
se reduce a la comprensión y descubrimiento de un método que reproduce a
Martí como totalidad trascendente. Además, es cauce hermenéutico de
implicación heurística que encuentran concreción en: 1.
La comprensión compleja del hombre y su subjetividad, como posibilidad
infinita de excelencia y creación. 2.
La exposición unitaria de la relación cultura – política e identidad
nacional. 3.
Espíritu de raíz y vocación
ecuménica, en un discurso literario con cauces filosóficos y políticos.
4.
La asunción de los valores como fuerzas esenciales para la formación
humana. 5.
Revelar cómo la filosofía martiana deviene programa pedagógico para la
formación humana a través de la axiología de la acción, dando
prioridad al componente ético del devenir humano. Tanto
su oficio -gran escritor ensayista- como su misión humanista y patriótica
determinan en Marinello un discurso y una praxis, perneados de razón utópica.
Una gran utopía cuando se engendra sobre la base de necesidades e
intereses auténticos, es capaz de trascender la realidad y realizar el
ser esencial del hombre y de los pueblos. En
Marinello, razón utópica y realidad trascendente compendian una unidad
orgánica mediada por la praxis creadora. El hombre como sujeto histórico
–cultural, proyecta lo por venir con arreglo a sus necesidades e
intereses. Por eso exige mirar el presente con ojos humanos y comunicarse
con el pasado “con sed de futuro”, para realizar la obra humana con
“raíces y propósitos”. La
tesis marinelliana de concebir al hombre como posibilidad infinita de
excelencia y creación, siguiendo a Martí, en sí misma lleva el sello de
la razón utópica que orienta su discurso. Un discurso de alto vuelo
cogitativo y belleza estilística que no evade el drama humano. Todo lo
contrario, es consustancial a él. Su
programa de resistencia y de lucha, sin soslayar lo inmediato, se orienta
a la mediatez, como profundo veedor que mira hacia el futuro. No separa la
teoría de la práctica. Sabe que la teoría alumbra caminos y la praxis
cambia, corrige y comprueba. Por eso el sedimento utópico de su pensar
impulsa los vuelos de alturas sin perderse en el horizonte. La praxis
misma comporta terrenalidad del pensamiento y adecuación a fines. Se
trata de una filosofía de la praxis o de la subjetividad en constante diálogo
con la realidad para aprehenderla humanamente en bien de la sociedad. En
los momentos actuales: tiempos de batallas de ideas, Marinello, con plena
fidelidad martiana, continúa construyendo utopías realistas en su
pueblo, sobre la base de prácticas creadoras que no separan el oficio de
la misión, la ciencia de la conciencia y la razón de los sentimientos. El revelador martiano hizo mucho, sigue haciendo, y aún tiene mucho que hacer. Su obra y pensamiento continúan trascendiendo, sin perder su numen filosófico – literario, que heredó creadoramente del Maestro cubano de todos los tiempos: José Martí.
Referencias: 1 Marinello, J. J. Martí, escritor americano. Imprenta de Cuba, La Habana, 1962, pp. 326-327. 2 Vitier, C. Martí en Marinello. Casal en Martí. Anuncio del Centro de Estudio Martiano 9/1986, pp. 213-214. 3 “Andan en nuestro grande hombre trenzados de tal modo la ansiedad libertadora con el decir inesperado e infalible, que la vibración redentora nos saca con frecuencia de los cauces del menester crítico”. (Marinello, J.- Testimonio. Anuario del Centro de Estudios Martianos 7/1984, p. 167). 4 Marinello, J. Españolidad literaria de José Martí. Once ensayos martianos. Comisión Nac. Cubana de la UNESCO, La Habana, 1964, pp. 26-27. 5 Ibídem, p. 30. 6 Ibídem, p. 48. 7
Ibídem, p. 20. 8
Ibídem. 9
Ibidem. 10
Ibídem, p. 50. 11 Ibídem, p. 72. 12 Ibídem, p. 74. 13 Marinello, J. Martí escritor americano. Imprenta Nacional de Cuba, La Habana, 1962, p. 292. |
Dr. Sc. Rigoberto Pupo Pupo
Dr. en Filosofía. Profesor Titular, Investigador Titular de la Universidad de La Habana
Ver, además:
Juan Marinello en Letras Uruguay
Dr. Sc. Rigoberto Pupo Pupo en Letras Uruguay
Editado por el editor de Letras Uruguay
Email: echinope@gmail.com
Twitter: https://twitter.com/echinope
facebook: https://www.facebook.com/carlos.echinopearce
instagram: https://www.instagram.com/cechinope/
Linkedin: https://www.linkedin.com/in/carlos-echinope-arce-1a628a35/
Métodos para apoyar la labor cultural de Letras-Uruguay
Ir a índice de ensayo |
Ir a índice de Rigoberto Pupo Pupo |
Ir a página inicio |
Ir a índice de autores |