Inmigración a la Argentina 1850-1960 : escritores |
Índice 1.
Árabes 2.
Armenios 3.
Austriacos 4.
Chilenos 5.
Colombianos 6.
Daneses 7.
Eslovenos 8.
Españoles 9.
Franceses 10.
Galeses 11.
Húngaros 12.
Italianos 13.
Irlandeses 14.
Lituanos 15.
Moldavos 16.
Paraguayos 17.
Peruanos 18.
Polacos 19.
Rumanos 20.
Rusos 21.
Ucranios 22.
Uruguayos 23.
Varios En
este trabajo reúno las biografías de algunos de los inmigrantes y exiliados que llegaron
a la Argentina entre 1850 y 1960, y escribieron narrativa, lírica, drama,
guiones y libretos. Incluyo
a algunos extranjeros que, sin establecerse en nuestro país, vivieron en
él durante años y escribieron en su idioma de origen o en castellano. Transcribo
parcialmente testimonios de estas personalidades o de quienes se
refirieron a ellas. |
Arabes |
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“Los
árabes en el Río de la Plata -señala Lautaro Ortiz- constituyen una de
las más ricas colectividades inmigratorias. Su literatura y su periodismo
no sólo enriquecieron la trama cultural local sino que influyeron en sus
países nativos. Hoy, agobiados por la discriminación, los intelectuales
árabes siguen batallando por la integración cultural y el mejor
conocimiento de sus tradiciones. Según estimaciones no oficiales, existen
en la actualidad 18 millones de árabes –entre descendientes y
nativos– habitando los suelos de Argentina, Uruguay y Brasil. (...)
Entre los cientos de agricultores que llegaron a estas playas se
encontraban muchos poetas, periodistas y editores que, algunos años después,
serían los ideólogos del movimiento más revolucionario de las letras y
el periodismo, el Mahyar. Al poco tiempo de llegar y, luego de un período
de afincamiento e integración en el interior de los tres países
mencionados, los árabes dieron inicio a su propio desarrollo intelectual,
que tuvo dos frentes: la integración con nuestra cultura y la
transformación de la suya, a través del permanente envío de información
a su tierra natal. (...) a partir del siglo XX, los jóvenes inmigrantes
comenzaron a buscar los medios para hacer conocer su arte a través de la
edición de diarios y revistas y la creación de sellos editoriales”. “Juan
Yacer, el poeta más respetado en la colectividad y autor de El
movimiento literario americano-árabe en América Latina, apunta que
los literatos, “para sorpresa y asombro de miles de lectores, comenzaron
a publicar temas literarios nuevos, ciertamente extraños al oído
oriental endurecido. No hay duda que la libertad en sus países de adopción,
el despertar sobre nuevos tipos y estilos de vida, la misma naturaleza
gigantesca de América, y el roce con el pensamiento de escritores y
poetas occidentales, contribuyeron al estallido de sus talentos y al
encendido de sus almas, ya de por sí sensibilizadas por el drama
existencial que padecían en sus tierras de origen”. Entre
las voces de este género que residieron en territorio argentino, los
especialistas entrevistados enumeran a Badaui
Al-Yabal (famoso poeta árabe, su obra ha tenido gran repercusión en
Siria y Líbano), Omar Abu Risha (poeta muy reconocido en Arabia, llegó a Buenos
Aires como embajador de Siria), Zaki
Konsol (escribió poemas de tono patriótico y varios de sus libros
fueron publicados en Arabia y Argentina), Rashid
Nakle (poeta libanés, autor del himno nacional de su país), Habbib
Joraieb (recorrió en los años 30 todo el país difundiendo sus
obras) y, entre otros, la poeta libanesa Sabine
Farra, quien desde los 90 se radicó en Argentina. “Yacer
agregó que “los textos árabes escritos en países como Argentina,
Uruguay y Brasil tuvieron una importancia tremenda en los países de la
península árabe. Llegaron como aire fresco. Innovaron metros y formas
estróficas, introdujeron la prosa poética y dieron inicio a lo que se
denomina ‘poesía susurrada’ que, olvidando el tono declamatorio y
discursivo, deja a la palabra misma el poder de sugerir”. A lo que
Brahim Husain acotó: “Es una pena que la intelectualidad del Río de la
Plata aún no haya abierto los ojos a nuestro aporte cultural y que sólo
se quede en los prejuicios mal fundados”. Notas 1. Ortiz, Lautaro: “Arabescos” (fragmentos), en Página 12, 27 de julio de 2003. |
Armenios |
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A Jorge Sarafian, “En reconocimiento a la autoría de valiosos libros lo designaron como el primer Socio Honorario de la Unión de Escritores Armenios de la Argentina. Recibió importantes condecoraciones. En 1999 asistió a la inauguración del templo de Surp Asdvadzadzín, construido con su aporte en el pueblo de Nor Hetesia (Nueva Hetesia) en la República de Armenia, en recuerdo de aquel incendiado por los turcos a fines de 1895, con miles de personas en su interior. Jorge Sarafian falleció en Buenos Aires en junio de 2002, a los 91 años de edad, rodeado por el amor de su numerosa familia y el aprecio de toda la colectividad”(1). Notas 1 Bedrossian, Eduardo: Morir en Marash. Buenos Aires, el autor, 2004. 448 pp. |
Austriacos |
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Jovita
Epp nació “en Merano, Tirol. Publicó la novela Amado
mío en 1955 en Alemania, y la versión castellana en 1960, en Buenos
Aires; La mujer del forastero y Herederos
sin gloria, igualmente en alemán y castellano, y algunas otras
novelas en alemán, así como artículos y cuentos en Argentinisches
Tageblatt, y diarios y revistas de la Argentina, Austria, Alemania, Bélgica,
etc. Es vicepresidenta del Instituto Ulrico Schmidl de Buenos Aires y
miembro de la Institución Cultural Argentino-Germana y de la Asociación
de Escritoras y Publicistas Católicas. El gobierno de Austria le otorgó
la Medalla de Oro al Mérito” (1). Notas Sosa de Newton, Lily: Diccionario Biográfico de Mujeres Argentinas. Buenos Aires, Plus Ultra, 1986. |
Chilenos |
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Marta Elena Samatán
nació en Vicuña, Chile, el 2 de diciembre de 1901. “A partir de 1905
residió en la ciudad de Santa Fe y tomó la ciudadanía argentina. Se
recibió de maestra en 1918 y tras completar el bachillerato cursó abogacía
en la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales de la Universidad del
Litoral, egresando en 1927. Ejerció el magisterio y desde 1938 fue
traductora de Biblioteca, Seminario y Trabajos Prácticos de esa Facultad.
En 1955 fue interventora y directora interina de la Biblioteca y en 1957
directora interina del Departamento de Extensión Universitaria de la
Universidad del Litoral. Intervino en la creación del Departamento de
Pedagogía Universitaria en 1959 y se retiró como vicedirectora en 1966.
Fue presidenta fundadora de la Asociación del Magisterio de Santa Fe
desde 1928 hasta 1930 y cumplió igual función en la filial santafesina
de la Unión Argentina de Mujeres (1936-1943). Fue presidenta de la
Asociación Santafesina de Escritores. Publicó las siguientes obras, además
de numerosas colaboraciones en diarios y revistas del país y de Chile: Cantos
de la vida diaria, 1930 (poesía); Educación
familiar, 1934; Panorama escolar,
1935; Campana y horario, 1939; Autodidactos,
1965; Penumbra, 1966 (novela premiada por la Asociación Santafesina de
Escritores); Por tierras de Elqui,
1967; Gabriela Mistral, campesina
del valle de Elqui, 1969; Los días
y los años de Gabriela Mistral, Puebla, México, 1973, y Herminia Brumana, la rebelde, 1974. Dictó conferencias sobre temas
educativos y derechos femeninos, en Buenos Aires y ciudades del interior.
Falleció en Santa Fe el 27 de julio de 1981”. Notas 1 Sosa de Newton, Lily: Diccionario Biográfico de Mujeres Argentinas. Buenos Aires, Plus Ultra, 1986 |
Colombianos |
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Pedro Sonderéguer nació en Cartagena en 1884; falleció en Buenos Aires en 1964. “Estudió en la Universidad de Notre-Dame (EEUU), se radicó en la Argentina en 1908 y fue contratado por el diario La Nación. Dividió su actividad entre la literatura, el periodismo y la política. Formado en el modernismo literario, fue un asiduo colaborador de La Novela Semanal (1917-1927). También publicó varios estudios sobre temas filosóficos” (1). Notas 1 Varios autores: Enciclopedia Visual de la Argentina. Clarín. Buenos Aires, 2002. |
Daneses |
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El
pionero Andreas Madsen fue
escritor. María Sonia Cristoff señala que “Dentro de su producción
figuran tres volúmenes de poemas, un libro sobre la caza de pumas, el
proyecto de otro sobre la capacidad de razonar de los animales y la que es
su obra emblemática, La Patagonia
vieja, editada por primera vez en 1948 por El Ateneo y reeditada en
1998 por Zagier y Urruty. Esta misma editorial, que desde el último enero
agregó a su catálogo esta colección de textos inéditos en castellano
sobre la Patagonia, publica ahora Relatos
nuevos de la Patagonia vieja, una recopilación hecha por Martín
Alejandro Adair de las cartas privadas y de los artículos que Madsen
publicó en distintos medios. (...)”. (1). Olga Jespersen de Adeler nació en 1877. “Se radicó en la Argentina en 1900, y se consagró a la labor literaria, especialmente en La Prensa, de cuya redacción y archivo formó parte desde 1912 hasta 1952. Cuando el diario fue restituido a sus dueños en 1955, volvió a integrar la redacción. Su especialidad fueron los cuentos para niños, que en diversas oportunidades recibieron premios. Publicó las obras Junto al fuego, De corazón adentro, Imágenes, El hilo mágico, Luces de colores, En las mejores manos del mundo (comedia) y Jazmín del país (veintiséis cuentos para todas las edades). Falleció en Olivos, Buenos Aires, en 1968” (2). Notas 1
Cristoff, María Sonia: “Los surcos de un pionero”, en La
Nación, Buenos Aires, 19 de octubre de 2003. 2 Sosa de Newton, Lily: Diccionario Biográfico de Mujeres Argentinas. Buenos Aires, Plus Ultra, 1986. |
Eslovenos |
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Bojan
Grobovsek, embajador de la República de Eslovenia en Argentina, manifestó
que, a sus compatriotas emigrados, “la inserción en la sociedad
Argentina los puso en contacto directo con la cultura hispanoamericana y
sus frutos fueron inmediatos: en 1927 se publicó en Argentina el primer método
esloveno para el aprendizaje del castellano; en 1957 había treinta
publicaciones periódicas en lengua eslovena; en 1970 el Dr. Tine Debeljak
traduce y publica el Martín Fierro.
Hasta hoy contabilizamos trescientos sesenta libros
publicados en la Argentina. Los inmigrantes se convirtieron en
buenos argentinos, pero no abandonaron su condición de eslovenos. Con su
laboriosidad y con su trabajo retribuyeron la generosidad con que los había
acogido la nueva patria. Su actividad literaria, periodística, de
traducción y artística, enriqueció el patrimonio cultural argentino”
(1). Notas Grobovsek, Bojan: “La inmigración eslovena en Argentina”, en el folleto de la muestra homónima llevada a cabo en el Museo Nacional de la Inmigración en setiembre de 2003. |
Españoles |
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Ricardo
Monner Sans, nacido en 1853; fallecido en Buenos Aires en 1927, fue un
“escritor y filólogo español que se
radicó en el país en 1888. Entre sus obras figuran Fe
y amor, El castellano en la
Argentina, Disparates usuales en
la conversación diaria y barbaridades que se nos escapan al hablar y Gramática de la lengua castellana” (1). Eustaquio Pellicer nació en Burgos en 1859; falleció en Buenos Aires en 1937. “Realizó estudios de bachillerato en su ciudad natal. En 1886 arribó al país y se inició en el periodismo. Luego se trasladó a Montevideo, Uruguay, donde fundó el semanario humorístico La Pellicerina, en el que se destacó por sus dibujos y relatos cómicos. Regresó a Buenos Aires en 1892 e ingresó como cronista al diario La Nación. El 8 de octubre de 1898 publicó en la Argentina la revista Caras y Caretas y, en 1904, fundó la revista PBT, cuya dirección ejerció hasta 1910” (2). Francisco
Grandmontagne nació en Burgos en 1866; falleció en San Sebastián en
1936. “Llegó a la Argentina y, tras trabajar como bracero, pocero, peón
de estancia y empleado de pulpería, se dedicó a las letras. En su obra
describió la inmigración y la crisis económica que desembocó en la
revolución radical de 1890. Narrador costumbrista, su novela Teodoro
Foronda (1896) lleva por subtítulo: ‘Evolución de la sociedad
argentina’. Además, escribió La
Maldonada, Los inmigrantes prósperos y Vivos
tilingos y locos lindos. Aunque regresó a España, nunca rompió sus
vínculos con la Argentina” (3). Escribió para Caras
y Caretas la “Galería de inmigrantes”, que incluye “El
changador” y “Diego Corrientes”, entre otros textos (4). En
su Historia del baile, Sergio
Pujol alude al español: “Loco Lindo siente náusea por toda esa gente,
que es mayoría. Se alarma ante la posibilidad de un futuro poblado de
patas sucias y alientos desconocidos. Se siente ajeno a esa promesa de país.
Cree que los inmigrantes no deben gozar de derechos civiles. Son un mal cálculo
de la clase dirigente. Pero siempre la ambigüedad, la revulsión
interior: Loco Lindo no puede disimular la excitación que la sola idea de
un contacto con esa gente le provoca. Camina lleno de deseo rumbo al
baile. Ya lo dijo Grandmontagne: Loco Lindo es el clásico
‘alborotabailes’ que exhibe descaradamente su éxito con las hembras
–hembritas, decía la nota,
entre paternalista y despectiva-, ante una sociedad que no sabe cómo
contener las energías sexuales que enturbian los juegos de miradas
insinuantes y violencias corporales. Cuando los inmigrantes danzan -¡y lo
hacen casi todas las noches!-, Loco Lindo irrumpe con su salud de potro a
la arena social para molestar” (5). José
Andrés González Pulido nació en 1878; falleció en Córdoba,
Argentina, en 1936. “Fue guionista y director de importantes libretos de
radio, entre ellos Brochazos
camperos y Chispazos de tradición,
que alcanzaron una enorme popularidad en los primeros años de la década
de 1930. Las historias, basadas en payadas, folletines y sainetes, fueron
representadas en vivo en teatros de todo el país. En varias oportunidades
salieron de gira para que los oyentes pudieran conocer a los protagonistas
de los radioteatros” (6). En
la década del 20 –escribe Roberto Balmaceda– “La radio, principal
vehículo de comunicación, reunía a las familias a su alrededor
exactamente a las 18.30, con el radioteatro pionero de Andrés González
Pulido "Chispazos de Tradición". Gardel embelesaba con sus
creaciones en el cine, igual que Tita Merello, Pepe Arias, Luis Sandrini,
Catita. El teatro de Jacinto Benavente, la poesía de García Lorca era
moneda corriente. Las diversas colectividades de inmigrantes buscaban sus
propios espacios sociales y a la vez cedían al fuerte proceso de
homogeneización cultural” (7). Mempo
Giardinelli escribió Santo
Oficio de la Memoria, novela distinguida con el Premio Rómulo
Gallegos en 1993. En esa obra, uno de los personajes relata: “a la noche
cuando éramos más chicas, cuando todavía estaba mi mamá, nosotras nos
quedábamos en la casa tejiendo y escuchando ‘Chispazos de tradición’
que era un programa gauchesco. Y vieras cuando empezaba como todas hacíamos
silencio. También pasaban programas de teatro, directamente desde el
Cervantes, el París y otras salas que ya no están. Entonces escuchar la
radio era algo muy serio, muy importante” (8). Alberto
Novión, autor teatral, nació en Bayona en 1881; falleció en Buenos
Aires en 1937. “Maestro del género del sainete, entre sus obras
sobresalen Facha tosta, El
tango de la muerte y En un burro
tres baturros. En 1919, la compañía teatral de Arata-Simari-Franco
estrenó en el Teatro Nacional su obra El
cabaret de Montmatre, cuyo rotundo éxito se tradujo en 328
representaciones. En 1956 el director Luis Mottura llevó al cine su obra Bendita
seas. Escribió las letras de algunos temas que se cantaban en sus
piezas teatrales, como Pavadas,
que fue registrado dos veces por el dúo Gardel-Razzano: 1919 y 1931”
(9). El político, pintor, periodista y escritor Alfonso Daniel Manuel Rodríguez Castelao “nació en Rianxo el 30 enero de 1886, aunque pasó toda su infancia en Santa Rosa de Toay, en La Pampa Argentina, donde habían emigrado sus padres. La familia Castelao vuelve a Rianxo en 1900 y Alfonso-Daniel se licencia en la Facultad de Medicina de Compostela en 1908, cursando el Doctorado en Madrid al año siguiente, donde comienza a destacar como caricaturista, tras lo que se establece en Rianxo y adhiere el movimiento agrarista Acción Gallega. Como pintor, Castelao fue un gran artista condicionado por su casi ceguera y por la necesidad que sentía de crear un arte al servicio de Galicia, primando la comunicación sobre las cuestiones artísticas. El arte gráfico de Castelao se define primeramente por su constante humorística y satírica en la que las gentes humildes suelen ser los protagonistas. A partir de la Guerra Civil española, la crueldad y miseria de aquel acontecimiento causa que el dibujo de Castelao evolucione hacia la denuncia de la tragedia y mezquindad del fascismo. En el año 1916 deja la Medicina y se desplaza a Pontevedra, donde entra en el grupo cultural "Irmandades da Fala" y participa en la Asembleia Nazonalista de Lugo, subscribiendo una transcendente declaración nacional. En 1920 toma en cargo la dirección artística de la publicación "Nós" y viaja por Francia, Países Bajos y Alemania. En 1922 inicia su producción narrativa publicando "Un Ollo de Vidro". En el año 1924 ingresa en el Seminario de Estudos Galegos y funda la Coral Polifónica de Pontevedra con Lousada Diéguez. Dos años más tarde inicia la publicación "Cousas" y en 1929 viaja a Bretaña para estudiar sus cruceros, de lo que resulta el libro "As Cruces de Pedra na Bretaña". En el año 1930 asiste al Pacto de Lestrove, donde se formó la Federación Republicana Gallega, interviene en los actos del Partido Nacionalista Republicano Gallego y participa en la histórica asamblea de redacción de las bases del Estatuto del Estado Federal de Galicia. Al año siguiente edita el álbum "Nós" y es elegido diputado en el Parlamento de España por el Partido Galleguista, que había obtenido 16 diputados. En 1934 ve la luz "Retrincos", "Os Dous de Sempre", y la edición definitiva de "Cousas", ingresa en la Real Academia Gallega y es desterrado por el gobierno conservador a Badajoz, donde permanece hasta el cambio de gobierno en 1935. De nuevo parlamentario por el Partido Galleguista, estalla la Guerra Civil al encontrarse Castelao en Madrid para entregar el texto del Estatuto de Autonomía de Galicia, refrendado a favor por un 98% de los votos, y en el que el líder galleguista había tenido una actuación de relevancia. Durante la guerra española participa en la organización de las Milicias Gallegas, a las que pertenecía Enrique Líster, y se desplaza con el gobierno republicano a Madrid, Barcelona y Valencia, donde publica los álbumes "Galicia Mártir" y "Atila en Galicia". En 1938 es enviado por el Ministerio de Propaganda a Rusia, Estados Unidos y Cuba para obtener apoyo entre los emigrantes a la causa republicana. De regreso a Nueva York embarca a Buenos Aires, donde fijará su residencia. En la capital argentina estrenó en 1941 "Os vellos non deben de namorarse", la aportación de Castelao al teatro gallego. En el año 1944 publica la obra cumbre del pensamiento galleguista, "Sempre en Galiza" y se convierte en primer presidente del Consello de Galiza, el gobierno de Galicia en el exilio. En 1945 funda con catalanes y vascos la revista Galeuzca, recuerdo de la alianza política de 1933, y un año más tarde es nombrado ministro del gobierno de la República en el exilio, por lo que se traslada a París. Vuelve a Buenos Aires en 1947 y dos años más tarde le afecta un cáncer de pulmón. Se publica "As Cruces de Pedra na Galiza" a poco tiempo de su fallecimiento, el 7 enero 1950, siendo enterrado en el Panteón del Centro Gallego del cementerio de La Chacarita, Buenos Aires, con masiva asistencia y cariño de personajes llegados expresamente de todo el mundo. El Senado de Argentina acordó erigir un monumento en su honor como igual decidió el ayuntamiento de Buenos Aires dándole su nombre a una plaza. Desde entonces, parte de la ingente obra de Castelao ha sido publicada en varios idiomas, del húngaro al italiano, del francés al ruso, del inglés al chino, del vasco al portugués..., y desde la caída del régimen del dictador Franco los restos del más insigne gallego de la historia reposan en el Panteón de Gallegos Ilustres, en Galicia” (10). Ramón Gómez de la Serna nació en Madrid en 1888; falleció en Buenos Aires en 1963. “Figura conocida ya en la España anterior a la Guerra Civil, con el estallido de ésta marchó a Buenos Aires y sólo hizo una breve visita a su país en 1949. Escritor ingenioso, original, polifacético y con grandes dotes de observación, su producción incluye novelas, cuentos, ensayos, artículos, memorias y obras teatrales. Debe su fama especialmente a las ‘greguerías’, metáforas de carácter humorístico , a veces con un toque surrealista, que tan pronto señalan pequeños detalles de la realidad como recurren al chiste. Con frecuencia, la ‘greguería’ aparece interpolada en el relato novelado. En sus primeras producciones (Morbideces, 1908), su concepción nihilista de la vida desemboca en una actitud que le obliga, como escritor, a transformar contínuamente la realidad, demasiado cruda, en otra más fácil de soportar (por ej., El torero Caracho, 1926). Otras novelas (Cinelandia, 1927; Policéfalo y señora) describen ambientes, sorprendentes en su época, del mundo cinematográfico o de los millonarios neoyorquinos. Entre las biografías y retratos de personajes figuran Goya (1928) y Azorín (1930) y entre sus memorias, Automoribundia (1948) y Nuevas páginas de mi vida (1957). La publicación de sus Obras completas se inició en 1996” (11). Alvaro Abós incluye en uno de sus libros un relato de David Alfaro Siqueiros acerca de la participación del español en una discusión, durante una fiesta en casa de los Rojas Paz: “Los asistentes habían ya bebido copiosamente y ‘en la euforia de la conversación y en respuesta extraña a una de mis anécdotas de bravura mexicana en la Revolución Méxicana, Gómez de la Serna hizo la alusión siguiente: ‘En la Revolución Mexicana como en todas las revoluciones de México, no murieron más que aquellos a quienes agarró de sorpresa la muerte natural. Nadie ignora –agregó- que las revoluciones de los mexicanos son invariablemente incruentas’. (...) me pareció muy normal decir: ‘¡Gómez de la Serna, en las familias hay siempre dos tipos de hijos: aquellos que no se despegan jamás de las faldas de sus madres y esos otros que, despegándose de esas faldas, van a aventurarse valientemente por el mundo! Ustedes, los españoles de España, son hijos del primero, y nosotros somos hijos del segundo, del aventurero, de Hernán Cortés, de Pizarro, de Alvarado, de Ponce de León. Y quizás de ahí provenga nuestro temperamento belicoso’. (...) ‘El autor de Greguerías, dada la gran cantidad de alcohol que había ingerido y profundamente lastimado por aquello de la ‘pollera’ de las mamás de los que se habían quedado en España, creyó conveniente responder con una blasfemia, ya no sólo contra México sino también contra todos los pintores de América latina. Una blasfemia tal que el violento Lino Eneas (sic) Spilimbergo no pudo resistir y replicó lanzándole la bebida de una copa a la cara. Así llegaron las cosas a un grado de violenta pelea a botellazos y sillazos entre pintores y escritores y el alarde mío de empujar el piano contra un grupo de los opositores literatos” (12). Luis Bayón Herrera nació en 1889; falleció en Buenos Aires en 1956. Fue comediógrafo, director de cine y letrista de tangos (13), pero –a criterio de Irene Amuchástegui- “es más recordado por Joven, viuda y estanciera que por los tangos Un tropezón y El taita del arrabal (14). Antonio Cunil Cabanellas, autor y director teatral, nació en Barcelona en 1894; falleció en Buenos Aires en 1969. “Naturalizado argentino, se caracterizó por el rigor de sus planteos teatrales, así como por su minuciosidad en el cuidado de los juegos de luces, la utilería y la indumentaria en las puestas en escena. Comenzó su carrera en el Teatro Odeón, especialmente con el montaje de obras nacionales, y fue director del Teatro Nacional Cervantes. Entre las muchas obras de su autoría se destacan Comedia sin título, Ni tú ni ella, Chaco y Tú mandas. En la década de 1940 dirigió importantes compañías profesionales, como las de Aída Luz y Luisa Vehil. En los años 50 dirigió las compañías de Alberto Closas y Angel Magaña” (15). En un trabajo titulado “Por el éter en la década del 30. El 80° aniversario de la radio en Buenos Aires”, Edgardo J. Rocca señala que el catalán se contó entre las “figuras de relieve” que se expresaron por LS 8 Radio Stentor (16). Alfredo Alcón manifestó en un reportaje: “Gracias a Cunil di un examen y entré en la radio. Vivía con un sueldito. Transmitía el Mercado de Hacienda: eso de ‘entraron tantas vacas, tantos toros’. Tenía que decir cuántos toros habían ‘servido’ a la vaca y me daba vergüenza, me parecía medio pornográfico. José Cibríán, que estaba en Canal 7, me mandaba papeles para televisión, pero yo me quería quedar con mi sueldito” (17). Matilde Velaz Palacios nació en Madrid en el siglo XIX.
“Fue traída a la Argentina muy pequeña, y aquí realizó estudios que
más tarde, en Europa, completó con canto y declamación. En Buenos Aires
dio lecciones de declamación y ofreció un recital en la Biblioteca del
Consejo Nacional de Mujeres, en 1922, y otro en Tucumán, en el que también
interpretó composiciones musicales suyas. En 1925 se hizo cargo de la
dirección de la revista femenina Para
Ti, en la que permaneció cerca de nueve años. Fue a la vez redactora
de la mayoría de las secciones de la publicación, que firmaba con
diversos seudónimos. Su trabajo iba desde la historieta hasta la novela
en episodios, pasando por la crónica social, cinematográfica y
costumbrista. La orientación que dio a la revista hizo que ésta
alcanzara gran popularidad. Al renunciar, en 1933, publicó sus memorias.
Tres de las novelas escritas para la mencionada revista aparecieron en volúmenes:
Cartas de amor, La
dicha ajena y Añoranzas” (18). Eduardo Blanco-Amor nació en Orense en 1897; falleció
en Vigo en 1979. “En su primera época se relacionó con escritores de
la Generación del 27. Emigró muy joven a Argentina, país donde
desarrolló una importante labor periodística: director de las revistas Céltiga y A Terra, así
como del periódico de la Federación de Sociedades Gallegas de la
Emigración; corresponsal en España del periódico bonaerense La Nación. Fue profesor extraordinario de la facultad de
Humanidades y Ciencias de Uruguay. Hasta 1936 su labor se desarrolló en
el campo de la poesía (Romances
gallegos, 1928 y Poema en cuatro
tiempos, 1931). En Argentina publicó una novela en castellano, La catedral y el niño (1949), y algunas obras de teatro. Sería su
novela A esmorga (La
parranda, 1959) la que le valdría una gran fama. Merecen también ser
destacadas otras obras como Os biosbardos (1962), Las
musarañas (una recopilación de cuentos), Farsas pra títeres (1973) (Farsas
para títeres) y Teatro pra
xente (1974) (Teatro para la
gente)” (19). Arturo Cuadrado Moure evoca su exilio: “En el año 1936 sube Franco, aquella tremenda traición en donde los hombres tuvieron que matar a los hombres. Surge la famosa guerra civil que duró tres años y donde han muerto casi dos millones de españoles. Nosotros, el ejército republicano, que dominábamos Madrid, Valencia y Barcelona, no teníamos fuerzas, teníamos la canción y teníamos a América. Era nuestro guía espiritual, nuestro árbol intocable, profundo y alto, don Antonio Machado. (...) desde México a Buenos Aires realizamos todos nuestros sueños, todas nuestras esperanzas, todas nuestras ilusiones, con el convencimiento de que habíamos triunfado... Ortega y Gasset nos había enseñado el camino de amar más que luchar”. Manifiesta que no desea regresar; tiene una misión que cumplir en su nueva tierra: “Volver a España, ya... ¿para qué? Aquí tengo forjado mi corazón entre amigos. Creo que la República Argentina, como el resto de América, está en un despertar, tenemos una obligación con la gente joven: ¡Cuidarlos! ¡Vigilarlos! ¡Atenderlos! Para ellos están estos corazones que llegaron del exilio español” . Y expresa su agradecimiento hacia la Argentina: “Aquì tuvimos gente importantìsima, sòlo queda Rafael Alberti. Cuando nos encontramos la ùltima vez por las calles de Madrid, los dos soñàbamos con Buenos Aires. Fue alto ejemplo para la vida espiritual que dos poetas ya viejos, de 90 años, recordemos con ardor que le debemos nuestro vida, que le debemos nuestra libertad a este maravilloso pueblo argentino, al cual tenemos que exigir, pedir, que obligar a que no se duerma, a que no frivolice. Un gran futuro nos espera, el mundo entra en el momento de una gran reconstrucciòn, tenemos que construir, que cantar, que vivir y para eso tenemos la historia, tenemos los libros y tenemos la gran puerta que es este cielo de la Cruz del Sur que acogiò a todos los poetas que habìan perdido su nacionalidad para hacerlos nuevos ciudadanos en un pueblo bello, justo, alegre y con un gran destino intelectual” (20). En
agosto de 1998, Clarín lo evocó
así: “Había nacido en Alicante pero amaba el aire seco, austero, de
Galicia, donde vivió la adolescencia. Enamorado fiel, trabajó desde
joven en publicaciones dedicadas a la defensa de la cultura gallega. Su
generación supo unir en un mismo haz los fervores políticos, los
culturales y la celebración de la vida, y él honró todas estas
pasiones. Todavía no había cumplido un cuarto de siglo cuando fundó,
con más entusiasmo que capital, la librería y editorial Nike. La Guerra
Civil lo encontró, claro, en las filas de la República. Pero ni entonces
Arturo Cuadrado Moure abandonó el oficio: dirigió las ediciones del Ejército
del Este, hechas -otra vez- más a fuerza de voluntad que de papel. Bajo
ese sello y bajo las balas se dio el lujo de publicar España, aparta de mí este cáliz, de César Vallejo; La
rosa blindada, de Raúl González Tuñón; El
viento en la bandera, de Córdova Iturburu, y España
en el corazón, de Pablo Neruda. Después, la derrota lo obligó al
exilio. Como tantos otros republicanos que en México, en Chile y en la
Argentina se convirtieron en animadores de la vida cultural, Cuadrado
Moure no se dejó ganar por la melancolía. Fue periodista en la Crítica
de Natalio Botana y fue cofundador y director de las editoriales Emecé,
Nova y Camino de Santiago. También de Botella al Mar, una editorial de
poesía que hubo de publicar más de tres mil títulos, entre ellos,
poemas de un joven Julio Cortázar y también de Alejandra Pizarnik. Más
editor que poeta, pero también poeta, entre sus libros están Soledad
imposible y Canción para mi
caballo muerto. Dirigió, además, por décadas, el semanario Galicia.
En 1995, la embajada de España lo condecoró con la Medalla al Mérito
Civil. Murió el 5, a los 94 años, en Buenos Aires” (21). Fermín
Estrella Gutiérrez nació en Almería en 1900; falleció en Buenos
Aires en 1982. Fue ensayista, poeta, cuentista y novelista. “Graduado en
la Escuela Normal de Profesores de Buenos Aires en 1923, ejerció la
docencia en diversos colegios secundarios y, posteriormente, se desempeñó
como profesor de Literatura española en la Facultad de Filosofía y
Letras de la Universidad de Buenos Aires. En 1955 se incorporó como
miembro de número la Academia Argentina de Letras. Realizó una intensa
actividad en la Sociedad Argentina de Escritores (SADE) de la que fue
vicepresidente y presidente. Publicó numerosos trabajos en la revista Nosotros
y colaboró asiduamente en las páginas culturales del diario La
Nación. Su poesía ha cubierto un amplio registro expresivo y estilístico,
desde el romanticismo recuperado por la Generación del 40 y el modernismo
hasta cierto vuelco metafórico propio de las vanguardias de los años 20.
Es autor de diversos libros de texto destinados a la enseñanza de la
literatura española en las escuelas” (22). En
Madrid, en 1900, nació Guillermo
de Torre, quien falleció en Buenos Aires en 1971. “Destacada figura
literaria en su país de origen, donde integró la llamada Generación del
27, llegó a la Argentina a fines de la década de 1920. Fue un importante
impulsor del movimiento ultraísta en el país, profesor de Literatura en
la Universidad de Buenos Aires y consejero de la editorial Losada, en la
que dirigió la colección Poetas de
España y América. Entre sus obras se destacan Hélices,
Problemática de la literatura e
Historia de las literaturas de
vanguardia “ (23). Eduardo
González Lanuza nació en Santander en 1900; falleció en Buenos
Aires en 1984. “Arribó al país en 1909. Se graduó de químico en la
Universidad de Buenos Aires, pero se dedicó a la literatura. Hizo suya la
estética vanguardista del ultraísmo, que Jorge Luis Borges trajo de España,
y participó activamente en Prisma, Proa, Martín
Fierro y otras revistas representativas del grupo de Florida. Aunque
luego evolucionó hacia formas más tradicionales, su poesía conservó el
espíritu fogoso y alegre de su época juvenil. De su etapa vanguardista
cabe destacar Prismas (1924), Treinta y
tantos poemas (1932) y La
degollación de los inocentes (1938) y, de su etapa más clásica, Transitable cristal (1943) y Oda
a la alegría y otros poemas (1949)” (24). Recuerda
los esfuerzos de su maestra por borrarle la pronunciación española:
“En su bondadosa preocupación por su alumno me creó, sin sospecharlo,
un serio problema, a sus oídos habituados a las dulzuras del decir
criollo debieron molestarle las crudezas de mis acentos hispánicos, acaso
el entusiasmo patriótico de aquellos años fervorosos del centenario, le
inspiraron la urgencia de adaptarme de inmediato a lo argentino”. Así
sucedió: “Ello fue que un cierto día decidió dedicarse durante los
recreos a luchar con aquella, su suavidad, tan eficaz en mí, contra una
erizada prosodia santanderina, tajante de jotas, capaces de degollar a
quien las pronunciara, restallante bajo el doble látigo de las elles,
resbaladiza de zetas y ce, para reemplazarla por la tierna indecisión de
la ce argentina, vacilante entre la ce y la ese, limar el filo despiadado
de las jotas y hacerme deslizar por las blanduras del yeísmo”. El
alumno aprendió rápidamente: “Dócil a su reclamo, que además
facilitaría mi trato con los compañeros al eludir las pullas que mi
primitiva pronunciación provocaba, adelanté raudamente en el proceso de
desintegración de la prosodia ibérica”. Mas a los padres no les
satisfizo este avance del niño: “”¡Pero ay de mí! En mi casa, mis
padres opinaban de otra manera y las desacostumbradas inflexiones recién
adquiridas por mi voz, eran consideradas pecado mortal, clarísimo índice
de que
a convertirme en un descastado. De ahí mi temprana condición de
bilingüe que me hizo acomodar a modismos distintos, según que tuviera
que hablar en casa o en la escuela” (25). Ana María Calvente nació en Almuñécar en 1901. “Radicada en Rosario, realizó allí intensa labor intelectual, en la docencia y en los diarios y revistas, en los que publicó colaboraciones sobre temas variados, en prosa y poesía. La Capital de Rosario, dio a conocer sus trabajos desde 1936. Algunos de ellos versaban sobre psicotecnia, aspecto de la educación en la que se especializó. Es autora de Vértigo, 1935, poemas; Guía del buen lector; El cuarto propio, novela, publicada por el diario La Capital de Rosario en 1939, y en libro, con el mismo título, en Buenos Aires, 1983. Dirigió, y escribió en ella la revista escolar Chispitas, de la escuela F. Godoy, de Rosario, en 1937, y presentó trabajos en congresos pedagógicos. Su labor en el campo de la plástica ha sido también constante, presentando sus trabajos en salones de Rosario, Santa Fe, La Plata y San Fernando a partir de 1958.Hizo muestras individuales y participó en colectivas en Rosario, Mar del Plata y Tucumán. (...)” (26). Rafael
Alberti nació en Puerto de Santa María, Cádiz, en 1902.
“Inicialmente se dedicó a la pintura. Se trasladó a Madrid con su
familia, consiguió el Premio Nacional de Literatura, en 1925, por el
primer libro que publicó, Marinero
en tierra. Se trata de una obra de un refinado popularismo donde
universaliza el mar, que llega a ser un mito. En 1926 apareció La amante, relato poético de un viaje en automóvil, al que sigue
un nuevo libro de poemas, El alba
del albañil, al año siguiente. Las tres obras se inscriben dentro de
la tradición de los poetas anónimos del Romancero y Garcilaso de la
Vega, aunque con una sensibilidad de poeta vanguardista. En 1929 tuvo
lugar un cambio importante en su poesía, cuando publicó Cal
y canto, influido por Luis de Góngora y el ultraísmo. También de
ese mismo año es Sobre los ángeles.
Considerada su obra maestra, es una alegoría surrealista en la que los ángeles
representan fuerzas dentro del mundo real. Producto de una intensa crisis
personal relacionada con lo que el propio poeta califica de "amor
imposible" y los "celos más rabiosos", contiene imágenes
que suponen altas cumbres poéticas. Sus tonos apocalípticos se
prolongaron en Sermones y moradas (1930). La tendencia surrealista, que llevaba a
Alberti a introducir asuntos personales en el ámbito de las cuestiones
históricas, supuso en él una inclinación hacia el anarquismo, como
demuestra su elegía Con los zapatos
puestos tengo que morir, de 1930. Posteriormente se afilió al Partido
Comunista español, y publicó hasta 1937 un conjunto de libros que el
autor denominó El poeta en la calle,
aparecidos conjuntamente en 1938. También de la misma época son sus
obras de teatro, entre las que destaca Fermín
Galán (1931). Posteriormente, y dentro de la misma línea de carácter
surrealista y político, sus obras teatrales más conocidas son El
adefesio, de 1944, y de 1956 Noche
de guerra en el Museo del Prado. Con su compañera, la también
escritora María Teresa León, se vio obligado a exiliarse después de la
derrota de la República en la Guerra Civil española. Vivió en Argentina
hasta 1962. A partir de ese año residió en Roma, y no regresó a España
hasta 1977, siendo elegido diputado por la provincia de Cádiz. Obtuvo el
Premio Cervantes en 1983. El poeta recoge su vida durante los años de
destierro en La arboleda perdida
(1959 y 1987). Entre la poesía no política de Alberti, posterior a 1939,
destacan Entre el clavel y la espada,
de 1941, y A la pintura, de
1948, un brillante intento de describir un arte en términos de otro. En Retornos
de lo vivo lejano, de 1952, y Baladas
y canciones del Paraná, libro de poemas publicado el año siguiente,
incluye canciones muy cercanas a las de Marinero
en tierra que ofrecen un universo nostálgico del que no está ausente
la ironía. Algo que vuelve a ocurrir en el primer libro que publicó a su
regreso a Europa, Roma, peligro de
caminantes, de 1968. Al lado de estos poemarios, están los poemas más
estrictamente políticos inspirados por las circunstancias, como las muy
conocidas Coplas de Juan Panadero, de 1949, y La primavera de los pueblos, de 1961. También cabe destacar entre
la copiosa y desigual producción de Alberti posterior a su regreso a España,
el libro de carácter erótico publicado en 1988 Canciones
para Altair” (27). Alberti falleció en 1999.(28) En
La arboleda perdida, el gaditano
escribe: “Y ahora, esta afiebrada tarde del 18 de noviembre de 1954, en
mi cercado jardinillo de la calle Las Heras, bajo dos florecientes
estrellas federales, el mareante aroma de un magnolio vecino, cuatro
pobres rosales, martirizados por las hormigas, y el apretado verde de una
enamorada del muro, doy comienzo a este segundo libro de mis memorias”.
Y luego, en julio de 1959: “no sé, pero hay algo en mi país que ya
tambalea, y entre nosotros, los desterrados españoles, circulan vientos
que nos cantan la canción del retorno” (29). Antonio
de la Torre nació en Granada en 1904. “Nacionalizado argentino,
entre sus obras se destacan Canciones
del peregrino, Vendimias líricas,
Gleba, La tierra encendida,
Coplas, Mi padre labrador y San Juan,
voz de la tierra y de hombre” (30). El narrador y crítico Francisco Ayala “Nació en Granada en 1906. Se graduó en Derecho en la Universidad de Madrid en 1929, de la que fue catedrático en 1933. Debió exiliarse durante la Guerra Civil y, finalizada ésta, se instaló en Argentina. En 1950 trabajó en la Universidad de Puerto Rico y en 1958 en universidades norteamericanas. Sus primeras obras publicadas fueron Tragicomedia de un hombre sin espíritu (1925), Historia de un amanecer (1926), El boxeador y un ángel (1929) y Cazador en el alba (1930). Entre sus libros de narraciones breves se destacan El hechizado (1944); La cabeza del cordero, donde inserta el tema del exilio en el marco de exilios más remotos, como el de los moriscos, y Los usurpadores, ambas de 1949; Historia de macacos (1955), de carácter humorístico; De raptos, violaciones y otras inconveniencias (1966), que incluye "El rapto", basado en el capítulo LI de la primera parte del Quijote; El jardín de las delicias (1971). Entre sus novelas figuran Muertes de perro (1958) y El fondo del vaso (1962). Los rasgos fundamentales de su obra son el intelectualismo, la ironía, la deshumanización, próximo como está a los novelistas intelectuales del estilo de Thomas Mann, Aldous Huxley y Ramón Pérez de Ayala, y al realismo crítico. Es autor además de ensayos literarios como La estructura narrativa (1970) y Novela española actual (1977). Ha recibido el Premio Cervantes y es miembro de la Real Academia Española. Galardones: Nacional de Narrativa (1983), Nacional de las Letras Españolas (1988), Cervantes (1991), Príncipe de Asturias (1998)”. (31). “ (...) En 1939 se exilió a Argentina, donde fundó la revista Realidad. (...)” (32). En la ceremonia de entrega del Premio Cervantes, en abril de 1992, Su Majestad el Rey de España expresó lo siguiente: “tras la guerra civil vendrá el exilio, la continuidad de la vida y de la obra en la América de habla hispana que con tanta generosidad acogió a esa España peregrina de la que formaron parte tantos hombres y mujeres de nuestras artes y nuestras letras. Todo ello lo explica muy bien Francisco Ayala en sus memorias, que bajo el significativo título de Recuerdos y olvidos recogen una vida apasionante. (...) Nunca consideró el exilio Francisco Ayala como un destino cultural. Para él, la creación desarrollada en aquellos tiempos pertenece a la integridad de la cultura española, y posee con la que se siguió haciendo dentro de nuestras fronteras el rasgo unificador del uso común del idioma castellano. Ayala ha puesto así el acento en una cultura no diferenciada, sino enriquecida por los hechos históricos” (33). María Teresa León nació en 1904 en Logroño; falleció en Madrid en 1988. “Durante la Guerra Civil española dirigió el Teatro de Arte y Propaganda de Madrid. Compañera y colaboradora de Rafael Alberti, con quien compartió su exilio hasta el regreso a España en 1977. Entre sus obras se destacan Juego limpio (1959), La bella del mal de amor, Contra viento y marea (1941), Morirás lejos (1942), Las peregrinaciones de Teresa, Rosa fría, patinadora de la luna (1934), Cuentos de la España actual (1936) y La Historia tiene la palabra (1944). En 1970 publicó Memorias de la melancolía” (34). Perla
Rotzait relata que, en la Argentina, “la vida no era fácil económicamente
para los Alberti. María Teresa no podía trabajar en la radio, la
televisión, el teatro ni el cine, por ‘roja’, a pesar de su amistad
con Delia Garcés, quien había interpretado una película con un guión
escrito por María Teresa. Pese a todas esas prohibiciones, trataba de
ganarse la vida con su ingenio y capacidad. En esos momentos difíciles,
Luis Peralta Ramos le rogaba –así es la amistad- que le vendiera algún
ícono u otro objeto que ellos habían traído de algún viaje” (35). En 1963, escribe la nota titulada “Soñemos con el viaje”, en la que
expresa: “A lo lejos nos está esperando el itinerario previsto o tal
vez la emoción de ver de nuevo la aldea que se dejó al venir o la visita
a los parientes de los abuelos, que deben estar en tal lugar..., o las
ciudades madres de civilizaciones ilustres o los museos donde se almacena
el ingenio humano o las formas diferentes de la vida de los hombres en
este mondo cane, que a veces se
dulcifica en las fiestas”. Ella también parte: “A punto de tomar el
avión escribí hoy, amigas mías. Es mi pañuelo en el aire. Dicen que
los argentinos son viajadores.
Claro. Yo sé que todas las sensaciones de liberación me están
aguardando pero, como cualquier abuela al ir a tomar la diligencia o el
tren, yo siento palpitar mi alma. Gracias por ello. Debe ser vuestra
amistad que me despide. Hasta pronto. Antes de que suspire estaré al otro
lado del mar” (36). Joaquín Gómez Bas, escritor y pintor, nació en Asturias en 1907; falleció en Buenos Aires en 1984. “Aunque no tuvo una formación académica, su participación en distintos grupos literarios hizo surgir su vocación de escritor y pintor. Comenzó su producción literaria publicando poemas y colaboró más adelante en periódicos y revistas del país y del extranjero. Realizó su primera muestra individual de pintura en 1958, y luego concretó una vasta tarea pictórica, lo que le valió recibir diversos premios. Sus trabajos figuran en museos de la Capital Federal y provinciales y en colecciones particulares. Entre los premios que recibió se destacan el Premio Konex (1984) y la medalla de oro otorgada por la Comisión Nacional de Cultura por Barrio Gris (1954), obra que fue llevada al cine por Mario Soffici. Entre sus numerosos libros se destacan La resaca, Oro bajo y La comparsa. Fue miembro de la Academia Porteña del Lunfardo”. (37). Ramón
de Valenzuela (1914-1980), “en vida y obra -afirma Rodolfo Alonso-,
resulta un testimonio cabal de aquella digna generación de intelectuales
y artistas gallegos que, habiendo soñado con el resurgimiento de una
Galicia aplastada, en lo más íntimo de su ser, por siglos de
sometimiento y represión, tuvieron que enfrentarse con el alzamiento
militar contra el legítimo gobierno de la República, que liquidaría
también aquellas ilusiones al desencadenar la sangrienta guerra civil
española que, merced a la directa intervención de la Italia fascista y
la Alemania nazi, iba a culminar en la interminable dictadura franquista.
Y, por si fuera poco, se trata además de una historia que continúa en
ultramar. Porque si Buenos Aires –y con ella la Argentina- hacía ya
mucho tiempo que estaba recibiendo a cientos de miles de inmigrantes
(obligados a abandonar una Galicia feudal y sin futuro, que no podía
mantenerlos ni educarlos), a partir de la injusta derrota republicana en
1939 vería llegar otra clase de viajeros: los exiliados. Eran poetas,
artistas, políticos, periodistas, científicos, universitarios,
sindicalistas, editores. Que, firmemente afianzados en su colectividad,
entonces mayoritariamente republicana, y reunidos alrededor de una figura
ejemplar: Alfonso R. Castelao, no sólo líder político sino en realidad
un humanista, durante décadas convirtieron a Buenos Aires en la auténtica
capital de la cultura gallega enmudecida en su tierra por el franquismo.
Entre ellos, Valenzuela no fue de los primeros, pero sí de los más
significativos. (...) Valenzuela sólo iba a escribir en dos publicaciones
argentinas: Galicia emigrante,
dirigida por el impar Luis Seoane, entre 1955 y 1957, y la prestigiosa página
literaria del diario La Gaceta,
de Tucumán, entre 1956 y 1960. En ambas publica, por primera vez, muchos
de los relatos que luego se integrarían en la primera edición de O. Naranxo, realizada por el sello gallego Brais Pinto en 1974.
(...)” (38). En Mar del Plata, en noviembre de 2000, el
diario La Capital publicó una
nota de Esteban Turcatti titulada “El gaucho que conquistó el mundo”.
En ella leemos: “Bernaldo Souto,
poeta gallego, había traducido el Martín
Fierro a ese idioma en el año 1980. Establecido en la Argentina desde
hace muchos años, regresó recientemente de su tierra natal, Galicia,
donde es muy conocido por su obra literaria y periodística. Allá brindó
una serie de conferencias y presentó tres libros de poesías bajo el título
‘Luz y sombras’. Pero su mayor satisfacción fue enterarse que en
fecha próxima, su traducción gallega del Martín
Fierro será publicada por la
Xunta de Galicia, en una edición bilingüe de lujo” (39). Isaura
Muguet nació en los Barrios de Toledo, León, el 3 de agosto de 1923.
Se radicó en la Argentina en 1951. Desde 1955 es redactora del diario Faro
de España, especialmente de la sección artes. Colabora en la revista
Imagen del País, el suplemento
literario de La Nación y otras
publicaciones. Ha dictado conferencias y organizó un festival para
rememorar a Marina Vélez de Ortega, primera maestra de América. Fue
galardonada con medalla de oro por sus notas tituladas Hombres
y mujeres célebres, que aparecieron durante seis años en Faro de España. Es autora de novelas publicadas en revistas de la
Capital, así como de obras teatrales y cuentos. Subdirectora de la
revista Hispanoamérica, también
realiza programas culturales por distintas emisoras. Hace notas bibliográficas
para La Prensa. En 1973 fundó
la Galería de Arte Goya de Buenos Aires, de la que es directora y en la
que exponen gratuitamente artistas de la Capital y el interior. La
Federación de Sociedades Españolas la premió con medalla de oro por su
labor de promoción cultural” (40). “En
el año 1974 al estallar el avión en que viajaba, muere en Francia el
humorista de origen español Jordán de la Cazuela (Pedro Pernías) que
adquirió gran popularidad como libretista de Tato Bores” (41). En “Algunas opiniones de autores sobre el humor o el humorismo”, Grand Jovialiste (Eduardo Brieux) se refiere a Jordán de la Cazuela: “Tato Bores dijo que un humorista como su guionista Jordán de la Cazuela es ‘ese profesional cuyo talento permitirá que otros hagan reír o llorar al público’ El guionista fue un hombre muy eficaz en su oficio que trabajó también en la administración pública, autor de los célebres y buenos monólogos del actor Tato Bores, los que eran dichos una vez por semana en la pantalla de televisión” (42). Notas 1
Varios autores: Enciclopedia Visual de la Argentina. Clarín. Buenos Aires, 2002. 2
Ibídem 3
Ibídem 4 Romano, Eduardo: en Fray Mocho, Félix Lima y otros: Los costumbristas del 900. Sel. y pról. de Eduardo Romano, notas de Marta Bustos. Buenos Aires, CEAL, 1980. (Capítulo). 5
Pujol, Sergio: Historia del baile. Buenos Aires, Emecé, 1999. 440 pp. 6
Varios autores: Enciclopedia Visual de la Argentina. Clarín. Buenos Aires, 2002. 7
Balmaceda, Roberto: “José Manuel García, maestro y motor
cultural”, en www.rionegro.com.ar, 18 de diciembre de 2003. 8 Giardinelli, Mempo: Santo Oficio de la Memoria. Buenos Aires, Seix Barral, 1991. 9
Varios autores: Enciclopedia Visual de la Argentina. Clarín. Buenos Aires, 2002. 10
S/F: “HISTORIA
Castelao” en www.riasbaixas.net. 11
Varios autores: Enciclopedia
Clarín. Buenos Aires, Visor, 1999. 12 Abós, Alvaro: Cautivo. Buenos Aires, El Zorzal, 2004. 13 S/F: en www.creadores argentinos.com 14 Amuchástegui, Irene: “Pionero”, en Clarín, Buenos Aires, 28 de mayo de 2002. 15
Varios autores: Enciclopedia Visual de la Argentina. Clarín. Buenos Aires, 2002. 16 Rocca, Edgardo J.: “Historias de la Ciudad – Una Revista de Buenos Aires” (N° 9 y 10, Mayo y Julio de 2001, respectivamente), que autorizó su reproducción a la Defensoría del Pueblo de la Ciudad de Buenos Aires. www.defensoria.org.ar. 17 Ventura, Any: “Alfredo Alcón. A cara limpia”, en La Nación Revista, Buenos Aires, 20 de marzo de 2005. Fotos: Mauro Rizzi. 18
Sosa
de Newton, Lily: Diccionario Biográfico
de Mujeres Argentinas. Buenos Aires, Plus Ultra, 1986. 19
Varios autores: Enciclopedia
Clarín. Buenos Aires, Visor, 1999. 20 S/F: “Esa magnífica legión de viejos”, en Revista Mayores, Año II, N° 11, 1994. 21
S/F: “El oficio de editar, aun bajo las balas”, en Clarín, 9 de agosto de 1998. 22
Varios autores: Enciclopedia Visual de la Argentina. Clarín. Buenos Aires, 2002. 23
Ibídem 24
Ibídem 25 González Lanuza, Eduardo: citado en “Bajaron de los barcos. Historia de la inmigración en Argentina”, por Colegio Schönthal, www.monografias.com. 26
Sosa
de Newton, Lily: Diccionario Biográfico
de Mujeres Argentinas. Buenos Aires, Plus Ultra, 1986. 27
Varios autores: Enciclopedia
Clarín. Buenos Aires, Visor, 1999. 28
S/F: en www.epdlp.com. 29 Alberti, Rafael: La arboleda perdida. Barcelona, Bruguera, 1980. 30
Varios autores: Enciclopedia Visual de la Argentina. Clarín. Buenos Aires, 2002. 31
S/F:
“Francisco Ayala”, en www.epdlp.com. 32 S/F: Enciclopedia Clarín. Buenos Aires, Visor, 1999. 33 SM Rey Juan Carlos de España “Palabras de SM El Rey”, en Terra cultura. Premios Cervantes.htm 34 Varios autores: Enciclopedia Clarín. Buenos Aires, Visor, 1999. 35 Barón Supervielle, Odile: “Alberti en Buenos Aires”, en La Nación, Buenos Aires, 8 de diciembre de 2002. 36 León, María Teresa: “Soñemos con el viaje”, en Mucho Gusto, N° 203. Buenos Aires, septiembre de 1963. 37
Varios autores: Enciclopedia Visual de la Argentina. Clarín. Buenos Aires, 2002. 38
Alonso,
Rodolfo: “La Galicia del Plata”, en El Tiempo, Azul, 1º de diciembre
de 2002. 39
Turcatti, Esteban “El gaucho que conquistó el mundo”, en La Capital, Mar del Plata, 5 de noviembre de 2000. 40
Sosa
de Newton, Lily: Diccionario Biográfico
de Mujeres Argentinas. Buenos Aires, Plus Ultra, 1986. 41
S/F: en www.creadoresargentinos.com. 42 Gran Jovialiste (Eduardo Brieux): “Algunas opiniones de autores sobre el humor o el humorismo”, en www.personales.ciudad.com.ar. |
Franceses |
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Paul Groussac nació
en Toulouse en 1848; falleció en Buenos Aires en 1929. Fue escritor,
ensayista e historiador. “Llegó al país en 1866, instalándose primero
en San Antonio de Areco (Bs. As.) y, luego, en la ciudad de Buenos Aires,
donde trabó relación con los representantes de la Generación del 80. La
amistad con José Manuel Estrada y Pedro Goyena lo acercó a la Revista
Argentina, donde publicó su primer artículo, un trabajo sobre el
poeta español José de Espronceda. Convocado por Nicolás Avellaneda,
entonces ministro de Instrucción Pública de Domingo F. Sarmiento, viajó
a Tucumán, donde se desempeñó como profesor del Colegio Nacional y
terminó por ser director de enseñanza de la provincia. Allí escribió
el Ensayo histórico sobre el Tucumán
y la novela De la cruz a la fecha,
que lo consagraron como hombre de la cultura. Tras un viaje a su país
natal, Eduardo Wilde, ministro de Justicia e Instrucción de Julio A.
Roca, lo nombró inspector de colegios nacionales y escuelas normales. En
1885, fue nombrado director de la Biblioteca Nacional. Entre sus numerosas
obras, escritas en francés y castellano, sobresalen Viaje intelectual, Los que
pasaban, Crítica literaria
y El Congreso de Tucumán”
(1). A
criterio de Jorge Luis Borges: “El destino personal de Groussac fue,
como el de todos los hombres, asaz extraño. Hubiera querido ser famoso en
su patria y en su idioma natal; lo fue en una lengua que dominaba, pero
que nunca lo satisfizo del todo y en regiones lejanas que siempre fueron
para él un destierro. Su verdadera tarea fue la enseñanza del rigor y de
la ironía francesa a un continente en cierne. ‘Ser famoso en la América
del Sur no es dejar de ser un desconocido’, escribió no sin amargura”
(2).
Godofredo Daireaux, narrador y periodista, nació en París en 1849; falleció en Buenos Aires en 1916. “En 1868 se radicó en la Argentina. Fundó el pueblo de General Viamonte en Buenos Aires. Se desempeñó como docente y colaboró en Caras y Caretas. Sus primeros escritos son autobiográficos. Entre sus obras se destacan Las veladas de un tropero (1905) y Las dos patrias (1906)” (3). Fue –a criterio de Eduardo Romano- “un francés que observó y registró nuestras costumbres camperas de las últimas décadas del siglo XIX con verdadero voluntarismo progresista” (4).
Gabriela Laperriere de Coni “nació en Burdeos el 7 de marzo de 1866 y realizó allí sus estudios de maestra normal. Ejerció el periodismo como redactora de L’Independant y Le Journal, pero dejó su país en plena juventud para trasladarse a la Argentina. (...) Sus obras literaras conocieron el éxito y contienen material autobiográfico. Fleurs de l’air, rotulada ‘roman argentin’, apareció en 1900 en París y refleja escenas de nuestro país. Vers l’euvre douce, fue también publicada en París, en 1903. En 1907 apareció un volumen de cuentos, Ames d’enfants, traducido por Manuel A. Montes de Oca con el título de Alma de niño. Su muerte ocurrió en Buenos Aires el 8 de enero de 1907” (5).
Alfredo R. Bufano nació en Córcega en 1895 y falleció en San Rafael, Mendoza, en 1950. “Nació en Francia pero vivió desde niño en Mendoza. No alcanzó a terminar sus estudios primarios por tener que colaborar con el sostén de su familia. Adolescente, se trasladó a Buenos Aires, donde desempeñó diversos trabajos, desde lustrabotas hasta periodista. En esta ciudad entró en contacto con los círculos literarios, colaboró en varias revistas y publicó sus primeros trabajos. Luego se trasladó a San Rafael, Mendoza, donde trabajó como profesor de literatura en la Escuela Normal y escribió la mayor parte de su obra. Su poesía, fresca y sencilla, exalta la naturaleza cuyana. Escribió, entre otros libros: Poemas de provincia (1922), Tierra de Huarpes (1926) y Romancero (1932)” (6). Notas 1
Varios autores: Enciclopedia Visual de la Argentina. Buenos Aires, Clarìn,
2002. 2
Borges, Jorge Luis: Biblioteca
personal (prólogos). Buenos Aires, Alianza, 1988. 3
Varios autores: Enciclopedia Visual de la Argentina. Buenos Aires, Clarìn,
2002. 4
Romano, Eduardo: en Fray Mocho, Félix Lima y otros: Los
costumbristas del 900. Selección y prólogo por Eduardo Romano.
Buenos Aires, CEAL, 1980. (Capítulo). 5
Sosa de Newton, Lily: Diccionario
Biográfico de Mujeres Argentinas. Buenos Aires, Plus Ultra, 1986. 6 Varios autores: Enciclopedia Visual de la Argentina. Buenos Aires, Clarìn, 2002. |
Galeses |
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Eluned
Morgan
nació en alta mar en 1869. “Hija de un colono galés, organizador del
primer grupo que llegó a la Patagonia en 1865, se crió en el valle y fue
enviada a Europa para completar sus estudios y dedicarse a la enseñanza
en Chubut. Creó escuelas para niñas en Trelew y Gaiman. Posteriormente
tuvo a su cargo el periódico Y Drafod, fundado por su padre y aún existente. Comenzó a mostrar
sus aptitudes literarias en la composición de Eistedffod, piezas literarias de la tradición galesa, a partir de
1891. Publicó cuatro libros: Algas
marinas, En tierra y mar, Los
hijos del sol y Hacia los Andes, los tres primeros en galés y el último en
castellano, escrito originalmente en galés. Falleció en 1938” (1). Notas 1 Sosa de Newton, Lily: Diccionario Biográfico de Mujeres Argentinas. Buenos Aires, Plus Ultra, 1986 |
Húngaros |
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Pablo Urbanyi nació en 1939. “Nacionalizado argentino, reside actualmente en Ottawa (Canadá). Antes de emigrar trabajó en el suplemento literario del diario porteño La Opinión. Ha publicado los libros de cuentos Noche de revolucionarios (1972) y Nacer de nuevo (1992), y las novelas Un revólver para Mack (1975), En ninguna parte (1981), la trilogía De todo un poco, de nada mucho (1988), Silver (finalista del Premio Planeta 1993) y Puesta del Sol (1997) y 2058 en la corte de Utopía (1999)” (1). Notas
1 Varios autores: Enciclopedia Visual de la Argentina. Buenos Aires, Clarín, 2002. |
Italianos |
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El
sacerdote Francisco Bibolini nació en La Spezia, en 1827. Siendo joven llegó
a América, y se estableció un tiempo en Paraguay, de donde huyó para
evitar las coacciones a las que lo sometía el régimen del mariscal López.
En 1854 llegó a Buenos Aires, y después de permanecer un año en la
ciudad, fue a radicarse al Fortín Mulitas, pequeño caserío que dio
origen al pueblo de 25 de Mayo, en la provincia de Buenos Aires, adonde
llegó como primer cura vicario de la parroquia de Nuestra Señora del
Rosario. (...) escribía versos que se popularizaron por lo pintoresco de
su construcción y contenido; utilizaba el seudónimo de El Pampeano, y
muchos diarios y revistas le dieron espacio. (...) El 'Cura Pampeano',
como se lo llamaba cariñosamente, fue amigo y admirador del General
Mitre, a quien acompañó en algunas campañas por el sur colonizando y
catequizando aborígenes, y a quien dedicó varias estrofas, que se
conservan en el Museo de Luján. (...)” (1). María Cristina Maradeo es la autora de Don Francisco Bibolini De la Liguria a la Pampa (2), ensayo distinguido con uno de los premios en el Concurso “Los Grandes Italo-argentinos”, convocado por la Asociación Dante Alighieri, entre los actos conmemorativos del V Centenario del Descubrimiento de América. En esa obra, ella afirma: “En Francisco Bibolini, amante y defensor de la vida, amigo de los libros y la gente, no podía estar ausente la poesía. Sus versos eran sencillísimos, nunca logró desprenderse del todo del dialecto genovés, pero sintiéndose hombre de la pampa, ya que firmaba sus obras con el seudónimo de ‘El Pampero’. Sus versos eran una especie de sano testimonio, a veces ingenuo, casi infantil, de los sucesos de la vida en Veinticinco de Mayo. (...) Inventor de una métrica especial, a la que denomina ‘pampeana’, plasmando muchos versos en sus famosos bastones cantantes, que no eran otra cosa que gruesos y nudosos garrotes, enormes, toscos, grabados a punta de cuchillo, escritos con una caligrafía y sintaxis particularísimas. En el Museo de Luján se encuentra uno que obsequiara al General Mitre, con motivo de la reconciliación poética entre los crudos (alsinistas) y los cocidos (mitristas)”. El filólogo, educador y periodista Matías Calandrelli nació en Salerno en 1845. “Cursó estudios de ciencias sociales y de letras en la Universidad de Nápoles, especializándose en lingüística y literatura griega y oriental con los profesores Kerbaker y Lignana. (...) Llegó a la Argentina en 1871 para proseguir sus actividades educacionales. (...) Publicó además Mi novela del año 1000, La liebre del profesor Müller, La sociedad y sus víctimas (escenas bonaerenses), etc. (...)” (3). Alberto Castiglioni nació en Trieste en 1848. Cursó estudios en la Academia de Comercio y Náutica de su ciudad natal. Hacia 1870, vino a Buenos Aires para trabajar en la ‘Unione e Benevolenza’. En el diario ‘L’Italia al Plata’, publicó una novela titulada Gli abissi di Buenos Aires. Luego entregó al teatro diálogos y monólogos; (...)” (4). El odontólogo y escritor José Bonansea nació en Piamonte en 1850; falleció en Buenos Aires en 1930. “Llegó al país en 1886. Publicó en la Argentina Gli inmigrati in América, poemas de carácter clásico escritos en italiano que fueron muy festejados por sus connacionales, y versificó el libro Corazón, de Edmundo De Amicis, de quien era amigo personal. Fue el fundador y primer secretario de la Sociedad Odontológica del Río de la Plata. Su colección de instrumental odontológico, el propio y el heredado de sus antecesores, forman parte de la Asociación Odontológica de Buenos Aires” (5). Comunardo Braccialarghe fue periodista y escritor. “Nació en Macerata, en 1875. Fecundo escritor, conferenciante y poeta, era muy conocido entre la juventud literaria argentina. (...) Entre sus libros de poesía citamos: Il figlio di Davide, Il maschio magnifico, Il gringo, Il gaucho, Il mesaggio della pampa, La leggenda del santo patrono, La canzone de Filippo Corridoni, I canti del carcere, I canti umani. Autor de novelas como Il roveto ardente, Fine di regno, Repubblica, La barca di Caronte, L’amore che torna a honre, Serenella, I Damiani. (...) Agregamos la mención de obras de teatro originales en castellano: El hombre que pudo matar, El ánfora mancillada, Anita Balbi, Claridad, Para salvar el rebaño. (...)” (6). Vito
Cantone “nació en Catania, en 1878. Proveniente de familia de
titiriteros, su abuelo materno Cayetano Crimi, fue autor del prólogo de Jerusalem Libertada, adaptada al teatro de títeres. En 1895, al
fallecer su padre, Vito Cantone vino con su madre a Buenos Aires. De
inmediato, se instaló con los títeres en el Teatro Sicilia, en Necochea
1339. En ese local representó el más variado repertorio de la dramática
titiritera. Su madre, Nazarena Crimi, participaba con su canto en estas
representaciones. Entre los personajes que desfilaban en escena figuraron
Orlando, Reinaldo, Carlos Martel, Carlomagno, la princesa Bradamante,
Herminio, Rogelio del Aguila Blanca, otros paladines de Francia, el
emperador africano Agramonte. Asimismo, entre las obras que representó
Cantone figuraron: El desafío de
Barletta, Romeo y Julieta, Otelo,
Don Juan Tenorio, El Romance
de Tulio y Adelaida escrito por Juan Cantone, su padre (quien también
había escrito las escenas de la Pasión de Nuestro Señor Jesucristo, que
se representaba en las proximidades de Navidad). Vito Cantone fabricaba muñecos
característicos de Catania, erectos y más altos que los de Palermo. Los
primeros titiriteros de la Boca fueron sicilianos, y entre ellos, se
contaron colaboradores de Cantone tales como Vito Correnti, José
Macarigno, Salvador Costa, José Constancio Grasso, Felipe Puglionese,
Nicolás Scuccimaro, Carmelo Nicostra, Leonardo Maccheroni y otros” (7). Javier
Villafañe asistía a las representaciones en el Teatro Sicilia: “También
por esos años –relata Pablo Medina- descubrió el teatro de Vito
Cantone, de Catania, Italia, que se instaló en La Boca, en la calle
Necochea 1339, sobre el ‘camino viejo’. Ahí estaba el Teatro Sicilia:
teatro de títeres, seres de ficción construidos en madera, vestidos y
ornamentados con terciopelo, seda y otras telas de múltiples colores.
Cantone provenía de una dinastía aggiornada y muy antigua de la historia
de los títeres sicilianos. Llegó a la Argentina con la gran inmigración
de 1895”. Al italiano, “Javier lo evoca con afecto: ‘El Teatro
Sicilia, si mal no recuerdo, representaba viejos romances como ‘Carlo
Magno Imperatore’, textos sobre los Paladines de Francia y tantos otros
actos fantásticos del teatro. Cantone poseía además una voz muy grata,
dulce, con inflexiones sonoras unas veces y marciales otras, según fuera
el personaje representado” (8). Antonio Porchia nació en Catanzaro en 1886; falleció en Vicente López, Buenos Aires, en 1968. “Autor de una única obra, Voces, publicada originalmente en 1943 por la Agrupación de Gente de Artes y Letras Impulso, de La Boca, presidida por el pintor Fortunato Lacámera, y reeditada en numerosas ocasiones. En 1950, un artículo del crítico francés Roger Callois, que había traducido el libro al francés, despertó en el país la curiosidad por conocer sus escritos. Relanzada en 1966, la obra logró el elogio de poetas tan diversos como Octavio Paz y André Bretón” (9). Roberto Juarroz manifestó: “Aunque en cierto modo fue un enamorado de la vida, Porchia vivió casi como si no viviera. Y análogamente, aunque fue un amante del pensamiento y la palabra, escribió casi como si no escribiese. Si unimos esto a dos de sus rasgos más notables, la profundidad y la intensidad, tal vez quepa sospechar en él esa peculiar distancia interior donde en algunos raros hombres se hospedan con insólita fuerza el ser y el no ser de las cosas, Es probable que el reconocimiento de esa cortante dialéctica esencial, como punto de mira para interpretar el mundo y también como excepcional experiencia de sabiduría, constituya una de las claves fundamentales para comprender o recibir esta obra” (10). Enriqueta Lebrero de Gandía nació en Coronata, provincia de Génova, en 1880. “Era hija de José Lebrero y de Angela Peirano y en Buenos Aires contrajo matrimonio con Edmundo de Gandía, español. Ambos son los padres del historiador argentino Enrique de Gandía. En 1924 publicó un libro de pensamientos titulado Chispas de vida; al año siguiente apareció el volumen de cuentos Primeros pecados, en el que se reveló como escritora de temática moderna y estilo directo. Su último libro, Había una mujer, contiene, como el primero, pensamientos de profunda significación, y fue publicado en 1926. Colaboró asimismo en diarios y revistas de la Argentina y España. Falleció en el año 1937” (11). Enzo Aloisi fue escritor, periodista y crítico teatral. Nació en Florencia en 1886. Legó a la Argentina en su niñez. Se inició en el periodismo en Bell Ville (Córdoba), actividad que desarrolló en dicha localidad desde 1904 hasta 1906 y desde dicho año hasta 1933, ejerció en Buenos Aires la crítica teatral en ‘Tribuna de Buenos Aires’, ‘El Imparcial’, ‘La Verdad’, ‘La República’, ‘Comedia’ y ‘Anuario Teatral’. Efectuó colaboraciones literarias en ‘Mundial Magazine’ –revista fundada y dirigida en París por Rubén Darío.-, ‘El Hogar’, ‘Mundo Argentino’, ‘Caras y Caretas’, ‘Novela Semanal’, ‘Suplemento’, etcétera. Fue director de la revista teatral ‘Bambalinas’ y de ‘Novela Gratis’. Entre las numerosas obras teatrales estrenadas se cuentan Hechizao, sainete costumbrista (1918); El crimen de Liniers, drama policíaco (1918); Madre boceto dramático (1922) en colaboración con Miguel Lacreu; Nada de Pirandello... por favor! Farsa (1936); Amor y siempre amor, que estrenó Angelina Pagano; Los afincaos, en colaboración con B. González Arrili (1940). Publicó además Inmoralidades actuales, cuentos y sátiras (1924) y Teatro de rechazo, que contiene las obras dramáticas: Acechanzas en a sombra y El viaje a través de sí mismo (1932). Tradujo algunas obras del italiano y obtuvo varios premios literarios. Fue socio de Argentores (Asociación General de Autores de la Argentina) y de la SADE (Sociedad Argentina de Escritores). Aparte de su labor como autor teatral y escritor de novelas, ha desarrollado una gran actividad como exégeta del teatro, pronunciando disertaciones y conferencias auspiciadas por entidades culturales” (12). A propósito de una obra de Pirandello puesta en Buenos Aires en 2005, se recuerda a Aloisi: “En 1927, Pirandello concretó su primera visita al país (se rumoreaba que el mismísimo Duce financiaba su gira junto a su compañía, el Teatro de Arte de Roma); fue recibido por el presidente Marcelo T. de Alvear, publicó en los principales diarios porteños y ofreció conferencias en el Jockey Club. Pero, sin embargo, la estética pirandelliana influyó en autores como Armando Discépolo (mucho le debe su concepción criolla del grotesco) y Roberto Arlt (Saverio, el cruel guarda muchas similitudes con Enrique IV, precisamente). En su segunda visita a Buenos Aires –en 1933, un año antes de recibir el Premio Nobel de Literatura–, el autor publicó artículos no solamente en La Prensa y La Nación, sino también en una revista de tirada masiva como El Hogar. Por entonces fueron muchísimas las piezas que se inspiraron en sus temas y procedimientos. Tanto fue así que, en 1937, Enzo Aloisi llamó a una de sus obras Nada de Pirandello... ¡por favor!” (13). Roberto Giusti nació en Lucca en 1887; falleció en Buenos Aires en 1978. “Llegó al país a los ocho años. En su juventud fue colaborador de la revista Caras y Caretas. Amigo de Roberto J. Payró y Ricardo Rojas, fue el creador y el principal sostén de la revista Nosotros, entre 1907 y 1943. En 1916 se afilió al Partido Socialista. Cinco años después fue elegido concejal por esa agrupación. En 1928 alcanzó un escaño como diputado, que ocupó hasta 1936. La obra literaria de Giusti mereció reconocimientos, como el Premio Municipal (1924) y el Premio Nacional de Letras (1966). Fue presidente de la Sociedad Argentina de Escritores (SADE) y miembro de la Academia Argentina de Letras. Entre sus obras se encuentran Crítica y polémicas y Literatura y vida” (14). En Roberto Giust Su vida – Su obra, destaca Fermín Estrella Gutiérrez: “Escritor y crítico literario, profesor, periodista, político, fundador de revistas de importancia histórica en nuestras letras, como Nosotros, y fundador y animador de empresas de alta cultura que contribuyeron en gran medida al progreso espiritual del país, sus libros, folletos y ediciones dirigidas por él, sus conferencias y cursos sobre temas vinculados con las letras nacionales y extranjeras, y su acción cívica y política, en su militancia durante años, desde su juventud, en un partido político de carácter democrático y liberal, Giusti ha sido en el país, desde principios de siglo hasta su muerte, una fuerza impulsora y creadora casi sin parangón entre nosotros. Lo que hizo y lo que animó a lo largo de los años, en materia de cultura y de acción democrática, fue tanto y de tanta importancia, que, a pesar de su origen extranjero, se ganó a pulso una ciudadanía argentina, no sólo legal sino también vital, que lo ha vinculado para siempre a la historia viva y espiritual de la Nación, lo que es mucho decir”. (15). Alfonsina Storni nació en el Cantón Ticino en 1892. Fue “poetisa y dramaturga. Su nombre completo era Alfonsina Carolina Storni. Desde muy niña vivió en la Argentina, pasando su infancia en San Juan y su adolescencia en Rosario, donde se vinculó con actores y autores de teatro. En 1910 se recibió de maestra rural en la Escuela Normal Mixta de Coronda y comenzó a publicar sus primeros poemas. Ya en 1912, afincada en Buenos Aires, comenzó a publicar notas y colaboraciones en Caras y Caretas, tarea que más tarde continuó en Nosotros y La Nación, entre otros medios gráficos. Encuadrada en la generación posmodernista, a partir de su obra, muy difundida y de gran éxito en el país, América y Europa, surgió una tradición de ‘poesía femenina’. Su influencia se extendió al ámbito teatral, por lo que se creó una cátedra para ella en el Teatro Infantil Lavardén. El 9 de noviembre de 1920, obtuvo Carta de Ciudadanía expresando que lo hacía ‘por voluntad y gratitud a esta nación’. En 1923 fue nombrada profesora de declamación de la Escuela Normal de Lenguas Vivas y ejerció similar cátedra en el Conservatorio Nacional de Música y Declamación. Su poesía evoluciona desde el romanticismo inicial a un vanguardismo de tono personal, en el que está presente la denuncia de la condición social y afectiva de la mujer de su tiempo. Su obra poética abarca La inquietud del rosal (1916), El dulce daño (1918), Irremediablemente (1919), Languidez (1920, Primer Premio Municipal y Segundo Premio Nacional de Literatura), Ocre (1925), Poemas de amor (1926), Mundo de siete pozos (1934) y Mascarilla y trébol (1938). Además, escribió las obras teatrales El amo del mundo (1927), Dos farsas pirotécnicas (1932). Obras como Desovillando la raíz porteña (1936), Teatro infantil y Cinco cartas y una golondrina, fueron publicadas póstumamente”. Puso fin a sus días en Mar del Plata en 1938 (16). Mario Batistella fue escritor teatral y letrista de tangos. “Nació en Verona en 1893.
Estudió en Viena y en París. Se instaló en la Argentina en 1910. Fue
autor o coautor de numerosos sainetes y revistas que lograron éxito a
comienzos de la década del 30. Del teatro revisteril pasó fácilmente a
la canción porteña. En 1930 se encontró con Gardel en París, y allí,
junto con Le Pera, compuso para aquel varias letras de tango. Después de
esta colaboración, Batistella surgió rápidamente y solo, a la fama. Los
mejores intérpretes del tango cantan sus letras: “Yunta brava’,
‘Traviesa’, ‘Bajo las estrellas’, ‘Cuartito azul’,
‘Remembranzas’, etcétera. Estas canciones se caracterizan, dentro de
una temática ya clásica en el tango, por su lenguaje culto y la
pulcritud de su forma. Batistella supo dar al tango una jerarquía que
enalteció sus valores. Los títulos citados bastan para ubicarlo entre
los más genuinos y personales creadores de nuestro cancionero ciudadano.
Era apoderado de Edmundo Rivero, con quien compuso algunas letras cuando
lo sorprendió la muerte en Buenos Aires, en 1968” (17).
En
“HOMENAJE Argentino Ledesma”, Oscar Mármol evoca a Batistella: “Año
1957 : La fama de la Orquesta de Varela se debía en mayor medida a su
cantor-estrella, Argentino Ledesma. (...) La empresa discográfica Odeón,
lo tienta con un contrato muy seductor en lo económico. La vida son
ciclos, que comienzan y finalizan, la vida misma es un ciclo que en algún
momento finaliza, y nada podemos hacer por cambiar esta realidad. La
realidad era que distintos Directores le ofrecían que cantara con ellos,
uno de ellos fue Miguel Caló que decididamente fue al domicilio de
Ledesma y le dejó un cheque por la suma de su sueldo correspondiente a lo
que ganaba en un año con Varela. Se sentía tan abrumado por tanta fama
de golpe , que no tuvo mejor idea que buscar el consejo paternal de uno de
los mejores colegas, y responsable como
ser humano que fue Edmundo Rivero. Cuando Ledesma le comentó sus
dudas, Rivero le dijo “...váyase de la Orquesta, pero si lo hace trate
de rodearse de gente que lo asesore y lo ayude en la faz comercial de los
contratos, regalías, y todo dinero que Ud. genere, le digo esto porque
Ud. es una persona joven y puede sufrir desencantos”. Nunca nadie le
habló como Edmundo Rivero, conocedor del ambiente y sus miserias. Ante la
insistencia de Ledesma que lo ayude a elegir a la persona adecuada, y
viendo Don Edmundo que este joven lo admiraba como a un padre, Rivero le
sugirió el nombre del poeta Mario Batistella, hombre decente a carta
cabal, y muy conocedor del medio artístico. Nunca mas vigente el refrán
“No hay primera sin segunda”, volvió a enfrentar al maestro Varela ,
para hacerle conocer que emigraba nuevamente; y el flaco que era un tipazo
lo comprendió y le deseó suerte en su nuevo destino. (...) Bajo La
tutela de Batistella, comenzó su nuevo camino como solista, siendo acompañado
en la parte orquestal por el maestro Jorge Dragone. En solo un mes actúa
en 34 bailes (todo un record), la Empresa Palmolive lo contrata como
artista exclusivo para su audición de radio. Graba para Odeón, el vals
"Cantinera", le siguen "Nochera", "Cuartito
Azul", y muchísimos éxitos mas” (18). El periodista y político José Félix Baldi nació en San Giorgio di Lomellina (Pavia), en 1896. “Cursó estudios en el Instituto Politécnico de Génova. Residió largo tiempo en Milán, donde fue secretario del Partido Socialista y colaboró en los diarios ‘Corriere della Sera’, ‘Avanti’ y ‘La Giustizia’. Llegó a la Argentina en 1927 y en Buenos Aires colaboró en los periódicos ‘L’Italia del Popolo’, ‘La Patria degli Italiani’ y ‘Corriere degli Italiani’. Durante muchos años fue gerente del Club Italiano, a cuya revista mensual, redactada íntegramente por él, dio dignidad literaria. En su época (alrededor de 1930) fue famosa su colección de poesías político-humorísticas publicadas en ‘L’Italia del Popolo’. Incursionó con éxito en el campo de la industria, fundando la fábrica de refrigeradores Suavex S. A.. Falleció en Buenos Aires, en 1963. (...)” (19). El comediógrafo Adolfo Botazzi nació en Alejandría en 1896. “Tomó parte en la primera guerra mundial, en la que obtuvo el grado de teniente de artillería. En 1923 vino a la Argentina, donde se dedicó a la propaganda comercial e inició su actividad de comediógrafo. Entre sus obras de mayor importancia y difusión merecen citarse El y ellos, que además de recibir varios premios ganó el concurso para la inauguración del nuevo Teatro Cómico de Buenos Aires. En 1934 volvió a Italia. (...) Retornó a la Argentina, donde se estableció definitivamente en 1947. Retomó su actividad artística, alternando su labor literaria con la pintura. No se limitó a escribir en castellano e italiano, sino, y con éxito de público y de la crítica, en dialecto piamontés obras como Puvre intu cenvelu y Asemu a postu. (...) Fue socio de Argentores, institución de la que recibió varias medallas como premio a su obra. Falleció en Buenos Aires, en 1966” (20). Luis César Amadori nació en 1902; falleció en Buenos Aires en 1977. Fue “periodista, compositor, dramaturgo y director de cine. Dirigió decenas de películas, varias de ellas con Niní Marshall, Luis Sandrini, Pepe Arias y Zully Moreno. Dios se lo pague fue distinguida por la Academia de Hollywood como una de las mejores producciones extranjeras estrenadas en los Estados Unidos” (21). A criterio de Irene Amuchástegui, “La multiplicidad que exhibe la trayectoria de Luis César Amadori (periodista, comediógrafo y autor de tangos, empresario teatral y director cinematográfico), no es extraña ni casual en su contexto. También su amigo Enrique Discépolo y su eventual crítico Homero Manzi, igual que Enrique Cadícamo, Alfredo Le Pera, Manuel Romero o Luis Bayón Herrera transitaron, casi todos, casi todas esas disciplinas. Como ellos y otros (ya que esta enumeración no agota en absoluto el inventario), Amadori fue un completo "hombre del espectáculo". Y lo fue en tiempos en los que esta designación no había sido cristalizada hasta quedar vacía de sentido. La revista teatral y el tango eran géneros florecientes, la incipiente industria cinematográfica ofrecía oportunidades difícilmente declinables a quienes tuvieran, como él, vocación de pioneros, y una prensa en expansión crecía para dar cuenta de toda esta efervescencia cultural. Frecuentemente los caminos se cruzaron. Amadori colaboró con Discépolo en tangos como Confesión. En la biografía Discépolo, Sergio Pujol se refiere a la amistad entre ambos, observando que Amadori "representaba esa Argentina de Radiolandia de la que Enrique comenzaba a formar parte". En cambio, menciona que Micrófono, la revista de radio y cine fundada por Homero Manzi, ‘no había dudado en bautizar a Luis César Amadori como el Campeón Olímpico de la cursilería sentimental’. (...) Amadori, que había comenzado como cronista del vespertino Ultima Hora ("¡Veinte años y un carnet de periodista! ¡Un smoking y entrada libre al Colón! No tiene nada de extraño que yo me dejara seducir por ese ambiente."), a los 21 años había llegado a ser director del Teatro Cervantes. Al Teatro Maipo llegó como comediógrafo y terminó como propietario. Y aunque escribió tangos tan logrados como Madreselva, Rencor, Portero, suba y diga, Cobardía, quizá sólo su proyección como director cinematográfico puede equipararse con su trayectoria como empresario teatral, que fundó verdaderamente una leyenda” (22). José Portogalo, poeta y narrador, nació en Calabria en 1904; falleció en Buenos Aires en 1973. Su verdadero nombre era José Ananía. “Arribó a país en 1909. Entre sus libros, de temática marcada por una honda sensibilidad social, sobresalen Tregua (1933), Tumulto (1935), Centinela de sangre (1937), Canción para el día sin miedo (1939), Destino del canto (1942), Luz liberada (1947), Mundo del acordeón (1949), Perduración de la fábula (1952), Poemas con habitantes (1955), Letra para Juan Tango (1958), Poemas 1933-1955 (1961) y Tango (1963)” (23). “En 1909 –señala Josefina Mercado Longhi- emigra con su familia y echa nuevas raíces en Buenos Aires, cuyos barrios y gentes serán tema constante de su poesía. Aquí se gana la vida en diversos oficios y como periodista en Clarín y Noticias gráficas” (24). Julián Centella nació en 1910 en Borgotaro, un pueblo de la provincia de Parma; falleció en Buenos Aires en 1974. Fue poeta y periodista. “Su verdadero nombre era Amleto Enrique Vergiatti. Llegó a la Argentina en 1920. Vinculado al grupo de Boedo, se dedicó al periodismo y a la poesía, con gran influencia del lunfardo. Entre sus libros se destacan El recuerdo de la enfermería de Jaime (1941), La musa mistonga (1964), La musa del barro (1969) y una única novela: El vaciadero (1971). Compuso los tangos Claudinette y Mi viejo, entre muchos otros” (25). Los
Vergiatti, “Llegados al país, se instalaron en San Francisco, pueblo de
la provincia de Córdoba, lugar en el que el padre trabajó de carpintero,
ya que su escaso conocimiento del idioma le impedía desarrollar su
actividad periodística” (26). Syria Poletti nació en Pieve di Cadore en 1919; falleció en Buenos
Aires en 1991. “Se graduó como pedagoga en Venecia. En 1945 llegó a la
Argentina como directora de la Asociación Dante Alighieri en Santa Fe.
Cursó el profesorado de Castellano e italiano en la Universidad Nacional
de Córdoba y se radicó en Buenos Aires. Participó en ferias de libros
nacionales e internacionales y en congresos de literatura como invitada.
Sus cuentos y novelas fueron adaptados para TV y radio y traducidos.
Colaboró en diarios y revistas, escribió y dirigió programas de
literatura infantil-juvenil en radio y TV, dirigió colecciones de libros
para niños y ha orientado y dirigido talleres literarios. Su obra ha sido
estudiada en ensayos críticos en el país y el exterior. En 1962 recibió
el Premio Nacional de Literatura por Gente
conmigo; en 1984, el Premio Estatuilla de Platino de la Fundación
Konex por literatura infantil y el Premio Nacional ‘Sixto Pondal Ríos’
de la Fundación Odol” (27). En un reportaje, ella manifestó: “Pienso que uno nace con determinadas predisposiciones, con herencia casi diría genética. Pero luego hay hechos y circunstancias que nos llevan a seguir esas inclinaciones. Entre esos hechos, quizá tenga mucho que ver una infancia insólita, algo mágica, con seres singulares singulares, con cambios bruscos. Una adolescencia estragada por enfermedades, la guerra, la pobreza, la llegada a América, la constante compulsión de dos mundos, la desubicación. Y ese mal de amor que hoy llamamos soledad. Y mi amor a los niños. Y compartir la vida entre seres necesitados. Todos estos hechos pueden haber definido, como modificado, o encauzado, mi vocación” (28). Martina
Gusberti nació en Cremona y se nacionalizó argentina. Es médica
psiquiatra psicoanalista. “Radicada desde su infancia en Resistencia,
Chaco, realizó estudios de bachillerato, periodismo, piano y, en
Corrientes, de italiano. Cursó el 1er. Año de Derecho en la UBA. Se
graduó luego como fonoaudióloga, y como médica en 1964” (29). Es
autora del libro de cuentos Requiem
para la adolescencia y la autobiografía El
laúd y la guerra (1996). El
escritor y periodista Antonio Dal
Masetto nació en Intra en 1938. “Llegó a la Argentina en 1950. El
tema de la inmigración está presente en sus novelas, como en Oscuramente fuerte es la vida, que ganó el Primer Premio Municipal
y La tierra incomparable, que
obtuvo el Premio Planeta en 1994. Galardonado con el Premio Casa de las Américas
en 1964, entre sus muchos títulos sobresalen Fuego
a discreción (1983) y Ni perros
ni gatos (1987). Su libro Siempre
es difícil volver a casa (1985) fue traducido al francés y llevado
al cine por Jorge Polacco. Colaborador de Página
12, sus artículos aúnan la calidad literaria con la reflexión política”
(30). En
la tierra incomparable, el
italiano Dal Masetto narra la visita de una emigrante a su pueblo,
cuarenta años después. En una entrevista, aclara quién viajó: “En
realidad, fui yo el que regresó. Allí se dio algo interesante desde el
punto de vista del oficio: me propuse contarlo desde la visión de Agata y
mi esfuerzo fue tratar de ver todo con los ojos de ella. Ese cambio de
personalidad me obligaba a cierto tipo de asombro. Mi mamá -por ejemplo-
nunca subió a un avión” (31). Nisa Forti ”nació en Cassina Rizzardi, cerca del Lago de Como y
vivió en Milán, Italia,
hasta que su padre, industrial textil, decidió trasladarse a la Argentina
con toda la familia. Llegó a Buenos Aires en 1948,
todavía adolescente, experiencia de desarraigo y paulatina
integración que luego inspiraría su
novela La Crisálida. Cursó estudios de Periodismo,
Letras y Asistencia
Social y se ocupó especialmente de Victimología, Explotación Infantil e Inmigración Italiana.
Reportera cultural y social,. enviada especial y columnista
en los medios ítalo-argentinos de la colectividad; libretista, conductora
y colaboradora en programas de
radio (Radio Nacional, R. América, R. El Mundo, R. Del Pueblo
etc.). Fueron distinguidos: su novela La Crisálida (Ed. Corregidor), con la Faja de Honor de SADE 1984;
su libro de cuentos EL Tiempo, el
Amor, la Muerte (Ed. Gente de Letras), con la Faja de Honor de ADEA
(Asociación de Escritores Argentinos) de Mendoza, y su cuento “Como la
efímera...” con una mención especial en el certamen nacional del
Circulo Literario “Bartolomé Mitre” de Azul ( Bs.As.). Otras
publicaciones: Diálogos con mis niños (Ed. Instituto Amigos del Libro Argentino);
Juventud sin Dioses (novela,
Falbo Editor, l967), Tu Atroz No
Estar (poesía, Ayala Palacios Ediciones, 2005), y varios cuentos en
antologías. Sus ensayos fueron publicados por el Instituto Literario y
Cultural Hispánico (ILCH) Westminster, California, U.S.A., en su
revista-libro Alba de América y
por otras revistas especializadas”.
Antonio Aliberti, poeta y traductor, nació el 15 de diciembre de 1938; falleció en la Argentina en 2000. “Fue poeta, narrador, traductor y crítico literario. Colaboró en diversos suplementos literarios argentinos y fue corresponsal de tres revistas italianas. Fue asesor editorial”. Publicó dieciocho libros de poesía, entre los que se cuentan Límites posibles, Cuartos contiguos, Todos recordaron a Casandra (1987, Primer Premio 20 Aniversario de la Fundación Argentina para la Poesía), Delicado equilibrio e Incierta vocación. “Publicó cinco libros de ensayos y varias antologías. Obtuvo algunos de los mayores premios que se otorgan en el país y en el exterior. Ha sido traducido a varios idiomas. Tradujo alrededor de treinta libros de narrativa y poesía italianas y argentinas” (32). Gigliola
Zecchin nació en Vicenza en 1942. Trabaja como locutora profesional y
periodista de televisión con el seudónimo Canela.
“Llegó al país a los diez años. Estudio Letras Modernas en la
Universidad de Córdoba“ (33).
Actualmente conduce Colectivo
Imaginario, por Todo Noticias. Se
destaca su labor relacionada con la literatura infantil: “Canela es
Gigliola Zecchin, nació en Italia y vive en Argentina desde los diez años.
Conocida por su amplia trayectoria en los medios, es licenciada en letras
y desde esa trinchera construyó su carrera como periodista, conductora,
escritora y editora. Realizó diversos ciclos radiales sobre literatura
infantil y cultura general, además de programas de televisión para
chicos. Aunque su trabajo en los medios derivó hacia el público adulto
(...) siguió vinculada a los chicos desde la literatura. Publicó catorce
libros infantiles y hace quince años es editora de literatura infantil y
juvenil en Editorial Sudamericana” (34). Es
la autora de Paese. En mayo de 2002, Pedro Irigoyen escribió en Clarín:
“Con la presencia de Miguel Bonassso, Canela, Cristina Feijóo, Diego
Melamed y Carlos Ulanovsky, se realizó el pasado jueves, en la sala
Adolfo Bioy Casares, una mesa redonda titulada "La literatura en el
exilio: libros de adentro y de afuera". El exilio puede tener múltiples
causas: una guerra, una dictadura, una situación económica imposible de
soportar. Pero yendo a las raíces, a las causas que lo provocan, nos
encontramos siempre con una razón en común. El desterrado no es, ni más
ni menos, que una persona a la que le quitaron la posibilidad de soñar un
futuro mejor en su tierra natal. Esa fue la idea transmitida por los
periodistas y escritores que participaron de la mesa redonda "La
literatura en el exilio: libros de adentro y de afuera".(...)
Gigliola Zecchin, más conocida como Canela, leyó algunas de las poesías
de Paese, su último libro. "Recién ahora, cincuenta años más
tarde, estoy logrando indagar sobre mi propia historia y sobre la guerra
que me hizo llegar a Argentina separándome de mis padres y abuelos. El
exilio tiene consecuencias terribles en los niños, sentimientos de miedo,
insomnio, pesadillas. De esto se trata el desarraigo, de sacar algo de raíz",
concluyó” (35). Notas 1 Petriella, Dionisio, y Sosa Miatello, Sara: Diccionario Biográfico Italo-argentino. Buenos Aires, Asociación Dante Alighieri, 1976. 771 pp. 1.
Maradeo, María Cristina: Don
Francisco Bibolini De la Liguria a la Pampa. Buenos Aires, Asociación
Dante Alighieri, 1995. 56 pp. (Los Grandes Italo-argentinos). 2. Petriella, Dionisio, y Sosa Miatello, Sara: op. cit. 3. ibidem 4. Varios autores: Enciclopedia Visual de la Argentina. Buenos Aires, Clarìn, 2002. 5. Petriella, Dionisio, y Sosa Miatello, Sara: op. cit. 6. ibídem 7.
Medina, Pablo: “Historias de ida y
vuelta”, en Villafañe, Javier: Antología.
Obra y recopilaciones. Buenos Aires, Sudamericana, 1990. 8. Varios autores: Enciclopedia Visual de la Argentina. Buenos Aires, Clarìn, 2002. 9. Juarroz, Roberto: “Antonio Porchia: El apogeo del aforismo”, extraído de "La fidelidad al relámpago, conversaciones con Roberto Juarroz", Universidad de México, Vol. XXXVIII, nueva época, número 16, México Agosto de 1982, en www.poeticas.com.ar. 10.
Sosa de Newton, Lily: Diccionario
Biográfico de Mujeres Argentinas. Buenos Aires, Plus Ultra, 1986. 11.
Petriella, Dionisio, y Sosa Miatello,
Sara: op. cit. 12.
S/F: “Retrato de un dramaturgo”, en Página
12, 27 de Julio de 2005. 13.
Varios autores: Enciclopedia
Visual de la Argentina. Buenos Aires, Clarìn,
2002. 14.
Estrella Gutiérrez, Fermín: Roberto
Giust Su vida – Su obra. Buenos Aires, Asociación Dante Alighieri,
1980. 60 pp. (Grandes ítalo-argentinos). 15.
Varios autores: Enciclopedia
Visual de la Argentina. Buenos Aires, Clarìn,
2002. 16. Petriella, Dionisio, y Sosa Miatello, Sara: op. cit. 17.
Mármol, Oscar: “Homenaje Argentino Ledesma”, en www.elportaldeltango.com. 18. Petriella, Dionisio, y Sosa Miatello, Sara: op. cit. 19.
ibidem 20.
Varios autores: Enciclopedia
Visual de la Argentina. Buenos Aires, Clarìn,
2002. 21.
Amuchástegui, Irene: “Pionero”, en Clarín,
Buenos Aires, 28 de mayo de 2002. 22.
Varios autores: Enciclopedia
Visual de la Argentina. Buenos Aires, Clarìn,
2002. 23.
Mercado Longhi, Josefina: “Prólogo”, en Portogalo, José: Los pájaros ciegos y otros poemas. Selección de José Portogalo,
Buenos Aires, CEAL, 1982. (Capítulo). 24.
Varios autores: Enciclopedia
Visual de la Argentina. Buenos Aires, Clarìn,
2002. 25.
Criscuolo, Eduardo: “Un habitante ‘gris’ de Coghlan: Julián
Centeya”, en El Barrio Periódico
de Noticias. Buenos Aires, Diciembre de 2003. 26.
Sosa de Newton, Lily: op. cit. 27.
Fornaciari, Dora: “Reportajes periodísticos a Syria Poletti”
(ensamble), en Poletti, Syria: Taller
de imaginería. Buenos Aires, Losada, 1977. 28.
Sosa de Newton, Lily: op. cit. 29.
Varios autores: Enciclopedia
Visual de la Argentina. Buenos Aires, Clarìn,
2002. 30.
Roca, Agustina: “Historia de vida”, en La
Nación, Buenos Aires, 12 de julio de 1998. 31.
S/F: “Antonio Aliberti”, en www.poeticas.com.ar. 32.
Sosa de Newton, Lily: op. cit. 33.
S/F: “Literatura: Canela”, en Planetario,
La guía de los chicos. 34. Irigoyen, Pedro: “MESA REDONDA Aquel exilio, este exilio, la misma tristeza”, en Clarín, 4 de mayo de 2002. |
Irlandeses |
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William Bulfin (1862-1910), “autor de Rambles in Eirinn, Tales of the Pampas, fue editor propietario de The Southern Cross y uno de los introductores en la Argentina del hurlingh, deporte nacional de Irlanda” (1). Notas 1 S/F: “Eamonn Bulfin el argentino que izó la bandera de Irlanda durante el ‘Levantamiento de Pascuas’", en www.irlandeses.com. |
Lituanos |
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Jevel Katz “nació el 10 de mayo de 1902 en Vilna, Lituania. Sus padres eran pobres. Muy joven entró a trabajar como matricero en la imprenta de Rom (Vilna). Llegó a la Argentina en mayo de 1930. Se presentó en espectáculos artísticos cantando parodias de la vida cotidiana de su autoría, y logrando una enorme popularidad. Falleció el 8 de marzo de 1940 en Buenos Aires, como consecuencia de una operación de amígdalas” (1). El
“Gardel judío”, fue un inmigrante “que en una década cambió la
canción judía acuñada en el extraño país que lo atrajo. En su Vilna
natal y para sus compadres del sindicato de gráficos judíos, habían
nacido sus primeras composiciones. Llegó a Buenos Aires en mal momento:
crecía el nacionalismo católico y ultramontano después del golpe del
30, contexto que influiría en sus canciones. En escaso tiempo se
transformó en el más popular intérprete en yiddish en la Argentina.
Katz entretenía a sus audiencias con una mezcla de monólogos, humorismo,
coplas, parodias, canciones nostálgicas o sátiras, en la que se acompañaba
con guitarra, mandolina, armónica o acordeón. Su récord es
impresionante: 650 composiciones. Fue, además, actor del teatro judío,
pero conocido fuera de la colectividad como lo revelan artículos en la
prensa. Fue el cantor de los judíos pobres de los años 30, tiempos de
crisis y malaria. Sus temas: la nostalgia, las privaciones y las luchas de
sus paisanos” (2). Notas 1 Weinstein, Ana E. y Toker, Eliahu: La letra ídish en tierra argentina Bío-bibliografía de sus autores literarios. Buenos Aires, Milá, 2004. 1 Gilbert, Isidoro: “Cancionista de la judería”, en Clarín, Buenos Aires, 11 de enero de 2003. |
Moldavos |
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Jaim Itsjok Farber “También J. I Farber*. Nació el 2 de junio de 1889 en Branishe, Besarabia. El padre, iluminista, era pintor-decorador. Llegaron a la Argentina en 1904, como colonizadores. Fue maestro en Moisés Ville y en Buenos Aires. Debutó en 1912 con poesías para chicos y fábulas. Permanente colaborador de ‘Di Idishe Tzaitung’. Escribió en revistas locales y del interior. Compuso una canción de cuna ‘Shlof Lid’, con música de Gorshinski. Falleció el 25 de junio de 1998, en Buenos Aires” (1).
Jacobo Botoshansky “También Jacobo Botosansky y Iankev Botoschansky. Nació el 6 de agosto de 1895 en Chichmansk, Besarabia. Su padre era matarife ritual. Estudió en un jeder, posteriormente en la ieshivá de Kishenev y después en Odesa. Escribió impresiones de viajes y cuentos en ‘Gut Morgn’ y también en un diario ruso. Se escapó a Rumania y estuvo preso por su actividad socialista. Colaboró en la prensa judeo-rumana. Debutó literariamente en idish en 1912 en Odessa. En 1914 entra como voluntario en el ejército ruso. Realizó junto con Sterenberg y L. Malaj entrevistas. Colaboró con diarios y revistas de Varsovia. Vino a Buenos Aires en 1923. En 1925 vuelve a Europa y en 1926 se radica en Buenos Aires a pedido del diario ‘Di Presse’, donde ocupa el puesto de co-redactor. También fue redactor de las revistas literarias ‘Dron Afrike’ y ‘Oifgang’ (Buenos Aires) y de la Antología de la Literatura Idish en Argentina (1944). Sus obras teatrales se estrenan en Buenos Aires y en Nueva York. Políticamente estuvo ligado al sionismo y a Poalei Tzión. Fue delegado al Congreso del IWO en 1926 en Vilna. Fue el iniciador de la lucha contra los rufianes judíos en Buenos Aires. Desde 1951 fue presidente de la Soc. de Escritores judíos H. D. Nomberg en Buenos Aires. Falleció el 26 de octubre de 1964, durante una gira de conferencias en Johanesburgo, Sudáfrica, siendo traídos sus restos a Buenos Aires. Seudónimos: Iakov ben Abraham, Iánkele Guibales, Shímele Soroker, Iasha, Monchi, Jana Levin, etc.” (2). Notas 1
Weinstein, Ana E. y Toker, Eliahu: La
letra ídish en tierra argentina Bío-bibliografía de sus autores
literarios. Buenos Aires, Milá, 2004. 2 Ibídem |
Paraguayos |
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Esther de Izaguirre “Nacida en Asunción del Paraguay es hija de padre argentino y madre paraguaya. Está en Buenos Aires desde los cinco años. Publicó los libros de poemas: Trémolo, El país que llaman vida, No está vedado el grito, Girar en descubierto, Qué importa si anochece, Judas y los demás, Y dan un premio al que lo atrape vivo, Fuera de programa, Antología, Si preguntan por alguien con mi nombre, Una extraña certeza nos vigila, Poemas (1960-1992); en cuentos: Yo soy el tiempo y Último domicilio conocido; obras con las que obtuvo las siguientes distinciones: Primer Premio Municipal de Cuento, por unanimidad, y sus jurados fueron Manuel Mujica Láinez, Silvina Bullrich y Hermes Villordo, Tres veces Premio Fondo Nacional de las Artes, Gran Premio Dupuytren, Faja de Honor de la SADE, Pluma de Plata del Pen Club, Premio Municipal de Poesía, etc. Como Profesora en Letras, egresada de la Universidad Nacional de Buenos Aires, obtuvo cargos académicos por concurso en las Cátedras de Literatura Argentina y de Estética en la misma Universidad. Fue Visiting Lecturer en la Universidad Estatal de San Diego y Visiting Associate Professor en la Universidad de Irvine, California, U.S.A. Desde entonces hasta la fecha es invitada a dar clases dos ciclos por año, en varias universidades norteamericanas: Domínguez Hills, Baylor, Greeley, etc. Fue invitada por la UNESCO, París, 1983, para dictar clases y conferencias. Además invitada por las Universidades de París, de Jawaharlal Nehru University, Nueva Delhi, India, de Al-Azhar en el Cairo, de La Madraza de Granada, (España) y en el Colegio Mayor Argentino de Madrid. Asistió a numerosos Congresos Internacionales en Europa y en América. Es asesora de las revistas: Letras de Buenos Aires, El Grillo, Alba de América y Napenay. Está en el Comité Ejecutivo del Instituto Literario y Cultural Hispánico con Sede en Westminster, California. Colabora en los diarios La Nación, La Prensa, Clarín, La Gaceta de Tucumán y revistas del exterior. Creadora de "Diálogos con personajes de novelas". Obtuvo el Premio Alicia Moreau de Justo por su valioso aporte a la docencia. Es Directora del Seminario Antígona, y Presidente de la Asociación Americana de Poesía. Fue traducida al alemán, italiano, inglés y francés. Desde 1999 hasta 2003 dictó en el Centro Cultural San Martín Talleres de Poesía, Cuento, Novela y Ensayo. Recibió el Premio Selección de Editores, otorgado por The International Library of Poetry en los Estados Unidos por sus poemas en inglés Soy Judas en 2001” (1). Notas 1 Izaguirre, Esther de: “Autobiografía”, en www.estherdeizaguirre.com.ar. |
Peruanos |
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Carolina Freyre de Jaimes nació en Tacna el 12 de enero de 1835. “Entre sus antepasados se contaba don Cornelio Saavedra. Se inició en Lima, colaborando en periódicos y revistas y alternando con escritores, como Juana Manuela Gorriti, a la que conoció en 1850. En 1861 se casó con el escritor boliviano Julio Lucas Jaimes, que desempeñaba funciones consulares en Tacna. En El Callao, donde residía desde 1873, estrenó la obra teatral Blanca de Silva. Regresó a Tacna, donde vivió desde 1880 hasta 1886, y, al ser designado su marido embajador en Brasil, permaneció allí hasta 1892. Se radicaron luego en Buenos Aires, donde comenzó a colaborar en La Nación, de la que Jaimes era redactor, incorporada por el general Mitre. Aquí dirigió la revista La columna del Hogar, y fundó, en unión con Carlota Garrido de la Peña, La Revista Argentina, que apareció desde 1902 hasta 1905. Colaboró en publicaciones del interior, como El Orden de San Miguel de Tucumán, Nueva Epoca y Güemes, de Salta, y otras. Fue miembro del Consejo Nacional de Mujeres, a cuyo congreso de 1910 aportó un interesante trabajo. Fue hijo suyo el escritor Ricardo Jaimes Freyre. Falleció en Buenos Aires el 28 de mayo de 1916” (1).
Clorinda Matto de Turner nació en Cuzco el 11 de noviembre de 1866. “Recibió una esmerada educación, y muy joven se casó con José Turner, un inglés del que enviudó pocos años más tarde. Se contrajo al estudio y el trabajo, dedicándose a los problemas y la tradición nacionales. Comenzó a publicar artículos, que luego reunió en un libro, y fundó El Recreo, semanario de educación, literatura y ciencias, el primero de su clase en Cuzco. Simultáneamente se consagró a sus intereses, que por la muerte de su marido habían quedado comprometidos, y consiguió el resurgimiento comercial que le permitiría radicarse en Lima. Aquí se abrió el camino que sus obras le habían preparado. Fue durante mucho tiempo directora de El Perú Ilustrado y continuó escribiendo, inspirada en las injusticias que había observado. Así dio a conocer su novela Aves sin nido, traducida a varios idiomas. Dirigió su diario político Los Andes, pero la intrepidez demostrada en la defensa de la libertad provocó su alejamiento del Perú, para radicarse en Buenos Aires en 1895. Aquí dictó cátedras en la Escuela Normal N° 1, dirigió la revista El Búcaro Americano, y escribió en El Tiempo. Comisionada por el Gobierno, visitó Europa y reunió sus apuntes que se publicaron en un libro póstumo: Impresiones de viaje. Entre sus obras pueden citarse, además: Tradiciones cuzqueñas; las novelas Indole, Herencia y La peña del castigo; el drama Hima Sumac; los apuntes biográficos Bocetos al lápiz; Tratado de literatura para el bello sexo; un volumen de poesías, etc. Murió en Buenos Aires el 25 de octubre de 1909”. (2). Notas 1
Sosa de Newton, Lily: Diccionario
Biográfico de Mujeres Argentinas. Buenos Aires, Plus Ultra, 1986. 2 ibídem |
Polacos |
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Pedro Bizberg “También Pinjas Bizberg. Nació el 20 de julio de 1898 en Zgierz, Polonia. Asistió al jeder y estudió en ieshivot. Sus padres eran comerciantes. Viajó a Alemania en 1918. En 1923 se graduó como agrónomo. Practicó en Alemania, Dinamarca y Francia. Vino a la Argentina en 1927, contratado como agrónomo por la JCA, trabajando primero en una colonia judía vecina de Basavilbaso y luego en una cerca de Buenos Aires. Fue Director de un Banco Judío Agrícola. Debutó publicando cuentos y notas en Alemania en 1922. En Argentina escribió cuentos, ensayos y novelas en diversas publicaciones. Trabajó como secretario técnico en el IWO en Buenos Aires y como director en algunas escuelas judías. Colaborador de ‘Arguentiner IWO Shriftn’. Co-redactor del diario ‘Di Idishe Tzaitung’ (1927), de ‘Ineinem’ y ‘Naie Tzait’, y co-redactor de los libros ‘Mozesviler Bereishis’ y ‘Dr. Yarcho Buj’ (1953). Fue corresponsal del diario ‘Haint’ (Varsovia). Dramatizó el cuento de Iehuda Elberg ‘Aguent’ 838’. Recibió en 1948 el premio Kastner por el drama ‘Una noche en el gueto de Nuremberg’. Se radicó en Chile y poco después se estableció en Israel “ (1). S. Freilaj* (Litman) “Apellido verdadero: Gueltman. También S. Freilej. Nació el 6 de octubre de 1898 en Mezrich, Podlasie, Polonia. Su padre era un pequeño comerciante. Estudió en las ieshivot de Mezrich, Slonim y Kolve (Polonia). Hizo un curso para maestro de las escuelas TZVISHO en Varsovia. Trabajó como maestro. Empezó a escribir sobre problemas escolares en 1915. En los años 1918-1922 hizo el servicio militar en el ejército polaco. Tomó parte de la guerra ruso-polaca. Colaboró en varias publicaciones en Polonia, Londres y Canadá. Llegó a la Argentina en 1924. En 1927 fue co-redactor y miembro del Consejo de ‘Di Presse’. Dirigente comunitario en el área de la educación. Sus obras teatrales: ‘Ajt In Suke’ y ‘Baal Shem’ estuvieron en escena durante muchas semanas. Tradujo ‘Pinocho’ de Collodi (Varsovia, 1938). Escenógrafo de ‘Fishke Der Krumer’ de Mendele Moijer Sforim. Desde el año 1931 escribió cuentos para niños. Falleció el 26 de julio de 1946, en Buenos Aires. Seudónimos: algunas de sus obras aparecen firmadas S. Freilaj y otras Litman (...)” (2). Samuel Czesler “Nació el 5 de diciembre de 1904, en Zabludowe (alrededores de Bialistok), Polonia. Terminó un curso pedagógico en Varsovia. Durante 9 años fue maestro en su pueblo natal. Fue activista del movimiento Poalei Tzion. Comenzó a publicar sus poesías a los 10 años. En Bialistok debutó en ‘Dos Naie Lebn’, en 1925. Llegó a la Argentina en 1935, y trabajó como maestro. Gran parte de sus poesías fue musicalizada e incluida en libros de texto. Tradujo del alemán. Se le otorgó en 1984 el Premio Rivka y Iaacov Lewin del Kultur Kongres. Falleció en Buenos Aires el 13 de setiembre de 1987” (3). Witold Gombrowicz nació en Maloszyce en 1904. “(...) Con su estilo experimental y de vanguardia elaboró una constante parodia de la literatura y los estilos literarios, un personal enfoque satírico y grotesco para describir la lucha entre la madurez y la inmadurez, las fijaciones de la infancia, etc. Obras principales: Ferdydurke (1938), Transatlántico (1953), La seducción (1960), Cosmos (1965) (novela); Ivonne, princesa de Borgoña (1938), El matrimonio (1953), Opereta (1966). Sus diarios (1951-1966) han sido publicados en 1957 y 1966. Obras completas (1969-1977)” (4). El
21 de agosto de 1939, Gombrowicz desembarcó en Buenos Aires; había sido
invitado a la travesía inaugural del transatlántico Chorbry. El
estallido de la segunda guerra mundial y la invasión de Polonia por las
tropas alemanas lo obligaron a desterrarse; fue así como un corto viaje
se transformó en un exilio de más de veinte años. Isaac Janasowicz “También Itzjok Ianasovich. Nació el 15 de diciembre de 1909, en Iesev (alrededores de Lodz), Polonia. Asistió al jeder y después a la escuela primaria. Actuó en el movimiento obrero. Debutó a los 15 años con la poesía ‘Maine Vegn’, en Lodz. En 1939 se radicó en Bialistok, y en 1944 en Moscú, a solicitud de la editorial Emes. Con la repatriación de los judíos polacos volvió a Polonia. Vivió en Lodz hasta 1948, y después en París, donde actuó en el Kultur Kongres, el Pen Club y la Unión de escritores refugiados. En 1951 visitó Israel. Llegó a la Argentina en el verano de 1952. Actuó en Mapai, fue secretario del Kultur Kongres y presidente de la Sociedad de Escritores Israelitas H. D. Nomberg de Buenos Aires. En 1961 visitó los Estados Unidos. Fue miembro de la redacción de múltiples periódicos, libros homenaje y anuarios. En 1972 recibió el premio S. Niguer del Kultur Kongres. Fue corresponsal y colaborador en revistas judías de Rusia, Polonia, Estados Unidos e Israel. Se fue a vivir a Israel en 1972, donde siguió publicando sus obras y recibiendo diversos premios. Falleció en 1990 en Holon (Israel). Seudónimos: Iosef Iezhowski, I. Doresman, I. Doris, Asher Dan” (5). Clara Kliksberg ”Nació en una pequeña aldea de Polonia en el año 1910 y en 1930 llegó a la Argentina. Concurrió a círculos literarios y publicó poemas en la prensa ídish local. En 1969 apareció su primera colección de poemas en forma de libro, seguida luego por otro poemario y por un volumen de relatos infantiles. Falleció en Buenos Aires el 21 de febrero de 1986” (6). Simje Sneh, “También Simja Sneh y Simje Sne. Nombre verdadero Simje Rosenblat. Nació el 15 de octubre de 1914, en Pulawy (alrededores de Lublin), Polonia. Su padre era relojero. Asistió al jeder, a la escuela primaria polaca y a la secundaria ‘Príncipe A. Czartoryski’ en Pulawy. Estudió historia y filosofía en la Universidad Libre de Varsovia. Docente. Periodista en idish y polaco. Estuvo en el ejército polaco y luego se radicó en Varsovia. Después del estallido de la Segunda Guerra Mundial, pasó a la Unión Soviética, donde trabajó como minero de carbón en Donbas. En 1941 fue movilizado por el Ejército Rojo. Estuvo en el frente en cercanías de Lemberg, donde fue herido. Luego de su curación luchó cerca de Dniepropetrovsk. Llegó hasta Rostow, pero fue dado de baja del ejército por no ser ciudadano soviético. Trabajó en un koljoz en Tashkent. Se incorporó luego al ejército polaco del Gral. Anders, con el cual pasó por Persia y llegó a Eretz Israel. Trabajó duran te un corto tiempo en el kibutz Kfar Guiladi, viajando luego con la Brigada Judía a Italia, y después de la guerra a Bélgica y Holanda. Enfermó y fue trasladado a un hospital en Londres, desde donde viajó, en 1947, a la Argentina. Al principio escribió poesías y libros en polaco. En 1936 publicó su primer artículo periodístico en polaco en el órgano del partido socialista. Debutó en ídísh en 1946, en ‘Loshn un lebn’ (Londres). En Buenos Aires fue colaborador en diferentes publicaciones y fundador de las revistas ‘Raíces’, ‘Alef’, ‘Comunidad’ (en castellano) y ‘Undzer Vort’ (en ídísh). Fue columnista de ‘Mundo Israelita’ y colaborador de ‘La Nación’, ‘Clarín’ y otros. (...) El Congreso Judío Mundial, Rama Latinoamericna, le concedió en 1995 el Premio al Mérito Intelectual. Escribió bajo su nombre, Itzjak oiznblat. Seudónimos: I. Ben Menajem, S. Taube, Itzkal Griner, Roiznshtein, B. Veis, Estanislao Taube. Falleció en Buenos Aires, el 4 de abril de 1999” (7). Roma
Mahieu, escritora y guionista nacida en Polonia en 1933, “llegó a
la Argentina a los 10 años, estableciéndose en Santa Fe. Es autora de
los libros Juegos a la hora de la
siesta y María la muerte.
En 1976 se exilió en Suecia y en 1978 se estableció en España, donde
reside actualmente. En 1991 su libro El
dragón de fuego fue premiado con el Accesit por la Sociedad General
de Autores de España” (8). Sofía Laski “(...) Egresó de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires. Realizó cursos de perfeccionamiento en la mencionada Facultad, la Escuela Superior de Periodismo y el Instituto del Profesorado. Ejerció la docencia en las Universidades de La Plata y John F. Kennedy, de Buenos Aires, y en colegios de enseñanza media. Es fundadora y directora de la Comisión de Literatura Infantil ASPEI, y coordinadora de los talleres literarios del teatro IFT, la Sociedad de Fomento Rivadavia y de narrativa de la SADE. Dictó numerosas conferencias y seminarios sobre literatura. (...) Fue miembro de la comisión directiva de la SADE, del Instituto de Estudios de Literatura del Río de la Plata, que depende de la Universidad de París, y de jurados nacionales e internacionales. Ha publicado los libros Fin-principio, cuentos, 1969; Chavukú, infantil, 1977; Crónica de una mujer común, 1978, mención de honor Fundación Dupuytren; Allichay encuentra su canto, infantil, 1983. Es también autora de artículos, cuentos y poemas publicados en diarios y revistas nacionales y extranjeros, y dirige un taller literario”. (9). En 1998 apareció su libro Guefilte fish. Notas 1 Weinstein, Ana E. y Toker, Eliahu: La letra ídish en tierra argentina Bío-bibliografía de sus autores literarios. Buenos Aires, Milá, 2004. 2
ibídem 1
Ibídem 2
S/F: en Varios autores: Enciclopedia
Clarín. Buenos Aires, Visor, 1999. 3 Weinstein, Ana E. y Toker, Eliahu: op. cit. 4
Ibídem 5
Ibídem 6
Varios autores: Enciclopedia Visual de la Argentina. Buenos Aires, Clarìn,
2002. 7 Sosa de Newton, Lily: Diccionario Biográfico de Mujeres Argentinas. Buenos Aires, Plus Ultra, 1986. |
Rumanos |
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Luisa
Mondschein Halfon nació en Marculesti el 3 de enero de 1903. “A la
edad de seis años llegó a la Argentina y posteriormente tomó la
ciudadanía. Consagrada a la docencia y a la literatura, obtuvo
distinciones como el 1er. Premio de los Juegos Florales del Magisterio en
1947 con Frases Morales, y otras, otorgadas por diferentes instituciones.
En 1960 publicó Sonetos, con el apoyo del Fondo Nacional de las Artes. El
Instituto de Cultura Americana le confirió diploma de miembro honorario,
y la Academia de Heráldica de Poesía dependiente de la Universidad Libre
de América el título de Dama Laureada. Ha publicado además Sonetos y más
sonetos, 1970; Docencia, 1973; Sonetos de amor y crimen, plaqueta, 1976, y
Si alguien antaño, 1980” (1). Baruch
Hager “Nació el 21 de diciembre de 1898 en Chudi, norte de
Bucovina, Rumania. El padre era rabino. Estudió materias judías en
Viena. Desde 1933 a 1940 vivió en Bucarest y luego en Chernovitz, bajo el
régimen soviético. Durante la Segunda Guerra Mundial estuvo internado en
un campo de trabajos forzados, en Transnistria. En 1945 volvió a
Bucarest, donde comenzó a dar a luz sus cuentos. Después vivió en
Francia hasta julio de 1952. Vino a Buenos Aires en 1952. Trabajó en el
Departamento de Cultura de la AMIA y creó allí el Archivo de Prensa
comunitario. Tradujo del alemán textos de Herman Hesse. Publicó sus artículos
en París, Nueva York y Tel Avivi. Recibió en 1956 el premio Mordejai
Stoliar y el Manguer Praiz. Falleció en Buenos Aires el 2 de junio de
1985” (2). |
Jacobo Langsner "nació en Rumania el 23 de junio de 1927, llegando a Uruguay en 1930 acompañado de tres hermanos y sus padres. Su formación de infancia y pubertad son "montevideanas" y también lo son sus primeros escritos y sus esperados estrenos y publicaciones. 1951 lo sorprende en su primer estreno: El Hombre Incompleto en la Sala Verdi (Tradicional teatro capitalino). Hasta 1954 entre estrenos y publicaciones se conocen los siguientes textos: El Juego de Efigenia, Los Artistas, Los Ridículos y La Rebelión de Galatea. A partir de 1956 comienza sus contactos con la farándula argentina y cristaliza un primer intento de estreno simultáneo (Montevideo-Buenos Aires) para lo cual lanza Los Elegidos. De ahí en más, comparte la vida teatral de ambas márgenes del Río de la Plata, comenzando una fuerte labor autoral en la televisión argentina. La Comedia Nacional Uruguaya estrena en 1962 una pieza que sería para el autor, el primer eslabón de un teatro que le daría gran repercusión como satisfacciones: Esperando La Carroza, siguiéndole un musical que firma con Sergio Otermin titulado Ocho Espías Al Champagne. En los primeros meses de 1964, estrena en el remodelado Teatro Argentino de Buenos Aires una pieza teatral del mejor cuño autoral: Llegan lo Artista…cuya madurez comienza a dar grandes frutos. Ese mismo año realiza una experiencia única. Su obra Un Inocente Adulterio es interpretada casi simultáneamente por cuatro elencos profesionales, los que realizan versiones variadas y en distintas condiciones como lugar. Desde 1965 hasta 1973 escribe teatro, adapta para teatro, lleva al musical algunos clásicos argentinos, rescatando por su trascendencia y calidad (son muchos los títulos) Locos del Verano, Medio Mundo, El Tobogán, La Gotera, y por último Paternoster, pieza que bate records en el Teatro El Círculo de Montevideo y que hoy espera la luz en el corazón de Arlington. La siguen a ésta, varias piezas muy importantes que además intentan una nueva conducta escénica, una dinámica cambiante que permita una respuesta más inquietante para el espectador de hoy. En lo referente a Paternoster es para su autor, el cierre de toda una etapa, en la que él ejercitó como nadie la denominada comedia de humor negro, un tema que sin querer ser obsesivo domina la escena de Lagsner. La simbología generacional y su conducta, el riesgo de muerte y la muerte misma, el laberinto y el precipicio. Paternoster marca el final de esa etapa y flota en ella un sentimiento que lo sella a fuego" (3). |
Alina
Diaconú nació en Bucarest en 1945. “En 1959 se estableció con sus
padres en la Argentina. Obtuvo el título de licenciada en Comunicaciones
en la Universidad del Salvador. Recibió la beca de la Fundación
Fullbright en 1985 y, en 1994, obtuvo el premio de la American Romanian
Academy and Sciences de California, Estados Unidos. Publicó las novelas La
señora (1975); Buenas noches, profesor (1978); Enamorada
del muro (1981); Cama de ángeles
(1983); Los ojos azules (1986); El
penúltimo viaje (1989) y Los
devorados (1992). En 1995 publicó su libro de cuentos ¿Qué
nos pasa, Nicolás? En 1998 compiló también un libro de entrevistas
periodísticas, Preguntas con
respuesta. Sus obras han sido traducidas a varios idiomas, lo que le
valió gran prestigio internacional. Escribió numerosas notas de crítica
literaria y reseñas bibliográficas para el diario Clarín
y otros importantes medios del país y del extranjero” (4). Ella
dijo en un reportaje: “A mí me obligaron un poco a vivir en el
presente, porque si me quedaba pegada a la nostalgia, todavía seguiría
escribiendo en rumano. Me gusta mucho la idea del desapego. Yo de algún
modo creo que las cosas que me tocaron –dejar mi país natal, venir acá-
me impulsaron a aprender eso. Me gustaría viajar con un bolsito de mano,
nada más, como viaja Lucila. No necesitar demasiado de las cosas, de nada
material. Cuando llegué a Buenos Aires, durante un año más o menos
escribí en francés. Pero nunca dejé de escribir. Yo sabía que los
idiomas podían cambiar, pero mi vocación no” (5). Notas 1
Sosa de Newton, Lily: Diccionario
Biográfico de Mujeres Argentinas. Buenos Aires, Plus Ultra, 1986. 2
Weinstein, Ana E. y Toker, Eliahu: La
letra ídish en tierra argentina Bío-bibliografía de sus autores
literarios. Buenos Aires, Milá, 2004. |
3 S/F:
“Paternoster”, en www.teatrodelaluna.org. 3
5 Guerriero, Leila: “Ser patriota del universo”, en La Nación, Buenos Aires, 25 de agosto de 2002. |
Rusos |
||||
Marcos
Alpersohn “También Mordejai Alpersohn o M. Alperson. Nació en 1860
en Lantskroin (Kamenetz - Podolsk), Rusia. Su padre era matarife ritual y
maestro hebreo. Recibió una educación judía tradicional. Siendo joven
adhirió al iluminismo y comenzó a escribir en hebreo. Arribó a la
Argentina en 1891, a los 31 años, en el marco del primer grupo de
inmigrantes venidos bajo el amparo de la JCA del Barón Hirsch, asentándose
en Colonia Mauricio, vecina a Carlos Casares, Pcia. de Buenos Aires. A
poco de su arribo empezó a publicar opúsculos críticos acerca de la
JCA, bajo seudónimo y luego, con su propio nombre, libros de cuentos,
memorias y dramas. Vivió 43 años en Colonia Mauricio y sus últimos 13 años
en Buenos Aires, donde falleció el 24 de julio de 1947. Seudónimos: Ejad
Haikarim, Ben Isroel” (1). Alberto
Gerchunoff nació en Proskuroff en 1883; falleció en Buenos Aires en
1949. Fue escritor y periodista. “A su llegada a la Argentina, se
trasladó con su familia a la colonia judía de Moisésville, en Santa Fe,
y posteriormente a la colonia Rajil, en Entre Ríos. Allí transcurrió su
infancia y trabajó de agricultor y boyero. En 1895 viajó a Buenos Aires,
donde trabajó de obrero fabril, vendedor ambulante y, finalmente, en
periodismo. Fue redactor del diario La
Nación, donde publicó relatos sobre su niñez en Entre Ríos. Amigo
de Juan B. Justo y Alfredo Palacios, se afilió al Partido Socialista.
Entre sus obras se destacan Cuentos
de ayer; Entre Ríos, mi país; Historias y proezas de amor; Pequeñas
prosas, La clínica del Dr.
Mefistófeles; El problema judío;
Argentina, país de advenimiento;
Buenos Aires, metrópoli de mañana
y El pino y la palmera, entre
otras” (2). “En
aquellos años ya distantes –recuerda en su “Autobiografía” (3),
escrita en 1914-, los judíos no emigraban, y la tentativa de colonización
del Barón Hirsch iluminaba a los israelitas de Tulchin, como la esperanza
mesiánica del retorno al reino de Israel”. Se describe a sí mismo
vestido a la usanza de la nueva tierra: “como todos los mozos de la
colonia, tenía yo aspecto de gaucho. Vestía amplia bombacha, chambergo
aludo y bota con espuela sonante. Del borrén de mi silla pendía el lazo
de luciente argolla y en mi cintura, junto al cuchillo, colgaban las
boleadoras”. En la colonia entrerriana a la que se trasladan luego de
que el padre es asesinado, manifiesta un profundo gusto por el folklore:
“En Rajil fue donde mi espíritu se llenó de leyendas comarcanas. La
tradición del lugar, los hechos memorables del pago, las acciones
ilustres de los guerreros locales llenaron mi alma a través de los
relatos pintorescos y rústicos de los gauchos, rapsodas ingenuos del
pasado argentino, que abrieron mi corazón a la poesía del campo y me
comunicaron el gusto de lo regional, de lo autóctono, saturándome de esa
libertad orgullosa, de ese amor a lo criollo, a lo nativo que debió, más
tarde, fijar mi inclinación mental. En aquella naturaleza incomparable,
bajo aquel cielo único, en el vasto sosiego de la campiña surcada de ríos,
mi existencia se ungió de fervor, que borró mis orígenes y me hizo
argentino”. Gerchunoff dejò, en el cuento “El dìa
de las grandes ganancias”, testimonio de su època de vendedor
ambulante, durante la adolescencia. “Necesitaba poco para abandonar el
comercio a que me dedicaba. Era yo entonces alumno del colegio nacional.
Habìa dado examen de primer año, encontràndome imposibilitado para
continuar los cursos. Me faltaba el dinero para la matrìcula, carecìa de
libros, del traje de cierta apariencia, a fin de que los camaradas de aula
no se burlasen demasiado de mi aspecto gringo. Fueron estas circunstancias
que me relacionaron con el jocundo Rondelli y nuestro convenio comercial
quedò establecido sin intervenir leyes ni escribanos” (4). Escribió
Los gauchos judíos en 1910, para celebrar un momento culminante de
nuestra historia. Décadas más tarde, el libro fue llevado al cine. Al
respecto, Jorge Miguel Couselo afirma que “La briosa versión de Los gauchos judíos (Jusid, 1975), con la originalidad de una
interrelación folclórica nunca tocada por el cine argentino, sufrió el
torpe tronchamiento de la censura, que no admitió en imágenes pasajes
que cuatro generaciones de estudiantes leyeron en la prosa de Alberto
Gerchunoff” (5). Sobre el film escribe Ricardo Manetti: “La pantalla
también devuelve (...) el retrato nostálgico y épico de la gesta de los
inmigrantes” (6).
El
poeta Jacobo Fijman nació en
1898 y falleció en Buenos Aires en 1970. “En 1902 viajó a la
Argentina, estableciéndose con su familia en Buenos Aires y después en Río
Negro. En 1917 se graduó de profesor de francés. En 1921 fue internado
por primera vez por problemas mentales. La segunda internación se realizó
en 1942, en el Hospicio de las Mercedes (hoy Hospital Borda), donde
permaneció hasta su muerte. Allí escribió numerosos poemas y dibujos.
Vinculado al grupo Martín Fierro, se considera a su poemario Molino
rojo (1926) como un antecedente del surrealismo argentino por la
riqueza onírica de sus metáforas e imágenes. Ese mismo año viajó a
París, donde conoció a André Breton” (7). El
escribió: “¡Ah! Yo soy uno de esos caminantes/ Que aún no han
encontrado su camino;/ Pero he gustado un luminoso vino/ en huertos
generosos y fragantes” (8). Samuel
Glusberg nació en Kischiniev en 1898. Germán
Ziclis nació en Odessa en 1903, y falleció en Buenos Aires en 1977.
Fue autor teatral. “En 1923 estrenó su primera obra el sainete Y
en el baile de aquella noche, más tarde presentó las puestas Tres
caballeros de frac, Se necesita
un hombre con cara de infeliz, Viuda,
fiera y avivata, busca soltero con plata, Yo soy Juan Tango, Detective
y Viuda ella, viudo él, ¿quién
les pone el cascabel?, entre otras. Fue autor de varios tangos, Carlos
Gardel le grabó Paquetín paquetón,
en 1930” (10). Adelina
Ethel Kurlat nació en Nicolaev el 24 de diciembre de 1914 y se
naturalizó argentina. Fue subdirectora de la revista La
Novela Semanal entre 1935 y 1936, ejerciendo además la crítica
teatral y de cine. (...) Ha colaborado en publicaciones de Buenos Aires,
Cuba, Guatemala, Perú, Colombia y México, y es autora de los libros Corazón
al viento, 1936, y Los días
oscuros, 1939. Fue corresponsal de la revista Leoplán
en Lima, Perú, en 1963, y actuó en la Sociedad Argentina de Escritores.
Como columnista del semanario Argentina
Libre tuvo a su cargo la sección ‘El hombre de la semana’,
escribió sobre política y ejerció la crítica literaria. Actuó en el
Partido Socialista junto a Alicia Moreau de Justo”. (11). Notas 1 Weinstein, Ana E. y Toker, Eliahu: La letra ídish en tierra argentina Bío-bibliografía de sus autores literarios. Buenos Aires, Milá, 2004. 2 Varios autores: Enciclopedia Visual de la Argentina. Buenos Aires, Clarìn, 2002. 3
Gerchunoff,
Alberto: “Autobiografía”, en Alberto
Gerchunoff, judío y argentino. Selección y prólogo de Ricardo
Feierstein. Buenos Aires, Milá, 2001. 4
Gerchunoff, Alberto: “El día de las
grandes ganancias”, en Cuentos
de ayer.
Buenos Aires, Ediciones Selectas Amèrica, Tomo I, Nº 8, 1919. 5
Couselo, Jorge Miguel: en Historia
de la literatura argentina. Buenos Aires, CEAL, 1980. 6
Manetti, Ricardo: “El cine de la digresión”, en Cien
años de cine. Buenos Aires, La
Nación Revista, Tomo II. 7 Varios autores: Enciclopedia Visual de la Argentina. Buenos Aires, Clarìn, 2002. 8 Fijman, Jacobo: “Caminante” (poema inédito) en Clarín, Buenos Aires, 14 de diciembre de 2002. 9
Nudel,
Juan Jorge: “Literatura: semejanza y diferencia”, en Feierstein,
Ricardo y Sadow, Stephen A. (comp.): Recreando
la cultura judeoargentina / 2 Literatura y artes plásticas. Buenos
Aires, Editorial Milá, 2004. 10 Varios autores: Enciclopedia Visual de la Argentina. Buenos Aires, Clarìn, 2002. 11 Sosa de Newton, Lily: Diccionario Biográfico de Mujeres Argentinas. Buenos Aires, Plus Ultra, 1986. |
Ucranios |
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Margarita Arsamasseva
nació en Kursk el 4 de octubre de 1893. “Su nombre completo era Eugenia
Tatchtamirova viuda de Arsamassev y de Houtman. Estudió derecho y
humanidades en la Universidad de Moscú. En 1912 vino a la Argentina en
viaje de placer y se radicó aquí, contrayendo segundas nupcias con un
profesional holandés. Su primer libro fue El brazalete de zafiros, y en él ensayó el idioma que aún le
resultaba extraño, dificultad pronto vencida pues estaba dotada para
aprender lenguas extranjeras, como lo demostró en sus traducciones del
inglés, francés y ruso, que efectuaba simultáneamente con su labor de
escritora. Después de la novela, que apareció en 1924, publicó Clarisa,
1925; Lobos, 1926; Sugestión,
1927; Yeremey el bolchevique, 1929; Yenia,
1930; El nieto, 1931; Cicatriz,
1933; Alejandra, 1936 y Tiempo
turbio, 1939, obras pertenecientes al género de ficción. Fue
cofundadora de la Sociedad Argentina de Escritores y colaboradora de La Nación y otras publicaciones del país. Murió en Buenos Aires
el 16 de mayo de 1968” (1).
Rachel Alperovich “Nombre verdadero: Raquel Kosakowsky de Alperovich. Nació en 1895 en Jarkov, Ucrania. Realizó sus estudios en su ciudad natal, donde también comenzó a estudiar medicina. Cambió luego esta carrera por la de enfermería, profesión que ejerció en Rusia y luego en la Argentina. Llegó al país en 1922 y se radicó en la provincia de Mendoza donde vivió cuatro años hasta que en 1926 se estableció en Buenos Aires. Desarrolló una vocación lírica como cantante de canciones folklóricas en ruso, incorporando luego también las argentinas y en lengua idish. Fue a través de ese contacto que empezó a escribir poesía en idish, luego de haberlo hecho hasta ese momento en ruso. Participó en audiciones radiales y en conciertos. Fue una de las fundadoras del teatro IFT, donde realizó sus recitales, y de la revista ‘Di Idishe Froi’ en la que publicó varios de sus poemas. Falleció en Buenos Aires el 6 de enero de 1963” (2).
“Kehos Kliger, nacido en Ucrania en 1904, llegó a la Argentina en 1936. Con un viejo violín bajo el brazo, y unas hojas amarillentas con sus primeras poesías, escritas en Berlín. Había dejado tras de sí el terror, las persecuciones, la ocupación polaca durante la Primera Guerra Mundial. En el ‘Martín Fierro’, en ese pobre campesino, que perdió todo lo que tenía, que fue llevado arbitrariamente a los fortines y perseguido, halló su propia historia, su propio destino. Sintió que debía traducir esta obra al ídish- el idioma en el que solía escribir”. (3).
César Tiempo nació en Ekaterinoslav en 1906; falleció en Buenos Aires en 1980. “Fue activo protagonista de la vida literaria desde 1920. Miembro de la Academia Porteña del Lunfardo, escribió guiones de cine y publicó, entre otras obras, Libro para la pausa del sábado (Premio Municipal de Literatura, 1930), Sabatión argentino (1933), El teatro soy yo (1933), Pan criollo (1937), (...)”. (4). Bernardo Ezequiel Koremblit lo recuerda: “Cuando apenas comenzaba a crecerme la barba, trabajaba yo en el legendario diario Crítica, y en una mesa cercana a la mía lo hacía quien era ya una de las primeras figuras de la poesía judeoargentina y el teatro: más y nada menos que Israel Zeitlin, quiero decir César Tiempo, que el Señor lo tenga de la mano. (...) sencillo, llano, humilde, (...) siempre generoso, dadivoso, sin humos no obstante su prestigio y notoriedad, a nadie le negaba un cigarrillo, un vaso de agua y un prólogo”. (5).
Julia
Prilutzky Farny nació en Kiev, el 7 de mayo de 1912; falleció en
Buenos Aires en 2002. “ (...) Cursó estudios en la Facultad de Derecho
y Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires. Primer Premio y
medalla de oro del Conservatorio Nacional de Música, donde fue alumna de
Alberto Williams, y 1er. premio en el Conservatorio de Viena, con Josef
Hofmann. Fue inspectora del Patronato de Liberados, secretaria de la
Comisión Argentina Pro Cárceles, delegada extraordinaria de la Asoc.
Argentina de Biotipología, Eugenesia y Medicina Social y del Ateneo de
Cultura Latina al IV Centenario de Lima; miembro fundador del grupo
‘Veinte poetas jóvenes’; fundadora y directora de la revista Vértice;
redactora y colaboradora de La Nación,
El Hogar, El Mundo, Mundo Argentino,
Clarín y otras publicaciones
del interior y exterior; delegada de la SADE a congresos; profesora en la
Esc. Normal de Quilmes; presidenta de la comisión de recepciones del Pen
Club; miembro fundador de los Institutos Culturales Argentino Colombiano,
Ecuatoriano, Venezolano y Mexicano; prosecretaria de la Soc. Argentina de
Estudios Lingüísticos; enviada por la Universidad de la Plata para
estudiar sistemas carcelarios americanos y delegada al 1er. Congreso de
Asistencia realizado en México; delegada al IV Congreso Interamericano de
Prensa de Bogotá, Colombia; redactora y crítica teatral de La Prensa, de Lima; fundadora y directora de la Asoc. Peruana de Críticos;
crítica musical de Radio Nacional de Lima; asesora literaria del Min. de
Salud Pública de la Nación; fundadora y secretaria de actas del
Sindicato de Escritores; creadora del primer programa periodístico en TV:
‘Entrevistas de una escritora’; funcionaria de vicepresidencia 1ª en
la Honorable Cámara de Diputados de la Nación y asesora de la Com. de
R.R.E.E.; enviada especial de la revista Para
Ti a Europa; jurado para premios nacionales y municipales, premio
Forti Glori y concursos de poesía de Ed. Perfil; productora teatral de
prensa para My fair lady, Dolores del Río, Ballet Nacional de México, Juliette
Greco, etc.; directora de las campañas de prensa de Philips Argentina;
divulgación técnica y científica y promoción de intérpretes; invitada
en 1964 y 1967 por el Inst. de Cultura Hispánica, Madrid. Fue profesora
invitada y dictó cursos y conferencias en la Univ. de Bs. As. y otras de
la Argentina, Perú, Bolivia, México, Chile
y Colombia. En España, Univ. de Madrid, donde inauguró la cátedra de
literatura hispanoamericana, y Salamanca, y otras entidades culturales de
la península. Recibió 1er. premio de poesía de la Munic. De Bs. As. en
1940; fue huésped de honor de Bogotá y ciudadana honoraria de Colombia
(ley del Senado en 1947); ‘(...) Obras publicadas: (...) Antología
del amor, veintiuna ediciones entre 1972 y 1983 con un total de
196.000 ejemplares (...) Dirige Ediciones del Ebro y del Plata y la
Oficina de Prensa ‘Vértice’. (...)” (6). “Desde
que se afincó en nuestro país, esta notable narradora y poeta nacida en
Ucrania, convirtió a la Argentina en su patria, como lo ha demostrado en
muchos de sus versos y textos. Es una de los más caracterizados
representantes de la Generación poética argentina del '40. Fundó la
revista cultural "Vértice". En 1941 recibió el Premio
Municipal de Poesía por su libro "Intervalo". La parte
predominante de su obra está dedicada a cantar al amor y a los
sentimientos más profundos, y recorre desde su poemario inicial
"Viajes sin partida" (1939) a "Antología del amor",
libro que, leído en algunos capítulos de una telenovela de Alberto Migré,
llegó a vender más de 100 mil ejemplares. Ligada al partido
Justicialista su obra "El Escudo" recoge sus poemas sobre Juan
Domingo Perón y Eva Perón, e incluye el poema "Oración" que
fue leído el 26 de julio de 1954 en un acto público masivo que se realizó
en la avenida 9 de Julio. Algunos de su poemas se convirtieron en
canciones, como "Algún día te querré", zamba musicalizada por
Cesar Isella” (7).
Clara
Victoria de Palant nació en Ovruch, y es argentina por adopción. En
1944 egresó como licenciada en química de la Facultad de Ciencias
Exactas y Naturales de la UBA. Se recibió de profesora de piano en el
Conservatorio Williams. En 1962 obtuvo el premio del Fondo Nacional de las
Artes por su libro de aforismos Como una rueda, editado en 1963. En 1967 editó Punto seguido. Anteriormente había publicado cuentos en las
revistas Esto es, Ficciones,
Para Ti, Damas y Damitas, Cuéntame,
Idilio, etc. Se ha dedicado a la enseñanza del piano con el método
de Vicente Scaramuzza, de quien fue discípula. Usa el seudónimo
literario de Clara Victoria, y fue esposa del escritor Pablo Palant,
fallecido” (8).
Berta
Finkel se naturalizó
argentina. “Es autora de los libros Tres
poemas bíblicos y De luz y de
barro. Fue directora del teatro de títeres ‘El gallito cantor’,
con el que trabajó durante una década en unión de su esposo, Eliézer
Spector, en escuelas, villas y centros de salud. El ministerio de Salud Pública
de la Provincia de Buenos Aires los llamó para trabajar en la difusión
sanitaria, realizando obras propias sobre diarrea infantil, rabia y otros
problemas de salud, intercaladas con obras recreativas. En la Capital
Federal dio funciones por cuenta de Extensión Universitaria, e hizo
experiencias con títeres con niños desertores de la escuela y en las
colonias de vacaciones. Se presentó en Mar del Plata, Bariloche y Córdoba.
Hizo experiencias con cuentos titiriteados en una escuela diferenciada
durante dos años. Es autora de numerosos cuentos infantiles, publicados
en La Prensa, El Hogar, Billiken y Mundo
Argentino. Mientras voy creciendo y Castillito
de papel, libro para niños, fueron publicados en 1974 y 1976 y
reeditados. Su obra El perro ante el
espejo, para adultos, fue premiada en el concurso de teatro leído del
Odeón, El árbol de cada cual
en el Teatro Fray Mocho y La leona
en Radio Nacional. Publicó El títere
y lo titiritesco, 1981; ¡Chúmbale,
Bob!, 1980; Brisita, 1981; Andanzas de Brisita, 1984, y Mensaje
a Alex, y otros cuentos, 1984” (9). “
(...) Se recibió de odontóloga y durante muchos años ejerció esa
profesión. Le gustaban los libros y los niños. Por eso, llegado el
momento de dejar su actividad, se acercó con amor al mundo de la
infancia. Fue titiritera, poeta y autora de muchos, muchos libros de
cuentos. Falleció en 1990” (10). Notas 1.
Sosa de Newton, Lily: Diccionario
Biográfico de Mujeres Argentinas. Buenos Aires, Plus Ultra, 1986. 2.
Weinstein, Ana E. y Toker, Eliahu: La
letra ídish en tierra argentina Bío-bibliografía de sus autores
literarios. Buenos Aires, Milá, 2004. 3.
Kaufmann, Marion: “El Martin
Fierro y sus traductores” (traducción), en Argentinisches
Tageblatt, Buenos Aires, 27 de
abril de 1991. 4.
Varios autores: Enciclopedia Visual de la Argentina. Buenos Aires, Clarìn,
2002. 5.
Koremblit, Bernardo Ezequiel: “La
bohemia cultural judeoargentina en las décadas del ’30, ’40 y
‘50”, en Feierstein, Ricardo y Sadow, Stephen A. (comp.): Recreando
la cultura judeoargentina / 2 Literatura y artes plásticas. Buenos
Aires, Editorial Milá, 2004. 6.
Sosa de Newton, Lily: op.
cit. 7.
S/F: en www.ambitoweb.com. 8.
Sosa de Newton, Lily: op.
cit. 9. Ibídem S/F: en www.magisterio.com.ar. |
Uruguayos |
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“Juan Zorrilla de San Martín nació en Montevideo, capital de la República Oriental del Uruguay, el 28 de diciembre de 1855. Fue su padre don Juan Manuel Zorrilla de San Martín, natural del Valle de Soba, provincia de Santander, España, donde nació en 1811, vástago de una noble familia cuya casa fuerte se mantiene en pie en el lugar de San Martín del mismo valle, en cuyos muros luce el escudo heráldico del linaje, timbrado por la divisa ‘Vivir se debe la vida de tal suerte que viva quede en la muerte’. (...) La actividad literaria emprendida por Zorrilla de San Martín y los ideales que lo animaban le habían ya impulsado a fundar, en 1878, el diario ‘El Bien Público’ (...) Las duras campañas periodísticas contra los gobiernos que no respondían a sus ideales religiosos y democráticos le atrajeron dolorosas persecuciones. En 1885, luego de sufrir el empastelamiento e incendio de su diario, amenazado hasta en el sagrado del hogar, se vio obligado a asilarse en la Legación del Brasil. Negadas las garantías que pidió la Legación para que Zorrilla de San Martín pudiera embarcarse con destino a Buenos Aires, el Ministro del Imperio lo condujo personalmente hasta una nave de guerra brasileña que lo llevó hasta aguas argentinas, en las cuales, con el fin de eludir el reclamo interpuesto por el gobierno ante la cancillería del Brasil para que el viajero fuera llevado nuevamente a Montevideo, el expatriado se trasladó en una ballenera que lo transportó a Buenos Aires. Pocos días después de este dramático episodio su esposa y sus pequeños hijos se le reunieron en el destierro. El gobierno del general Santos, al verse burlado, dictó un decreto por el cual lo destituyó del cargo de Catedrático de Literatura de la Universidad que había conquistado mediante concurso en 1880” (1).
Constancio C. Vigil
“Nació en Rocha, Uruguay, el 4 de Septiembre de 1876. Desde su
juventud, estuvo dedicado a las letras , como escritor y como
promotor de revistas lo que le hacía ver como un defensor de la
comunicación. Es así, que sus proyectos, apuntaban a crear medios con
características determinadas, que recrearan a público diferente: el
infantil, el femenino, el masculino. En 1901, funda, en su país natal, su
primera revista. En 1903, la revista Pulgarcito,
surge como antecedente del famoso Billiken.
En 1915, Vigil publica su obra El
Erial, donde se sintetiza su pensamiento. Constituye un conjunto de
lecturas morales cristianas. En 1919, funda la revista Billiken,
se convierte en la suma de industria editorial, niñez y escuela y, de la
que gozaron varias generaciones. Otras de sus obras: Marta y Jorge; La Hormiguita
Viajera; Mangocho; La
Familia Conejola. Otra de
sus creaciones, es el Libro de iniciación a la lecto-escritura más
duradero de la historia argentina: Upa.
Constancio Cecilio Vigil, fallece en Buenos Aires, el 24 de Septiembre de
1954. La familia Vigil toma contacto con Pinamar, cuando adquieren la casa
llamada El Jagüel. El 30 de Junio de 1960, el Ministro de Educación,
como homenaje al escritor y periodista Constancio C. Vigil, resuelve
imponer su nombre a la Escuela Nº 11 de General Madariaga, hoy Escuela Nº
1 de Pinamar (1).
“Florencio Sánchez (1875-1910) “nació en Uruguay, pero desarrolló su producción escénica en Argentina. A tal punto se consagró en nuestro país, que el 7 de noviembre, día de su muerte, se conmemora el Día del Canillita, asociando a los diarieros al recuerdo de la obra en que inmortalizó a los vendedores de diarios. Entre sus obras más famosas se destacan, además de "Canillita": "M'hijo el Dotor", "La Gringa", "Barranca Abajo", "En Familia", "Los Muertos", "El Conventillo", "Los Derechos de la Salud", "El Cacique Pichuleo". Sánchez fue "el" autor de Buenos Aires por antonomasia. Pero curiosamente su muerte ocurrió en Milán, adonde había viajado en busca de una gloria que trascendiera las fronteras rioplatenses, y encontró en cambio una serie de frustraciones que lo llevaron "barranca abajo", hasta morir víctima de la tuberculosis. Cuenta la anécdota que un gran actor italiano, cabeza de compañía en gira por la Argentina, le manifestó a Sánchez su admiración y lo invitó a viajar a Italia para poner en escena sus obras. Cuando, ilusionado, Sánchez emprendió el viaje, dio con este actor, quien no recordaba ni su rostro ni su nombre, y dejó en el rioplatense la sensación de no haber recibido más que un cumplido ocasional. Al decir del historiador Osvaldo Pellettieri en "Cien años de teatro argentino", en Sánchez "luchan los dos principios constructivos, el del realismo del fin de siglo (lo melodramático, lo sentimental-costumbrista) y los modelos típicos del naturalismo; y a nivel semántico las ideas propias del liberalismo oficial y su anarquismo, más de una vez puesto en tela de juicio" (2).
Horacio
Quiroga nació en Salto, en 1878; falleció en Buenos Aires en 1937.
“Es considerado uno de los mayores autores de cuentos de la literatura
en castellano. Su vida estuvo marcada por ribetes trágicos: asistió de
pequeño a la muerte de su padre, mató accidentalmente a su mejor amigo y
su primera esposa se suicidó. Dedicado a la química y la fotografía, en
1900 emprendió un viaje a París. De regreso, su vida transcurrió entre
Buenos Aires, Chaco y Misiones, donde llega en 1903 acompañando a
Leopoldo Lugones. Alternó la docencia y el oficio de juez de paz y
oficial del Registro Civil. Entre sus principales obras cabe destacar Cuentos
de amor, de locura y de muerte (1917), Cuentos
de la selva (1918), Anaconda
(1921), La galina degollada y otros cuentos (1925) y El regreso de Anaconda (1926), además de las novelas Historia
de un amor turbio (1908) y Pasado
amor (1929)” (3).
Roberto
Tálice nació en 1902; falleció en Buenos Aires en 1999. “En la
adolescencia presentó su primera obra, La
nena, en Montevideo. En la década del 20 se radicó en Buenos Aires y
estrenó Los puritanos, con la
compañía de Pedro Zanetta. Más tarde escribió los guiones de obras
como Juventud, divino tesoro y Ciudadano
del mundo. También fue autor de guiones cinematográficos y colaboró
en el noticiero Sucesos Argentinos.
Durante varios años dirigió la sección Espectáculos del diario Crítica.
En 1986 recibió el Gran Premio de Honor otorgado por Argentores, entre
otros” (4). a
Academia Nacional de Periodismo lo evocó con estas palabras, al cumplirse
el primer aniversario de su fallecimiento: “Roberto Tálice, eminente
figura de la cultura de Buenos Aires y porción entrañable del teatro y
del periodismo porteños en el siglo que está por expirar, nos dejó hace
ahora un año, en mayo de 1999. Era vicepresidente segundo de la Academia
y el sentido de su presencia entre nosotros se acrecentaba, además,
porque ella imponía la obligación de recordar la íntima conexión
existente entre el arte de la representación y el periodismo,
testimoniada por él en persona y, simbólicamente, también por el
patrono del sillón que ocupaba: Edmundo Guibourg. Tenía 97 años y sus
recuerdos se remontaban a la Montevideo de la segunda década de este
siglo, ciudad en la que había nacido y en la que hizo -¡a los trece años!-
sus primera armas como autor teatral. Vivió después en París y arribó
a esta orilla del charco en 1923; a poco era jefe de Espectáculos en la
mitológica Crítica de Natalio Botana, y la memoria de la bohemia y de las empeñosas
aspiraciones de aquellos años quedan en un libro que elocuentemente tituló
100.000 ejemplares por hora, y en su semblanza sobre El malevo Muñoz, uno
de sus compañeros en aquella redacción legendaria. Autor de más de un
centenar de obras teatrales, director de escena, guionista, traductor al
que se deben versiones de Pirandello, Shakespeare y Wilde y jurado en
numerosos festivales de cinematografía, se halló entre los fundadores de
la Asociación de Críticos Cinematográficos -de la que fue también
presidente-, dirigió el noticiero Sucesos Argentino y LS11 Radio
Provincia, y fue por muchísimos año presidente de Argentores. La
enumeración de sus actividades, relaciones y cometidos podría ser
interminable y él mismo alguna vez se burló de esa inabarcable presencia
suya en tantas y tantas cosas. "Sí -dijo alguna vez-, parece que he
vivido como mil años, de lo contrario no podría haber reunido tanto
recuerdos..." Por supuesta, la humorada prescinde del hecho de que se
trataba de recuerdos hermosos, iluminados por una luz en la que se convergía
todo un mundo pasado en el que hubo como nunca hombres cuyas exigencias
pugnaban por apartarse de lo vulgar, de lo intrascendente. Nos quedaban
todavía su conversación, los detalles y las anécdotas que tan sólo él
podía atestiguar, las precisiones acerca de una época de la que era
sobreviviente lúcido y espiritual. Al irse deja la sensación de un
hombre genuino, de una vocación lograda, de una época que merece ser
preservada del olvido” (5). Notas 1. Montero Bustamante, Raúl: “Juan Zorrilla de San Martín”, en Zorrilla de San Martín, Juan: Tabaré. Estudio preliminar y notas por Iber H. Verdugo. Buenos Aires, Editorial Kapelusz, 1965. 233 pp. (Biblioteca Grandes Obras de la Literatura Universal) 2.
S/F: “Constancio C.
Vigil”, en “Escuela N° 1”, www.telpin.com.ar. 3.
S/F: en www.todo-argentina.net 4.
Varios autores:
Enciclopedia visual de la Argentina. Buenos Aires, Clarín, 2002. 5.
Varios autores: Enciclopedia
Visual de la Argentina. Buenos Aires, Clarìn,
2002. 6. S/F: “Adiós a don Roberto Tálice”, en www.academiaperiodismo.org.ar. |
Varios |
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La poeta y educadora María Raquel Adler ”nació en 1910, durante un viaje efectuado por los padres a los países de origen, Alemania y Rusia. Fue profesora de castellano y francés en colegios secundarios y miembro de instituciones culturales del país y del extranjero. Integró la comisión directiva de la Sociedad Argentina de Escritores entre 1934 y 1938. Su producción literaria, de acento religioso, comprende los títulos: Revelación; Místicas; Cánticos de Raquel, La divina tortura; De Israel a Cristo; Pan bajado del cielo; Buenos Aires, ciudad y poesía; De la tierra al cielo; Sonetos de Dios; Canción del hombre y la ola; Canto a Nuestra Señora de Luján; Imelda Lambertini (milagro de amor divino); El libro de los siete sellos; Llave del cielo; Pausa generosa; Veneración, etc. Murió el 28 de julio de 1974” (1). Notas 1 Sosa de Newton, Lily: Diccionario Biográfico de Mujeres Argentinas. Buenos Aires, Plus Ultra, 1986 ***************** Quienes se establecieron temporaria o definitivamente en la nueva tierra, y se expresaron en sus idiomas natales o en castellano, contribuyeron al engrandecimiento de la literatura argentina. |
María González Rouco
Licenciada en Letras UNBA, Periodista
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