La irrupción boreal de Josué Torres en la poesía de Guanacaste
Lic. Miguel Fajardo Korea, Costa Rica

Premio Nacional de Promoción y Difusión Cultural de Costa Rica
minalusa-dra56@hotmail.com

 

Celebro que Josué Torres Morales (Guanacaste, 1990) publique su libro de estreno  “Boreal”. (San José: Editorial Nuevas Perspectivas, 2017: 70). El poemario está compuesto por 47 textos. El libro se presentó en el miniauditorio de la Sede Guanacaste de la UCR, el 30 de noviembre a las 3 p.m. ante una nutrida asistencia.

Josué Torres Morales cursa la carrera de Informática Empresarial. Es miembro del Centro Literario de Guanacaste desde el 2009, así como  del Taller de las Seis, desde el 2016. En el 2013 publicó en la revista Intersedes.  Incluí su poema “Era digital” en el suplemento “Convergencias culturales en la pampa” del periódico Anexión (N.25, 2017: 2). 

El libro “Boreal” contiene prólogo de Mainor González Calvo; portada de Xochilt Sierralta; diseño y diagramación de Soren Vargas; revisión de pruebas de Margarita Alfaro. El Consejo editorial lo integran los académicos: Édgar Solano Muñoz, Maritza Olivares Miranda, Mainor González Calvo, Neldys Ramírez Vásquez y Ronny Ruiz Navarrete.

En la contracubierta, se incluye un criterio de lectura de Miguel Fajardo. Dicho volumen, forma parte del catálogo de la Coordinación de Investigación de la Sede Guanacaste de la Universidad de Costa Rica, de muy meritoria labor de difusión editorial.

Para las letras desde el Norte G., la poesía de Josué Torres significa un fuerte sacudimiento en la lírica de este polo interior, como la voz poética joven más prometedora de Guanacaste. La voz lírica de Josué Torres muestra una poesía revestida de  tonos reflexivos, porque “La hora menguante /del verso / no se escribe aún”.

Inquiere “¿Dónde está la noche / que ambos conocemos”. El espacio de nocturnidad le confiere tonos solemnes o misteriosos, en medio de sueños y palabras. Y, en ese recordar selectivo, apunta que “La mente engaña, el tiempo memoriza. / Solo calla / donde renace el sentido”. El poeta sabe del espejo: “anochece, aunque es de madrugada / para soñar con lo improbable”.

“Cometa” signa un texto donde se confronta lo terrestre contra lo infinito, mediante un juego de imágenes expresivas “Tal vez el cielo esté / ilustrado de sombras y astros / () Donde nos lleva / el viento ártico de la distancia, / los sueños / que ya no cruzan las miradas  / y despiertan / los abrazos en las palabras”.  Este texto se construye con palabras nucleares: cielo, sombras, astros, viento, distancia, sueños, miradas, abrazos, palabras.

En “Abstracción” poetiza con profundidad: “Invocar la razón /no es vestir el pensamiento. / También es, a veces, /soñar con lo improbable”. Las probabilidades de la razón pueden ser sueños, pero dichos elementos otorgan mayor dinamicidad a lo cotidiano.

Celebro que Josué Torres Morales (Guanacaste, 1990) publique su libro de estreno  “Boreal”. (San José: Editorial Nuevas Perspectivas, 2017: 70). El poemario está compuesto por 47 textos. El libro se presentó en el miniauditorio de la Sede Guanacaste de la UCR, el 30 de noviembre a las 3 p.m. ante una nutrida asistencia.

Josué Torres Morales cursa la carrera de Informática Empresarial. Es miembro del Centro Literario de Guanacaste desde el 2009, así como  del Taller de las Seis, desde el 2016. En el 2013 publicó en la revista Intersedes.  Incluí su poema “Era digital” en el suplemento “Convergencias culturales en la pampa” del periódico Anexión (N.25, 2017: 2). 

El libro “Boreal” contiene prólogo de Mainor González Calvo; portada de Xochilt Sierralta; diseño y diagramación de Soren Vargas; revisión de pruebas de Margarita Alfaro. El Consejo editorial lo integran los académicos: Édgar Solano Muñoz, Maritza Olivares Miranda, Mainor González Calvo, Neldys Ramírez Vásquez y Ronny Ruiz Navarrete.

En la contracubierta, se incluye un criterio de lectura de Miguel Fajardo. Dicho volumen, forma parte del catálogo de la Coordinación de Investigación de la Sede Guanacaste de la Universidad de Costa Rica, de muy meritoria labor de difusión editorial.

Para las letras desde el Norte G., la poesía de Josué Torres significa un fuerte sacudimiento en la lírica de este polo interior, como la voz poética joven más prometedora de Guanacaste. La voz lírica de Josué Torres muestra una poesía revestida de  tonos reflexivos, porque “La hora menguante /del verso / no se escribe aún”.

Inquiere “¿Dónde está la noche / que ambos conocemos”. El espacio de nocturnidad le confiere tonos solemnes o misteriosos, en medio de sueños y palabras. Y, en ese recordar selectivo, apunta que “La mente engaña, el tiempo memoriza. / Solo calla / donde renace el sentido”. El poeta sabe del espejo: “anochece, aunque es de madrugada / para soñar con lo improbable”.

“Cometa” signa un texto donde se confronta lo terrestre contra lo infinito, mediante un juego de imágenes expresivas “Tal vez el cielo esté / ilustrado de sombras y astros / () Donde nos lleva / el viento ártico de la distancia, / los sueños / que ya no cruzan las miradas  / y despiertan / los abrazos en las palabras”.  Este texto se construye con palabras nucleares: cielo, sombras, astros, viento, distancia, sueños, miradas, abrazos, palabras.

En “Abstracción” poetiza con profundidad: “Invocar la razón /no es vestir el pensamiento. / También es, a veces, /soñar con lo improbable”. Las probabilidades de la razón pueden ser sueños, pero dichos elementos otorgan mayor dinamicidad a lo cotidiano.

“Descripción II” es un acercamiento a uno de los temas medulares de la actualidad “Las fronteras son banderas. / Pájaros en estampas de cartón / que emigran como tambores sin ritmo / atravesados por la tempestad del silencio”. El hablante lírico establece una apuesta social para recordarnos el problema global que padecen los inmigrantes.

El elemento marino se rastrea en su universo lírico, en una provincia que debe prestarle mayor importancia a la condición de sus litorales, ya que es una presencia e incorporación geográfica muy significativa. “Pero no pienso en la muerte, / solo en un lugar cercano / a los vuelos que se van con el mar”; “Amanece por la pradera y la montaña, / en el sollozante mar; / como la caricia transparente de los fantasmas”. El poeta reconstruye los aromas del río que no llegan al mar.

El universo femenino tiene su espacio en este poemario de Josué Torres. “Porque ese lugar tuyo / ubicado entre tus pómulos y cejas / es mejor que todas las estrellas / o los cristales dejados por el mar”. “Así como una estrella se silencia / entre la sombra del universo / quedan esculpidas migajas de lluvia en la mirada”. “Después del último abrazo / la calidez de un cuerpo se queda / como una palabra sin respiro”.

En su mundo, se presenta el acento, tanto de lo alto como de lo bajo corporal,  como elemento vehiculizador de lo  amatorio y lo erótico “Todo depende de la simple coincidencia / que se libera con los dados de la seducción”; “Cuando se llega a la determinación / que la cama ya no es tan excitante / se deben explorar todas las regiones de la casa / como el paladar cuando se confunde / entre los manjares exclusivos de la espesura Venus”.

O bien, “y la habitación con las luces apagadas / me obliga otra vez / a sentir tu presencia al otro lado de la cama”.  Obsérvese que la cama opera como un cronotopo, un límite espacial donde se presiente el deseo por el placer o el gozo de la carnalidad. “Y tu recuerdo de ensueños germina / con todas las boreales que aún me quedan por vivir”.

En este ámbito, existe una preocupación por la palabra y el oficio de la creación poética “las palabras nacen con el vacío / cuando la muerte / tiende sus confines como nebulosa”.  Y el hablante toma partido “Porque sin los poetas / el mundo es frágil, fingido, desigual / ( ) Porque en sus poemas / siempre habrá cuchillos que atraviesen corruptos”.  Nuevamente el tema de la inextinguible corrupción, que nos asedia.  Los poetas debemos cuidarnos de no formar parte del coro de los corruptos, que ahora usan saco y corbata de marcas corruptas para realizar transacciones en los paraísos fiscales desde donde continúan robándole al erario, es decir, a toda la sociedad civil.

Josué Torres estudia Informática. En ese sentido, es crítico de los procesos deshumanizadores que puede ocasionar el uso indiscriminado de dichas tecnologías de punta, por eso, aduce: “Algún día lejano dejaré este mundo / ( ) y los jóvenes / sed reconciliarán con las pláticas cara a cara / y el instinto de ver la carne sin imágenes digitales / los mensajes de texto sin emociones / y ese abuso de la tecnología / tras radiaciones de la pantalla touch”.

En ese sentido, aboga por una rehumanización, por ello “Odio los chats / esa nueva costumbre / de abolir emociones / ese concepto de tecnologías / donde se suprime lo humano / el eco vibrante de una voz / que tecla por tecla se vuelve afónica”. Es interesante como la personificación de las teclas apuntaría, en todo caso, al escenario de lo deseable, a un proceso de rehumanización. La honda preocupación del hablante lo hace expresar “He llegado al punto sin retorno / donde el vacío no es una metáfora”.

Paralelamente, existe una preocupación por la misantropía, al decir de la RAE (2001: 1514) “Persona que, por su humor tétrico, manifiestan aversión al trato humano”. En “Boreal” se poetiza así “¿Dónde están las madres / que llaman a sus hijos desde la tierra firme? / ( ) entre el desarraigo / el disturbio de abrazos homínidas / y una madre que llama a su hijo desde el mar”. 

El poemario de Josué Torres Morales accede la mirada sobre la estresante cotidianeidad dentro del orbe globalizado, muchas veces, por el consumismo desmedido de los seres humanos, como que “El cansancio en las bolsas del pantalón / se acuesta con marginales conversaciones / de medianoche / y una libreta llena de deudas”.

En un libro integral como el de Torres Morales, no podía faltar la honda mirada crítica en torno de la realidad histórica de nuestro continente “América / hace cientos de años fue erradicada / por los homicidas que hoy mismo nos gobiernan”.  El tono es frontal, con una realidad histórica de siglos como evidencia.

Asimismo, poetiza sobre el soundtrack y la sociedad líquida –conceptualizada por Zygmunt Bauman-. En ciertas regiones de Guanacaste, el agua contiene arsénico. Un problema de salud que aún no se ha tratado con la rigurosidad  que amerita una problemática social, toda vez que atenta contra la fuerza laboral de quienes realizan  actividades productivas de gran esfuerzo físico, bajo el abrasante sol de la pampa.

En síntesis, “Boreal”, de Josué Torres, incorpora cernida crítica contra ejes temáticos: autoengaño, consumismo, politiquería, medioambiente, mundo tecnológico, memoria histórica de América, despersonalización frente a la era digital, deshumanización capitalista, desafíos ideológicos, vacíos societarios, patriotismo adocenado y la pobreza de las mayorías. Es un poemario holístico para repensar, reconversar, reflexionar y leer con música de fondo.

Lic. Miguel Fajardo Korea
miguelfajardokorea@hotmail.com
Universidad Nacional de Costa Rica

Editado por el editor de Letras Uruguay

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