Inmersa en el creacionismo y también ubicada dentro del surrealismo, la obra de Patricia Díaz Bialet indaga los rincones más ocultos del alma.
Bien lo afirma Atilio J Castelpoggi en la contratapa de estos Sonidos secretos de la lluvia, donde vibran las fibras más profundas del ser y el lector penetra en mundos de exótica belleza, de creativa sensualidad.
Patricia Díaz Bialet posee el raro don de internalizar existencias, paisajes, facciones y estados anímicos con toques de notable percepción. La poeta descubre, con Gérard de Nerval, que el hombre es el microcosmo en el macrocosmo, y que el inconsciente donde se mueven los sueños es la raíz del ser. El inconsciente, en memoraciones profundas, regresan en sus poemas los alientos de Haendel, Schubert, Beethoven con nostalgias palpitantes que, en el caso de Chopin, se enlazan en las redes del amor.
Los versos breves son como epítomes de vaticinios que se manifiestan en sentencias de gran originalidad expresiva.
