Golpes de suerte |
Converso de noche con mis muertos. Mejor dicho, enumero recuerdos como excusa. Luego imploro milagros repentinos y golpes de suerte. Y mantengo a mis muertos bien inmersos en mi vértebra Petrificados Incapaces de tiempo Cosidos en el punto eterno con puntadas invisibles Ellos prometen golpearme con la suerte bien golpeada Quién se cree –piensan– esta mujer pájaro y cada pluma es una pena No le daremos la dicha del trabajo elegido Ni los pocos dones que hemos dilapidado No le daremos garra de navío Ubres extendidas Yema de éxtasis incesante Prometen mis muertos con sus dientes relucientes y sus pieles aceitadas Y luego bien golpean con el puñal de la suerte Quién se cree esta muñeca engarzada en su propio fracaso Bien habremos de golpearla con el bastón de la suerte Mujer murciélago de lavado deseo de cometa Habremos de empalarla a contrapelo Sórdida mujer henchida de envidia permanente |
Patricia Díaz Bialet, de En órbita de fuego
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