El ejercicio de la otra muerte |
Voy yendo hacia otro lugar. Nada termina si uno logra dar vuelta la cara y derribar los candados. Nada termina. Todo vuelve a surgir como en un cuento de hadas. Voy a hipnotizar la fiebre que causa los cerrojos y de un zarpazo abriré la ventana. Aunque el suspiro de Dios quiera atraparme yo me escaparé hacia otro lugar. Túneles todavía no profanados, desiertos con almas impuras que desean ser salvadas otra vez. De un zarpazo abriré la ventana. No existen los límites. Existen solamente hombres cortos de imaginación. |
Patricia Díaz Bialet, de La penumbra de la luna llena
Ir a índice de América |
Ir a índice de Díaz Bialet, Patricia |
Ir a página inicio |
Ir a mapa del sitio |