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1
BLANCHE, BIBELOT SONÁMBULO,
nunca ha dormido verdaderamente.
Unas vestiduras de algas traslúcidas
cuelgan a lo largo de sus palabras,
las arrastra desde la infancia.
Blanche se borró el ombligo y emergió
-como de una crisálida-
para comerse la piedra del mundo.
2
BLANCHE: TIRALE ESA PIEDRA
a la cara del mundo,
esa piedra sí podés tirársela,
otras no,
otras te las van a dar en el ojo,
pero con ésa apuntale al Polifemo
que nunca te perdonará el sonambulismo.
Y rápido.
Esta es una lucha de video-games;
alguien tiene que salir derrotado.
3
BLANCHE: EL QUE OLVIDA ES OLVIDADO,
olvidable. Entonces,
colgale un cencerro a tu memoria:
Blanche recuerda a Blanche,
Habrá una mancha de limpieza
en la piel de los que recuerden.
Traelo despacio hasta tus rodillas,
tus riberas,
vencelo de acuerdo a la fidelidad
de su memoria: él también la posee;
hacé de cuenta que él también la posee.
Y si le parece que hay ceniza en tu boca,
mostrale lo que realmente es:
la sombra de una estrella que invocabas
cada vez que creías haber muerto.
4
EL ALCOHOL, MUÑECA,
es una cola de gato que se enrosca
entre las piernas de las neuronas,
las incita a movilizarse;
el calor
(esa otra cola con gato y todo),
de día, duerme sobre los párpados
desvelados la noche entera
por el alcohol;
el alcohol: una chanson, un tango,
un negro spiritual,
una agresora fatiga de estar triste
como si fuera el último día del mundo
y ya nadie quedara para perdonarte el crimen. |