Investigación de la práctica pedagógica desde diversas perspectivas metodológicas. |
Introducción: Aunque
es aceptado en discurso el relevante papel de la investigación en el
progreso de las instituciones educativas, las relaciones entre investigación
y aprendizaje, entre la propia práctica pedagógica y la investigación
son difusas y no siempre se les ha dado el papel que realmente les
corresponde en la formación, olvidándose que frecuentemente se puede
enseñar porque existe conocimiento acumulado a partir de las
investigaciones. En
la sociedad global del conocimiento, el conocimiento y la información
cambian con una celeridad inusitada, por ello es urgente un
redimensionamiento de la
investigación, pero sobre todo la manera de concebirla en los ambientes
educativos, porque ella debe integrar el accionar mismo de todo profesor,
así como marcar su impronta en los procesos de aprendizaje permanente de
los alumnos. Solo combinando la reflexión y la acción en un proceso
continuo de investigación de la práctica pedagógica, se potenciarán
estudiantes con los conocimientos, habilidades y valores necesarios para
convertirse en actores críticos y comprometidos. En tal contexto se
plantean numerosas preguntas para el logro de mejores interacciones
docentes. Coincido con Imbernon cuando afirma que es necesaria una:
“reconceptualización de la investigación sobre y en la educación, en
la que la separación teoría práctica intenta ser superadora de un hiato
histórico, superándolo, viendo al profesorado con capacidad de
construcción de un pensamiento pedagógico propio, con capacidad de
generar conocimiento pedagógico en la práctica y, por tanto, de ser
protagonista activo de la investigación”[1] La
investigación educativa indaga
desde una perspectiva interna, es decir, parte de la propia práctica
docente, considerando tanto
al profesorado como al alumnado como participantes activos y se orienta a
los escenarios naturales del proceso docente. Es necesario fortalecer la
presencia de profesores que
investiguen sus propias prácticas desde una acuciosa observación y
reflexión crítica sobre su actuación, preocupándose
por la innovación educativa y por su propia autoformación como
profesionales. Un
profesor investigador acepta que la investigación forma parte de la
profesionalización constante que debe asumir para desarrollar un trabajo
de calidad. Cuando un profesor observa continuadamente su práctica,
reflexiona sobre ella, interactúa con sus colegas en torno a los mejores
modos de ejercer la docencia, y lo que es más importante, introduce las
mejoras necesarias en sus estilos de trabajo docente,
es un maestro
investigador de su propia práctica. Stenhouse
señala que “depende de los profesores
adoptar una actitud investigadora con respecto a su propio modo de
enseñar. Denominó <actitud investigadora> a una disposición para
examinar con sentido crítico y sistemáticamente la propia actividad práctica”.
[2] El
profesor interactúa en complejos ambientes donde precisa aceptarse de
partida, la necesaria diversidad de los sujetos que aprenden, ello implica
que como base de su actuación, se encuentre la continua indagación para
sustentar la necesidad de perfeccionamiento de su trabajo. Dos pilares
esenciales sostienen este proceso: uno la ciencia pedagógica contemporánea
con todo lo que de acechanzas y retos implica, y otro la investigación científica desde modelos alternativos. Ese
maestro o profesor que investiga será un modelo de actuación
para sus
alumnos, le encomendará tareas docentes variadas y
fundamentalmente, no estructuradas, para que pueda florecer la libertad en
la búsqueda, en las
acciones y resultados, de modo tal que al presentarse diversas
realizaciones, todos crezcan desde una visión que asuma la dialéctica
relación entre lo individual y lo social, intrínseca a toda educación
bien entendida. Cuando se trabaja desde esta perspectiva se acerca la lógica
didáctica y la científica en ambientes interactivos, idea sobre la que
he erigido mi accionar como profesora en los últimos años.[3] Reflexionar
sostenidamente sobre la investigación de la práctica pedagógica como
requisito indispensable de profesionalización, así como en torno a los
enfoques metodológicos más apropiados, es propósito central del
presente trabajo. En
tal contexto se incursiona en una breve caracterización de diferentes
métodos de investigación, para así efectuar
una toma de posición en torno al tipo de investigación que mejor permite
captar los ambientes educativos. El solo hecho de escoger la observación
sistémica que combine diferentes perspectivas: abiertas y cerradas, el
estudio de casos, la etnografía y la investigación acción, permite
asumir como tesis subyacente,
la de que es una posición más
limitada estudiar la realidad educativa desde los métodos clásicos
del experimento, la medición y la prueba. Aunque, naturalmente no los
excluimos, conscientes de que hoy existen muchas posiciones que destacan
la necesidad de una pluralidad metodológica para
una caracterización más completa de los ambientes educativos. He
matizando las explicaciones con
algunos ejemplos extraídos de diversos trabajos en los cuales he
participado como investigadora y directora de tesis
doctorales y de maestría, los cuales incursionan en una problemática
diversificada de la docencia en los
diversos ámbitos en los que suelo desarrollar mi trabajo. Desarrollo: 1.
Perspectivas
preliminares sobre la investigación
pedagógica. En
las ciencias humanas y
sociales, donde tiene cabida la Educación y la Pedagogía, la comprensión
de fenómenos, la reflexión y la acción, son elementos indispensables
para los procesos de formación. La comprensión de la realidad donde actúa
el maestro consiste en un permanente análisis e interpretación para ir
generando nuevas experiencias, aprendizajes, interpretaciones, teorías y
nuevas visiones y explicaciones. En
la tradición científica han contendido el paradigma empírico analítico,
de filiación positivista, el hermenéutico, de filiación interpretativa
y el crítico de filiación dialéctica. Desde los tres paradigmas se ha
efectuado investigación educativa, aunque debemos reconocer que la concepción positivista porta una visión
reduccionista de la realidad educativa, opuesta al carácter de esa
realidad necesariamente holística, sistémica e integral. Son
modelos de investigación
social, aplicables a lo educativo la etnografía,
estudios de casos, análisis de muestra, la experimentación, investigación
observacional estandarizada, la simulación, los análisis históricos y las
fuentes documentales.[4] La
investigación educacional, como también se le denomina, se ha
desarrollado a partir de la aplicación del método científico al estudio
de problemas pedagógicos. Por esta se entiende un medio de adquirir
información útil y confiable sobre el proceso educativo, como una
actividad dirigida a la creación de un cuerpo organizado de conocimientos
científico sobre la práctica educativa. “Creo
que el desarrollo fecundo de la labor realizado en el campo del currículo.
y de la enseñanza depende del perfeccionamiento de formas de investigación
cooperativa entre profesores y la utilización de investigadores
profesionales que apoyen el trabajo de los profesores. Esto probablemente
significa que los informes e hipótesis de la investigación deben
dirigirse a los docentes, es decir: deben estimular respuestas objeto de
investigación en el aula y no en el laboratorio. Podría utilizarse así
mismo personal entrenado en la investigación para asumir papeles de
consultores en grupos de profesores y papeles de apoyo en escuelas y aulas
escolares.”[5]Hacer
investigación, supone una realización, una acción por parte de los
actores, profesores que observan comprometidos sus prácticas para
mejorarlas. De lo contrario, se realizaría una labor sin la base
orientadora correspondiente y sin comprender el sentido y el significado
de lo que se hace. Por eso se necesitan profesores conscientes de lo que
hacen y capaces de contribuir al desarrollo del conocimiento para
enfrentar los retos actuales de
la sociedad del conocimiento. Es
urgente la necesidad de abordar la investigación educativa como alternativa e instrumento de formación de los
profesores. La investigación educativa, pedagógica se apropia de la
explicación, análisis e interpretación de la relación pedagógica,
entendida como el espacio que media la formación de sujetos en cuanto al
desarrollo de todas sus potencialidades, sobre todo culturales, en un
sentido integral. El
giro epistemológico de los paradigmas, orientados a la explicación, la
predicción, la interpretación, la comprensión y la transformación
tiene consecuencias directas sobre el diseño y uso de métodos y técnicas
de investigación donde se centra buena parte del debate epistemológico y
metodológico actual. La
crisis de la escuela, lo mismo que sus avances y progresos, se explica por
la crisis o por el avance de los paradigmas vigentes. Estos son puntos de
partida o interrogantes que la investigación educativa tiene
que resolver. En este punto entra en escena el profesor que al investigar
su práctica pedagógica, está legitimando una postura de compromiso con la
realidad en la que interactúa. En
el deseo de trascender el carácter tradicionalista de la generación de conocimientos en educación, se encuentran alternativas que
caracterizan al profesor como investigador de su propia práctica,
como intelectual inserto en la cultura, la enseñanza dialogante,
el aprendizaje colaborativo, como proceso de construcción, la enseñanza
como proceso interactivo y el
profesor como innovador y práctico reflexivo. La reflexión del profesor
acerca de su propia práctica pedagógica, implica
la inmersión consciente en el mundo de su experiencia, experiencia
cargada de connotaciones, valores, simbologías, prejuicios,
manifestaciones efectivas, intereses sociales y pautas culturales. Así,
precisa desterrarse definitivamente la idea de que la investigación es solo
para unos pocos elegidos o para el posgrado cuando de titularse en maestrías
y doctorados se trate. Para Stenhouse por ejemplo, el currículo es una actividad eminentemente investigativa, el
proceso de enseñanza
aprendizaje es una actividad eminentemente investigativa. Si revisamos la
propia definición de currículo de este autor, como una hipótesis que ha
de ser probada en la práctica, nos percataremos de cuanta importancia le
otorgaba a una postura investigativa
de los profesores y maestros.[6] Continuadamente
debemos interrogar nuestra práctica: ¿cuáles son los mecanismos
intelectuales mediante los cuales los alumnos aprenden, ¿desde qué métodos
es más idónea la docencia?, cómo crear mejores atmósferas comunicativas y
empáticas para el trabajo pedagógico?, ¿cuál es el marco de referencia
y nivel de partida de los alumnos con que trabajamos? ¿cómo valoran los
alumnos nuestra actuación docente? ¿mediante que acciones puede
mejorarse el trabajo docente? En fin que todo profesor debe investigar su
propia práctica, ya que los profesionales no son solo distribuidores de conocimientos, por
el contrario adoptar una postura investigativa,
provocará reflexión
en la acción y sujetos altamente independientes para enfrentar los
cambios de la sociedad en que viven. La
tarea docente como mera trasmisión de información, ha de ser sustituida por prácticas
investigativas de alumnos y profesores, pues solo así se puede enfrentar
las acechanzas de una
sociedad donde los conocimientos crecen y cambian con celeridad inusitada.
Para que los alumnos incorporen a su acervo el trabajo investigativo, es
preciso que también los profesores lo interioricen y apliquen como prácticas
cotidianas, ya que defiendo la idea de que ningún profesor puede
potenciar el desarrollo de contenidos procedimentales o actitudinales que
él mismo no posee. El
carácter investigativo de la práctica del maestro, adquiere significado
cuando esta práctica proporciona elementos para descubrir las causas de
los problemas con los cuales trabaja en el aula, en la escuela, en la
comunidad y avanza en aproximaciones sucesivas hacia una acción
de carácter transformador. Se trata no sólo de que el maestro
conozca esa realidad, sino de enfrentar la dinámica de su transformación y de abrirse a una experiencia distinta y
renovada. El conocimiento de la realidad se busca para fundamentar la acción.
Las situaciones problemáticas que
surgen del trabajo cotidiano constituyen una fuente rica en oportunidades
para generar investigación en
torno al carácter de las prácticas pedagógicas. Estas ideas se
materializan con relieve en la investigación
etnográfica, con estudio de casos y la investigación en la acción como tendré oportunidad de exponer seguidamente. El método
científico y los métodos de investigación y el método didáctico y los
métodos didácticos, están grandemente relacionados, pues asumo que la
buena docencia, debe producir un acercamiento entre la lógica didáctica
y la científica, en ambientes interactivos
y que el eje de articulación entre lo académico lo laboral y lo
investigativo es la
investigación.[7]
Por ello es que no puede hablarse
de un maestro investigador de sus prácticas que no incorpore a sus
referentes de partida, a aquello con lo que cuenta para ejercer su
docencia, una caracterización
de los métodos didácticos y
los de investigación que pueden utilizar para actuar eficientemente sobre
el proceso que estudia. No es que necesite reproducir definiciones y
caracterizaciones de métodos, lo que requiere es conocerlos para
solucionar problemas profesionales en la actuación. Una
dimensión importante de investigación es la metodología a utilizar,
que consiste en la manera de llevar a cabo la investigación, o modo de
enfocar los problemas y buscar respuestas. El conocimiento de la metodología
es de gran utilidad para el investigador, ya que le permite seleccionar la
perspectiva adecuada al problema planteado. Esta dependerá de la
finalidad y objetivos que el investigador se proponga. Cada
clase de problemas requiere un conjunto de métodos y técnicas
especiales.[8]
Distinguir estas conceptos resulta útil para la investigación y también
para la docencia, porque aunque los contenidos declarativos y conceptuales
no son los más importantes, resulta imprescindible comprender la
necesidad de establecer que
son conceptos de diferente grado de generalidad y que van derivándose
hacia los niveles de concreción que permiten recopilar los datos desde
las técnicas y los instrumentos diseñados para ello. Aunque en ocasiones
el límite entre ellos sea impreciso y
relativo, afirmo que
se puede tener un método de
observación como estrategia
general y este a su vez se
desgaja en diversas técnicas e
instrumentos, que permitan la colección de los datos. En
una investigación en que se declare el método de observación, este
puede concretarse en observación directa y externa, de carácter global,
estructurado, auto observación, con protocolo o sin este, con medios
audiovisuales o no, o con simples diarios de campo o anotaciones
sistematizadas de lo que ocurre, a partir de la comprensión de lo que
se observa con propósitos, no solo de caracterizar los ambientes
educativos, sino de transformarlos con mejores modos de ejercer la
docencia. En
didáctica ocurre de modo semejante, asumiendo la relatividad de todo empeño
clasificatorio, afirmo que puede
desarrollarse un método heurístico, de búsqueda parcial, concretado en
´técnicas diferentes de dramatizaciones, juegos de roles, y en
procedimientos de diálogo, observación, entre otros. Así apreciamos el
continuo ir y venir de estos conceptos, lo que para unos es método, para
otros son ´técnicas, todo depende de la posición en que se trabaje, lo
importante no es la coincidencia, sino el grado de argumentación que se
utilice para sustentar la posición elegida y lograr concretar el
interjuego dialéctico entre métodos y técnicas de colección de datos,
y lo más importante: las adecuadas interpretaciones y valoraciones en
torno a los datos recopilados. La
selección de los métodos que han de utilizarse en una investigación se
relaciona estrechamente con la delimitación del objeto que se estudia, el
problema, la determinación
del objetivo y las tareas y la formulación de la hipótesis o de las
preguntas científicas, en caso de que el tipo de estudio no posibilite el
planteo de una hipótesis.
También está en dependencia del tipo de investigación de que se trata
y, muy especialmente, de la posición epistemológica y del
paradigma de partida que sustenta el trabajo investigativo. Es
evidente que, solo cuando exista una interrelación adecuada entre los métodos
seleccionados y la concepción general de la investigación, estos
contribuirán a la obtención de la información necesaria que,
posteriormente ordenada, procesada y analizada, para llegar a conclusiones
y recomendaciones que satisfagan, con el rigor científico requerido, las
problemáticas objeto de investigación. Trascendiendo
la polémica paradigmática cuantitativo cualitativo, que no es objeto del
presente trabajo, es preciso apuntar que al abordar el estudio de los métodos,
uno de los principios básicos que rigen la investigación científica
es la utilización combinada de varios métodos, pues para cualquier
modelo de ciencia, existe un
cierto acuerdo de que al usar
diverso métodos y o técnicas para la recogida de los datos, se tendrá más
seguridad de que se compensen entre si las naturales desventajas que
siempre poseen unos u otros.[9] Aunque
se diferencian los métodos en empíricos y teóricos, yo defiendo la
idea de que los métodos son a la vez empíricos y teóricos, pues sus
operaciones se producen en una unidad indestructible, a la par que
captamos un fenómeno, inmediatamente el hombre está operando contra sus
referentes cognitivos, incluso en dependencia de estos referentes se harán
aprehensiones diferentes del mismo objeto investigado. Hoy lo
interpretativo y el papel de la subjetividad en los procesos de construcción
de conocimiento están aceptados como
condición inherente a toda actividad investigadora, porque no
puede excluirse al hombre y a su peculiar aprehensión en la acción
investigativa, más aun si se
sostiene una posición de
maestro investigador de su práctica para mejorarla continuadamente. Hoy
se conoce que será más efectivo el abordaje de la realidad
educativa, no reduciendo el trabajo únicamente a enfoques
meramente cuantitativos o cualitativos. Lo importantes es combinar
adecuadamente los métodos para obtener una mayor riqueza en la realidad
que se intenta aprehender. La división de a
los métodos en empíricos y teóricos también
es reduccionista, baste pensar bajo este criterio en cuál de ambos
niveles, colocaríamos el método etnográfico, el estudio de casos o las
historias de vida. Es necesario, sin embargo considerar
la relatividad de todos estos criterios y que en la buena investigación
se combinan los diferentes métodos. No
habrá actividad científica escindiendo maniqueamente lo
empírico de lo teórico, lo
cuantitativo de lo cualitativo, la
inducción de la deducción, la forma del contenido, entre
otras selectividades reversibles. Precisa concebirse que la
investigación se produce en un continuo que incluye ambos niveles del
conocimiento científico y todas las diferentes formas de aprehenderlo. En
la investigación tradicional pedagógica se le ha otorgado mucha
importancia al experimento porque permite aislar y manipular las variables
para apreciar comportamientos, cambios de conducta y la eficacia de uno u
otro método de enseñanza, pero hoy sabemos que hay otras maneras de
enfrentar el hecho educativo desde posiciones de estudio de casos,
investigación en la acción, observación participante, historias de
vida, que propician
captaciones más integrales. No
es que niegue al experimento su valor, incluso en los inicios de
la investigación educativa, cuando se trasladó acríticamente el modelo
de las ciencias naturales, se produjeron
investigaciones serias desde este método, pero de ahí a
entronizarlo como el método más veraz, confiable o que mejor permite
modificaciones en el objeto estudiado, existe mucha
distancia. Hoy afortunadamente, al menos a nivel discursivo se
han superado tan reduccionistas posiciones. Contemporáneamente
se reconoce que
debe trabajarse desde modelos de maestro investigador de sus prácticas,
los únicos que darán protagonismo al profesor en la tarea educativa y
permitirán rescatar su papel para no considerarlos meros ejecutores de un
currículo que no fue planeado por ellos. Seguidamente ofrezco una pequeña
caracterización de algunos métodos
que permiten una
buena captación de los ambientes educativos, como la observación, la
investigación acción, la etnografía y el estudio de casos, así como
algunas ejemplificaciones de la aplicación concreta de estos métodos en
estudios específicos. 2.
Enfoques y métodos de investigación pedagógica. La
observación es el método
primario histórica y lógicamente hablando, y debe ser un instrumento de
trabajo cotidiano de los profesores para registrar su
práctica e incorporar las modificaciones oportunas. En disquisiciones
clasificatorias y de acuerdo a diferentes autores, en ocasiones se estudia
la observación de modo independiente y en otras se analiza en el marco de
los llamados métodos descriptivos.[10] Se alude a métodos
descriptivos u observacionales identificándolos a ambos y pienso que la
observación bien concebida y aplicada trasciende la mera descripción de
la realidad cuando los datos
cobran sentido a la luz de las directrices cosmovisivas de maestros
investigadores. La
observación es un método esencial en la investigación pedagógica. Permite conocer la
realidad mediante la apreciación directa de los objetos y fenómenos, pero es un lamentable
reduccionismo identificarla solo con el nivel empírico de los
conocimientos porque no hay proceso observador que no esté sujeto a múltiples mediaciones aportadas por el contexto y el
marco referencial del observador. Todo
profesional de la educación necesita,
poseer la habilidad de observar integralmente el proceso educativo
en el que se encuentra inmerso. Para que la observación transite de ser
observación cotidiana a científica,
necesita del requisito de la sistematicidad para
extraer adecuadas conclusiones, al apreciar repetidamente la
aparición de conductas, caracteres y fenómenos, ya que existe la idea
soterrada en ocasiones o declarada en otras de que la investigación
de corte inductivo denominada comúnmente
investigación cualitativa, no reúne todos los atributos de
cientificidad. Sin embargo la sistematicidad es una característica
inherente a la actividad científica, sea cual fuere el modelo de ciencia
o paradigma que asuma. La
naturaleza de los fenómenos y procesos pedagógicos que constituyen el
objeto de la observación científica, hace que este método presente un
alto grado
de complejidad y exija una cuidadosa preparación: la definición
de los objetivos, la delimitación de los aspectos
a observar, su definición operativa y la precisión de las mejores
formas de recoger la información, en el caso de la observación
estructurada, o una gran habilidad para captar globalmente el objeto de
observación, en el caso de que se actúe sin un formato predeterminado, porque otorgamos relieve a
todo cuanto ocurre en el hecho vivo y dinámico de la clase, o el trabajo de una institución educativa en su conjunto. La
observación puede utilizarse en distintas etapas de
la investigación. En su etapa inicial, constituye una vía para la
exploración del fenómeno a estudiar; decisiva en el descubrimiento de la situación
problemática que origina la investigación. En el transcurso, ofrece una
información valiosa del fenómeno en desarrollo, en diferentes
situaciones, mientras que la observación realizada al final de la
investigación registra los cambios que se producen y su dirección. La
realización de observaciones requiere
de una preparación previa que garantice su eficacia. Para ello se
procederá a la elaboración de un plan en el cual el investigador precisa
los aspectos esenciales motivo de estudio: ·
Objeto de observación. ·
Objetivos de la observación. ·
Tiempo total y frecuencia de las
observaciones. ·
Cantidad de observadores. ·
Tipo o tipos de observación que se
utilizarán. Si
es una observación estructurada se precisará también: ·
Dimensiones e indicadores que se
observarán y formas de registro de los datos. observar en el objeto de
investigación. La
secuencia de la observación es generalizada por Colás Bravo del modo
siguiente: formulación del problema y de la hipótesis, identificación
de la muestra, toma de decisiones sobre el tipo de observación y el papel
del observador, selección de la técnica de observación, selección y
formación de los observadores para conseguir un nivela aceptable de
fiabilidad en los datos, estudio piloto, diseño del plan de recogida de
los datos, análisis e interpretación de los datos observados en relación
con las hipótesis. [11] Para
Anguera (1995) existen muchos tipos de observación sin que se consideren
excluyentes y según el proceso seguido por el observador esta puede
clasificarse en observación no sistemática u ocasional, observación
sistematizada o controlada y observación muy sistematizada. Teniendo
en cuenta el control de la situación, puede ser natural o espontánea y
de laboratorio y de acuerdo al papel del observador, puede ser observación
participante y no participante. [12] El
observador debe conocer el fenómeno que
observa; porque la propia observación depende del marco de
referencia, del imaginario cultural de quien observa.
Si, por ejemplo, el objeto de observación es la viabilidad de una
propuesta curricular, resulta imprescindible
que el observador conozca aspectos generales del currículo, de su
concreción, de las diferencias existentes entre las aspiraciones y la
realidad que marcan la dialéctica del currículo ideal y del formal. [13] Si
está validando un método de observación estructurada, con protocolo o
guía, sobre un objeto particular, hay que conocer con profundidad ese
objeto de estudio. Afirmo esto a partir de una reciente experiencia de un
trabajo científico que dirijo donde el propósito central y la propuesta
de solución, se relacionan con un método de observación sistémica que
combina auto observación, observación estructurada de carácter directo
y externo y observación global como medio para caracterizar estilos de
enseñanza, sin embargo sin un conocimiento profundo acerca del tema de
los estilos, hubiese sido imposible el ajuste de los instrumentos metodológicos
para cumplir la regla general relacionada con que todo método e
instrumento es eficaz, si realmente evalúa lo que dice evaluar, ello es
imposible lograrlo, sin un profundo conocimiento del objeto. La
validez y la confiabilidad de la observación suponen la utilización de
varios observadores en distintos períodos. En este sentido, pueden
adoptarse variantes: observaciones realizadas por el propio observador a
intervalos frecuentes, y observaciones realizadas independientemente por
varios investigadores que, posteriormente, confrontan la información
obtenida.[14] Aunque
se reconoce en teoría que la presencia del observador puede restar
espontaneidad en los sujetos observados, por lo que tratará de pasar lo más
inadvertido posible y que existen algunos medios técnicos, como cámaras
ocultas o espejos, que permiten, sin la presencia física del investigador,
obtener la información necesaria con un grado mayor de validez y
confiabilidad, desde el modelo de maestro investigador de su propia práctica,
la forma de registro de los datos, la captación de los ambientes ha de
adoptar diversos caracteres porque no siempre es posible poseer toda la
infraestructura tecnológica requerida
para controlar la llamada variable efecto de escenario, cuando entran
diversos observadores. Sin
embargo, en la práctica del currículo real, no siempre puede hacerse una
filmación, entonces el diario de campo, las anotaciones
personales del maestro, y
las de los participantes, pueden funcionar como formas de captar los datos
para que perviva la memoria de lo que se hace. Desde hace tiempo
incursiono como docente en estas prácticas y he ido recopilando la
memoria de la docencia que desarrollo, por lo cual, con conocimiento de
causa y por experiencia propia, puedo afirmar que con los más modestos
recursos, pero con voluntad de hacer, puede sistematizarse una actitud
investigadora de la práctica pedagógica. En
general lo adecuado es combinar diferentes formas de observación, como
ya he ejemplificado. En un estudio realizado en Saltillo, Coahuila para
proponer una estrategia de superación para los profesores del nivel
primario, en la fase del diagnóstico, previa a toda estrategia, se realizó
observación directa y externa mediante filmación, con carácter global a
todo el trabajo de informantes claves seleccionados y con carácter
estructurado a partir de una guía de observación articulada a partir del
instrumento Demevi, ajustado a situación de observación.[15] Igualmente
se aplicaron técnicas proyectivas con frases inductoras las cuales
funcionaron como auto observación para determinar el nivel de
expectativas de los profesores en torno a su ejercicio profesional, así
se tenía una visión más
completa del contexto educativo en el que se pretendía diseñar la
estrategia para ulteriores fases de capacitación. [16] En
la investigación real de los ambientes educativos ocurre que no siempre
se puede efectuar diagnóstico de
la actuación a partir de la observación del trabajo pedagógico de los
profesores en condiciones reales, ello lo experimenté al dirigir la investigación
ya aludida que indagaba la brecha existente entre el currículo ideal y
el real para concretar una reforma curricular en la Universidad Autónoma
de Chihuahua. Partiendo del supuesto teórico relacionado con que es mejor
la formación mientras más corta sea la brecha que separa ambas tipos de
currículo, teníamos el aserto preliminar de que dependía de los estilos
de trabajo docente de los profesores que no
aplicaban los lineamientos esenciales de la reforma, pero la
libertad de cátedra, impedía acceder al trabajo docente de los maestros,
por lo que se precisó de la aplicación
de otras formas de
observación: indirecta y auto observación para develar el carácter de
estas prácticas y triangular desde distintas fuentes de obtención de
datos así como también
indagar con los propios
alumnos en torno a cómo apreciaban el trabajo de sus profesores.[17] Con
esta investigación y en todas las que participo como autora, o directora
de tesis en el ámbito educacional, se
plasma sostenidamente el carácter
emergente del diseño investigativo y de cómo han de irse flexibilizando
las ideas originales y las previsiones metodológicas de partida, en
dependencia de las dinámicas concretas generadas en el interior mismo de
las diferentes instituciones. Investigación
en la acción: Kemmis,
S. y Mc Taggart,
definen la investigación-acción como “una forma de indagación
introspectiva colectiva emprendida por participantes en situaciones
sociales con objeto de mejorar la racionalidad de la justicia de sus prácticas
sociales o educativas, así como su comprensión de esas prácticas y de
las situaciones en que éstas tienen lugar.” [18] Recientemente
la investigación acción se ha aplicado a problemas relacionados con el
desarrollo del currículo, desarrollo del personal profesional y la
formación permanente, en particular en el campo de la autoevaluación. Elliot,
reconoce como esenciales en la investigación acción los siguientes
aspectos: ·
Examina
problemas difíciles para profesionales en ejercicio, problemas que se
consideran resolubles y que requieren una solución práctica. ·
Deja
en suspenso una definición acabada de la situación hasta que se emprende
la investigación exploratoria. ·
La
meta es profundizar en el problema de investigación. ·
Utiliza
la metodología del estudio de caso en un intento por contar una historia
sobre lo que está sucediendo. ·
El
estudio de casos se comunica desde el punto de vista de los actores. ·
Se
utiliza el lenguaje del discurso cotidiano de los participantes. ·
Solo
se puede validar en un diálogo sin restricciones de los
participantes. ·
Debe
haber un flujo de acción entre los actores en el proyecto y los grupos de
apoyo. El
elemento común en esta caracterización es que
toda investigación acción es una
forma de indagación reflexiva regida por rigurosos principios o cánones
de procedimientos.[19] La
acción como respuesta a un problema detectado en el seno del grupo es la
protagonista de esta metodología, de ahí que la observación y la
reflexión adquieran especial relieve. La
investigación acción compromete al profesor y al estudiante en una búsqueda
compartida de conocimientos que se erige en experiencia educativa para
ambos, establece el conociendo como provisional y susceptible de ser
cuestionado y ello es muy importante para la comprensión de la espiral
que se le reconoce a este método porque
permite a los maestros el tratamiento
de los procesos de observación, diálogo y reflexión para la acción
que es lo verdaderamente trascendente. Para
Kemmis la investigación-acción,
como proceso, permite el
desarrollo de una nueva cultura del profesorado. Es un proceso, porque su
acción cooperativa implica
un trabajo en equipo,
mediante el cual los profesores
orientan, corrigen y evalúan sus problemas y toma decisiones para
mejorar, analizar o cuestionar la práctica social y educativa. La
investigación-acción aporta al profesorado un aspecto muy importante
para el desarrollo equilibrado del ecosistema docente: la posibilidad de
compartir con otros profesionales las dificultades y las incertidumbres
que vive diariamente en el aula y de resolverlas colectivamente.[20]
Los
cuatro elementos sobre los que se construye una investigación-acción son
la planificación, la actuación, la observación y la reflexión.
Cada uno de ellos presenta un gran reto para el profesorado.
La planificación exige al docente buscar nuevas estrategias didácticas.
Con la acentuación se compromete a introducir cambios en la práctica
docente rompiendo con lo que tradicionalmente venía haciendo.
La observación le obliga a tomar conciencia de lo que ocurre
durante la acción, recogiendo datos y analizándolos.
Y llegamos a la reflexión, que quizás sea su elemento más
significativo, ya que caracteriza todo el proceso.
Tanto el origen de una investigación-acción, como su rumbo están
marcados y condicionados por la reflexión.
A diferencia con otros métodos de investigación en los que el
camino ya está determinado, en éste hay que ir construyendo su
trayectoria, y la reflexión es la herramienta fundamental que guía
nuestras decisiones y actuaciones, formando docentes más críticos y
reflexivos. Blández,
expresa que desea animar al profesorado a utilizar la investigación-acción
como una forma de cultura y desarrollo profesional. Éste, representa otro
enfoque de la formación permanente, que se vincula a b con la realidad
escolar, en la que se participa activamente y en la que se aprende, no de
otras personas, sino de nosotras y
nosotros mismos. Para
esta autora, crear un grupo
de trabajo interesado en poner en marcha un proyecto de investigación-acción,
implica realizar un análisis crítico sobre la práctica docente,
establecer planes de actuación, con la intención de mejorar la práctica
docente, poner en marcha los planes de acción, recogiendo datos y reflexionar
sobre los resultados obtenidos. Entre las característica
de los docentes destacaríamos entre otras, su espíritu
emprendedor, su actitud abierta al cambio y su capacidad crítico-reflexiva.
[21] De
esta manera se presentan, en dicho proceso tres estadios formativos: De
información donde aparecen los elementos conceptualizadores, de formación.
Con la aplicación del conocimiento a una praxis determinada y de
investigación o de la innovación, mediante la confrontación individual y
colectiva en el contexto específico,
se buscan soluciones a situaciones problemáticas de la práctica
educativa.
Los
profesores al formular preguntas válidas
sobre su propia práctica y trazarse objetivos
que traten de responderlas realizando
una indagación, aprenden y se desarrollan
analizando, reflexionando, y construyendo proyectos de mejora en y para
sus propias prácticas y decisiones, de modo que, resulta necesaria
generalizar la idea de que lo mejor del pensamiento educativo contemporáneo
reconoce la necesidad de sistematizar la investigación de la práctica
docente e incorporar el método investigativo a la propia implementación
didáctica. El
carácter participativo de trabajo sistematizado en equipo, el impulso
democrático para aceptar ideas diferentes analizarlas y socializarlas, así
como su contribución a la
transformación de la realidad que estudia son caracteres relevantes de la
investigación acción. También
se le reconoce que genera cambio de actitudes y desarrollo de habilidades,
abordando directamente los
valores y que contribuye a mejorar las estrategias de resolución de
problemas desde una
perspectiva ecológica de sus planteamientos. Si
nos percatamos de las finalidades y funciones de la investigación acción
es suficiente para comprender por qué resulta un enfoque metodológico de
utilidad para la profesionalización de los maestros, ya que permite una
reflexión y acción dialécticamente interrelacionadas en la
actuación docente, La
investigación acción es una metodología empleada por los profesores
para la formación permanente, pues permite indagar de forma reflexiva y
colaborativa sobre las diversas situaciones educativas vivenciadas en la
práctica cuestionando y reformulando la actuación docente, obteniendo
una mayor coherencia entre la teoría y la práctica de las clases,
evaluando al currículo escolar, atendiendo aspectos considerados
habitualmente como problemáticos y que gracias al trabajo de investigación
colaborativo pueden llegar a resolverse. No
obstante las diversas ventajas de la investigación en la acción como
instrumento práctico para la formación del profesorado y como medio
emancipador de las masas, aplicable sobre todo en el trabajo comunitario donde ha tenido diversas
realizaciones esta metodología, deseo afirmar que cuando se trata de
implementar acciones de investigación, con fines de obtener algún crédito
en el posgrado académico, maestría o doctorado, precisa atenderse que es
una intervención e interacción larga y compleja porque demanda el
protagonismo de todos los actores y una erradicación de la tradicional
separación investigador objeto investigado. Solamente conducir al grupo,
al descubrimiento de sus necesidades sentidas y declaradas, para intentar
transformar sus realidades es
un complejo proceso que se vería amenazado ante las urgencias de diseñar
un trabajo para titulación. Por
supuesto, la anterior afirmación debe aceptarse en su necesaria
relatividad, esta dificultad temporal a la que aludo fue vivenciada
durante mi formación doctoral. En un primer momento pensé
seriamente realizar mi trabajo desde este método, pero muy pronto me
percaté que el proceso me llevaría mucho más tiempo y esfuerzo que
hacerlo desde otros métodos. Digo esto, no con fines de desilusionar a
ningún investiga novel, sino
porque la realidad del
proceso de investigación impone que en primer lugar el problema que nos
propongamos debe ser resoluble en tiempos y límites razonables. Sin
embargo hay muchos ejemplos de trabajos efectuados con tan beneficioso método
que no se limita a la mera descripción de la realidad sino a su
transformación, aunque no puedo expresarlo como una vivencia directa de
mi práctica investigativa. Etnografía: La
Etnografía a la que
generalmente se le atribuye una orientación naturalista, fenomenológica
y holística, contrasta con el enfoque positivista de la experimentación
y con la importancia que este concede al control y a la predicción, ya
que en ambientes sociales no es muy sencillo predecir los hechos
complejizados por la
perspectiva de los actores, su cosmovisión, sus imaginarios, en fin su
historia y la cultura en la que necesariamente se insertan. La
etnografía es el estudio directo de personas o grupos durante un cierto
periodo de tiempo, utilizando la observación
participante o las entrevistas
para conocer su comportamiento social, para
lo que es imprescindible el trabajo de campo como herramienta básica. Es
decir que generalmente se efectúa mediante un diseño de campo
preferentemente. La
investigación etnográfica pretende revelar los significados que
sustentan las acciones e interacciones que constituyen la realidad social
del grupo estudiado, lo cual se alcanza mediante
la participación directa e involucrada del
investigador y no de su
distanciamiento, como postula en esencia el modelo de filiación
positivista. Es por ello que
cuando de captar ambientes se trata y asumir la perspectiva de los
actores, el método etnográfico es una opción, sin que se tenga que
entrar en la tradicional dicotomía de si es cuantitativo o cualitativo,
porque de hecho la buena investigación combina ambos
procederes. Se
reconoce a la investigación etnográfica, por características como un
enfoque inicial exploratorio y de apertura
ante el problema a investigar, la participación
intensiva del investigador en el medio social a estudiar, uso de técnicas
múltiples de investigación
con énfasis en la observación participante y en la entrevista con
informadores claves, así como por el esfuerzo
de comprender los eventos con el significado que tienen para los actores
sociales En
general considero que asociar la investigación etnográfica a la idea de
las variables, sigue portando la
soterrada visión del modelo
cuantitativita, tan domínate soterradamente. No se debe olvidar que las
variables son abstracciones de la realidad y como tal no alcanzan a
cubrirla en su integralidad, tal y como se aspira en la etnografía.
Captar integralmente un ambiente no significa lo mismo que efectuar un
estudio donde se caracterice el comportamiento de determinadas variables,
tanto es así que en el informe de investigación etnográfica se precisa
de ciertas habilidades literarias y de discurso para presentar un relato
creíble y vívido de los escenarios estudiados. El
etnógrafo utiliza, como técnica primaria para recoger la información,
las anotaciones de campo tomadas en el lugar durante el trascurso del
evento Sin embargo, usa un amplio conjunto de técnicas para complementar
y corroborar sus notas de campo: grabaciones de audio y de vídeo,
fotografías, diapositivas, entrevistas estructuradas o no estructuradas,
pruebas proyectivas, etc., todo de acuerdo con las sugerencias de cada
circunstancia. En el
sentido de realizar la captación lo más fiel posible de los ambientes
educativos en que incursiona
cuando se usa este modelo de investigación se le da notable importancia,
como ya se apuntó, a la observación y a la comunicación en general que
atiende no solo el contenido explicito y
latente del discurso de los actores. Al
contrario de lo que ocurre en las investigaciones con diseños
estructurados, aquí la información que se acumula y las teorías
emergentes se usan para reorientar
la recolección de nueva información; es decir, que se vive un proceso
dialéctico. Esto no
anula la sistematicidad de la investigación contrariamente exige una
sistematización en la captación de la
realidad que emerge del proceso de investigación. Dada
la naturaleza particular de la investigación etnográfica y la
complejidad de las realidades
que estudia, no es posible repetir o replicar un estudio en sentido
estricto, como se puede hacer en muchas investigaciones experimentales.
Debido a ello, la confiabilidad de estos estudios se logra usando otros
procedimientos rigurosos y sistemáticos. Para
alcanzar un buen nivel de confiabilidad
externa, es aconsejable
recurrir a las siguientes estrategias:
a)
Precisar el nivel de participación
y la posición asumida por el investigador en el grupo estudiado; cierta
información puede ser diferente de acuerdo con el sexo de quien la dé
(las mujeres pueden ocultar ciertos datos íntimos si el investigador, por
ejemplo, es de sexo masculino); igual sucede si el investigador ha hecho
amigos dentro del grupo; éstos le darán informaciones que no les dan
otros. b)
Identificar claramente a los
informantes. Éstos pueden representar grupos definidos y dar
información parcial o prejuiciada. Los miembros que simpatizan y
colaboran más con los investigadores pueden ser, por esto mismo, miembros
atípicos. Esta situación se puede advertir al hacer una buena descripción
del tipo de personas que han servido como informantes. c)
Un tercer elemento que puede influir en los datos etnográficos es el contexto
en que se recogen. Debido a ello, conviene especificar el contexto físico,
social e interpersonal de que se derivan. Esto aumentará la
replicabilidad de los estudios etnográficos. d)
Para que sea posible una cierta réplica es imprescindible la identificación
de los supuestos y metateorías
que subyacen en la elección de la terminología y los métodos de análisis.
Los conceptos de “cultura”, “ciencia”, “método”, “análisis”,
“dato”, “codificación” y muchos otros pueden diferir
sustancialmente entre diferentes investigadores. e)
Precisar los métodos de recolección de la información y de su análisis,
de tal manera que otros investigadores puedan servirse del reporte
original como un manual de operación para repetir el estudio. La
replicabilidad se vuelve imposible sin una precisa identificación y
cuidadosa descripción de las estrategias de procedimiento.[22] He
citado estos requerimientos, considerados clásicos en la investigación
etnográfica para evitar confusiones, ya que se suele pensar que el hecho
de la captación del ambiente desde
un relato vivo con una mera historia contada solo desde la perspectiva de los actores que se estudian. No puede olvidarse el rigor y
sistematicidad de toda investigación para controlar tendencias
especulativas que no representan lo mismo que asumir la subjetividad en el
proceso de construcción del conocimiento. Por ello hablaba anteriormente
de habilidades literarias y discursivas para referirme a la necesidad de
un discurso bien construido en que desde su propio entramado, podamos
percatarnos, cuando hablan
los actores y cuando el
investigador interpreta, generaliza o se posiciona
desde su marco de referencia para aproximarse a la solución del
problema y profundizar en el objeto de estudio. En
general en los últimos años ha asumido mucha fuerza la investigación
etnográfica en una variante denominada micro etnografía para captar las
realidades particulares de
escenarios educativos más reducidos, como pueden serlo una escuela o un
grupo clase, pues hoy se orienta con gran relieve la perspectiva de
investigación de los maestros hacia sus propias prácticas, por eso es
que también el método de estudio de casos alcanza importancia en los
actuales enfoques de investigación. Aunque no son métodos nuevos, sino
de gran tradición, el enfoque positivista de hacer investigación,
eminentemente cuantitativo y predictivo a la búsqueda de leyes generales,
había relegado estos métodos, que si
bien se usan en sentido alternativo o como emergentes realmente muchas
veces tienen una historia anterior a la del positivismo. Estudio
de casos: El
estudio de casos es un método
mediante el cual se produce un análisis intensivo y profundo de uno o
pocos ejemplos de ciertos fenómenos. Por eso su posición es la de
ser un método de corte
inductivo centrado en hechos
o eventos particulares para ofrecer
el comportamiento del caso en profundidad, sin aspiraciones a la
generalización al modo de la investigación cuantitativa, desde los
criterios de representatividad de las muestras. Esta breve aproximación
preliminar, nos permite comprender por qué es un método ideal para
estudiar ambientes educativos y también para desarrollar la docencia. El
caso para Stake, puede ser un
niño, un grupo de alumnos o un determinado movimiento de profesionales
que estudian alguna situación de la infancia, es uno entre muchos. En
cualquier estudio dado, nos concentramos en ese uno. Podemos pasar un día
o un año analizando el caso, pero mientras estamos concentrados en él,
estamos realizando estudio de casos. “Puede
ser útil intentar seleccionar casos típicos o representativos de otros
casos, pero no es probable que la muestra de un solo o de unos pocos casos
sea una buena representación de otros. La investigación con estudio de
casos no es una investigación de muestras. El objetivo primordial del
estudio de un caso no es la comprensión de otros. La primera obligación
es comprender este caso. En un estudio intrínseco
el caso está preseleccionado, en uno instrumental algunos casos
servirán mejor que otros”. [23] Entre
los tipos de estudios de casos Stake cita los intrínsecos y los extrínsecos. En el estudio intrínseco
de casos: El caso viene dado, no nos interesa porque con su estudio
aprendamos sobre otros casos o sobre algún problema general, sino porque
necesitamos aprender sobre ese caso particular. Tenemos
un interés intrínseco en el caso.
[24]
En el estudio instrumental de casos en cambio: la finalidad no es el caso
en si mismo, sino ser medio para comprender otra cuestión, es un
instrumento para conseguir algo diferente a la comprensión de un caso
concreto. Entre
las características más relevantes del estudio de casos puede recocerse
su carácter específico,
complejo y en funcionamiento.
Pues aunque posibilita la generalización el interés primordial de
un estudio de casos es, como ya apunté, la particularización. Su
carácter progresivo se relaciona con el planteamiento de temas
émicos, preguntas temáticas,
asertos preliminares que pueden ir modificándose en el curso de la
investigación, de ahí el carácter emergente de su diseño. Se pone énfasis
en la interpretación, pero se necesita de la presencia de un intérprete
en el campo y de la función interpretativa constante del investigador. Debe
conocer el investigador cuando se va a apoyar en datos clasificados y
cuando en la interpretación directa, así como distinguir muy bien cuando
hablan los actores de cuando se expresa él, para aprovechar los datos
contra su marco de referencia. El
estudio de casos no ha sido la práctica más usual en la investigación
pedagógica sobre todo en la de corte académico para obtener grados científicos
y títulos, porque la tradición cuantitativa es muy fuerte y
existen numerosos prejuicios en torno a que los abordajes cualitativos o
fenomenológicos carecen de cientificidad, ideas que no tienen ningún fundamento, más aun, defiendo con
firmeza el criterio de que el experimento, y muchos otros métodos
considerados clásicos en el positivismo no bastan para cubrir la riqueza
de la realidad educativa y no es posible el nivel de predicción al
que aspira generalmente la investigación de corte hipotético deductivo
en el estudio de la realidad viva, irrepetible y cambiante del hecho
educativo. Para
McKernan,
existen diversas ventajas del estudio de casos entre las que él cita las
relacionadas con que reproduce el mundo fenomenológico de los
participantes mediante la descripción detallada de los acontecimientos.
A partir de la presentación
de un relato creíble del
entorno y la acción, mediante
la utilización de diversos
métodos para corroborar y validar los resultados. En general nos
cuenta una historia en un lenguaje que el profano y el profesional puedan
entender y esto facilita mucho la divulgación de este tipo de trabajos
por ello son recomendables en la investigación educativa no obstante a
que se le critica la escasa representatividad de los datos, los grandes
gastos de tiempo y de recursos que
implica entre otras desventajas.[25] En
el año 2004, participé en un estudio intensivo de casos, en la Escuela
Nacional de entrenadores deportivos,(ENED).El hecho que originó la
investigación se debió a que se
había producido la creación de un plan de estudio, denominado ENED
93, que en el año 2001, aun no se había logrado aplicar verdaderamente
en la práctica. Se atribuía tal situación al hecho de haber so
utilizado un modelo de base cubana que al ser extrapolado acríticamente
al contexto mexicano, resultaba inoperante. Tal era el aserto preliminar,
efectuado al iniciar la investigación.
Sin embargo la realidad era mucho más compleja y diferente de ese aserto
preliminar, era una delicada trama en la que intervenían factores políticos,
culturales, xenofobias, afán por lo extranjero, entre otros importantes
factores. Al
realizar una investigación de estudio de casos, se pudo comprobar al
profundizar con profesores y
alumnos, que esa no era la razón fundamental de la no aplicación, sino
los escasos referentes pedagógicos de los profesores para enfrentar ese o
cualquier otro plan de estudio, así como su falta de compromiso con el
trabajo. De manera que se fueron modificando las preguntas iníciales y se
logró caracterizar el fenómeno que rodeaba a todo este proceso en
profundidad, sobre todo
sistematizando procederes de triangulación como la principal vía para
captar el ambiente del modo más fiel posible. Se
combinaron en este estudio de casos, de orientación decididamente micro
etnográfica, métodos y técnicas
de composiciones, completamiento de frases, listas de verificación,
observación mediante filmación de todas las acciones de capacitación
desplegadas para poder implementar el modelo, junto a la sugestiva técnica
de relato dirigido el cual tuve el gusto de escribir como fuente de datos,
desde una visión de observación participante porque sistemáticamente
desarrollé la superación de esos profesores como catedrática invitada
en diversas ocasiones por la dirección de la Escuela. Estos
resultados fueron relevantes
para ulteriores acciones de diseño del plan de estudio ENED 2005, en el
que tuve oportunidad de participar en un grupo de diseño curricular
creado para tales fines. [26]que,
también hubiese merecido un estudio de casos. Así
se reconoce la idea de lo necesario de concebir en la investigación
educativa lo que se denomina diseño progresivo porque se acepta que el
diseño original puede ser reajustado continuamente en el curso de la
investigación y ello constituye un rasgo o definitorio de toda aproximación
a los entornos educativos. A
modo de conclusión En
general puede apreciarse la sustentación de la idea de la necesidad de
investigar continuadamente las prácticas educativas, para lo cual resulta
imprescindible que los profesores dominen los aspectos más importantes y
esenciales de la ciencia pedagógica, para no ser simples ejecutores del
currículo, así como los criterios de la investigación científica,
sobre todo desde posiciones alternativas al modelo
cuantitativo que por mucho tiempo primó en la docencia, en la
ciencia y en la formación
del profesorado, hegemonizando el pensamiento y la acción tanto en la
ciencia como en la docencia. También
he esbozado la idea, sustentada en mi práctica
pedagógica e investigativa del
necesario acercamiento entre la lógica didáctica y la científica
en ambientes interactivos con métodos y técnicas concretas de
investigación que al permitir captar los ambientes educativos en su
integralidad, posibilitara mejoras
oportunas en las prácticas pedagógicas. Tras
realizar un breve recorrido por diferentes métodos que pueden emplearse
para estudiar la realidad educativa y habiendo ejemplificado con
investigaciones concretas realizadas en torno a la práctica pedagógica,
se abre la tesis de la
necesaria pluralidad metodológica que debe existir para estudiar
el hecho educativo en general y didáctico en particular, asumiendo sin
embargo, el carácter hermenéutico de toda búsqueda
en ambientes educativos..Destaco con relieve la presencia
insustituible del método de observación que en sus diferentes variantes
se encuentra en los
diferentes enfoques de ciencia, tanto en el experimento
como método de larga tradición científica, como en el estudio de
casos y la etnografía y ello no es un hecho casual, hoy se reconoce que
los profesores en cualquier nivel deben ser acuciosos observadores y
profesionales reflexivos en torno a sus prácticas, como única manera de
mejorar su actuación
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L. (1984) La investigación como base de la enseñanza (Selección de
textos por J. Rudduck y D. Hopkins). Madrid: Edit. Morata. Notas: [1]
Imbernon, F. (2002) La formación y el desarrollo profesional del
profesorado. Hacia una nueva cultura profesional. Barcelona: Graó.
p.9 [2]
Stenhouse, L. (1984) La investigación como base de la enseñanza
(Selección de textos por J. Rudduck y D. Hopkins). Madrid: Edit.
Morata. p. 211 [3]
Esta concepción fue defendida en
mi tesis doctoral titulada: Modelo teórico
para la integración de lo académico, lo laboral y lo
investigativo como problema didáctico de la formación profesional.
Tesis doctoral. Santa Clara. Cuba. 1997.
Alfonso García María Rosa. (2008) disponible en: Tratamiento
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Resumen de tesis doctoral. http://www.monografias.com/trabajos [4]
Goetz, J.P. Y
Lecompte, M.D. (1988) Etnografía
y Diseño Cualitativo en Investigación Educativa. Madrid: Morata. [5]
Stenhouse, L (1998)
.Investigación y desarrollo del currículo, Ediciones Morata, S.L.
Colección: PEDAGOGÍA La pedagogía de hoy, p. 218. [6]Ibídem [7]
Alfonso García, María Rosa Tratamiento de la integración entre lo
académico, lo laboral y lo investigativo. Resumen de tesis doctoral.
Op. cit. [8]
Ver Alfonso García María Rosa. (2009) Caracterización
de lo cuantitativo y lo cualitativo desde la polémica paradigmática:
necesidad de distinciones conceptuales.
Letras. Espacio Latino http://letras-uruguay.espaciolatino.com/aaa/alfonso_garcia_maria_rosa/caracterizacion_de_lo_cuantitativo.htm
[9]
Esta posición se denomina triangulación y se dirige a la búsqueda de
la autenticidad de los datos recopilados, puede realizarse combinando
varios observadores, varios métodos o varias teorías para acceder al
objeto de estudio. [10]
Ver al respecto: Los métodos descriptivos en: Colas, Pilar
y Buendía, Leonor (1992) Investigación educativa. Sevilla:
Canaima Librería. Pp.
177-181 [11]
Colás, Pilar y
Leonor Buendía. La investigación educativa. Op. cit. p. 184 [12]
Ibídem [13]
Ver: Muñoz Beltrán,
Francisco. (2001) Relaciones
entre el currículo formal y el real en la Licenciatura
en Educación Física de la Universidad
Autónoma de Chihuahua: Alternativas pedagógicas
para acortar la distancia entre la aspiración
y la realidad. Tesis Doctoral. Dra. María Rosa Alfonso García.
Tutora. Cuba. [14]
Es el mismo proceder de triangulación aludido. [15]
El cuestionario DEMEVI,
fue diseñado y aplicado en 1996 por Delgado, Medina y Viciana profesores
de Didáctica de la Educación Física de la
Universidad de Granada y consta de sesenta expresiones o
afirmaciones relacionadas con los Estilos de Enseñanza. Diez
afirmaciones por cada grupo de Estilo de Enseñanza. Las expresiones
exponen los aspectos claves, esenciales de cada Estilo de Enseñanza.
En el caso de esta
investigación se reajustaron los ítems, convirtiendo los más
relevantes en indicadores
de observación a fin de
constatar en la práctica los estilos de enseñanza de los informantes
claves y triangular esta información con la recopilada mediante
observación global. [16]
Ver Piña Tovar, Nelson. (2004) Estrategia de superación para
profesores de educación Física de Saltillo, desde visiones de
educación permanente. Tesis doctoral. Dra. María Rosa Alfonso García
Tutora. Santa Clara, Cuba. [17] Muñoz Beltrán, Francisco. (2001) Relaciones entre el currículo formal y el real en la Licenciatura en Educación Física de la Universidad Autónoma de Chihuahua: Alternativas pedagógicas para acortar la distancia entre la aspiración y la realidad. Op. cit. [18]
Kemmis,
Stephen, Mctaggart, R. Cómo
Planificar la Indagación Acción. (1988) Laertes, Barcelona. p.
9 [19]
Ver Elliot, B.A. (1990)
Investigación acción en educación. Madrid: Morata.Cit. Por McKewrnan.
(1999) Investigación acción y curriculum. Madrid: Ediciones Morata. [20]Kemmis,
Stephen, Mctaggart, R. Cómo
Planificar la Indagación Acción. Op. cit. p. 25 [21]
Ver Blández, J. (1996) La investigación-acción: Un reto para
el profesorado. España: INDE Pp. 26-53 [22]
Goetz, J.P. Y
Lecompte, M.D.(1988) Etnografía
y Diseño Cualitativo en Investigación Educativa. Madrid: Morata. [23]
Stake, F (1999) Investigación
con estudio de caso, Madrid, Edit. Grijalbo, p.16 [24] Ibídem p. 17 [25] McKernan. Investigación acción y curriculum. Op. Cit., p.98 26] García Franco, Rafael. Caracterización del proceso de operatividad del modelo académico Ened 93: Alternativas pedagógicas para la interacción con la preparación de los profesores. Tesis doctoral. Dra. María Rosa Alfonso García. Tutora. Cuba, 2004 |
Dra. María Rosa Alfonso García
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