Caracterización
de lo cuantitativo y lo cualitativo desde la polémica paradigmática:
necesidad de distinciones conceptuales. Autora: Dra. María Rosa Alfonso García. |
Introducción La
actividad científico investigativa se ha producido en un devenir marcado desde sus orígenes por posiciones
antinómicas entre lo cuantitativo y lo cualitativo entendidos como formas
irreconciliables, complementarias o integradoras para acercarse y
construir el objeto de estudio, lo cual ha dependido también con mucho
relieve del tipo de ciencia de que se trate, si naturales o sociales.
Aunque pueda parecer un tema muy manido, resulta que es preciso continuar
incursionando en él, porque en muchas ocasiones, desde posiciones
declaradas alternativas, revolucionarias y antipositivistas se sigue
prestigiando soterradamente el modelo cuantitativo, muy asociado a la visión
del positivismo en sus diversas variantes. A
lo largo del trabajo reflexionaremos sobre la polémica, no en sentido
inmanente, sino para caracterizar por contrapunto lo cuantitativo y lo cualitativo en el proceder científico y
también para que pueda apreciarse
el entrecruce de términos diferentes como: modelo, paradigma,
enfoque, programa método, métodos y metodología que suelen manejarse
como sinónimos. Pero, lo más importante, es poner de relieve las aristas
derivadas de la posición de mezclar
planos de comprensión e interpretación diferentes en el proceso
investigativo. Desarrollo: 1.Aproximaciones
conceptuales: paradigma, método y metodología. Al
enfrentar la actividad investigadora como proceso y como resultado es
necesario poseer claridad en
los conceptos que se
utilizan, pues incluso, desde la perspectiva más tradicional de la
ciencia se le atribuye al método científico como rasgo distintivo el que
utiliza un aparato conceptual suficientemente sustentado en la teoría,
por ello aunque reconociendo la riqueza plural del lenguaje, para el buen
trabajo investigativo sobre todo al nivel de las academias, es necesario e
impostergable precisar en qué sentido se manejan los conceptos. Repensando
un concepto de paradigma aunque hay
diversos, criterios puede
utilizarse el más conocido acuñado por
Kuhn:
"un
paradigma es un conjunto de suposiciones interrelacionadas respecto al
mundo social, que proporciona un marco filosófico para el estudio
organizado de este mundo".[1]
Por tanto, es un marco de referencia para las generalizaciones, los
valores, las creencias, normas y actitudes ante la vida y el conocimiento
de cada individuo y de los diferentes grupos sociales. A
partir de esta
definición se han producido muchas otras como la siguiente que
expresa al paradigma como: “…un
conjunto básico de creencias que guía la acción, tanto de la vida
cotidiana como la acción relacionada con la investigación científica”
[2]Tiene
la nota distintiva de relacionar el concepto con la vida cotidiana el
saber tácito, porque hoy sabemos que la actividad científica no disfruta
de unos atributos inaccesibles al hombre de todos los días. Estas
ideas en torno al paradigma implican que el quehacer científico está
determinado por una peculiar manera de entender la vida y la actividad
científica. Según Guba un
determinado paradigma científico trata de responder preguntas esenciales
de carácter ontológico, epistemológico y metodológico, es
decir, preguntas relacionadas con la naturaleza del conocimiento, la
naturaleza de la relación entre el investigador y lo que se desea
conocer: el del objeto y otras interrogantes relacionadas
con los procedimientos para
acceder al conocimiento del objeto. Esta última nos conduce al método y
a los métodos. El
término paradigma, también se utiliza en ocasiones como sinónimo
de enfoque, o hasta con el de programa de Lakatos.[3]
Hay quienes lo prefieren por encima del de paradigma, pero pienso que si
en la historia de la ciencia y de la investigación el término paradigma
es el más empleado, goza
de mayor tradición y es mejor comprendido, entonces no debemos temerle,
sino asumirlo en sus diversas connotaciones y denotaciones. En
la bibliografía sobre investigación al tratarse la
polémica cuantitativo cualitativo, en la
mayoría de las veces se enfoca
como una pugna paradigmática, pero en las argumentaciones se entrecruzan
los conceptos de método, técnicas y
de paradigmas. Aunque sean conceptos diferentes, como en efecto lo son, es
relevante en este trabajo asumir la
vertiente paradigmática, sobre todo para nicas justificar la polémica en
el plano filosófico epistemológico,
pero como es difícil aislar la
concreción del paradigma científico de los métodos, ocurre que aparecen
esos conceptos indistintamente. Yo prefiero el criterio de la visión del
método en su carácter exhortativo, como un algoritmo de acción y
tentativo como búsqueda
permanente, mientras que asumo la visión del paradigma como
más cosmovisiva, e inclusora,
con relación a
la visión del mundo
que tengan los científicos, por
tanto son normas usos y
costumbres, un cierto imaginario que asumen para la desarrollar la
actividad científica, lo cual naturalmente implica
un determinado
posicionamiento ante la realidad. Entonces
precisa también que reflexionemos sobre los
conceptos de método y de métodos, aludiendo de partida a que
a veces se haba de métodos en plural, método en singular y técnicas,
como sinónimos
y si es cierto que son
conceptos muy relacionados, también lo es que difieren por su grado de generalidad y ámbitos de
aplicación. Si
la ciencia es un tipo peculiar y específico de conocimiento, que se
caracteriza por su aspiración a alcanzar verdad, precisión, fiabilidad,
es preciso ver de qué modo un conocimiento de este tipo puede alcanzarse.
“El camino que permite acceder a esto es lo que se llama el método
científico, que puede concebirse como un modelo general de acercamiento a
la realidad, una especie de pauta o matriz que es muy abstracta y muy
amplia, y dentro de la cual caben los procedimientos y técnicas más
específicos que se emplean en las investigaciones” [4] Así
enfocado el método se vincula directamente con la lógica interior del
proceso de descubrimiento científico y a él le corresponde no solo
orientar la selección de los instrumentos y técnicas específicos de
cada estudio, sino también fundamentalmente fijar los criterios de
verificación o demostración
de cada caso. A
la idea de la existencia de
un método científico como pauta general para guiar todas las
investigaciones, para garantizar
de algún modo el carácter del conocimiento obtenido, se opone Sabino
afirmando que esto implicaría que la ciencia fuese un proceso mecánico
en el que con solo plantear un problema de investigación y aplicar el método
correcto se obtendría el resultado, lo cual significa negar el carácter
creativo del proceso de investigación, plagado de dificultades
imprevistas y de acechanzas paradójicas, de prejuicios invisibles y de
obstáculos de todo tipo: El
carácter tentativo del método se aprecia muy
bien expresado de la siguiente manera: “El
método, como camino que construye el pensamiento científico, se va
constituyendo en realidad, junto con ese mismo pensamiento,
indisolublemente unido. Es falsa la imagen que nos presenta el método
como un todo acabado y cerrado, por cuanto él está indisolublemente
unido a la misma elaboración teórica, de la que depende pero a la cual,
a su vez permite formular”. [5] Mientras
que su carácter exhortativo se aprecia cuando se
entiende como un sistema especial de reglas que organiza la actividad en
la adquisición de nuevos conocimientos. Para Descartes solo en este plano está contenida la suma de todos
los esfuerzos humanos, pues consideraba al método como el hilo de Teseo, metáfora utilizada para expresar la
aspiración a encontrar el camino implícito en la idea algorítmica del método. El carácter dialéctico
de los métodos del conocimiento científico no solo consiste en que estos
reflejan de forma subjetiva y peculiar la dialéctica del objeto, sino que
el método es el eslabón dialéctico que vincula el sujeto con el objeto. Otra
cosa es la metodología, concepto multidimensional y a veces un tanto
difuso, En los textos se utiliza con diverso sentidos, que generalmente se
refieren a los componentes teórico, morfológico y técnico que
constituyen su naturaleza. Entre las acepciones que aparecen con más
frecuencia se encuentran las siguientes:
a)
Como
la lógica de la investigación:
En sentido general se entiende la metodología como el modo de enfocar los
problemas y de buscar las respuestas. b)
Como lógica de los métodos:
En sentido estricto metodología significa la lógica de los métodos. Su
tarea fundamental sería la descripción, la experimentación o la
interpretación. [6] En
síntesis, la finalidad de la metodología es describir y analizar los métodos,
arrojando luz sobre sus limitaciones y recursos, clarificando sus
presuposiciones y consecuencias, y relacionando sus potencialidades con
las zona fronterizas del conocimiento. Es el proceso investigador mismo.[7] Una dimensión importante de investigación es la
metodología a utilizar, que consiste en la manera de llevar a cabo la
investigación o modo de enfocar los problemas y buscar respuestas. En
este sentido la metodología se interesa más por el proceso que por los
resultados. El conocimiento de la metodología es de gran utilidad para el
investigador, porque le permite seleccionar la perspectiva adecuada al problema
planteado, lo cual dependerá
de la finalidad y objetivos que se proponga para el estudio. Sobre
la unidad y diferencia entre método y metodología reflexiona
Sabino, afirmando que si por método se entiende una aproximación de
orden necesariamente epistemológico, que se entrelaza con la misma lógica
del pensar científico y con las notas distintivas de este, se comprenderá
fácilmente sus estrechas relaciones con la teoría y el hecho mismo de
que – de algún modo- método y teoría deben ir constituyéndose
paralelamente, es necesario delimitar otro campo más concreto referido
específicamente a la operatoria de este proceso, a los términos,
procedimientos y herramientas de todo tipo que intervienen en la manera de
la investigación, esta es la metodología de la investigación. Según
Carlos Sabino, si se define la metodología como el terreno instrumental
de la investigación, apreciaremos que sus relaciones se dan del modo más
directo, con el método en sentido amplio y con el objeto de estudio. Método
y metodología deben interrelacionarse ya que la metodología debe
traducir en el plano operacional y concreto, las orientaciones generales
del método, de otro modo
este quedaría desvirtuado y la relación teoría y práctica deformada,
por otra parte la metodología como recurso instrumental destinado a
rescatar los datos de lo fenoménico debe adaptarse a esto, es decir al
objeto así afirma: “El
proceso de investigación se produce como un movimiento que enlaza teoría
y práctica, pero que presenta entre ambos términos la mediación de una
doble instancia: método y metodología. (…)Pero este método como
perspectiva general, como epistemología en fin, no puede encarar por si
mismo toda la tarea práctica del investigador, este precisa de
orientaciones mucho más específicas que sean capaces de abordar la
realidad que estudia en toda su multifacética complejidad. Para ello habrá
de diseñar instrumentos y técnicas de trabajo que sean a la vez la
continuación o traducción del método en un plano más concreto y que
tengan además la virtud de adaptarse a las particularidades del objeto en
estudio. [8] Los
métodos se concretan en técnicas, una
técnica es el instrumento de trabajo que se deriva y sostiene la metodología
y el método que ha elegido el investigador. Por ejemplo, las guías de
preguntas, los protocolos de observación. Las técnicas también están
referidas a las estrategias que guían la recogida y el análisis de los
datos y difieren unas
de otras por sus ámbitos de aplicación. Cada clase de problemas requiere
un conjunto de métodos y técnicas especiales. Estas
idean me parecen valiosas,
aceptables, para una primera puesta en claro de las diferencias en las
acepciones, sin entrar por supuesto en la polémicas a favor y en contra
del método. Considero que al
hacer esta distinción del método en singular, como una orientación mas
epistemológica y los métodos en plural integrantes de la metodología,
como conjunto de métodos, permitirá mejores comprensiones del asunto,
aunque por supuesto no digo con esto que se soluciona la inquietud de
que un método tan genéricamente entendido, pueda solucionar la pugna
establecida entre los dos modos de acceder al objeto desde posiciones
cuantitativas y cualitativas, como apreciaremos en las reflexiones
siguientes donde por comparación trataré lo
cuantitativo y lo cualitativo siempre desde el telón de fondo de lo
paradigmático y tangencialmente tocando algún ejemplo específico. 2.
Lo cuantitativo y lo cualitativo: unidad y diferencia. Muchos
científicos sociales han protagonizado una batalla acerca de lo apropiado
de los métodos, técnicas e instrumentos utilizados
en la búsqueda del conocimiento en su campo; batalla que por supuesto
depende de posturas paradigmáticas por lo cual no se ha enfocado solo a
sostener la prevalencia de determinados métodos. En tales disputas
están implicadas posiciones epistemológicas que suponen concepciones
acerca de la propia naturaleza del conocimiento y de la realidad. Por
ello es comprensible apreciar los enfrentamientos entre los enfoques
cualitativos y cuantitativos desde el punto de vista de las
confrontaciones de los paradigmas.
La
discrepancia entre los paradigmas cuantitativo y cualitativo tiene
el sustrato del enfrentamiento de los supuestos filosóficos en torno a cómo
enfrentar el mundo. Cook
y Reichardt al tratar la
discusión cuantitativo
cualitativo, exponen lo que
significa un enfoque y otro. Ahí se
aprecia el indistinto uso que se hace de la terminología y como se usan
como sinónimos los concepto de
enfoque y de paradigma.
Así, por enfoques y métodos cuantitativos identifican a las técnicas
experimentales aleatorias, cuasi-experimentales, tests “objetivos” de
lápiz y papel, análisis estadísticos, multivariados y estudios
de muestra. Entre los cualitativos
consideran a la etnografía, los estudios de caso, las entrevistas a
profundidad y la observación participante y la investigación-acción.
Sin embargo pienso firmemente que este criterio, aunque
muy general en la bibliografía de investigación, es discutible,
pues la polémica entre los paradigmas ha asumido matices irracionales, y
en la práctica los investigadores más creativos no aprecian antinomias
metodológicas, porque utilizan
los enfoques multimétodos, como una manera de lograr
mejores accesos al
objeto de estudio, aunque desde mi apreciación
si se pueden combinar métodos y técnicas tradicionalmente
atribuidas a lo cuantitativo y a lo cualitativo, no así los paradigmas
porque parten de posiciones cosmovisivas
diferentes.
Esta
idea se puede corroborar con el criterio de Ritz quien afirma que algunos
autores asumen que cada tipo
de método se encuentra unido
a una perspectiva paradigmática
distinta y única que se encuentra en conflicto con las demás, ya que la
cuestión no radica en las
estrategias de investigación, sino que es la adhesión a un paradigma y
su oposición al otro lo que predispone a concebir el mundo y los fenómenos
de modos profundamente diferentes.[9]
De
acuerdo con Rodríguez el
significado de las expresiones "métodos cuantitativos" y
"métodos cualitativos" comprende un universo conceptual más
amplio que el de las técnicas para diseñar estudios, recolectar datos e
interpretarlos, por lo que justifican la aplicación del término de
paradigmas. [10]
Es
importante resaltar que, aun cuando los diversos autores hacen referencia
a los paradigmas cuantitativo y cualitativo, existen diferencias en
el tratamiento. Para algunos son paradigmas distintos al paradigma
positivista y al paradigma naturalista, pero otros parecen identificar, o
asemejar, los primeros a los segundos. Para
Soltis, en la presente centuria tres corrientes filosóficas han dominado
en la investigación social: el empirismo lógico (positivismo y
neopositivismo), la teoría interpretativa (fenomenológica, hermenéutica,
historicismo e interaccionismo simbólico) y la teoría crítica del
neomarxismo[11].
Para
el paradigma positivista la naturaleza de la realidad es única,
fragmentable, tangible y simplificada. Para el paradigma interpretativo la
realidad es múltiple, intangible y holística. Para el paradigma crítico
la realidad es dinámica, evolutiva e interactiva. Estas
diferencias a nivel paradigmático marcan, como ya se apuntó, grandes
diferencias entre las concepciones acerca de la finalidad de la ciencia y
de la investigación. Para el paradigma positivista es explicar,
controlar, predecir y verificar. Para el paradigma interpretativo es la
comprensión de las relaciones internas y profundas, mientras que para el
paradigma crítico es contribuir al cambio de la realidad. El
paradigma cualitativo posee un fundamento
humanista porque percibe
la vida social como la creatividad compartida de los individuos. El hecho
de que sea compartida determina una realidad percibida como objetiva, viva
y cognoscible para todos los participantes en la interacción social,
también se reconoce el carácter cambiante
y dinámico del mundo social. Los individuos son asumidos como agentes activos en la construcción y determinación de
las realidades que encuentran, pues conciben que a través de un proceso
negociado e interpretativo, emerge una trama aceptada de interacción. El
paradigma cualitativo incluye también un supuesto acerca de la
importancia de comprender situaciones desde la perspectiva del significado
y el sentido que los actores sociales atribuyen a los procesos en los que
se ven inmersos. Algunos
autores suelen identificar el
paradigma cuantitativo con el positivista y el cualitativo con el
interpretativo o naturalista. Así Rodríguez
piensa que en la búsqueda del conocimiento de la
"realidad" social hay quienes, enmarcados en una "tradición"
positivista, defienden el uso de métodos cuantitativos que buscan llegar
a explicaciones generales, a enunciar leyes (nomotéticas) y quienes,
parapetados en el fenomenologismo, abogan por la preponderancia de los métodos
cualitativos que tienen como propósito eje el comprender el desarrollo de
procesos. “Un
investigador puede elegir intencionalmente una mezcla de atributos de
ambos paradigmas para atender mejor a las exigencias de la investigación
de que se trate”. No obstante, también afirman que “el enfoque que de
la vida social hace el paradigma cuantitativo emplea los supuestos
mecanicistas y estáticos del modelo positivista de las ciencias. Por otra
parte, el paradigma cualitativo posee un fundamento decididamente
humanista para entender la realidad social, percibe la vida social como la
creatividad compartida de los individuos, y no concibe al mundo como una
fuerza exterior objetivamente identificable e independiente del hombre”[12].
El mencionado autor expresa que encuentra una franca contradicción.
“Desde
mi punto de vista este es un asunto sustantivo. Si los paradigmas
cuantitativo y cualitativo comparten características con los paradigmas
positivista y naturalista de manera significativa, entonces resulta difícil,
por no decir imposible aceptar que puedan aplicarse ambos enfoques de
manera conjunta en la investigación , por cuanto sostengo que los
paradigmas positivista y naturalista son mutuamente excluyentes, salvo lo
que pueda, tal vez, reducirse a los aspectos puramente técnicos de la
recolección de datos (aunque en aspectos como el tratamiento e
interpretación de los mismos existirían diferencias abismales)” [13].
Otro
importante aspecto de la teoría
e historia del problema es el relacionado a cuál paradigma se desarrolló
primero, no existe consenso sobre cuál de ambos desarrolló
primero[14].Sin
embargo no hay discusión en torno al papel dominante que ha
tenido el enfoque cuantitativo. La postura cuantitativa se adjudicó el
total derecho sobre la ciencia y llegó al criterio de las llamadas
verdades científicas y a hiperbolizar el compromiso del científico con
la búsqueda de la verdad, una verdad entendida como intemporal y a histórica.
Todo acercamiento a la vida social en sentido descriptivo, explicativo o
comprensivo adquirían el carácter de cientificidad si se apoyaban en
métodos estadístico-experimentales lo cual se consideraba lo idóneo
para verificar el control de la subjetividad como si desde algún
paradigma pudiera realmente prescindirse del lado subjetivo.
Con
la Ilustración, se concebía al mundo como racional,
ordenado, y también que su comprensión dependía
de la misma lógica ordenadora. Las ciencias “duras”, adoptan una
forma de entender el mundo y sus fenómenos, cuya herramienta principal
era el método científico que desde la perspectiva del positivismo lógico
aceptaba el carácter intemporal y a histórico de la actividad científica.
Sin embargo al esbozar las primeras diferencias entre método y metodología
podemos corroborar la idea de que no es tan simple pensar en un método
científico arquetípico y universal, de hecho parte de la polémica
cuantitativo cualitativo ha estado centrada en la imposibilidad de que un
método así entendido, opere en las ciencias sociales. Para
Mardones el positivismo presenta monismo metodológico porque sólo cree
en una forma de entender y explicar los fenómenos. Este método se basa
en la contrastación empírica de los hechos
estudiados, con el objetivo de llegar a responder el por qué se
produce un determinado fenómeno. La explicación causal se refiere a que
el mundo es concebido como ordenado, y que los hechos estudiados, obedecen
a causas y la ciencia intenta buscar esas leyes que dan explicación a los
fenómenos que antes nos causaban extrañeza.[15]
Con
la aparición de la ciencias sociales, del espíritu entre otras
denominaciones, éstas en principio trataron de acomodarse al concepto de
ciencia proveniente de las ciencias “duras” y se produjo el traslado
acrítico de las metodologías de las ciencias naturales a las sociales,
con el consiguiente reduccionismo de la amplia compleja y sistémica realidad
social. La aparición de las ciencias humanas o sociales cuestionaba
el método científico,
porque no todos los fenómenos
dignos de ser estudiados cumplían los requisitos que este método
imponía, ejemplo aspectos relacionados con la observación y la medición
a partir de la idea de que no todos los fenómenos de la vida social son
observables directamente o mensurables en su totalidad. Algunos
defensores del método cuantitativo argumentan describiendo el método
experimental “el único medio
de establecer una tradición acumulativa en el que cabe introducir
perfeccionamientos sin el riesgo de prescindir caprichosamente de los
antiguos conocimientos a favor de novedades inferiores”[16]
Por
mucho tiempo se consideró al experimento como el único modo de hacer la
ciencia porque se creía firmemente que
conducía a
conclusiones causales más claras y
que con el proceso mismo del diseño experimental, se contribuía a aclarar la naturaleza del problema social
estudiado. “Cuando las condiciones no son problemáticas o
cuando la creatividad y el ingenio de quien diseña la investigación
pueden resolver problemas difíciles, entonces la experimentación es el método
preferible para obtener una información válida y fiable sobre la cual
proyectar programas sociales. De
la misma manera, los que defienden los paradigmas alternativos proponen
refiriéndose a la investigación naturalista “un modo de evaluación
más apropiado y más sensible que cualquier otro practicado en la
actualidad”[17]
Sobre
esta cuestión en la práctica investigativa existen diversos trabajos que
combinan métodos cuantitativos y cualitativos en el
marco de un paradigma socio crítico que tiene también una lógica
que reúne lo que otros enfoques aprecian como antinomias bajo los
criterios de síntesis dialécticas. Cuando
escribí mi tesis doctoral, ya tenía la plena convicción de que el
experimento no era el método más idóneo para abordar el hecho
educativo, pero alertada por el director de mi tesis de lo dominante que
era el criterio de considerar mas científico un trabajo con este método,
me vi literalmente obligada por él a aceptarlo, pero, de hecho introduje
en ese experimento numerosos métodos y o técnicas cualitativas como los
relatos dirigidos, composiciones, estudios de caso, además de las pruebas
arquetípicas del antes y después, pero, por supuesto nunca me propuse
entre los objetivos: demostrar la efectividad o validez del modelo que
proponía, como es propio de la actuación experimental, porque
simplemente la lógica de mi
trabajo no era la del modelo cuantitativo de filiación positivista, por ello
consideré oportuno establecer estas reflexiones, que datan de algunos años,
pero que continúan en mi
opinión teniendo valor. Aunque extensos transcribo estos argumentos: “Entonces
no se trata de rechazar el experimento -que naturalmente entendemos no es
el único modo de hacer ciencia- por no
poderse, controlar bien las variables ajenas, sino en concebir que no
se pueden separar del objeto de estudio, sin que pierda su
integralidad. Un verdadero problema del positivismo es el de su
excesivo apego al dato. Incluso si se analiza etimológicamente el
término DATUM, significa
lo dado, lo
cual es ya una
primera trampa, porque
el dato no está dado, sino hay que buscarlo, pero,
¿cómo buscarlo y
cómo interpretarlo?, es ahí donde se
necesitan las
concepciones teóricas del
investigador, pues el método nunca es
un fin en si mismo, se selecciona para aprehender la esencia
del objeto y no su comportamiento externo. Falta
al positivismo la concepción de sistema y de que un sistema es
indivisible. Lo más importante es trabajar un sistema en
sus relaciones esenciales. Encontrar estas relaciones es
tarea del investigador
quien debe asumir que sus hallazgos están teñidos de subjetividad,
dependen de complejas relaciones y significados
en los que se conciben
los papeles del investigador investigado
de forma interactiva y sin perder su naturaleza procesual. La
combinación de métodos cuantitativos y cualitativos,
ha devenido en una necesidad, si se tiene en cuenta que toda posición
de aceptación o rechazo incondicional de un enfoque u otro es maniquea,
además de que es bien difícil tener un enfoque cuantitativo o
cualitativo puro en la investigación científica. El
investigador deberá examinar un
problema desde tantas perspectivas
metodológicas como le sea posible. En la
investigación educativa ha faltado, según
un criterio que compartimos, la
profundidad aportada por los enfoques cualitativos sobre todo
en lo que a la atención
al contexto sociocultural se refiere,
para proporcionar a los datos cuantitativos la calidad del mundo
real. No
obstante precisa apuntarse que: "...
el descubrimiento
y la comprensión
de significados
personales presentes en el análisis de espacios en los que el sujeto
es protagonista; o la construcción intersubjetiva
de la realidad;
o el reconocimiento de la temporalidad
de la verdad
científica y de la
misma objetividad (...);
o el estudio
de casos individuales, renunciando
de partida
a llegar a generalizaciones que impliquen transferir
resultados de una
situación a otra, de unos sujetos a otros;
o de los juicios
de valor o los propios valores del mundo
sensible, o la creatividad (...). Recuperar
y reconocer estas dimensiones y otras muchas en
el quehacer científico,
no debe llevar a descartar tampoco
los valores legítimos
del proceder científico
más experimentalista
y cuantificado aplicado a ciertas áreas de las
Ciencias Sociales.
Se trata
de ampliar los
márgenes de
la comprensión científica, no de cerrarlos". (31) [18] De
modo que, aunque se combinen métodos y técnicas en un estudio, porque es
difícil aislar la cantidad de la cualidad, algo que ya he venido
esbozando, pero que ahora explicito si se parte de un plano en que se
posicionen los conceptos mas
aceptados por la tradición científico académica y se aprehende la más
generalizada visión de paradigma como normas y usos de la comunidades
científica, asumiremos que estas
predisponen a concebir el mundo y su accionar de modos profundamente diferentes, determinado por la
cosmovisión. En
el modelo o paradigma cuantitativo se produce la objetivación
y delimitación del objeto de estudio, medición
y formalización de
conceptos, variables y datos, modelización
de hipótesis y teorías, validación
y fiabilidad de resultados por test de ajuste o de bondad, entre
otros procedimientos meramente estadísticos, mientras que por el
contrario, la perspectiva cualitativa se basa más, como objeto propio de
estudio, en el sentido o significado que para el actor o agente social y
para el mismo investigador tienen los fenómenos sociales, así como en
estudios de ambientes singulares vinculados
a la interacción social, a la intersubjetividad
y sobre el lenguaje. La
orientación cuantitativa utiliza una serie de técnicas de recogida de
datos como la encuesta, procedimientos de tipos experimental o cuasi experimental, al
mismo tiempo que mecanismos lógicos formales de carácter estadístico.
La perspectiva cualitativa está más asociada a métodos y técnicas de
recogida de información de
base más etnográfica y/o de intervención
o participativa como las entrevistas, la observación
participante, las historias de vida, los grupos de discusión, la
investigación acción y sus
análisis están más ligados
a los de contenido, del discurso y/o hermenéuticos. La
polémica no se refiere solo a los métodos y técnicas diferenciadas de
investigación, sino que su esencia es de
índole epistemológica y filosófica. La dicotomía atraviesa además
otros órdenes de naturaleza conceptual y teórica: estructura e interacción,
objetividad y subjetividad. Cualquier intento de disolver o mediar en la
dicotomía entre los distintos métodos y técnicas ha de pasar no solo
por una reflexión práctica,
al nivel de la colección de los datos mediante las técnicas, sino
también por la filosófica y epistemológica instalada en el interior mismo
de la visión de un paradigma. Hoy
día, en torno a los paradigmas cuantitativos y cualitativos a pesar de
sus connotaciones metodológicas, giran concepciones y propuestas como las
propias del positivismo tradicional, positivismo lógico, de la dialéctica
marxista, del racionalismo, de lo histórico-hermenéutico, de la teoría
crítica, del empirismo analítico y tantas otras propuestas que de una u
otra forma se asocian con perspectivas cuantitativas y cualitativas.[19]
Existe
bastante consenso en que las
ciencias sociales imponen que se analice
lo problemático de referirse a un método científico
universal intemporal y a histórico; y también en torno a si
es pertinente concebir a ultranza que las ciencias naturales son el modelo
de perfección a seguir por las sociales. El
objeto final de las ciencias sociales es el estudio del propio ser humano
y sus procesos sociales, lo cual posee, como elemento de estudio, la
subjetividad[20]
. Esto diferencia radicalmente los objetos científicos de los naturales y
los sociales. Adoptar a las ciencias naturales como modelo implica lo que
Beltrán denomina una "negación al objeto". Beltrán expone
cinco métodos para el acceso a la realidad social, pero los más
importantes a nuestro modo de ver son el histórico, el comparativo y el
crítico racional. Para
muchos autores en las
ciencias sociales han prevalecido dos perspectivas teóricas principales:
la positivista que busca los hechos o causas de los fenómenos sociales
con independencia de los estados subjetivos de las personas y la fenomenológica
que quiere entender los fenómenos sociales desde la perspectiva propia de
los actores. También se incluye una tercera opción denominada crítica. [21] La
investigación social cualitativa es variada, pero se puede decir que las
distintas concepciones tienen en común un compromiso con una aproximación
naturalista e interpretativa, y una crítica continua a la política y a
los métodos del positivismo. Esto ha hecho que tradicionalmente los métodos
y técnicas cualitativas hayan sido denostados
por los cuantiativistas su
falta de objetividad, la imposibilidad de reproducción de sus
resultados y la falta de validez, mientras que los métodos cuantitativos
no se encontraban sujetos a crítica. Para
el paradigma cualitativo se reconocen como más
adecuados todos aquellos métodos
técnicas e instrumentos que
descansan en la interpretación. Por considerarlos más
adecuados para la comprensión de los procesos sociales, más que su
predicción, captar la realidad social y comprender
cuál es su naturaleza, más que explicarla. En buena medida, al ubicar el
debate en estos parámetros, pierden fuerza las críticas estereotipadas,
y con frecuencia poco fundamentadas, que la investigación cualitativa
recibe en términos de falta de objetividad, falta de validez, trivialidad
o relativismo, por supuesto
aun declarándose anti positivistas muchos científicos y comunidades académicas,
producen soterradamente desde las visiones de este paradigma. Es lo que yo
denomino positivismo vergonzante y lo declaro así por haber enfrentado múltiples
experiencias de este tipo en las presentaciones de tesis de maestría y
doctorales. La
asunción de lo cualitativo, permite considerar centralmente
entre sus características principales
un cambio en la sensibilidad investigadora, la investigación
guiada teóricamente y la garantía de participación. La
existencia misma de la polémica es cuestionada por varios autores cuando
se preguntan si realmente existen los paradigmas cuantitativo y
cualitativo y manejan argumentos relacionados con la unidad indisoluble de
cantidad y calidad, de
inducción deducción objetivo y subjetivo. [22] Con
relación a los conceptos
de cantidad y cualidad se expresa que debe suponerse que la
dicotomía entre investigación cuantitativa e investigación cualitativa
radica en que la primera cuantifica y la segunda califica, o
sea, en la oposición entre Cantidad y cualidad. Pero ¿hay realmente una
disyuntiva entre estos dos conceptos? ¿Es cierto que el tratamiento de cantidades
excluye el tratamiento de cualidades? ¿Es que a las ciencias de
la naturaleza les toca cuantificar mientras a las ciencias
del espíritu les toca calificar? ¿No será, en cambio, que
hay un modo de cuantificar verbalmente y otro modo de cuantificar
logicomatemáticamente, mientras, paralelamente, hay también un modo
de calificar verbalmente al lado de un modo de calificar
logicomatematicamente,? Para
algunos estudiosos la dicotomía cuantitativo/cualitativo, siempre
dentro de este segundo argumento, parece confundir una disyuntiva epistemológica
con una disyuntiva lingüístico-semiótica. En realidad, no hay producción
de conocimientos que solamente aborde cantidades
excluyendo las cualidades, ni viceversa. El mundo contiene
aspectos cuantitativos indisolublemente mezclados con aspectos cualitativos,
de tal modo que resulta imposible reconstruirlo atendiendo sólo a uno de
ambos aspectos. La única diferencia está en el lenguaje. ¿Pesa más una
diferencia de lenguaje (lógico matemático vs verbal) sobre una
diferencia de métodos (inductivo vs deductivo) a la hora de hacer
distinciones relevantes? [23] Sin
embargo hay distinciones relevantes como la relación inducción deducción,
objetividad subjetividad, entre otros.
El
eje deducción-inducción hace referencia al lugar o función de la teoría
en la investigación. Una
investigación deductiva comienza con un sistema teórico, desarrolla hipótesis
y definiciones operacionales de las proposiciones y conceptos de la teoría
a través de un proceso de abstracción decreciente y los aplica empíricamente
a algún conjunto de datos. En cierto sentido, los investigadores
deductivos pretenden encontrar datos que verifiquen su teoría, mientras
que los inductivos intentan construir una teoría que haga comprensivos
los datos. La
investigación inductiva se inicia con
concepciones generales y
proposiciones amplias que orientan la focalización del objeto y del
problema. Realiza el trabajo
de campo y van construyendo en un movimiento en espiral - de la empiria
a la teoría y de la teoría a la empiria - sus categorías y
proposiciones teóricas. Se está interesado en desarrollar proposiciones:
enunciados de los hechos inductivamente derivados a partir de un riguroso
y sistemático análisis de datos. A partir del
examen de los casos semejantes y diferentes, busca desarrollar un marco conceptual y una
teoría comprensiva. El
par lógico explicación – comprensión hace referencia a una antigua
disputa y debate en el ámbito de las ciencias humanas y sociales, frente
al cual no se ha llegado a obtener un consenso acerca de su fundamentación
científica. Simplificando, las diversas posturas se reducen a proponer un
modelo de explicación científica según el canon de las ciencias
naturales (positivismo), o un modelo diferente donde se acentúa la
peculiaridad del objeto socio-histórico, y el modo comprensivo de
aproximación a él (hermenéutica, fenomenología, dialéctica, lingüística).
Mardones, expresa que si
buscamos el origen de esta disputa nos encontramos, al contemplar el
panorama de la historia de la concepción de la ciencia en Occidente, que
existen dos grandes tradiciones científicas: la galileana y la aristotélica.
Para la primera, la explicación científica es explicación causal. Es
decir, explicar significa la búsqueda y verificación de relaciones de
causa y efecto con validez universal. La segunda pone el énfasis en
procurar que los fenómenos sean inteligibles teleológicamente en su
especificidad. Se busca comprender como intencionalidad fundamental en
contraposición con la de la física matemática, explicar.[24] Finalmente,
el eje objetividad – subjetividad hace referencia a la relación entre
el sujeto que conoce y la realidad a conocer. En este sentido la historia
de la investigación en ciencias sociales y del debate nos muestra el
devenir de posiciones desde asumir la externalidad del investigador al
hecho que estudia, considerando que la verdad objetiva es posible, hasta
postulados que sostienen no sólo la interdependencia entre el sujeto que
conoce y la realidad a conocer, sino también la necesidad de la
participación del sujeto-objeto de estudio en la construcción de un
conocimiento colectivo sobre su realidad cotidiana. Aquí se juegan
concepciones epistemológicas sobre la implicación del investigador y del
investigado en la construcción del conocimiento. A
partir de la combinación de estos pares lógicos, podríamos asumir la
vigencia de una lógica cuantitativa o extensiva que busca resultado de
validez estadística para un universo mayor y de una lógica cualitativa o
intensiva que intenta penetrar hondo en la complejidad dialéctica, contradictoria y
en permanente movimiento del hecho social. La
lógica cualitativa o intensiva es la que está más cerca de enfatizar la
inducción analítica y de buscar la generación de teoría, la comprensión,
la especificidad y en ella ya no resulta tan posible la actitud
hipotetizadora propia porque no siempre es posible predecir causalmente o
en su comportamiento complejo
los diversos fenómenos de la
vida social, Por
eso en la lógica cualitativa el tamaño de la muestra o la
representatividad no es lo más relevante, esta lógica apuesta a trabajar
con pocos casos para profundizar con mayor relieve en el significado
del hecho social; la que habla de construir en
conjunto, por ello le
interesa más una captación holística del hecho social que su
descomposición en variables. Si
recordamos que las variables son abstracciones para reducir la realidad al
estudiarla podremos comprender esto, y aquí parece nuevamente la paradoja
y contradictoriedad de estos fenómenos, que no tienen soluciones tan
simples, porque, hay autores, como Hugo Cerda que afirman que ni siquiera la investigación
cualitativa, puede renunciar al concepto de las variables y de las
definiciones operacionales[25], aunque justo es declarar que hoy existen numerosos
criterios tendientes a declarar los problemas y las contradicciones
internas de las definiciones operacionales
de variables.[26] Así, predominantemente en la lógica cualitativa se
busca construir los marcos referenciales más
adecuados a las realidades en estudio, a partir de la información empírica,
más que verificar hipótesis predeterminadas de relación causal entre
variables. Ello
implica que el interés central es la comprensión y esto significa que
los métodos particulares y las técnicas de recogida de datos, no se
dirigen esencialmente
a recoger datos mensurables, de ahí la preferencia por
el estudio de casos, las historia de vida, la observación
participante, los diarios las entrevistas abiertas, las reuniones
grupales, el cine, el video, los dibujos, la dramatización, las
composiciones, los relatos dirigidos para aprehender el significado y el
sentido profundo que las personas y los grupos le atribuyen a sus
acciones. Se busca comprender las acciones de un individuo o de un grupo
insertas en una trama de la totalidad de su historia y de su entorno
social. Comprender es también tener acceso a las convencionalismos de
la interacción social, a los
imaginarios culturales latentes o manifiestos, porque al igual que para la
comunicación, para la comprensión debe existir un cierto código
compartido, de lo contrario no habrá decodificación de los mensajes. En
cambio, la lógica cuantitativa, es la lógica que nos habla en el
lenguaje de las variables (independientes,
dependientes y ajenas ); de hipótesis de asociación o de
correlación entre variables y de definiciones teóricas y operacionales,
de medición, de muestras estadísticas representativas de
encuestas, de diseños experimentales o “cuasi experimentales”, de
medidas estadísticas de tendencia central, de coeficientes de asociación,
de regresión múltiple, de relaciones de causa y efecto, de neutralidad y
objetividad, de pruebas de significación estadística. Se buscan hechos y
causas “medibles” a través de encuestas que producen datos
cuantitativos para probar estadísticamente una relación entre dos o más
variables definidas operacionalmente. La
búsqueda de la comprensión implica pensar en una dialéctica
de interacción sujeto-objeto, sujeto-sujeto, esencia fenómeno,
objetivo subjetivo que permita, precisamente
la comprensión de los complejos y sistémicos fenómenos sociales,
la búsqueda de la verdad, pero es importante reflexionar
sobre el tipo de verdad, puesto que contemporáneamente hay una
nueva comprensión de la
verdad. Sotolongo expresa que: “la
comprensión contemporánea de la verdad equivale a develar la
interpretatividad de toda experiencia de verdad y, junto a ello, la
historicidad de toda verdad, dentro del contexto, como instancia
indefectible, desde la cual toda verdad puede darse.(…)
toda la verdad es una inter interpretación
construida intersubjetivamente acerca de algo y desde un contexto dado al
que pertenecen y del cual no pueden escapar los que la construyen, ello no
obvia –sino que por el contrario obliga a– que todas esas
interpretaciones sean contrastadas con la praxis cotidiana de los hombres
y mujeres concretos y reales, y que sean los resultados de tal contrastación,
en cuanto a su carácter enriquecedor o empobrecedor para con esa praxis
humana –y los fundamentos normativos a los que remite–, los que
decanten una u otra de esas interpretaciones construidas.[27] Esta
idea es reforzada también en otro interesante trabajo: “Cada
momento histórico elabora su objeto de conocimiento científico, que no sólo
tiene una existencia real, sino que es producto de la acción de los
paradigmas teóricos vigentes y de las problemáticas planteadas por la
comunidad científica a la realidad social. El proceso anterior lo
reconoció explícitamente Carlos Marx en Ideología alemana, al
indicar que el objeto no existe desde siempre y de manera idéntica, la
construcción del objeto de la ciencia, sus aspectos de estudio son una
tarea resultante del grado de desarrollo de la sociedad y del estado
logrado por el conocimiento científico Asimismo,
el carácter reflexivo del objeto social precisa que en la realidad social
investigada se encuentran interrelacionadas el objeto y el sujeto de
estudio. El objeto de la realidad social se construye en el mismo acto que
el sujeto la investiga. La sociedad, las relaciones sociales, como objeto
de estudio se alteran y modifican por la influencia de la función pragmática
del conocimiento. (…). Los modelos científico-sociales son parte
constitutiva de la propia construcción del objeto social”.[28] Hoy
sin embargo, también se conoce que las antinomias inducción- deducción
cuantitativo- cualitativo, también portan posiciones extremas y aunque no
es propósito del trabajo, no puedo omitir que
los enfoques de la complejidad y sistémicos constructivistas han aportado
nuevas aristas a estos análisis. “En
el nuevo sistema de observación, el sujeto observador, se sitúa ante la
praxis resultante de la dialéctica entre sistema y ecosistema. El método
dialéctico es transductivo (el método transductivo acepta el axioma de
que sujeto y objeto se predeterminan. Esto quiere decir que no son
realidades separadas). Parece obvio y de sentido común que no se puede
descender de la teoría a la práctica empírica, ni ascender de la práctica
empírica a la teoría sin la intervención de un sujeto que articula
ambas prácticas a través de las inferencias que es capaz de hacer sobre
el objeto que observa. El sistema biológico y el sistema social que
predeterminan y determinan el conocimiento y las actividades del sujeto
individual o colectivo son sistemas complejos. Maturana y Varela( )
proponen comprender como el sujeto y el objeto se predeterminan: "...
al estudiar de cerca el fenómeno del conocimiento y nuestras acciones
surgidas de él, es que toda experiencia cognoscitiva involucra al que
conoce de una manera personal, enraizada en su estructura biológica,
donde toda experiencia de certidumbre es un fenómeno individual ciego al
acto cognoscitivo del otro, en una soledad que (como veremos) solo se
trasciende en el mundo que se crea con él." [29] Generalizando
y para cerrar la idea, puedo expresar que varios son
los aspectos en debate y
tratamiento entre los que podemos citar : el papel de la teoría y del
terreno en la metodología cualitativa; el movimiento en espiral que
demanda la combinación continua de obtención y análisis de información,
es decir, el interjuego que se genera entre categorías “derivadas” de
la teoría pre-existente y la construcción de nuevas categoría
emergentes; el rol del
investigador y su implicación, el proceso de objetivación y de la
plasmación y la construcción del dato científico; las cuestiones de
validez, confiabilidad, generalización y ética que deben estar presentes
en todo proceso de
investigación desde cualquier visión paradigmática. Conclusiones: Así
pues la polémica entre paradigmas y métodos se centra en los siguientes
puntos: la compatibilidad e incompatibilidad entre los enfoques, en la
existencia de
varias formas válidas y aceptables de hacer ciencia, en que ningún método
tiene patente de exclusividad para hacer investigación científica y
en el hecho de que no se deben confundir los dos paradigmas, porque sería
mezclar planos conceptuales y de intervención distintos. El
debate entre lo “cuantitativo” y lo “cualitativo” en investigación
social, sólo puede resolverse apelando a la naturaleza del
objeto-problema y a los posicionamientos epistemológicos del investigador
sobre las concepciones del hecho social y de la construcción de
conocimiento en torno al hecho social. Implica superar debates
reduccionistas sobre lo cuantitativo o cualitativo o sobre la elección de
técnicas de obtención y análisis de información que no consideran las
bases epistemológicas de dicha elección. De ahí la importancia que le
damos a la diferencias entre paradigma, método científico universal,
metodologías y técnicas de recogida de datos. En
el debate entre lo cuantitativo y lo cualitativo han primado tres
perspectivas: la epistemológica,
la metodológica y técnica y que son aspectos sumamente
imbricados con la formación y la visión del mundo de los investigadores,
pero que también portan conceptos
con diferente grado de generalidad, porque lo epistemológico, lo metodológico
y lo técnico, actúan en un continuo que tiene por finalidad la aprehensión
de la realidad para obtener nuevos conocimientos
sobre ella, para explorarla,
describirla, explicarla y lo que es más importante, transformarla. Bibliografía: -Alfonso
García, María Rosa. (1997) Modelo teórico metodológico para el
tratamiento de la integración entre lo académico, lo laboral y lo
investigativo como problema didáctico de la formación profesional. Tesis
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Guba, E. (1990) The paradigm dialog.
Nueva Delhi: Sage Publications. [3]
Briones Guillermo. (2002) Epistemología y Teorías
de las ciencias Sociales y de la educación. México Trillas [4]
Sabino,
C. (1996) El proceso de investigación. Argentina: Ed. Lumen -
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32. [5]
Ibídem p.33 [6]
J.Arnal, 1992 : 82-83 cit. Por Alfonso en: Métodos técnicas y
metodologías, un acercamiento a su definición desde posiciones
problematizadoras. Ejercicio para optar por la categoría docente de
profesor titular. (Inédito). Santa Clara. Cuba, 1999. [7]
Delclaux, 1994.Cit por Alfonso en texto suprareferido. [8]
Ver Sabino, Carlos. El
proceso de investigación. Op. Cit. pp 38 y ss. [9]
Rist (1977), cit.
por Beltrán, J., Vásquez, F. Y Irigoyen, J. (1997). Métodos
cuantitativos y cualitativos: ¿alternativa metodológica? En:
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de la investigación cualitativa. Málaga: Ediciones Aljibe. [11]
Soltis, 1984, cit. por Colas y Buendía Colás y Buendía
(1992) Investigación educativa. Sevilla: Canaima Librería [12]
Beltrán, J., Vásquez,
F. Y Irigoyen, J. (1997). Métodos cuantitativos y cualitativos: ¿alternativa metodológica?
o En: Revista Psicología y Salud. INTERNET. [13]
Ibídem [14]
Barrantes
afirma que ambos enfoques o metodologías tienen cierta antigüedad
y no puede afirmarse con precisión que una antecede a la otra o
viceversa.
Barrantes, R. (1999). Investigación.
Un camino al conocimiento. Un enfoque cuantitativo y
cualitativo. San José: EUNED.
[15]
Ver Mardones, J.M.
(1991) “Filosofía de las Ciencias Humanas y Sociales”. Barcelona.
Anthropos Ediciones. [16]Campbell
D, Stanley J. (2002) Diseños experimentales y cuasi experimentales en
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Morata. [18]
Alfonso García, María Rosa. (1997) Modelo teórico metodológico
para el tratamiento de la integración entre lo académico, lo laboral
y lo investigativo como problema didáctico de la formación
profesional. Tesis doctoral. Santa Clara, Cuba. También,
Alfonso García María Rosa.(2008) disponible en:
Tratamiento de la integración entre lo académico, lo laboral y lo
investigativo
http://www.monografias.com/trabajos
62/integración-académico-laboral-Categoría Educación [19]
Cerda, Hugo. La
investigación total (1994) La unidad metodológica en la investigación
científica. Colombia. Editorial Magisterio, p. 15 y 16 [20]
Beltrán, J., Vásquez,
F. Y Irigoyen, J. (1997). Métodos
cuantitativos y cualitativos: ¿alternativa metodológica? En:
Revista Psicología y Salud. INTERNET [21]
Estos criterios son manejados, entre otros, por los siguientes
autores: Taylor,
S. y Bogdan, R (1986) Introducción a los métodos cualitativos
de investigación. La búsqueda de significados. Paidós, Buenos
Aires, Argentina.
Carr,
W. y Kemmis, S. (1988). Teoría
Crítica de la enseñanza, la investigación-acción en la formación
del profesorado. Barcelona: Ediciones Martínez ROCA,
S.A. Colas
y Buendía, (1992) Investigación educativa. Sevilla. Canaima Librería, [22]
Ibáñez, J. (1990): Perspectivas de la investigación social: el
diseño en las tres perspectivas. En García Ferrando, M., Ibáñez,
J. y Alvira, F. (1990): El análisis de la realidad social: Métodos
y técnicas de investigación. Alianza Editorial, Madrid. [23]
Ver al respecto el siguiente trabajo:
Padrón Guillén , José "Paradigmas
de investigación en ciencias sociales Un
enfoque curricular Papel de Trabajo, Postgrado,
USCaracas, mayo de 1992 [24]
Disponible en www.infanciaenred.org.ar/margarita/etapa2/PDF/013.pdf.
Agosto 2005 [25]
Cerda, Hugo. (1994) La investigación total. La unidad metodológica
en la investigación científica. Colombia. Editorial Magisterio, p.
15 y 16 [26]
Ver al respecto: Impropiedad de las definiciones operacionales
pp. 151-163 en Migueles Martínez Miguel. (2006)La nueva
ciencia.ssu desarrollo, lógicas y método. México: Edit. Trillas. [27]
Sotolongo Codina, Pedro Luis; Delgado Díaz, Carlos Jesús. Capítulo
III. La epistemología [28]
Perspectiva de la Investigación Social de Segundo Orden [29] Cabeza González, Bernardino. Paradigma de las ciencias sociales, nueva forma de mirar, de ver y hacer. Universidad complutense de Madrid. Román Reyes (Dir.): Diccionario Crítico de Ciencias Sociales www.ucm.es/info/eurotheo/diccionario/N/nuevo_paradigma.htm - 58k - |
Dra. María Rosa Alfonso García
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