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Cielito patriótico que compuso un gaucho 
para cantar la acción de Maipú

Bartolomé Hidalgo

La Batalla de Maipu, cuadro de Mauricio Rugendas

   No me neguéis este día
cuerditas vuestro favor,
y contaré en el CIELITO
de Maipú la grande acción.
       Cielo, cielito que sí,  5
       cielito de Chacabuco,
       si Marcó perdió el envite,
       Osorio no ganó el truco.

    En el paraje mentado
que llaman Cancha Rayada,  10
el General SAN MARTÍN
llegó con la grande Armada.
       Cielito, cielo que sí,
       era la gente lucida,
       y todos mozos amargos  15
       para hacer una envestida.

    Lo saben los enemigos
y al grito ya se vinieron,
y sin poder evitarlo
nuestro campo sorprendieron.  20
       Cielito, cielo que sí,
       cielito del almidón,
       no te aflijas godo viejo
       que ya te darán jabón.

    De noche avanzaron ellos  25
y allá tuvieron sus tratos;
compraron barato, es cierto,
¡qué malo es comprar barato!
       Cielito, cielo que sí,
       le dijo el sapo a la rana,  30
      canta esta noche a tu gusto
       y nos veremos mañana.

    Se reúnen los dispersos
y marchan las divisiones,
y ya andaban los paisanos  35
con muy malas intenciones.
       Allá va cielo, y más cielo,
       cielito de la cadena,
       para disfrutar placeres
       es preciso sentir penas.  40

    Pero ¡bien ayga los indios!
ni por el diablo aflojaron,
mueran todos los gallegos,
VIVA LA PATRIA, gritaron.
       Cielito digo que no,  45
       no embrome amigo Fernando,
       si la Patria ha de ser libre
       para qué anda reculando.

    Al fin el cinco de abril
se vieron las dos armadas  50
en el arroyo Maipú,
que hace como una quebrada.
       Cielito, cielo que no,
       cielito digo que sí,
       párese mi don Osorio  55
       que allá va ya SAN MARTÍN.

    Empiezan a menear bala
los godos con los cañones,
y al humo ya se metieron
todos nuestros batallones.  60
       Cielito, cielo que sí,
       cielo de la madriguera,
       cuanto el godo pestañó
       quedó como tapadera.

    Peleó con mucho coraje  65
la soldadesca de España,
habían sido guapos viejos
pero no por la mañana.
       Cielo, cielito que sí,
       la sangre amigo corría  70
       a juntarse con el agua
       que del arroyo salía.

    Cargaron nuestros soldados
y pelaron los latones,
y todo lo que cargaron  75
flaqueron los guapetones.
       Cielito, cielo de flores,
       los de lanza atropellaron;
       pero del caballo, amigo,
       limpitos me los sacaron.  80

    Osorio salió matando
al concluirse la contienda,
sin saber hasta el presente
dónde fue a tirar la rienda.
       Cielito, cielo que sí,  85
       cielito de los reveses;
       nos ganaron el albur
       y perdieron los entreses.

    Godos como infierno, amigo,
en ese día murieron,  90
porque el Patriota es temible
en gritando al entrevero.
      Cielo, cielito que sí,
       hubo tajos que era risa,
       a uno el lomo le pusieron  95
       como pliegues de camisa.

    Quedó el campo enteramente
por nuestros americanos,
y Chile libre quedó
para siempre de tiranos.  100
       Cielito, cielo que sí,
       por ser el godo tan terco,
       se ha quedado el infeliz
       como avestruz contra el cerco.

    Hubo muchos prisioneros  105
de resultas del combate,
y según todas las señas
no les habían dado mate.
       Cielito, cielo que sí,
       americanos unión.  110
       Y díganle al rey Fernando
       que mande otra expedición.

    Ya, españoles, se acabó
el tiempo de un tal Pizarro,
ahora como se descuiden  115
les ha de apretar el carro.
       Cielito, cielo que sí,
       cielito del disimulo,
       de balde tiran la taba
       porque siempre han de echar culo.  120

    Ya puede el virrey de Lima
echar su barba en remojo,
si quiere librar el cuero
vaya largando el abrojo.
       Cielito, cielo que sí,  125
       largue el mono, no sea primo,
       porque cuanto se resista
       ya quedó como racimo.

    Viva nuestra libertad
y el general SAN MARTÍN,  130
y publíquelo la Fama
con su sonoro clarín.
       Cielito, cielo que sí,
       de Maipú la competencia
       consolidó para siempre  135
       nuestra augusta independencia.

    Viva el Gobierno presente,
que por su constancia y celo
ha hecho florecer la causa
de nuestro nativo suelo.  140
       Cielito, cielo que sí,
       vivan las Autoridades,
      y también que viva yo
       para cantar las verdades.

 

Bartolomé Hidalgo. 
Bartolomé Hidalgo - Obras completas

Montevideo, Ministerio de Educación y Cultura, 
Biblioteca "Artigas", Colección de Clásicos Uruguayos, 1986.

 

Ver: Prólogo a Bartolomé Hidalgo - Obras completas

 

 

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