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Nota escrita a propósito del estreno de "Las tres hermanas"

Balzac se casó en Berdicheff 
Jorge Arias

"Pasará  el  tiempo y nosotras nos  iremos  para  siempre,  seremos olvidadas,  olvidarán nuestras  voces, nuestras  caras  y  cuántas éramos, pero nuestros sufrimientos se transformarán  en alegría para  aquellos  que  vivirán después de nosotras..."  dice  Olga, aún viva  para nosotros en la  persona de  Patricia  Yosi,  en la  escena  final  de "Las  tres  hermanas" de Chejov. La idea  más visible es la persistencia en ser de la humanidad, a través de las  generaciones; otra, menos  visible, es que los límites  entre  el arte  y la  realidad, entre  autor  y personajes, no son  precisos.  Olga habla como  si supiera que Chejov escribirá  sobre ella; casi como si supiera que más  tarde Brecht retomaría  sus  palabras.

Pero "Las  tres hermanas" y sobre todo su  desenlace se  encadena con los desvelos de un solitario que escribía entre la una y las ocho de la mañana, en una  modesta  casa  de la rue Basse, en  Paris,  impedido de salir por una orden judicial de prisión por deudas. Porque ¿cómo no  reconocer en las tres hermanas a su conmovedora  tía,  o prima,  Eugénie  Grandet?

El  ámbito social de ambas obras es  el mismo:  la relación entre la  vida en las  provincias, Saumur,  y en la  capital,  Paris  o  Moscú. Está la casi inevitable frustración sexual y  sentimental  de la mujer de  provincias, tema que Balzac  trata, en forma aún  más trágica en "Le lys dans la  vallée". La mujer de provincias  debe resignarse a un  matrimonio sin  amor (Irina - Tusenbach), a una fugaz  relación  extramatrimonial  (Masha -Vershinin)  o a la  soltería  (Olga). Así como Eugénie  Grandet recibe la  visita,  vivificante pero perturbadora, de su primo Charles, las tres  hermanas despiertan de su letargo con la llegada de los militares; el  desenlace, una valiente aceptación del fracaso y de un nuevo destino a partir de un nuevo grado de consciencia es,  sustancialmente, el mismo.

Para reconocer esta deuda,  o mejor, esta relación  filial, Chejov menciona  a Balzac  tres  veces  en "Las  tres  hermanas". Dos veces lo hace Chebutikin, cuyos  últimos días son  similares a los del coronel  Chabert (de “Le  colonel Chabert”), cuando lee en el diario que Balzac  se  casó  en Berdicheff,  Ucrania, frase que es  repetida por Irina. Estas palabras  aparecen en medio de una discusión sobre  la felicidad,  y suena  como  una  reiteración del gran tema de "Las  tres  hermanas": la ilusión de  que la  felicidad se hallará en otras circunstancias, en el caso con un viaje a Moscú. Por un  momento  parece que Chejov predica a  través del ejemplo y dice a la  ofuscada familia que Balzac, en la cúspide de su fama, va a buscar la consagración por el matrimonio de su amor por Eveline Hanska, no en su capital, Paris, ni en la capital  de Rusia, Moscú, sino en una pequeña ciudad de Ucrania. Pero Chejov no  nos deja en  paz,  y esta sugestión está contrarrestada por una réplica tácita: cuando Balzac se casa  (14 de marzo de 1850), ya está al borde de la muerte, que le  sobreviene  cinco meses después,  por lo que muy poco  podía  servir el matrimonio, en Berdicheff o en Moscú, a su felicidad. Peor aún: esa unión, anhelada por más de una década, se  reveló  una ilusión y un error. Balzac, que vuelve de Ucrania con una  felicidad  que  se le escapa enfrentará a la muerte en Paris, en un cuadro de siniestro desamor por parte de la  condesa. En este punto es, más que el viejo Goriot, más que César Birotteau, más que Zéphirin Marcas, un personaje de Chejov. Es más que probable que Chejov conociera a fondo todo esto cuando escribe, cincuenta años después,"Las tres hermanas"  (1900 - 1901).        

Brecht continuó la  línea, cuando escribió, sin duda a partir  de Chejov:  

                                                                                      "Pero  vosotros, cuando lleguen los  tiempos

                                                                                       en  que el hombre  sea  amigo  del  hombre,

                                                                                       pensad en nosotros

                                                                                       con  indulgencia"

Como se  escribía  en los  diarios al  pie de los  folletines, asegurando la  continuación del drama, “Continuará en el  próximo número”.

Jorge Arias

Diario "La República"
ariasjalf@yahoo.com
 

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