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Los escritores americanos y la inmigración
María González Rouco
mgonzalezrouco@gmail.com

Indice

1.  Introducción

2.  Ernest Hemingway

3.  Susan Sontag

4.  Isaac Bashevis Singer

5.  Richard Kalinovsky

6.  Luis Gonzaga Urbina

7.  Miguel Barnet

8.  Joel Franz Rosell

9.  Rubén Darío

10. Gabriella De Ferrari

11. Gabriela Mistral

12. Antonio Skármeta

13. Jorge Amado

14. Nélida Piñón

15. Florencio Sánchez

16. Horacio Quiroga

17. Fernán Silva Valdés

18. Pedro Orgambide

19. Syria Poletti

20. Mempo Giardinelli

21. Guadalupe Henestrosa

Introducción

En este trabajo me refiero a algunos de los destacados escritores americanos que evocaron en obras literarias a los inmigrantes que llegaron a América entre 1850 y 1950. Son los escritores citados en esta monografía, los estadounidenses Ernest Hemingway, Susan Sontag, Isaac Bashevis Singer y Richard Kalinovsky; el mexicano Luis Gonzaga Urbina, los cubanos Miguel Barnet y Joel Franz Rosell; el nicaragüense Rubén Darío, la peruana Gabriella De Ferrari; los chilenos Gabriela Mistral y Antonio Skármeta, los brasileños Jorge Amado y Nélida Piñón, los uruguayos Florencio Sánchez, Horacio Quiroga y Fernán Silva Valdés y los argentinos Pedro Orgambide, Syria Poletti, Mempo Giardinelli y Guadalupe Henestrosa.

Hemos leído obras escritas por inmigrantes que se establecieron en la Argentina, o acerca de ellos. Supimos, a través de drama, narrativa y lírica, de memorias, biografías y periodismo, cuáles fueron las causas que los llevaron a dejar su tierra, en qué condiciones debieron realizar un viaje tan amargo, y qué suerte corrieron en el nuevo destino.

Complementando estos textos de inmigración, literarios y no literarios, se encuentran otros textos, escritos por autores de renombre nacidos en los países americanos, que nos hablan de aquellos que emigraron. Nos ocuparemos de algunas de estas páginas, referidas a inmigrantes de diversas nacionalidades, y a su vida en la tierra americana a la que se dirigieron.

Ernest Hemingway

"Ernest Hemingway nació en Oak Park, una ciudad del estado de Illinois, el 21 de Julio de 1899. Será el segundo de los seis hijos que tendrán en común el matrimonio formado por Clarence E. Hemingway y Grace Ernestine. Él, un prestigioso médico, ella, una pianista que tuvo que dejar su carrera cuando contrajo matrimonio y que, sin duda, marcaría su vida posterior. Hemingway no recibió cariño de esta madre calificada de dominadora y, quizá por eso, su relación con las mujeres siempre fue un poco atormentada. Siempre fue un espíritu aventurero y lo demostró desde pequeño cultivando su afición al deporte y, sobre todo, al boxeo. Cuando acabó los estudios básicos no quiso seguir estudiando y empezó a colaborar como reportero en el periódico Kansas City Star. Quiso participar en la Primera Guerra Mundial y, como no le dejaron ser soldado debido a una lesión en el ojo por culpa del boxeo, se apuntó como voluntario en la Cruz Roja y viajó a Italia donde trabajó como enfermero de ambulancias. Allí fue herido por una granada que le produjo graves lesiones en la pierna. Después de varias operaciones y, con una rótula nueva, tuvo que pasar varios meses convaleciente. Durante este tiempo se enamoró de una enfermera que le inspiraría la novela Adiós a las armas, escrita varios años después. Al finalizar la guerra vuelve a Estados Unidos y asienta su carrera en el periodismo. Trabaja en el Toronto Star Weekly hasta que descubre que sus artículos gustan y se traslada a trabajar al prestigioso Chicago Tribune. En 1921 se casa con Elisabeth Hadley y, mediante un acuerdo con el periódico, se trasladan a Francia donde trabajará como corresponsal. Será en el barrio Latino de París donde conocerá a dos escritores exiliados, Ezra Pound y Gertrude Stein que será la que acuñe el término de Generación Perdida. Este término dará nombre a estos escritores norteamericanos del periodo entre guerras en el que se incluyen autores de la talla de John Dos Passos. Gracias a estos escritores, que le animarán a escribir, Hemingway comenzará su actividad literaria y publica sus primeras novelas en 1924: En nuestro tiempo y Diez relatos. Su matrimonio entra en crisis debido al primero de los muchos viajes del autor a las fiestas de San Fermín en Pamplona. Los coqueteos de ambos darán lugar a la separación y al noviazgo de Hemingway con Pauline Pfeiffer con la que se casará en mayo de 1927. La experiencia en Pamplona inspira Fiesta (1926) una novela en la que se presenta a unos turistas americanos e ingleses en España. Con esta publicación adquiere mucha fama y popularidad. Después de peregrinar por Europa y América se asienta en Cayo Hueso (al sur de los Estados Unidos) donde tendrá una vida apacible dedicándose a lo que más le gustaba: la caza, la pesca y escribir. Es entonces cuando escribe Adiós a las armas (1929) que narra la historia de amor entre una enfermera y un soldado americano durante la Primera Guerra Mundial. Este año vuelve a España a disfrutar de la época taurina pero sin dejar su vivienda en Cayo Hueso. En 1933 viaja por primera vez a África en donde encontrará una gran experiencia que recogerá en cuentos como Las nieves del Kilimanjaro. Este cuento, junto a la obra de teatro La quinta columna, están recogidos en La quinta columna y los primeros cincuenta y nueve relatos. Dedicado siempre a temas sociales de su tiempo publica en 1937 Tener y no tener, pero la mayor aventura la encontrará en España donde estallará en 1936 la Guerra Civil. Se instala en Madrid junto a Martha Gellhorn, su nueva compañera, y vive de cerca la contienda apoyando al bando republicano. De esta dura experiencia nace Por quién doblan las campanas, su mayor éxito literario. Será publicada en 1940, el mismo año en que contraerá matrimonio por tercera vez. Al comenzar la Segunda Guerra Mundial viajó a Hong-Kong, Londres y La Habana como corresponsal. No irían demasiado bien estos viajes para su matrimonio puesto que en 1946 contraería nuevas nupcias con la periodista Mary Welsh. Hemingway dejó sin publicar más de 3000 páginas de manuscritos. Se instala definitivamente en Cuba donde vivirá hasta 1959, año en el que sube al poder Fidel Castro. Aunque al principio apoyó la revolución, no estuvo a favor del régimen militar impuesto y marchó a vivir a Ketchum (Idaho).En 1950 publica Al otro lado del río y entre los árboles, una obra con la que la crítica no estará muy de acuerdo pero sorprendería dos años después publicando El viejo y el mar, una gran fábula basada en la vida de Sebastián, un pescador cubano, por la que conseguirá, al año siguiente, el premio Pulitzer. Es ésta una obra ya clásica en lengua inglesa pese a lo que pensara él sobre estas obras: ‘la obra clásica es un libro que todo el mundo admira, pero que nadie lee’. Siguió viajando por Europa y África sin faltar cada año a su cita española con los toros. Será precisamente en Pamplona donde le comuniquen que se le ha concedido el premio Nobel de Literatura (1954) Basándose en la fiesta de los toros escribirá una novela en la que narra la competencia entre dos toreros (Ordóñez y Dominguín) y que titulará El verano peligroso. En 1960 publica la última obra en vida: Poemas completos. Y, a partir de aquí, el escritor comienza a decaer. Afectado de trastornos nerviosos y de una afección en la córnea que lo estaba dejando ciego, Hemingway ya no puede coger la pluma. Tratado por psiquiatras y sometido varias veces a electroshock comienza a pensar en la idea del suicidio: ‘Lo único que nos separa de la muerte es el tiempo’. Pese a que en la primavera de 1961 estuvo muy calmado e incluso feliz, en la madrugada del 2 de Julio se levantó de la cama y, en el vestíbulo de su casa de Ketchum, se disparó en la boca con su escopeta de caza. Creador de héroes estoicos e individualistas, Hemingway retrató siempre en sus novelas un hombre que luchaba contra la adversidad aunque fuera incapaz de vencerla. Esto mismo le sucedió a él. Su impotencia ante la vida casi vegetal que llevaba en sus últimos años le llevó a acabar con su vida. Publicada póstumamente es su novela archiconocida París era una fiesta que está basada en esos primeros años que él vivió allí. También obras póstumas son, entre otras, Enviado especial, que recoge sus artículos periodísticos, y la inacabada El jardín del Edén" (1).

Se considera que Gregorio Fuentes, inmigrante llevado a Cuba por sus padres, inspiró una obra del escritor. En 1997, apareció esta noticia: "Lúcido y lleno de recuerdos, cumplió 100 años el patrón de lanchas que inspiró la célebre novela El viejo y el mar, de Ernest Hemingway. Gregorio Fuentes comió mariscos y bebió vino, el viernes, recordando por enésima vez al autor norteamericano que se suicidó luego de haber recibido el Premio Nobel y de besar el suelo de Cuba después de que la revolución nacida en Sierra Maestra entrara a La Habana. Fuentes, nacido en las islas Canarias, es viudo, tiene cuatro hijos y siete nietos y, a su edad, no usa anteojos, sólo de vez en cuando se queja de leves dolores reumáticos, se levanta muy temprano y se acuesta a las 9 y media de la noche. Hemingway dijo una vez que el argumento de su relato, llevado también al cine, surgió de la rica experiencia "en medio de la gente de Cojímar, de donde soy ciudadano", recuerda la agencia EFE. A 7 kilómetros al este de La Habana, Cojímar sigue siendo un pequeño pueblo de pescadores que fue el escenario natural para los rodajes, en 1957, de la película en la que el actor Spencer Tracy encarnó al viejo Santiago. Desde el embarcadero de Cojímar, Gregorio salía a navegar con Hemingway. En la novela, un viejo pescador lucha a brazo partido desde su bote con un pez enorme, al que consigue dominar, pero del que sólo le queda el esqueleto mordido por los tiburones cuando llega a la playa. Sin embargo, logra de nuevo el respeto de los pescadores más jóvenes. En esa épica personal, Hemingway cifraba su filosofía vital: ‘Un hombre puede ser derrotado, pero jamás vencido’ " (2).

Notas

1. Ferrer, Silvia: "Ernest Hemingway", en www.portalmundos.com.

2. S/F: "Inspiró ‘El viejo y el mar’, de Hemingway Cumplió 100 años un marinero legendario", en Clarín, Buenos Aires, 13 de julio de 1997.

Susan Sontag

"Una breve biografía de Susan Sontag, imprescindible para identificar el tiempo y el espacio en donde vivió nos lleva de Nueva York, donde nació en el seno de una familia de clase media de orígenes judíos, al estado de Arizona donde creció y adoptó el apellido de su padrastro. En 1948 ingresó a la Universidad de Berkeley, en California, para proseguir estudios en la Universidad de Chicago en donde se graduó en 1951. Un matrimonio juvenil con el sociólogo Phillip Reiff y el nacimiento de su único hijo David, no le impidieron buscar otros horizontes, otros caminos al conocimiento, entre 1955 y 1957 hizo estudios de doctorado en Harvard y en 1957-1958 en la Universidad de París. Se incorporó al mundo académico estadounidense como docente en filosofía en varias instituciones educativas de Nueva York, entre ellas la prestigiada Universidad de Columbia. En los años 60 Sontag hizo contacto con los editores de la afamada revista Partisan Review, se estableció en el círculo de los ‘intelectuales neoyorquinos’; y participó activamente en varias publicaciones periódicas: New York Review of Books, Athlantic Monthly, Nation y Harper’s; fue en esa misma época cuando intentó hacer carrera cono cineasta, una de sus películas de esos años, El hermano Carl, fue filmada en Suecia. El ambiente radicalizado de esa década fue propicio para que su espíritu contestatario fluyera libremente y se creara una reputación de feminista radical liberal, y como intérprete y crítica de la cultura estadounidense. En 1969 apareció Viaje a Hanoi, resultado de una visita, como reportera de guerra a la legendaria capital vietnamita, se trata de una obra capital para entender lo que aquel conflicto bélico representó para varias generaciones, no sólo estadounidenses, sino de prácticamente todos los países. Otra obra, con un enfoque distinto es, Sobre la fotografía, publicada en 1977, que resultó un auténtico best-seller. En este trabajo, fruto de su relación y conocimiento de las teorías de Roland Barthes, aparece su preocupación por explicar, y explicarse, la creciente importancia que la imagen ha tenido en la difusión de ideas y concepto en la cultura contemporánea. En estos años se inicia su relación con la fotógrafa Annie Leibovitz, quien apoyó con imágenes de excepcional calidad algunos libros de Susan Sontag. Ni puede dejar de mencionarse su obra literaria, en fechas relativamente recientes dio a conocer dos novelas en las que los personajes femeninos reúnen una gran cantidad de cualidades: El amante del volcán (1992) narra el singular triángulo amoroso en el que participaron Lord Nelson, Emma Hamilton y Lord Hamilton en el turbulento espacio de las guerras napoleónicas; por su parte En América (1999), que recibió en el año 2000 el galardón que otorga el National Book Award, es la biografía de una actriz de origen polaco, emigrada a los Estados Unidos, que vive los triunfos y derrotas, los sinsabores y las alegrías de una mujer capaz de sobreponerse al destino. Susan Sontag fue una activista de los derechos humanos, no sólo en su país, que en ocasiones no la comprendió, e incluso la atacó despiadadamente; viajó intensamente y comprometidamente a zonas donde la vida y la libertad se encontraban en grave riesgo, se recuerda especialmente su estancia en la sitiada Sarajevo en el verano de 1993, ciudad que la nombró Ciudadana honoraria por esta singular muestra de solidaridad; en otro ámbito, de 1987 a 1989 fue presidenta del PEN Club estadounidense. Algunos de los reconocimientos que recibió fueron: en el año 2003 el Premio de la Paz de la Asociación de libreros alemanes y el Premio Príncipe de Asturias, el Premio Jerusalem en 2001, y como ya se dijo el National Book Award en 2000 y el Premio de el Círculo de Críticos Literarios 1978 por Sobre la Fotografía. En 1992 Italia le otorgó el Premio Malaparte, y en 1999 fue nombrada, por el gobierno francés, Comendador de la Orden de Artes y Letras" (1).

Hace unos años, se le realizó un reportaje en el que se refirió a En América. Leemos en esta entrevista: "Sontag, una de las voces estadounidenses más críticas y comprometidas desde los años 60, asegura encontrarse en su mejor momento creativo. Su novela ‘En América’ es, según dice, la mejor que ha escrito. Con ella ganó el National Book Award en el año 2000". "Inspirado en una historia real, "En América" relata la historia de una gran actriz polaca que a finales del siglo XIX decide dejarlo todo e irse a EE. UU. con su marido, un escritor que la admira, su hijo y algunos amigos para formar en California una comunidad utópica. Escribiéndola, Sontag pudo reflexionar sobre la complejidad de sus sentimientos hacia América y descubrir cuáles eran los sentimientos de sus personajes con respecto a este país. "Para los inmigrantes América representa muchas fantasías diferentes, hay muchos sueños americanos. Las más comunes es que en América puedes ser libre o que en América puedes hacerte rico, pero ese no es el caso de mis personajes. El personaje principal, Marina, la actriz, quiere cambiar, y piensa en América como en un lugar en el que es posible un cambio radical, donde eres libre para cambiar y deshacerte de su pasado" (2).

Notas

1. Haupt, Celia: "In memoriam Susan Sontag (1933-2004)", en www.universia.net.mx, 18 de enero de 2005.

2. Sánchez, Belén: "Susan Sontag: 'Siempre me ha resultado incómodo ser ciudadana americana´ '', en www.cultura.terra.es.

Isaac Bashevis Singer

Isaac Bashevis Singer "Nació el 14 de julio de 1904 en Radzymin (Polonia), Singer era hijo y nieto de rabinos y hermano del novelista Israel Joshua Singer. Creció en el barrio judío de Varsovia, donde se hablaba yídish. En 1935 emigró a los Estados Unidos, donde comenzó a escribir como periodista y columnista de The Daily Forward, un diario judío de Nueva York escrito en yídish. Singer escribió casi toda su obra en yídish. su obra se caracteriza por la fuerza de su argumento, lleno de pasión por la vida y desesperación por las tradiciones que se pierden. Todos sus libros están ambientados en su pasado polaco y en las leyendas de los judíos y del folclore de la edad media europea. Él mismo tradujo muchas de sus obras al inglés. Fue galardonado con el Premio Nobel de Literatura en 1978. Murió el 24 de julio de 1991 en Miami, Florida" (1).

Acerca de Sombras sobre Hudson, novela publicada en 2000, escribe Marcelo Birmajer:

"En este libro póstumo, Singer logra situar en Estados Unidos una gran novela rusa a lo Tolstoi o Dostoievsky, permitiendo que ingresen en la trama alguna de las proteínas que Norteamérica producía para sus ávidos recién llegados: entretenimiento, velocidad, inclusión. Singer solía decir que el idish les aportaba a sus textos vitaminas que ningún otro idioma abastecía (ésta es su primera novela traducida directamente del idish al español), pero es innegable que en esta monumental épica sentimental, llena de sketchs y diálogos trágicos e hilarantes, otras voces y recursos alimentan el fluir narrativo: la técnica del folletín (la novela fue publicada por entregas en el diario idish Forward entre 1957 y 1958), el vibrante cielo americano de posguerra, las novelas de suspenso y acción, el calor de Miami, el clima del Occidente democrático. Todos estos elementos permiten que los remanentes judíos de Europa del Este, los personajes de esta novela, narren su historia con el ritmo febril de los diarios norteamericanos, con la profunda vulgaridad de las novelas de diez centavos, con el apasionante trasfondo de un país que les permitía hacer negocios y triunfar o fracasar sin temer el asesinato o la expulsión. Un país con más drama que tragedia".

"Aunque muchos de los personajes son sobrevivientes de la Europa nazi y la historia de amor de uno de ellos, el doctor Margolín, está envenenada de la peor manera por la hecatombe, lo cierto es que para el resto de los personajes la gran tragedia es más un escenario que la marca definitiva de sus vidas: no es la primera novela en que Singer da a entender que la imposibilidad para ser feliz y la unidad entre el amor y el fracaso no devienen de un suceso histórico, sino que suceden en todos. Hertz Grein y Anita Makaver, dos de los personajes centrales, habrían huido juntos antes o después de la guerra, y sus vaivenes sentimentales no habrían variado gran cosa. Es cierto que el desastre de la guerra, como telón de fondo, otorga más peso a cada una de las acciones, pero no es lo que las determina. Las bizarras sesiones de espiritismo en busca de los seres queridos muertos intercaladas a lo largo de la trama, pletóricas a un mismo tiempo de humor y desesperación, ya las narra Singer en sus cuentos situados en los años anteriores a la guerra".

"Sin embargo, Norteamérica sí es un dato definitivo en esta saga sentimental de 700 páginas. Si bien el noventa por ciento de las novelas de Singer, afortunadamente, nos ofrecen la misma velocidad, suspenso y diversión que la presente, y buena parte de ellas transcurren en Europa del Este, lo definitivo de América en esta novela es que se está en el lugar del que ya no se huirá: América es para ellos el presente y el futuro; y aunque no encuentren allí la felicidad, el afuera, como Rusia, sólo les depara tragedia. América es el drama, un drama inherente a la condición humana; afuera está la tragedia: el stalinismo, el pogrom, el fenecido nazismo. En las novelas de Singer que transcurren en Europa del Este, los personajes saben que pisan un suelo efímero: tarde o temprano serán asesinados, expulsados o deberán huir, todos lo saben y lo dicen. En América, en cambio, es el título de un libro de Sholem Aleijem, revelador: "en" un lugar, un lugar que existe, un lugar posible, un lugar de vida. Los personajes de Singer que viven en América aceptan que ya no pueden buscar la fuente de sus desdichas en el entorno: los están dejando respirar y de todos modos son básicamente infelices. Así ocurre en ‘Enemigos’, en ‘Meshugá’ y en la presente".

"Este libro no puede parar de leerse. Tiene la droga secreta de las telenovelas y el premio de profundidad de las más grandes obras literarias. Singer da la impresión de estar bendecido por la piedra filosofal que buscan muchos escritores: escribir rápido y resultar veloz al lector. Escribir rápido y que resulte bien. La novela no para: hay muchos muertos, pero no puntos muertos. Todo el tiempo los personajes se enamoran, pelean acerca de la existencia de Dios, desafían las leyes físicas y las sagradas, convierten a las amantes en esposas y a las esposas en amantes. Y charlan con un encanto irresistible. Todo está tan lleno de tristeza que por momentos resulta insoportable; pero siempre, al borde del abismo, Singer tiende una alfombra de comprensión a los pies de sus desahuciadas criaturas. Mira a los personajes con la piedad que, según la mayoría de ellos, Dios les niega a los humanos. Unos personajes que, a diferencia de los de Ana Karenina o Crimen y castigo, se reconocen a sí mismo como absurdos, ridículos y descubren, de a ratos, que los amores y derrumbes que consideran imposibles de soportar no son otra cosa que la argamasa de la vida. Exceptuando las matanzas y la esclavitud de cualquier signo, no puede haber una gran tragedia donde no haya la posibilidad de un gran triunfo. La misma comprensión que Singer muestra por sus queribles criaturas provenientes de Polonia e instaladas en Broadway parece mostrar como escritor por los lectores que vienen del siglo XX: un libro para recuperar una historia inventada bien contada, para disfrutar una cincuentena de páginas antes de ir a dormir, para tomar un té y sentir que al día siguiente aparecerá, en el diario, el capítulo que ansiosamente aguardamos" (2).

Notas

1. Spider, Nickel: Wikipedia, La enciclopedia libre.

2. Birmajer, Marcelo: "Sombras sobre el Hudson Isaac Bashevis Singer trad. Rhoda Henelde y Jacob Abecassis Ediciones B Barcelona, 2000 728 págs", en www.pagina12.com.ar.

Richard Kalinovsky

"Una bestia en la luna es una historia de amor, una maravillosa historia de amor entre Aram Tomasián y Seta (su esposa). Aram Tomasian es un huérfano que llega a Estados Unidos huyendo del genocidio cometido por los turcos contra el pueblo armenio entre 1915 y 1923. El crimen sigue impune. El sueño de su vida es construir una familia. Para lograr su objetivo se casa por correspondencia con una joven (Seta) a la que conoce por una fotografía. La obra comienza cuando Seta llega a los Estados Unidos y Aram descubre que es sólo una niña de 15 años que aún juega con muñecas. Esto le genera muchas contradicciones dado que Aram es muy religioso y lleno de prejuicios. Pero el deseo de construir una familia y la simpatía y vitalidad de Seta lo hacen enamorarse de ella rápidamente. Aram sólo piensa en hacer el amor para dejarla embarazada y así poder construir su familia. Pero la naturaleza y la dura vida de privaciones que ha tenido Seta, le juegan una mala pasada. Seta no puede quedar embarazada. Aram se ofende con los médicos y con Dios no aceptando esta cruda realidad. Pasa el tiempo y Seta empieza a vincularse en el barrio donde vive con inmigrantes italianos, polacos y se pone a hacer tortas para el vecindario. A raíz de ésta tarea conoce a un niño de 13 años (es un niño de la calle) descendiente de italianos - Vicente- se llama, con el que rápidamente establece un hermoso vínculo. Le nace la idea de adopción a Seta; tema que rechaza de pleno Aram. Pero Seta enfrentándolo logra transformarlo, hacerle superar viejas contradicciones y finalmente construyen la familia tan anhelada. Si hay algo que trasciende de éste relato, es que el amor es capaz de hacer superar profundos esquematismos convirtiéndose así en la única vía posible para construir una alternativa distinta. La nueva manera de trascender universalmente, es teniendo un perfil de identidad y respetando la identidad de los otros" (1).

Esta "exitosa obra escrita por el estadounidense Richard Kalinoski, galardonada por el premio ‘Osborne’, otorgado anualmente por la Asociación de Críticos de Teatro a la mejor obra teatral representada fuera de Nueva York (...) fue representada en Buenos Aires gracias a los esfuerzos de Eduardo Kozanlian y el apoyo de la comunidad. El éxito se extendió a otros países. En el año 2001, sus protagonistas obtuvieron varios premios: el ‘Estrella de Mar’, entre los más importantes. Manuel Callau dijo al recibirlo: ‘Quiero dedicarlo al millón y medio de armenios que fueron masacrados por los turcos. Que este premio sea para todos y cada uno de ellos’. El año 2003 se puso en escena en Puerto Rico con el nombre de ‘El diablo en la Luna’ " (2).

Notas

1. S/F: "Una bestia en la luna", en www.armeniosonline.com.ar.

2. Bedrossan, Eduardo: Morir en Marash. Buenos Aires, Edición del autor, 2004. 448 pp- Pág. 421.

Luis Gonzaga Urbina

"Nació en la ciudad de México el 8 de febrero de 1864. A pesar de la pobreza de su familia, pudo hacer los estudios primarios y los de preparatoria. Muy joven entró como redactor a El siglo XIX, comenzó a publicar poemas y artículos, y años más tarde fue cronista y crítico teatral en El Imparcial y en El Mundo Ilustrado. Su carrera periodística le permitió conocer a los escritores de la última generación romántica: Altamirano, Prieto, Riva Palacio, y a los que iniciaban el Modernismo: Gutiérrez Nájera, Sierra, Tablada, Valenzuela y al solitario Manuel José Othón. Su entrañable amistad con Gutiérrez Nájera lo haría proseguir en la vena del cronista y en una sensibilidad poética muy cercana a la de "El Duque Job". Para Justo Sierra, Urbina tuvo profundo afecto y aun veneración. Fue su secretario particular durante su gestión como Ministro de Instrucción Pública. Por estos mismos años, Urbina fue profesor de literatura española en la Escuela Nacional Preparatoria y director de la Biblioteca Nacional en 1913. En la época revolucionaria, Urbina se expatrió en 1915 a La Habana, donde continuó trabajando como maestro y periodista, y en 1916 pasó a Madrid, como corresponsal de El Heraldo de Cuba. En 1917 estuvo algunos meses en Buenos Aires, en misión oficial, y sustentó entonces un ciclo de conferencias sobre literatura mexicana. Volvió a Madrid, donde radicaría, designado secretario de la Legación Mexicana, de 1918 a 1920. Hizo un viaje a Italia, volvió por poco tiempo a México en 1921, y de nuevo a Madrid, donde se le designó encargado de la comisión "Del Paso y Troncoso". Allá murió el 18 de noviembre de 1934 y, a fines de este año, sus restos fueron trasladados a México, a la Rotonda de los Hombres Ilustres".

"En atención a su residencia fuera del país, Urbina fue designado Académico Correspondiente de la Academia Mexicana. Se le ha llamado el último romántico y es también uno de los poetas más representativos de nuestra lírica. Poeta del otoño y de la melancolía, de los crepúsculos y de las voces íntimas, describió los paisajes del mundo y los de su alma con un arte cada vez más hondo y un don de lágrimas cada vez más sabio. Algunos de sus poemas, como "Vespertinas", "Vieja lágrima" y "El poema del lago", son admirables por su factura poética, por su tristeza recatada y por la descripción emocionada del paisaje. Cronista y cuentista como Gutiérrez Nájera, Urbina siguió las huellas de su predecesor en una prosa fácil y espiritual que conserva los hechos salientes y el temperamento de los últimos años del siglo XIX y el primer cuarto del XX. Compartía, recordando su propia infancia, el desamparo de los niños menesterosos. En otras ocasiones, trazaba retratos cordiales de los muchos escritores que conoció o comentaba la actividad artística de México o sus experiencias en tierras cubanas y españolas. En su madurez emprendió Urbina estudios críticos sobre la literatura en la época de la Independencia (prólogo a la Antología del Centenario, México, 1910, luego reimpreso con el nombre de La literatura mexicana en la época de la Independencia, Madrid, 1917) y sobre La vida literaria de México (Madrid, 1917). Más cuidado y completo el primero, que es uno de los mejores panoramas de nuestra historiografía literaria, no opaca por ello las conferencias que integran el segundo, especie de historia sentimental de nuestras letras hasta la época del Modernismo, llena de sagaces atisbos y de excelentes estampas" (1).

En "La confidencia" (2), él expresa:

¡Pobre galleguito, rubio y candoroso,

que a América vino sin ir a la escuela!

Tiene torpes andares de oso

Y apacible mirar de gacela.

 

Su ademán es brusco, pero ¡qué sincero!

Su palabra es ruda, pero ¡qué leal!

Tiene el galleguito corpachón de acero

Y alma de cristal.

 

¡Madera de santo, carne de héroe... pero

será “bodeguero”,

ganará dinero,

y hará capital!

 

Una vez nos vimos, y simpatizamos:

Y en el bar humilde, muertos de calor,

Charlamos, charlamos,

Con los codos puestos sobre el mostrador.

 

Y pasan los días y siempre le digo,

Después de probar

Mi vaso de “Láguer”: “Si usted viera, amigo,

¡qué linda es mi tierra, qué bueno mi hogar!”

 

Y él me dice: -“¡Señor, qué delicia

Es sentarse a cuidar el rebaño

A la sombra de un viejo castaño

O a la vera de un río, en Galicia!

 

Y así, vamos, el hombre y el niño,

viendo, viendo... él, la sierra; yo, el valle;

Su aldea él; yo mi calle;

Yo, mi lago; él, su Miño.

 

Y así enmudecemos, cual aletargados,

Atisbando el recuerdo que vuela

Por frente a mis ojos negros y cansados,

Por frente a sus grises ojos de gacela.

 

Lo que yo te digo, lo que tú me dices,

De mi hermosa tierra, de tu ancha campiña,

Abre y emponzoña nuestras cicatrices...

¡Pobre galleguito, somos infelices!

¡Yo tengo nostalgia; tú tienes morriña!

Notas

 

1. Martínez; José Luis: Semblanzas de Académicos. Ediciones del Centenario de la Academia Mexicana. México, 1975, 313 pp., en www.academia.org.mx.

2. Urbina, Luis Gonzaga: "La confidencia", en Berdiales, Germán: Cantan los pueblos americanos. Ilustraciones de David Cohen. Buenos Aires, Ediciones Peuser, 1957. 2° edición.

Miguel Barnet

 

Miguel Barnet nació en La Habana en 1940. "Estudió en un colegio norteamericano de esta capital y desde 1959 se dedicó, primero como estudiante y luego como profesor, a los estudios folklóricos y etnográficos. Es habitual colaborador de revistas y periódicos cubanos y extranjeros, y trabaja habitualmente en la revista Unión. Es también poeta (La Sagrada Familia, 1967) y traductor. Sus obras más conocidas son Canción de Rachel y, sobre todo, Biografía de un cimarrón, paradigma de la llamada ‘novela de testimonio’ y que alcanzó un éxito espectacular, hasta el punto de ser traducida a los principales idiomas cultos y haberse compuesto una ópera con música del compositor alemán Hans Werner Henze; también sus temas han pasado a la canción popular y han inspirado obras de teatro" (1). Ha sido galardonado con la Distinción por la Cultura Nacional, la medalla Alejo Carpentier y la beca John Simon Guggenheim." (2). Fue distinguido con el Premio Nacional de Literatura en 1994.

 

Se lo considera "pionero y principal representante de la ‘novela de testimonio’, una literatura que pretende ser ‘la conciencia de la cultura cubana, el alma y la voz de los hombres sin historia’. Es un intento de recreación de la historia social, de la cultura popular, de la vida cotidiana de un pueblo, basadas, fundamentalmente, en el lenguaje. Porque el lenguaje, asegura Barnet, ‘es, en gran medida, el contenido de estas obras. En el lenguaje radica la médula de las concepciones e ideales del pueblo. El lenguaje, con sus proverbios, refranes, greguerías, constituyó el cuerpo vital de la ideología del pueblo’ " (3).

 

Gallego (4) se titula una de sus novelas, y también el largometraje basado en ella; cuyo guión fue escrito por el mismo Barnet. "Como en Biografía de un cimarrón, la fuerza principal de Barnet reside en su capacidad de recreación del lenguaje. Literalmente oímos hablar a sus personajes, escuchamos las distintas hablas que los sitúan en su diversidad, los vemos hablar y moverse en ese fresco entrañable de la pequeña historia. Pues, en palabras de Eduardo Galeano, ‘Miguel Barnet, certero escuchador, decidor de palabra clara, demuestra que el testimonio bien puede ser alta literatura. Nuestros países tienen una deuda pendiente con los miles y miles de inmigrantes que han venido a tierras de América desde Galicia. Por mano de Miguel, aquí cuenta su historia un hombre de dos patrias, un cubano en cuya memoria no han cesado de resonar los airinhos de la aldea donde nació. Pero más allá del personaje y su peripecia, este libro es un homenaje y un entrañable desagravio a los miles y miles de gallegos que tantas veces han recibido desprecio a cambio del mucho amor y trabajo que nos han entregado’ " (5).

 

Acerca de esta obra, escribe Mirza González: "El protagonista de Gallego, Manuel Ruiz, es un emigrante de Galicia que llega a Cuba a los 16 años y allí se queda hasta cumplir los ochenta. La novela abarca desde principios del siglo XX hasta los años sesenta. En ese lapso se incluyen la salida de España hacia Cuba, la lucha por hacerse de una manera de vivir desempeñando trabajos como carbonero, carpintero, chofer de tranvía y albañil y su afán por sacar adelante a la familia. Ruiz vuelve a España en dos ocasiones, una de ellas coincide con la guerra civil donde pelea del lado republicano. Mientras vive en la Habana es testigo de los años gangsteriles del gobierno de Grau, del priato y del golpe de estado batistiano. La novela termina en los primeros años del gobierno revolucionario de Castro. Siguiendo la técnica del género testimonial, Gallego utiliza en su mayor parte la narración en primera persona" (6).

 

Notas

 

1. S/F: en Barnet, Miguel. Gallego. Madrid: Alfaguara, 1986. 2° edición.

2. S/F: en www.alfaguarasantillana.es

3. S/F: en Barnet, Miguel. Gallego. Madrid: Alfaguara, 1986. 2° edición.

4. Barnet, Miguel. Gallego. Madrid: Alfaguara, 1981.

5. S/F: en Barnet, Miguel. Gallego. Madrid: Alfaguara, 1986. 2° edición.

6. González, Mirza: "Miguel Barnet: la africanía como toma de conciencia de la cultura nacional cubana", en www.condor.depaul.edu.

Joel Franz Rosell

 

"Joel Franz Rosell nació el 5 de octubre de 1954 en Cruces, una pequeña ciudad del centro de Cuba, donde se cruzan decenas de caminos, carreteras y líneas férreas. Licenciado en Lengua y Literatura Hispánicas, trabajó durante nueve años como especialista literario del Ministerio de Cultura de su país. Años más tarde fue periodista en Radio Francia Internacional. También ha trabajado como profesor en la enseñanza media y superior. Gran viajero, ha visitado numerosos países y ha vivido en La Habana, Río de Janeiro, Copenhague, París y Buenos Aires. Además de sus libros para chicos, ha publicado más de un centenar de artículos y ensayos en diarios y revistas de España, Francia, Dinamarca, Suecia, Estados Unidos y varios países de Latinoamérica. Entre sus libros se destacan: Los cuentos del mago y el mago del cuento, Vuela, Ertico, vuela, La tremenda bruja de la Habana Vieja, La nube, El pájaro libre, Javi y los leones, Pájaros en la cabeza y La leyenda de taita Osongo".

 

En la contratapa de Mi tesoro te espera en Cuba, novela destinada a lectores a partir de los diez años, leemos: "¿Quién no desea unas vacaciones en el Caribe? ¡Y si es en Cuba, mejor! Dicen que allí la arena es más blanca, el mar más tibio y el cielo más azul; dicen que las palmeras bailan y se hace un amigo nuevo a cada minuto... Pero el tío bisabuelo de Paloma guarda de Cuba una imagen dolorosa y es él quien la envía a buscar el tesoro. Paloma parte sola a la aventura. ¿Te animás a crecer con ella, a compartir sus alegrías y sus descubrimientos?" (2).

 

Uno de los personajes relata la historia del inmigrante: "-Tú sabes que Cuba fue colonia española hasta 1898. Después de la independencia muchos españoles continuaron yendo allí a buscar fortuna. Entre esos emigrantes estuvo tío Fermín, que se fue muy joven y sin un duro. No sabemos cómo logró hacerse con tierras, montar una fábrica de conservas y otros negocios. Llegó a tener buenos amigos en el gobierno y eso acabó por traerle la desgracia cuando la revolución de 1959... Los revolucionarios persiguieron a los del antiguo régimen y Fermín, sintiéndose en peligro, salió clandestinamente de la isla. Lo extraño es que su esposa no lo acompañó y murió en Cuba poco después. Como ella no tenía familia y a Fermín no le quedaban amigos en Cuba, nunca hemos logrado saber exactamente lo que ocurrió" (3).

 

Notas

 

1. S/F: en www.alfaguarainfantil.com.ar

2. S/F: en Rosell, Joel Franz: Mi tesoro te espera en Cuba. Ilustraciones: Pier Brito. 1° ed. Buenos Aires, Sudamericana, 2002. 160 pp. (La pluma del gato).

3. Rosell, Joel Franz: Mi tesoro te espera en Cuba. Ilustraciones: Pier Brito. 1° ed. Buenos Aires, Sudamericana, 2002. 160 pp. (La pluma del gato). Pág. 26.

Rubén Darío

"De ascendencia española y mestiza, nació en Metapa (Nicaragua) en 1867. Estudió con los jesuítas aunque no desarrolló estudios regulares. A los catorce años ya publicaba poemas y artículos en los periódicos locales; su voz alcanzó fama nacional. En 1881 viajó a El Salvador donde conoció a Francisco Gavidia, que fue uno de sus primeros maestros y quien le ayudó a ampliar sus conocimientos de literatura francesa. En ese entonces publica su primer libro "Primeras notas" que recoge su producción hasta 1885. Al año siguiente, se traslada a Chile, lugar donde amplía sus conocimientos literarios y publica "Abrojos" (1887), "Rimas" (1887) y "Azul" (1888), esta última su primera obra realmente original, recibiendo gran apoyo de la crítica y logrando nota de gran poeta en América y España".

"El diario La Nación (Argentina) lo nombró corresponsal en 1889. Regresó a Nicaragua, residiendo alternativamente por motivos políticos, en El Salvador, Guatemala y Costa Rica. En 1892 viajó a España como delegado de su país a las celebraciones del cuarto centenario del Descubrimiento de América. Colombia lo nombró cónsul de ese país en Buenos Aires. En 1893 emprendió un viaje a Buenos Aires, pasando antes por Nueva York, sitio donde conoce a José Martí, y por París, donde conoció a algunos de los grandes poetas franceses de su tiempo. La llegada de Rubén Darío a Buenos Aires marcó un acontecimiento literario para las letras americanas. Publicó "Los Raros" (1893) y "Prosas profanas" (1896). La opinión generalizada de la crítica afirmaba: "Sobre él se dio la batalla capital de la revolución literaria que se llamó "modernismo" y que se extendió por todo el mundo de habla española". En el año 1899 volvió a España enviado por el diario La Nación, donde su presencia contribuyó al triunfo del modernismo en la península. De esa época son "España contemporánea" (1901 - narración del viaje) y "Cantos de vida y esperanza" (1905), una de sus obras más profundas, maduras y una de las cumbres de la poesía en lengua castellana. Viajó por Cuba y México publicando "El canto errante" (1907), "El viaje a Nicaragua" (1909) y "Poema del otoño" (1910). De ese mismo año es su "Canto a la Argentina". Emprendió una gira de propaganda para la revista Mundial por España y América; en 1912 estuvo por última vez en Buenos Aires. A fines de 1914 inició un nuevo viaje a Nueva York desde donde partió hacia Guatemala, y sintiéndose enfermo regresó a su patria, donde murió en León en el año 1916. Su destreza en el manejo de la lengua, sus hallazgos verbales, la suntuosidad de su verbo y su variedad rítmica fueron los argumentos de los que se valió Darío para elevarse a tales alturas. Aunque hoy, a partir de experiencias más audaces llevadas a cabo por las generaciones posteriores, la visión de su trabajo lírico haya perdido vigencia, la evolución de la lengua castellana mucho le debe a él y a su labor de torsión desde la cual arranca la lírica de este siglo" (1).

Canto a la Argentina

Argentina! Argentina!

Argentina! El sonoro

viento arrebata la gran voz de oro.

Ase la fuerte diestra la bocina,

y el pulmón fuerte, bajo los cristales

del azul, que han vibrado,

lanza el grito: Oid, mortales,

oid el grito sagrado.  

(...) 

Argentina, región de la aurora!

Oh, tierra abierta al sediento

de libertad y de vida,

dinámica y creadora!

Oh barca augusta, de prora

triunfante, de doradas velas!

De allá de la bruma infinita,

alzando la palma que agita,

te saluda el divo Cristóbal,

príncipe de las Carabelas.

Notas

 

1. S/F: "Estandarte del modernismo", en www.islapoetica.com.mex.

2. Darío, Rubén: "Canto a la Argentina" (fragmento), en Obras Completas. Buenos Aires, Ediciones Anaconda, 1949. 347 pp.

Gabriella De Ferrari

"Gabriella nació en Tacna, hija de padres italianos, y desde niña se acostumbró al spaguetti y a la matasca. Esta formación bilingüe y bicultural -que al final se manifiesta en la sensación de no pertenecer a ninguna cultura- está a la base de su posterior actividad literaria. Terminando la adolescencia se fue a estudiar a los Estados Unidos. Allí se quedó. Hizo una maestría en Bellas Artes, trabajó en el Museo de Arte Moderno de Boston, fue directora del Museo Fogg en Harvard y es una coleccionista de nota ("ella y su esposo poseen la más imaginativa colección de arte de Nueva York", según Vanity Fair). Regularmente escribe reportajes sobre Perú y América Latina para la revista "Mirabelle", un mensuario de corte intelectual dirigido al gran público femenino".

"Escribe en inglés, idioma en el que se expresa con más fluidez que en español o en italiano. Sin embargo, la conciencia de ser una gringa en Perú y una latina en Estados Unidos, sigue presente. "Una nube en la arena" y "Gringa Latina" fueron eso. Una memoria "saturada con poderosos ecos y profunda nostalgia de un lugar que no puedo dejar atrás". (...) en "Gringa Latina" la trama transcurre en Tacna y la historia es la de Gabriella: su niñez, el colegio, su primer viaje a Italia para encontrarse con la tierra de sus ancestros. No es una novela propiamente autobiográfica ni costumbrista, aunque contenga ambos elementos, es más bien un retrato sicológico hábilmente compuesto con imaginación y vitalidad" (1).

"Una Gringa Latina es alguien que vive en dos mundos. Iniciada por la autora Gabriella Di Ferraro para llamar a su novela, es una frase para explicar la vida de la gente que viene de familias o antecedentes multi-culturales. DiFerraro usó la frase para explicar su vida como una italiana viviendo en Perú. Los padres de DiFerraro eran de Italia, pero ella nació en el Perú, y vivió allí hasta que ella se fue a la universidad en los Estados Unidos. En los Estados Unidos ella era demasiado "latina" para ser una americana, pero cuando ella vivía en el Perú ella era demasiado "gringa" para ser una latina. Por eso ella siempre se sintió como una mujer entrampada entre dos mundos" (2).

Notas

1. Cornejo, María Elena (texto); Vilca, José (Fotos): "Gringa de Dos Mundos Gabriella de Ferrari, peruana que ha hecho carrera en EE.UU".

2. Cacchione; Alicia: "Gringa latina", en www.trincoll.edu.

Gabriela Mistral

 

 

Gabriela Mistral, cuyo verdadero nombre fue Lucila Godoy Alcayaga, nació en Vicuña, en 1889. "Fue una destacada educadora que visitó México, donde cooperó en la reforma educacional, Estados Unidos y Europa, estudiando las escuelas y métodos educativos de estos países. Además fue profesora invitada en las universidades de Barnard, Middlebury y Puerto Rico. A partir de 1933, y durante veinte años, desempeñó el cargo de cónsul de su país en ciudades como Madrid, Lisboa y Los Angeles, entre otras. Su poesía, llena de calidez y emoción y marcado misticismo, ha sido traducida al inglés, francés, italiano, alemán y sueco, e influyó en la obra creativa de muchos escritores latinoamericanos posteriores, como Pablo Neruda y Octavio Paz. Sus diversos poemas escritos para los niños se recitan y cantan en muy diversos países. En 1945 se convirtió en el primer escritor latinoamericano en recibir el Premio Nobel de Literatura. Posteriormente, en 1951, se le concedió el Premio Nacional de Literatura. Hija de un profesor rural y con una hermanastra de la misma profesión, Gabriela Mistral, con temprana vocación por el magisterio, llegó a ser directora de varios liceos fiscales. Su fama como poetisa (aunque ella prefería llamarse -poeta) comenzó en 1914 luego de haber sido premiada en unos Juegos Florales por sus -Sonetos de la muerte-, inspirados en el suicidio de su gran amor, el joven Romelio Ureta. A este concurso se presentó con el seudónimo que desde entonces la acompañaría toda su vida. A su primer libro de poemas, Desolación (1922), le siguieron Ternura (1924), Tala (1938), Lagar (1954) y otros" (1). Falleció en 1957.

 

La apertura de nuestro país a la inmigración es elogiada por Gabriela Mistral, quien escribió: "La Argentina está dando a nuestros países una enseñanza que ellos no quieren oír: la de que un año de inmigración hace más por la raza que diez años de trabajo social gastado en mejorar la carne vieja. Ninguna empresa –educación popular, higiene social, etc.- acelera la evolución de un país nuevo como ésta del injerto" (1).

 

La escritora chilena nos dejó una visión de la inmigración en el poema "La extranjera" (2), en el que expresa:

“Habla con dejo de mares bárbaros

con no sé que algas y no sé que arenas

Reza oración a dios sin bulto y peso

envejecida como si muriera.

En el huerto nuestro que nos hizo extraño,

ha puesto cactus y zarpadas hierbas.

Alienta del resuello del desierto

y ha amado con pasión de que blanquea,

que nunca cuenta y que si nos contase

sería como el mapa de otra estrella.

Vivirá entre nosotros ochenta años.

pero siempre será como si llega,

hablando lengua que jadea y gime

y que le entienden solo bestezuelas,

y va a morirse en medio de nosotros,

en una noche en la que mas padezca,

con solo su destino por almohada,

de una muerte callada y extranjera”.

Notas

 

1. S/F: en www.epdlp.com.

2. Mistral, Gabriela, citada por Gustavo Cirigliano, en El Tiempo, Azul,

3. Mistral, Gabriela: "La extranjera", en www.nodo50.org.

Antonio Skármeta

 

"Antonio Skármeta nació en Antofagasta (Chile) y estudió filosofía y literatura en su país y en Nueva York. Ha vivido largo tiempo en Europa y Estados Unidos, donde ha sido guionista, profesor y director de cine. Sus libros de cuentos y novelas han sido publicados en más de veinte idiomas y su obra EL cartero de Neruda alcanzó un gran éxito de público. Su versión cinematográfica obtuvo cinco nominaciones al Oscar" (1). Fue galardonado con el Premio Medicis.

 

En La boda del poeta (2), "Un rico y bohemio banquero austríaco, Jerónimo Frank, abandona todo y se instala en una pequeña isla del Adriático, donde reabre el gran almacén "El Europeo". Pronto se concierta su matrimonio con la bella joven Alia Emar. La boda se prevé espectacular. Sin embargo, los novios no comparten del todo el júbilo popular. En el ánimo de Jerónimo pesa la trágica leyenda del antiguo propietario del almacén y su joven esposa. En el caso de Alia es el amor de Esteban Coppeta -descendiente de un héroe mítico de la isla- lo que provoca incomodidad y desconcierto. La magnífica boda estallará en un acontecimiento político que desborda a todos los personajes y los transportará del júbilo a la tragedia. Una historia de amor legendario en clave de intriga y humor, una mirada inteligente y satírica sobre la Europa de preguerra, pero también la crónica de una estirpe de emigrantes que llegará a Chile a principios de siglo" (3).

 

La chica del trombón (4), "Se trata de la continuación de su novela anterior, "La boda del poeta". Al puerto de Antofagasta llega desde Europa un trombonista con una niña de dos años para entregársela al emigrante Esteban Coppeta, a quien le asegura que se trata de su nieta. Pese a la dudosa filiación, éste la acepta y la niña del trombón vive con él sus años de infancia y adolescencia, durante los cuáles el amor, la ironía y el dolor crean entre ambos unos lazos más fuertes que los de la sangre. Enterada de que su probable abuela es Alia Emar, una infortunada novia que vivió en una isla del Mediterráneo, la joven decide asumir la fantasía, la identidad y el nombre de esa antepasada. Alia Emar comparte con el resto de los emigrantes el amor por el cine y las heroínas románticas, y la obsesión por Nueva York, donde sueña con encontrar algún día a su tío abuelo Reino Coppeta, probable fabricante del monstruo cinematográfico King Kong. La búsqueda de aliados para su aventura de escapar a Estados Unidos le hace conocer a toda clase de gente y vivir mil y una peripecias que Skármeta cuenta con el humor, la alegría y el encanto característicos de su prosa" (5).

 

Notas

 

1. S/F: en www.edsudamericana.com.ar

2. Skarmeta, Antonio: La boda del poeta. Areté, 1999.

3. S/F: en www.clubcultura.com.

4. Skarmeta, Antonio: La chica del trombón. Areté, 2001.

5. S/F: en www.clubcultura.com.

Jorge Amado

 

Jorge Amado, nacido en 1912 y fallecido en 2001, fue un "Novelista brasileño, cuyas obras están basadas en la vida de su estado natal, Bahía. Absolutamente realista, con frecuencia irónico, muestra un profundo análisis psicológico en sus novelas que reflejan su compromiso político denunciando injusticias sociales. Amado fue encarcelado en 1935 por sus actividades izquierdistas. Estuvo exiliado temporalmente de Brasil, pero siguió desarrollando una política activa y representó al Partido Comunista de Brasil como diputado federal en la Asamblea constituyente en 1946. Tierra del sinfín (1944), considerada su obra maestra, describe la vida dura de los trabajadores de las plantaciones de cacao. En 1961 fue elegido miembro de la Academia Brasileña de las Letras. Otras obras son Gabriela, clavo y canela (1958), sobre la vida social urbana y la transición política, Viejos marineros (1960), Los pastores de la noche (1964), Doña Flor y sus dos maridos (1966), que posteriormente se llevó al cine y Teresa Batista cansada de guerra (1973). En muchas de estas obras se mezclan los temas naturalistas con un humor obsceno y se describe el mágico ambiente de la gente humilde de Bahía. En 1979, Amado abandonó su temática habitual y publicó Uniforme, frac y camisón de dormir, en la que describe a la alta sociedad de Río de Janeiro en la década de 1940" (1). En 1995 recibió el Premio Camoes.

 

En Doña Flor y sus dos maridos aparecen inmigrantes. Entre ellos, un español. Relata uno de los personajes: "-Un día, hará más de cuatro años, en el mes de marzo, encontré a Vadinho en los ‘Tres Duques’, jugando al 17. Iba vestido con una capa bajo la cual no llevaba nada puesto: estaba desnudito. Había llevado todo al montepío. Lo había empeñado todo, saco y pantalón, camisa y calzoncillos, para poder jugar. Ramiro, aquel español avaro del "Setenta y Siete", sólo quería aceptar los pantalones y el saco. ¿Qué diablos podía hacer con una camisa de cuello raído, unos calzoncillos viejos, una corbata gastada? Pero Vadinho logró que recibiera todo, hasta las medias, quedándose sólo con los zapatos. Era tan envolvente su palabra que consiguió que Ramiro, esa fiera que ustedes conocen, le prestase una capa casi nueva, pues no iba a salir desnudito calle adelante, en dirección a los Tres Duques..." (2).

 

Notas

 

1. S/F: en www.epdlp.com.

2. Amado, Jorge: Doña Flor y sus dos maridos (Edificante historia de amor). Buenos Aires, Losada, 1978. Traducción de Lorenzo Vareda. 8° edición. Pág. 31.

Nélida Piñón

 

Nélida Piñón nació en Brasil en 1937. "Su fascinación por la palabra se remonta a su temprana infancia y, más atrás, a sus ancestros gallegos y celtas, embellecimiento que la ha llevado a cultivar de lleno la narrativa larga y corta, aunque sin dejar de lado el teatro, la crítica y el ensayo. Licenciada en Filosofía por la Universidad de Columbia, es profesora de la Universidad de Miami. Debutó como novelista en 1961 con Guía, a la que siguieron, Fundador (1969), A casa da Paixao (1972), Sala de armas (1973), Tebas de mi corazón (1974), La fuerza del destino (1977), El calor de las cosas (libro de relatos, 1980) y La república de los sueños (1984). En 1995 le fue otorgado el prestigioso Premio literario Latinoamericano Juan Rulfo. Nélida Piñón es presidenta desde 1996, de la Academia Brasileña de Letras (ABL), siendo la primera mujer que presidía una academia literaria en todo el mundo. Figura destacada e intensa de las letras latinoamericanas contemporáneas, dominando una gran variedad de registros y caracterizándose por el rigor de su narrativa, su obra representa un diálogo inteligente y vivificante entre las diversas tradiciones que conviven en el cuerpo cultural iberoamericano. Su obra ha sido traducida a varios idiomas" (1). En 1995, fue distinguida con el Premio Juan Rulfo y, en 2005, con el Premio Príncipe de Asturias.

 

La brasileña escribió La república de los sueños (2), obra en la que evoca la inmigración española que llegó al país limítrofe. "La república de los sueños es la República de Brasil, el lugar donde todas las esperanzas humanas pueden hallar cumplimiento. Madruga y Venancio nacieron con el siglo. Se conocieron en el barco inglés que los trasladó de Vigo a Río de Janeiro en el lejano año de 1913. apenas eran unos muchachos cuando dejaron atrás la miseria y el desamparo de su Galicia natal, para navegar detrás de un sueño, rumbo a los paraísos de ultramar. Madruga conquistará Brasil, levantando industrias, comercios, haciendas. Pero se extraviará en el camino. Venancio, en cambio, mantendrá intacta su condición de soñador: será él quien llore en nombre de Madruga, será el verdadero depositario de sus sentimientos vetados. En La república de los sueños, hecha de emociones, o sea, de palabras esenciales, Nélida Piñon sacude al lector y le transmite el sabor agridulce, de triunfo y frustración, de uno de los pocos países del mundo en que sobrevive la epopeya" (3).

 

Notas

 

1. S/F: en www.epdlp.com.

2. Piñón, Nélida: La república de los sueños. Buenos Aires, Alfaguara, 1999. 596 pp.

3. S/F: "La república de los sueños", en www.alfaguara.santillana.es

Florencio Sánchez

 

Florencio Sánchez nació en 1875 "en Uruguay, pero desarrolló su producción escénica en Argentina. A tal punto se consagró en nuestro país, que el 7 de noviembre, día de su muerte, se conmemora el Día del Canillita, asociando a los diarieros al recuerdo de la obra en que inmortalizó a los vendedores de diarios. Entre sus obras más famosas se destacan, además de "Canillita": "M'hijo el Dotor", "La Gringa", "Barranca Abajo", "En Familia", "Los Muertos", "El Conventillo", "Los Derechos de la Salud", "El Cacique Pichuleo". Sánchez fue "el" autor de Buenos Aires por antonomasia. Pero curiosamente su muerte ocurrió en Milán, adonde había viajado en busca de una gloria que trascendiera las fronteras rioplatenses, y encontró en cambio una serie de frustraciones que lo llevaron "barranca abajo", hasta morir víctima de la tuberculosis".

 

"Cuenta la anécdota que un gran actor italiano, cabeza de compañía en gira por la Argentina, le manifestó a Sánchez su admiración y lo invitó a viajar a Italia para poner en escena sus obras. Cuando, ilusionado, Sánchez emprendió el viaje, dio con este actor, quien no recordaba ni su rostro ni su nombre, y dejó en el rioplatense la sensación de no haber recibido más que un cumplido ocasional. Al decir del historiador Osvaldo Pellettieri en "Cien años de teatro argentino", en Sánchez "luchan los dos principios constructivos, el del realismo del fin de siglo (lo melodramático, lo sentimental-costumbrista) y los modelos típicos del naturalismo; y a nivel semántico las ideas propias del liberalismo oficial y su anarquismo, más de una vez puesto en tela de juicio" (1).

 

En Canillita aparece un mercero catalán, que pregona su mercadería: "¡Toallas, peinetas, jabones, cinta de hilera, agujas, camisetas, botones de hueso, carreteles de hilo, madapolán, pañueletas! (...) Pañueletas, calzoncillos, alfileres, festones, sombreros de paja, servilletas, libros de misa. (...) Libros de misa, esponjas, corbatas, cortes de vestido, tarjetas postales, jabón..." (2).

 

"En familia sube por primera vez al escenario del Teatro Apolo, el 6 de octubre de 1905, animada por la Compañía Podestá Hermanos" (3). Uno de los personajes de esa pieza confiesa: "Todavía no me doy cuenta de cómo he podido amoldarme a semejante vida. Con decirte que yo, tu madre, que fue siempre una mujer de orden y delicada, ha llegado hasta robarle a una pobre gallega sirvienta... (...) Hasta robarle, sí señor; hasta robarle a una pobre mujer los ahorros que me había confiado" (4).

 

Notas

 

1. S/F: en www.todo-argentina.net

2. Sánchez, Florencio: Canillita, en Varios autores: Canillita y otras obras Sánchez, Trejo, Pacheco, Discépolo, Dragún. Selección, prólogo y notas por Jorge Lafforgue. Buenos Aires, CEAL, 1980. (Capítulo).

3. Ordaz, Luis: en Sánchez, Florencio: En familia, en El teatro argentino 4.Florencio Sánchez. Selección, prólogo y notas por Luis Ordaz. Buenos Aires, CEAL, 1980. (Capítulo).

4. Sánchez, Florencio: En familia, en El teatro argentino 4.Florencio Sánchez. Selección, prólogo y notas por Luis Ordaz. Buenos Aires, CEAL, 1980. (Capítulo).

Horacio Quiroga

Horacio Quiroga nació en Salto, Uruguay, en 1878; falleció en Buenos Aires en 1937, "Es considerado uno de los mayores autores de cuentos de la literatura en castellano. Su vida estuvo marcada por ribetes trágicos: asistió de pequeño a la muerte de su padre, mató accidentalmente a su mejor amigo y su primera esposa se suicidó. Dedicado a la química y la fotografía, en 1900 emprendió un viaje a París. De regreso, su vida transcurrió entre Buenos Aires, Chaco y Misiones, donde llega en 1903 acompañando a Leopoldo Lugones. Alternó la docencia y el oficio de juez de paz y oficial del Registro Civil. Entre sus principales obras cabe destacar Cuentos de amor, de locura y de muerte (1917), Cuentos de la selva (1918), Anaconda (1921), La galina degollada y otros cuentos (1925) y El regreso de Anaconda (1926), además de las novelas Historia de un amor turbio (1908) y Pasado amor (1929)" (1).

En "Van-Houten", que toma su tìtulo del apellido del protagonista, aparece un "belga, flamenco de origen", al que "se le llamaba alguna vez Lo-que-queda-de-Van-Houten, en razòn de que le faltaba un ojo, una oreja, y tres dedos de la mano derecha. Tenìa la cuenca entera de su ojo vacìo quemada en azul por la pòlvora. En el resto era un hombre bajo y muy robusto, con barba roja e hirsuta. El pelo, de fuego tambièn, caìale sobre una frente muy estrecha en mechones constantemente sudados. Cedìa de hombro a hombro al caminar y era sobre todo muy feo, a lo Verlaine, de quien compartìa casi la patria, pues Van-Houten habìa nacido en Charleroi" (2).

Acerca de ese texto, escribe Eduardo Romano: "Quiroga trazó, en Los tipos, varios notables perfiles con relieve. Entre ellos, y el lector emplazó una primera persona muy autobiográfica, directamente vinculada con la acción, según se aprecia ya en ‘Van Houten’: ‘-¡Ya vé! –me dijo, pasándose el antebrazo mojado por la cara aún más mojada- que hice mi canoa. Timbó estacionado, y puede cargar cien arrobas. No es como esa suya, que apenas los aguanta a usted’. O que tiñe el relato con su propia subjetividad: ‘Yo siempre había tenido curiosidad de conocer de primera fuente qué había pasado con el ojo y los dedos de Van Houten. Esa siesta, llevándolo insidiosamente a su terreno con preguntas sobre barrenos, canteras y dinamitas, logré lo que ansiaba’. Que el personaje mismo le contara tres cruentos accidentes de los que había salvado la vida –ya que no la integridad- por milagro. La impersonal desaprensión de Van Houten, quien se limita a comentar con un ‘¡Bah...! ¡Soy duro!’ cada uno de esos relatos, da la pauta del poder autodestructivo de esos tipos quiroguianos, producto en parte de observar a ciertos habitantes de la zona,y en parte remoción de sus propios fantasmas interiores" (3).

Notas

1. Varios autores: Enciclopedia visual de la Argentina. Buenos Aires, Clarín, 2002.

2. Quiroga, Horacio: "Van Houten", en Quiroga, Horacio: Los desterrados- El regreso de Anaconda. Buenos Aires, Losada, 1997.

Romano, Eduardo: "Horacio Quiroga", en Historia de la literatura argentina. Buenos Aires, CEAL, 1980.

Fernán Silva Valdés

 

"Su primer volumen de versos, "Anforas de Barro", apareció en 1913 y el segundo, "Humo de Incienso", en 1917, pero su carrera literaria empieza con el libro "Agua del tiempo", de 1921, cuya primera parte titulada "Poemas Nativos" trajo una renovación de la poesía criolla. A él sucedieron: "Poemas Nativos" (1925), "Intemperie" (1930), "Poesías y Leyendas para Niños" (1930), "Los Romances Chúcaros" (1933), "Leyendas" (1936), "Romancero del Sur" (1938), "Ronda Catonga" (1941), "Cuentos y Leyendas del Río de la Plata" (1941), "Corralito" (1944), "Leyendas Americanas" (1945), "Cuentos del Uruguay" (1945), "Lenguaraz" (1955) en verso o prosa. Su poesía ha sido juzgada y elogiada por las más altas figuras de la crítica universal, hispana sobre todo, reconociéndolo como el mejor poeta uruguayo. (...) Colaboró en diarios y revistas como "Caras y Caretas", "El Trovador de la Pampa", "La Canción Moderna", "La Tradición". Silva Valdés nació en Montevideo el 15 de octubre de 1887 y allí falleció el 9 de enero de 1975" (1).

 

Es el autor de "América", poema que transcribimos:

América no es sólo un poncho de colores,

Ni un indio, ni un cacharro,

Ni un gaucho, ni un rodeo;

La América de ahora,

la del tiempo presente,

la del tiempo futuro,

es todo eso, cierto, pero eso es la mitad,

la otra mitad es el gringo;

el gringo:

palabra chica que encierra un hecho enorme.

 

América:

Taller donde se está plasmando

Con modelos indígenas y criollos y gringos

La nueva flor racial para el pecho del mundo.

Notas

 

1. S/F: en www.todotango.com.

2. Silva Valdés, Fernán: "América", en Berdiales, Germán: Cantan los pueblos americanos. Ilustraciones de David Cohen. Buenos Aires, Ediciones Peuser, 1957. 2° edición.

Pedro Orgambide

 

"Orgambide publicó más de 40 libros, entre novelas, ensayos y biografías y fue también autor de obras teatrales y de libretos para la televisión. Entre sus biografías más conocidas figuran "El maestro de Bolívar", "Ezequiel Martínez Estrada", "Horacio Quiroga, una biografía", "Ser argentino", "La bella Otero", "Leandro N. Alem, o la noche es buena para el adiós", "Memorias de un hombre de bien" y "El caballero en las tierras del sur". También se debieron a su prolífica pluma "Cuentos con tangos", "Celebración", "Ché, amigos", "El Negro Tabúa y la Tomasa", "El Escriba", "Un Puritano en el burdel", "El arrabal del mundo", "Hacer la América" ,"Pura memoria","La convalesciente", "Un amor imprudente" e "Historias imaginarias de la Argentina". Publicó a los 20 años su primera obra teatral, "La vida prestada", a la que siguieron "Memorias de un caballero solo", "Se armó la murga", "Prohibido Gardel" y "Cantares de las Madres de Plaza de Mayo". Enrolado desde adolescente en posiciones políticas de izquierda, Orgambide debió exiliarse en México en 1974, dos años antes del golpe militar, debido a amenazas de grupos ultraderechistas. En México fundó en 1975 la revista Cambio, junto con los escritores Juan Rulfo, José Revueltas, Julio Cortázar, Horacio Zepeda y Miguel Donoso Pareja. En 1976 la Casa de las Américas lo premió por su libro de cuentos "Historia con Tangos y Corridas". Ese mismo año recibió el Premio Nacional de Novela de México por "Aventuras de Edmund Ziller en tierras del Nuevo Mundo". Regresó a la Argentina en 1983, al restablecerse el gobierno democrático" (1). Falleció en 2003.

 

Pedro Orgambide escribió la trilogía integrada por El arrabal del mundo, Hacer la América y Pura memoria (1984-1985). En Hacer la América (2), evoca a los inmigrantes que llegaban a nuestro puerto, alentados por la consigna que da título a la obra. Españoles, italianos, judíos, griegos, son los protagonistas de este relato que muestra la faceta más cruda del fenómeno social que conmovió al país al iniciarse el siglo XX. La novela narra sucesos acaecidos en las postrimerías del siglo XIX y en los primeros años de la centuria siguiente; sin embargo, mediante un recurso de ficción, el autor avanza en el tiempo hasta la década del 50. Los vaticinios de uno de los personajes permiten al novelista señalar una perspectiva, un desarrollo ulterior de los hechos que está describiendo como presente.

 

No obstante conformar un grupo social, los inmigrantes poseen características propias que los diferencian. Orgambide no presenta tipos –sociales o nacionales- sino individualidades con su personal manera de encarar la existencia. Algunos inmigrantes sólo cuentan con sus hombros y su fuerza como instrumento de trabajo; otros, en cambio, poseen una habilidad innata para moverse en el mundo de los negocios, habilidad que puede transformarse, en ciertos casos, en oportunismo e insensibilidad. La obra describe incidentes cotidianos, vistos desde la perspectiva del hombre que llega sin otro capital que sus ambiciones. El lenguaje, adaptándose perfectamente a la singular visión propuesta por el autor, nos permite adentrarnos más en esta novela que presenta una realidad muy diferente de la evocada por los aristocráticos hombres del 80.

 

Notas

1. Associated Press, en www.todito.com.

2. Orgambide, Pedro: Hacer la América. Buenos Aires, Bruguera, 1984

Syria Poletti

 

Syria Poletti nació en Pieve di Cadore, Italia, en 1919. "Se graduó como pedagoga en Venecia. En 1945 llegó a la Argentina como directora de la Asociación Dante Alighieri en Santa Fe. Cursó el profesorado de Castellano e italiano en la Universidad Nacional de Córdoba y se radicó en Buenos Aires. Publicó cuentos en La Nación y la revista Vea y Lea. En 1954 fue seleccionada para el Premio Kraft con dos cuentos, que aparecieron en el volumen Veinte cuentos infantiles, 1955. En 1961 ganó el premio internacional Losada con la novela Gente conmigo (1962), 10 ediciones, 2° premio municipal y en 1964 adaptada al cine y premiada en el Festival de Locarno. Publicó luego Línea de Fuego, 1964, e Historias en rojo, 1969, cuentos; Extraño oficio, 1972, novela; La gente, 1976, selección de su obra para estudiantes; Taller de imaginería, 1977, cuentos y autorreportajes; Amor de alas, 1981, con óleos de Raúl Soldi. Estos libros fueron varias veces reeditados. Para niños y adolescentes publicó Botella al mar, 1965, España; Reportajes supersónicos, ilustrado por Vilar, 1972; El juguete misterioso, 1977; El misterio de las valijas verdes, 1978, varias ediciones; Marionetas de aserrín, 1980; El rey que prohibió los globos, 1982; Inambú busca novio, 1983; Enanito siete, 1984, cuentos y poesías, en colaboración con Dora Fornaciari; El monito Bambín, 1984; Alelí y el payaso, 1984. Además de los mencionados, obtuvo el premio Internacional ‘Doncel’ por Botella al mar; 1° municipal por el cuento ‘Aprender a vivir’; 1° municipal por Historias en rojo; recomendación de la Biblioteca Infantil-juvenil de Munich, Alemania, a Reportajes supersónicos para su traducción a todos los idiomas, el Premio IBBY otorgado por la UNESCO; del Consejo Nacional de Educación y Faja de Honor de la SADE; nominación de Extraño Oficio para el premio nacional de literatura; recomendación de la Asociación Argentina de Lectura para Inambú busca novio; Premio Año 1983 de la Cámara Argentina de Publicaciones a El rey que prohibió los globos. Varios de sus libros fueron recomendados por el Consejo Nacional de Educación como textos auxiliares. En 1966 fue becada por el Fondo Nacional de las Artes, y en 1968-89, invitada por el gobierno de Italia para dictar conferencias en ese país, lo mismo que por el Instituto de Cultura Hispánica en España, visitando también Francia y Alemania. Fue invitada en 1973 a la Feria del Libro Infantil en Bologna, Italia, cuyo gobierno le otorgó el título de Gran Caballero de la Estrella de la Solidaridad. En 1975 fue distinguida por la Dirección Nacional de Migraciones, la Asociación Internacional para el Desarrollo la designó Mujer del Año en el Año Internacional de la Mujer y el Club de Mujeres de Prensa la premió por su aporte a las letras. En 1978, invitada por la Universidad de Los Angeles, EUA, dictó cursos de literatura y fue declarada Profesora Distinguida. La Academia de la Lengua Española de Sacramento la designó Miembro de Honor y recibió Diploma de Honor del Instituto Literario y Cultural Hispánico de Westminster, California. La Federación Argentina de Mujeres de Negocios y Profesionales le confirió la ‘Estrella de Nieve’ en 1982. Participó en ferias de libros nacionales e internacionales y en congresos de literatura como invitada. Sus cuentos y novelas fueron adaptados para TV y radio y traducidos. Escribió especialmente para TV las obras Experta en amor y Adiós invulnerable. Integra antologías, ha publicado trabajos sobre el Friuli y la inmigración italiana y dio conferencias y cursos en países de América del Sur, Estados Unidos, Europa, Caribe e Israel. Colaboró en diarios y revistas, escribió y dirigió programas de literatura infantil-juvenil en radio y TV, dirigió colecciones de libros para niños y ha orientado y dirigido talleres literarios. Su obra ha sido estudiada en ensayos críticos en el país y el exterior. En 1984 recibió el Premio Estatuilla de Platino de la Fundación Konex por literatura infantil y el Premio Nacional ‘Sixto Pondal Ríos’ de la Fundación Odol" (1). Falleció en Buenos Aires el 12 de abril de 1991.

En el año 1961, Gente conmigo (2) fue distinguida con el Premio Internacional de Novela convocado por la Editorial Losada. Al año siguiente, dicha obra mereció el Segundo Premio Municipal de Buenos Aires y fue seleccionada entre las diez mejores novelas sudamericanas por la editorial Alan Williams de Nueva York. Fue traducida al inglés, alemán y ruso. En 1965 Jorge Masciángioli la adapta para cine. "La película es dirigida por Jorge Darnell e interpretada por Milagros de la Vega, Norma Aleandro, Alberto Argibay y otros actores. Esta versión fílmica es elegida para el Festival Internacional de Venecia por el Instituto Nacional de Cinematografía, y obtiene una importante distinción en el Festival Cinematográfico Internacional de Locarno (Suiza)" (6). También se realizó una adaptación para televisión.

 

En su estudio Syria Poletti, Mujer de dos mundos (3), Walter Gardini nos habla del aspecto autobiográfico de la novela: "La descripción literaria del mundo argentino está vinculada con la emigración italiana. Otra vez es una transcripción artística de una vivencia suya de la ‘gente’ emigrada que está con ella. El texto base es, esta vez, la novela Gente conmigo (...) cuya protagonista, Nora Candiani, es la proyección de Syria".

 

Notas

 

1. Sosa de Newton, Lily: Diccionario Biográfico de Mujeres Argentinas. Buenos Aires, Plus Ultra, 1986.

2. Poletti, Syria: Gente conmigo. Buenos Aires, Losada, 1962.

3. Gardini, Walter: Syria Poletti, Mujer de dos mundos. Buenos Aires, Asociación Dante Alighieri, 1992.

Mempo Giardinelli

 

El escritor y periodista Mempo Giardinelli "nació en Resistencia, Chaco en 1947, ciudad a la que regresó para radicarse en 1990, después de años de peregrinaje que incluyeron 8 años de exilio en México. Ha publicado La revolución en bicicleta (novela, 1980; Seix Barral, 1996), El cielo con las manos (novela, 1981; Seix Barral 1996), Vidas ejemplares (cuentos, 1982), Luna caliente (Premio Nacional de Novela en México 1983; Seix Barral, 1995), El género negro (ensayo, 1984), Qué solos se quedan los muertos (novela, 1985), Antología personal (cuentos, 1992), El castigo de Dios (cuentos, 1994), Santo oficio de la memoria (novela, VIII Premio Internacional "Rómulo Gallegos" 1993; Seix Barral, 1997) e Imposible equilibrio (Planeta, novela, 1995). Fundó y dirigió la revista "Puro Cuento" entre 1986 y 1992. Ha publicado artículos, ensayos y cuentos en diarios y revistas de todo el mundo. Sus obras han sido traducidas a una docena de lenguas" (1).

Mona Moncalvillo le pregunta: "Memoria versus olvido, ¿eso es el "Santo oficio de la memoria"?". El responde:

 

"Bueno, no sé si lo es. Traté de que lo fuera, en fin, los lectores dirán. . . La novela en realidad es una especie de rendición de cuentas. Creo que muchos escritores y yo entre ellos, estamos permanentemente en la desesperación de tener que rendir una cuenta que nadie nos pide, más que nuestra propia conciencia, nuestra propia sensibilidad, o nuestra propia pasión. Para mí "El santo oficio de la memoria" surgió el 20 de abril del '82, viendo la guerra de las Malvinas, azorado, desde México, y pensé que era un lugar común y un material que iba a escribir. Creo, como Marguerite Yourcenar, que un escritor es aquel que todo acontecimiento que sucede lo tiene que poner en palabras. Recordarás aquella imagen de Yourcenar que es maravillosa, que dice que si a un escritor le tiran un guante en la cara, el tipo ni se ofende, ni se pone a gritar, ni le da una trompada al otro, sino que agarra el guante, lo investiga claramente y escribe un texto sobre el guante. Yo tomé así este hecho. Con el tiempo me fui dando cuenta de que no tenía ninguna gana, ninguna vocación, de hacer una novela sobre la guerra de Malvinas, pero evidentemente esto me había removido mi propia historia personal. Lo que me preocupaba era ver no tanto lo que pasaba sino de dónde veníamos. De dónde venía la sociedad argentina para estar aplaudiendo a Galtieri en la plaza, hecho que no aparece ni existe en la novela, pero es lo que de alguna manera dominó la parte anterior. Al mismo tiempo era una especie de prospectiva, de pensar a dónde íbamos a ir. A la vez se me revolvía toda una cuestión cultural, de pertenencia; yo soy hijo de inmigrantes, somos un país aluvional, y de repente me fui dando cuenta, a partir de leer material sobre la historia de las Malvinas, de que había una serie de hechos que en la historia argentina se venían cruzando y que yo quería de alguna manera novelarlos. Yo no soy un ensayista, no soy un filósofo ni un pensador, solamente soy un escritor, un ficcionista, un tipo que tiene algunas ideas de la realidad y le mezcla un poquito de imaginación y hace un cóctel medio bastardo y sale literatura".

 

"Por un lado, es una novela histórica porque traza un paralelo entre las décadas del '80 y el '90 en el siglo XIX y en el XX, paralelo que a mí me sorprendió mucho. Yo he escrito algún artículo en Página/12, trazando un poco el paralelo entre lo que fue el roquismo, como previo a Juárez Celman, y lo que fue el proceso, el alfonsinato, para llegar al menemismo. Casualmente empecé a encontrar conductas sociales que se repetían. Siempre había pensado que alguna vez quería escribir la historia de mis abuelos y mis bisabuelos, que es un poco ver también la italianidad en la Argentina, de alguna manera explicar esa cosa tan rara e indefinible que es el ser nacional. Explicarlo desde una ficción y desde la no explicación, simplemente poner la duda sobre la mesa, ponerla en negro sobre blanco. Es una novela histórica, sobre la inmigración, y a lo largo de varias generaciones viene recorriendo los distintos cruces históricos, que son los cruces dramáticos de nuestra historia: memoria versus olvido, vida-muerte, noche-día, pacificación-violencia, intolerancia-democracia. Hay una serie de dicotomías, es una cosa muy doble, una especie de gran esquizofrenia que va recorriendo la historia argentina. Al mismo tiempo hice una novela en la que quise meterme con un montón de temas que para mí tenían que ver. Es una discusión sobre la literatura argentina, y también quise hacerla ahí porque la literatura argentina acompaña y se contrapone con la historia. Los epígonos literarios de la Argentina, son en general gente que pertenece a élites que difícilmente llegan a ser valores populares. Por ejemplo, todo el mundo sabe hoy quién fue Roberto Arlt, pero no deben ser 50 mil argentinos los que lo tienen bien leído. Todo el mundo sabe que Borges murió en Ginebra, que se peleó con Fanny, que María Kodama y no sé qué cosa, pero a Borges no lo han leído 100 mil argentinos, y completo a Borges no creo que lo hayan leído 20 mil. Yo quería discutir todo esto, quería plantearlo en confrontación con una cultura universal que nos ha ido creando también el mito de que los argentinos éramos los cultos de América, que éramos superiores. Hay una conciencia racista, clasista y machista que creo tiene una gran base en la italianidad. En mi novela aparece todo esto, con personajes tan disímiles como Dante, o Virgilio, porque creo que de alguna manera el mundo romántico también se va vinculando con las oligarquías argentinas; los sueños oligárquicos de los argentinos. Esta cosa de que "seamos pobres pero que no se note". La hipocresía nacional, un montón de conductas que yo quería que ahí se plasmaran. La novela en este sentido por ahí supera mi capacidad. Lo único que puedo decir como autor es que espero que nadie se aburra. Traté de hacer una novela entretenida, juguetona, por lo menos poder darlo de manera muy compleja, pero no plomaza, que es una de las cosas que a mí como lector profesional siempre me interesa. Eso es lo que puedo decir de la novela. Es un gran damero, una obra muy compleja, donde desde el punto de vista experimental literario no hay un narrador" (2).

 

Notas

1. S/F: en www.chaco.gov.ar.

2. Moncalvillo, Mona: en Humor, 1991. Reproducido en www.literatura.org

Guadalupe Henestrosa

 

En 2002, el V Premio Clarín de Novela fue otorgado a un relato de inmigrantes, "la historia de cinco hermanas gallegas que llegan a Buenos Aires a principios del siglo XX. La decisión del jurado ‹Kociancich, Rivera y Tizón‹ fue unánime. Concursaron más de 400 autores" (1).

Guadalupe Henestrosa ganó el Premio con Las ingratas (2), novela en la que evoca la inmigración de cinco hermanas españolas y la hija de una de ellas. Seis gallegas, recién bajadas del barco, llegan a una pensión en la que la mayor se empleará como cocinera. Allí las asalta la nostalgia: "Esa noche entre esas paredes húmedas, escuchando las palabrotas que venían desde el patio, las chicas extrañaron la casa de piedra en las montañas. Por primera vez desde aquella madrugada cuando dejaron a su padre, Vicente, solito junto al fogón, se sintieron lejos de todo, perdidas, a merced de unas gentes desconocidas, con quién sabe qué costumbres. ¿Cómo encontrar el alma en una tierra donde todas las cosas tenían otro olor?".

Sobre esa obra escribió Vicente Battista: "En inverosimilitud y perfil de personajes, Las Ingratas cumple con las normas del folletín. Su escritura, por el contrario, nada tiene de folletinesca. A la hora de narrar, Guadalupe Henestrosa prescinde de adjetivos estridentes y obvia las descripciones ampulosas, maneja los diálogos con soltura y gentilmente evita el cocoliche; la época en que se desarrolla su historia y los actores que la protagonizan bien podrían haberle hecho cometer ese traspié. Guadalupe Henestrosa asombra con el cruce de géneros que ofrece: mezcla hábilmente la pompa del folletín con la sequedad de una escritura que no precisa de aditamentos" (3).

 

Notas

 

1. S/F: "Lo ganó la bióloga y periodista científica María Guadalupe Henestrosa, autora de "Las Ingratas", en INTERLINK HEADLINE NEWS No. 2836, 5 de noviembre de 2002.

2. Henestrosa, María Guadalupe: Las ingratas. Novela Sentimental. Buenos Aires, Clarín-Alfaguara, 2002. 2388 pp.

3. Battista, Vicente: "Las leyes del folletín inmigratorio", en Clarín, Buenos Aires, 1° de febrero de 2003.

 

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Muchos de aquellos que dejaron sus tierras entre 1850 y 1950, encontraron en un país americano su segunda patria. Escritores relevantes de este continente reflejaron en sus obras esa gesta y esa nostalgia.

 

María González Rouco
mgonzalezrouco@gmail.com
Lic. en Letras UNBA, Periodista

 

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