El joven Borges y el Quijote[1] Carlos García
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El testimonio más antiguo que encuentro acerca de la apasionada lectura que Borges hará del Quijote a lo largo de su vida, es de comienzos de 1916. Se trata de una carta del joven Borges a su antiguo compañero de escuela, Roberto Godel, remitida el 11 de marzo de 1916 desde "Jinebra", y escrita en su singular grafía de comienzos de siglo (la he visto gracias a Alejandro Vaccaro, Buenos Aires): |
Veo que estás entusiasmado con la segunda parte del Quijote, que por cierto aventaja de mucho a la primera.[2] La trama es mas variada, los protagonistas están mejor estudiados i contiene capítulos magníficos como aquellos en que describe el gobierno de Sancho en la ínsula de Barataria, la vuelta de Don Quijote a su aldea y su muerte.[3] Yo creo que uno de los principales encantos del Quijote reside en el estilo i en el idioma.[4] He hojeado hace poco una traducción francesa: no puedes figurarte la ñoñería inflijida a la obra maestra de Cervantes.[5] En cuanto a los Capítulos que se le olvidaron a Cervantes[6] jamás los he leído i con la Guerra resultaría mui difícil encargarlos de España. |
El segundo testimonio que hallo es de mediados de 1920; también se trata de una carta, esta vez dirigida desde Palma de Mallorca a Ginebra, a su amigo Maurice Abramowicz (traduzco del original francés; véase Luis Íñigo-Madrigal: "Borges / Ginebra / Borges": Conjurados 1, Milán, junio de 1996, 88-89): |
Ayer a la noche [...] levanté una verdadera tormenta declarando que, a mi modo de ver, el Don Quijote no era más que una novela mediocre y burguesa. Casi me destrozan. Al final hubo una escena de reconciliación. Me he divertido imperialmente... |
Se trata aquí, meramente, de espantar al burgués –ocupación preferida de Borges aún años más tarde. Que así era muestra la siguiente carta, del 29 de mayo de 1922, dirigida a su amigo mallorquín Jacobo Sureda desde Buenos Aires (véase Borges: Cartas del fervor. Correspondencia con Maurice Abramowicz y Jacobo Sureda, 1919-1928. Barcelona, 1999, pág. 221, con notas a mi cargo). Borges elude allí la expectativa de su amigo acerca de noticias sobre conocidos comunes con la siguiente elipsis: |
El
Quijote cuenta tres volúmenes[7]
y solo hay en él tres hombres reales, vivientes: don Quijote, Sancho y el
bachiller |
Como puede apreciarse, la favorable opinión del joven Borges sobre el Quijote fue de notable constancia: abarca un largo periodo, en el cual el argentino cambió de opinión acerca de muchos otros temas y autores. Carlos GarcíaReferencias: [1] La versión original de esta glosa apareció en José Bárcena, ed.: El Quijote en el Café Gijón. IV Centenario. Madrid: Café Gijón, 2005 (noviembre), 451-453, bajo el títlo "El Quijote y el joven Borges". La versión actual, ligeramente modificada, es de noviembre de 2006. [2] Opinión que Borges conservará a lo largo de su vida. [3] Borges se ocupará del primero de los últimos tres capítulos mencionados en "La conducta novelística de Cervantes": El idioma de los argentinos [1928]. Buenos Aires, 1994, p. 117-122. El tratamiento que Cervantes diera a la muerte de Alonso Quijano será tema recurrente en su obra. [4] Borges cambiaría posteriormente de opinión, restándole importancia al idioma y al estilo de Cervantes, elogiados sin medida por los catedráticos españoles, para resaltar su acertada psicología. [5] Nada confirma aquí que su primera lectura del Quijote fuera en francés, como Borges dijera en alguna entrevista. [6] Capítulos que se le olvidaron a Cervantes (1895; Buenos Aires, 1944), obra del ecuatoriano Juan Montalvo (1832-1889), una colección de prosa literaria y ensayística, con ambiciones sociológicas, implicaciones políticas y un estilo meritorio. Borges menciona a Montalvo en un texto de 1951 (Prólogos. Buenos Aires, 1975, p. 67). [7] La única edición castellana en tres volúmenes que conozco, es la de Barcelona: Mayol, 1845-1846. Hubo también una inglesa en 1900 (Londres: Macmillan & Co.), reproducción de la primera, a cargo de Thomas Shelton: The History of the Valorous and Wittie Knight-Errant Don Quixote de la Mancha. Londres: William Stansby, 1612. |
© Carlos García
(Hamburg, 20-XII-2004 / 20-XI-2006)
Ver, además:
Jorge Luis Borges en Letras Uruguay
Miguel de Cervantes Saavedra en Letras Uruguay
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