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La FEU y el carnaval al debate
por Avelino Víctor Couceiro Rodríguez
vely175@cubarte.cult.cu

 
 

(Cubarte).- Más que de la Comparsa de la Federación Estudiantil Universitaria (FEU), más que del Carnaval y de la FEU, el coloquio realizado en la Casa de Cultura Municipal de Plaza de la Revolución en Calzada y 8 el miércoles 9 de abril del corriente año 2008, fue un debate en busca de soluciones sobre problemáticas cruciales de la cultura cubana y en general, del país. Con más de medio centenar de personas (sobre todo dirigentes y especialistas del sistema institucional y comunitario de la cultura en el municipio), el evento contó en la presidencia con Orestes Vasallo Morales, director de la Comparsa de la FEU desde 1991; la Dra. Virtudes Feliú Herrera, y el Dr. Avelino Víctor Couceiro Rodríguez; tras la presentación curricular de la comparsa de la FEU realizada por el propio Vasallo, quien además mostró imágenes de la comparsa de la FEU sobre todo en el programa de televisión Su noche favorita y del Carnaval del 2007, y una conferencia de la Dra. Feliú sobre el Carnaval de La Habana y en particular, la comparsa de la FEU, el debate intenso y profundo no se hizo de esperar.

En esta ocasión, la FEU estuvo representada por Adrián Portuondo, a quien la Lic. Teresita Domínguez Vidal, subdirectora de la Dirección Provincial de Cultura de la Ciudad de La Habana, hizo propuestas concretas en busca de una mayor retroalimentación con la comparsa que los representa, y que debe coronar toda celebración universitaria; propiciar una peña o evento similar sistemático, espacio de promoción y encuentros con sus representados, y retomar aquel espíritu inicial de jóvenes universitarios y profesionales como identidad esencial de la comparsa. Asimismo la M.Sc. María Amelia González Braniella (especialista del Centro Provincial de Patrimonio de la Ciudad de La Habana) a la par que apuntaba que el Carnaval y toda cultura popular se promueve, se estudia, pero no se debe dirigir, sino dejar y estimular que predomine la iniciativa popular, proponía además, extender el llamado a las universidades que han proliferado por cada municipio, a fin de retroalimentarse con cada cultura local y en concreto, con sus comparsas, muchas de ellas de alto valor tradicional y que sin embargo, han conocido severas crisis, ignoradas a menudo por su propia comunidad; lo que la Ing. Elisa del Oso Hernández (Investigaciones de la Dirección Provincial de Cultura de la Ciudad de La Habana) extendía a los sindicatos, que en un momento fueron protagonistas del Carnaval de La Habana.

Otra gran protagonista de la comparsa de la FEU, su Directora Artística y coreógrafa, Rosa Morera Porro, refería los cambios y continuos imprevistos que de pronto sufre el Carnaval contra toda planificación, y reclamaba que con la recuperación del Movimiento de Artistas Aficionados de la FEU, se podría retomar que muchos de aquellos grupos volvieran a ser cantera para su comparsa, como antaño lo habían sido el Folklórico Universitario, el grupo Giraldilla de la CUJAE, el de Ciencias Médicas, el Alma Máter de la Universidad de La Habana, etc. y se resiente la ausencia de algún funcionario de la FEU y de la Unión de Jóvenes Comunistas que atendía a la comparsa e incluso integraba el equipo de realización, velaba por la organización, disciplina y que fuera digna representativa de los universitarios cubanos, y pedía informes que cada integrante tuviera buenos rendimientos escolares, puesto que los cambios de puesto en quienes los están atendiendo por la FEU son una perenne amenaza contra la estabilidad de la propia comparsa.

La FEU se retroalimentaba con los resultados artísticos de los estudiantes y los estimulaba en ello como parte de su formación integral, lo cual Morera Porro pide que se retome, para analizar finalmente un factor lógico de identidad en estas comunidades metropolitanas, donde suele suceder que muchas personas se integran a las comparsas (como a otras agrupaciones) según otras afinidades y no sólo por donde viven que, además, es cambiante; y que a pesar de que el Período Especial afectó cinco o seis años de Carnaval (1991-1996) y una generación de estudiantes universitarios lo perdió, el actual proceso de universalización de la enseñanza ha enriquecido la membresía universitaria en la comparsa de la FEU, donde por demás, saludablemente, nunca han faltado profesores universitarios.

Rosa Mora Garvey (del Centro Provincial de Carnaval de la Ciudad de La Habana) enfatizó al Carnaval de La Habana como el “de todos los cubanos”, y la importancia de las carrozas como elemento de atracción para que los jóvenes se incorporen como protagonistas del festejo carnavalesco; Rolando Revé, productor de la comparsa de la FEU, no entendía que se estuviera promoviendo un Carnaval Universitario sin la comparsa de la FEU; y Luis Romero, instructor de Danza de la Casa de Cultura Comunal Roberto Branly y ex integrante de la comparsa de la FEU que atiende actualmente la comparsa Los Payasitos del mismo municipio Plaza de la Revolución, valoró la comparsa de la FEU como fuente para otras comparsas, que además de su caso, es el de Los Naranjitos (del municipio capitalino Arroyo Naranjo) y Los Componedores de Batea (Centro Habana); Vasallo reclamaba un lugar de la FEU para ensayar, y no las instalaciones que ha estado utilizando con las mejores experiencias… pero no son de la FEU, así como la posible atención por parte de la FEU, ya no por uno de los cuadros designados luego para otros puestos, sino por un personal estable, quizás de los mismos estudiantes, a lo que Couceiro apuntaba valorar siempre para esa ocupación, el sentimiento de pertenencia de dicho personal para con la comparsa.

Entre otros aspectos, Couceiro extendía el análisis a los peligrosos dogmas administrativos que se oponen a la cultura para degenerar una seudo cultura, y los que representan fenómenos entendibles, pero no por ello compartibles, como la fluctuación laboral que atenta contra la estabilidad de toda obra, y que tanto nos golpea, dada en este caso por los cuadros que han de atender a la comparsa por la FEU, que aun cuando siempre apoyen, se inestabiliza por definición; las parcelas y egos que impiden que se trabaje en sistema, por lo que el sistema que es la sociedad deviene disfuncional; los regionalismos, y las instituciones que se pretenden independientes de la comunidad en que se encuentran, a menudo con una visión peyorativa de las mismas; y entre sus valores patrimoniales, la peculiar dinámica entre tradición y contemporaneidad que implica la comparsa de la FEU por definición, y que es, no por casualidad, identidad asimismo de las comunidades que representa en el municipio Plaza de la Revolución, máximo punto de atracción nacional y por ende, movimiento migratorio muy rico, pero peligroso cuando no se desarrolla una política de preservación de los valores locales, por lo que las múltiples tradiciones incluso raigales que identifican a dichas comunidades se inestabilizan, aunque sobreviven frente a circunstancias muy difíciles en el complejo contexto analizado, por lo que su valor e interés aumenta.

En una tradición de más de un siglo de comparsas en estas comunidades, Couceiro destacó a la de la FEU, favorecida por su época y precisamente por la estabilidad de la FEU como asociación en el nuevo contexto revolucionario, por haberse mantenido como la más tradicional en sí misma durante las varias generaciones que implican 47 años de vida de una comparsa, por lo que, apoyado por González Braniella (Centro Provincial de Patrimonio) la reconoce como patrimonio intangible no sólo del municipio, pues su impronta se ha demostrado a otras provincias y países, y la propia Dra. Feliú la señalaba imprescindible de toda la capital, a la par que sin invalidar sus valores tradicionales de casi medio siglo, se clasifica “contemporánea” frente a aquellas con tradición ya secular. Couceiro apuntaba en esta comparsa, y en honor a su propia esencia de la FEU, el sentido intelectual que identifica su rigor y creatividad al romper esquemas con genuinos trabajos de mesa ante cada tema, siempre de actualidad e interés del patrimonio nacional y de problemáticas universales, detrás de cada uno de los cuales subyace todo un pensamiento elaborado ajeno al frío y dogmático cumplimiento de metas, sino emanado del corazón y el intelecto del arte, sin más improvisación que la que el propio arte, y por su propio enriquecimiento e instrumental, se licencia.

Vasallo, director de la comparsa, explicó los éxitos de la comparsa precisamente por pronunciarse contra el facilismo y los intrusismos, y esforzarse por el talento y la calidad en todos los detalles, incluidos diseñadores de primera línea como Horacio Martorell para la carroza, y Jesús (Chucho) Villalonga para el vestuario; el afán por la disciplina y el trabajo en profundidad y seriedad; reconoció además, para los éxitos de la comparsa, el protagonismo colectivo de los comparseros, así como de los organismos de apoyo a los mismos durante tantos años, léase la Dirección Municipal de Cultura, la Casa de Cultura Municipal (que ahora mismo propician este coloquio) y otros tantos, incluida la FEU, a pesar de las irregularidades en la atención; su objetivo de esta comparsa de elevar el nivel estético en la población y para ello, en primer lugar, de sus comparseros, por lo que arrollar implique siempre un mensaje educativo, formativo, genuinamente cultural en su acepción más profunda, en una comparsa que además, se mantiene activa durante todo el año y tanto trabaja en actividades comunitarias con profundo sentimiento y sentido de pertenencia por el municipio que representa: Plaza de la Revolución, y sus diversas comunidades.

Finalmente, la Dirección Municipal de Cultura reconoció puntualmente a los tres expertos que presidían el coloquio, así como a Rosa Morera, y la Dirección Provincial de Cultura aportaba la memoria gráfica con el vídeo y fotografías de Johannes Pentón Lacasa.

Además de su obra en otros municipios capitalinos, en otras provincias cubanas y en otros países, la comparsa de la FEU ha sido protagonista en las más diversas comunidades dentro del municipio Plaza de la Revolución, tanto barrios antes marginados y donde aun se mantienen rasgos de insalubridad (La Dionisia, La Timba, La Casilda y El Fanguito) como la céntrica y cosmopolita Avenida 23, y otras.

Ver: La comparsa de la FEU: comunidad y patrimonio

 

Avelino Víctor Couceiro Rodríguez
vely175@cubarte.cult.cu

Publicado, originalmente, en el Portal Cubarte  http://www.cubarte.cult.cu/ , el 6 de agosto 2008

 

Autorizado  por el autor, al cual agradecemos.

 

En Letras-Uruguay desde el 2 de mayo del 2013

 

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