La noche es el poema que le quiero dedicar
al ángel de la guarda de tu soledad.
Te quiero ver tendido ante la Esfinge y el Dragón,
criptógamo y perdido en tu constelación.
Si existen asteroides en tu espacio celestial,
que estallen en tu rostro con impunidad.
Incluyo en mis plegarias tu precisa colisión
con todos los engendros de tu evolución.
Te juro que, en mi archivo de imposibles,
reservo una oquedad para tus pies.
Mis sueños ven tu término plausible:
anhelan tu revés.
Tu historia –¡empresa cíclica!– nos dice la verdad:
nos habla de explosiones de brutalidad,
de cascos fermentados, de desquicio y pudrición,
de gárgaras de arsénico y de infiltración.
Ayer sonó en Oriente tu estridente autoridad,
en nombre de tu mentirosa libertad.
La parca va en tus pasos: es el Águila en acción,
mesiánica encomienda de la ostentación.
Te juro que, en mi onírico glosario,
tu ruina significa construcción.
La gloria de tu clímax planetario
aún tiene objeción.
Pero, a pesar del auge de tu credo militar,
ya rendirás las cuentas de tu actividad.
El ojo del futuro entiende el costo de tu honor;
por algo anuncia el juicio de tu Armagedón.
Te juro que, en mi archivo de imposibles,
reservo una oquedad para tus pies.
Mis sueños ven tu término plausible:
anhelan tu revés.
Te juro que, en mi onírico glosario,
tu ruina significa construcción.
La gloria de tu clímax planetario
aún tiene objeción.
al ángel de la guarda de tu soledad.
Te quiero ver tendido ante la Esfinge y el Dragón,
criptógamo y perdido en tu constelación.
Si existen asteroides en tu espacio celestial,
que estallen en tu rostro con impunidad.
Incluyo en mis plegarias tu precisa colisión
con todos los engendros de tu evolución.
Te juro que, en mi archivo de imposibles,
reservo una oquedad para tus pies.
Mis sueños ven tu término plausible:
anhelan tu revés.
Tu historia –¡empresa cíclica!– nos dice la verdad:
nos habla de explosiones de brutalidad,
de cascos fermentados, de desquicio y pudrición,
de gárgaras de arsénico y de infiltración.
Ayer sonó en Oriente tu estridente autoridad,
en nombre de tu mentirosa libertad.
La parca va en tus pasos: es el Águila en acción,
mesiánica encomienda de la ostentación.
Te juro que, en mi onírico glosario,
tu ruina significa construcción.
La gloria de tu clímax planetario
aún tiene objeción.
Pero, a pesar del auge de tu credo militar,
ya rendirás las cuentas de tu actividad.
El ojo del futuro entiende el costo de tu honor;
por algo anuncia el juicio de tu Armagedón.
Te juro que, en mi archivo de imposibles,
reservo una oquedad para tus pies.
Mis sueños ven tu término plausible:
anhelan tu revés.
Te juro que, en mi onírico glosario,
tu ruina significa construcción.
La gloria de tu clímax planetario
aún tiene objeción.