Una noche en una esquina de la Avenida Gorlero

por Eduardo Vernazza (Ilustración y texto)

Diario El Día (Montevideo, febrero de 1969)

Es noche ya en Punta del Este. Al revés que en la capital, comienza, en verdad, el movimiento, que liega a culminar cuando la gente sale a cenar, y queda luego paseando de una punta a otra de esta Punta que ha tomado un giro ya hirviente...

Es dable apreciar, entonces, toda la riqueza y la gama en las vestimentas de los turistas, que de todas las formas posibles buscan la comodidad a su manera Una manera muy peculiar, por cierto.

Porque es tan variable como el tiempo que, dicho sea de paso, se portó bastante mal: hubo lluvia y viento en la noche esteña. Una noche azul plena. Llena del zumbido de los automotores que roncan por Gorlero sus máquinas a escape abierto.

Parece ser la delicia de los “chóferes” jóvenes.. El ruido. Rara y compleja confusión que mantiene despierta esa avenida por la que desfila todo el arsenal de las modas mas ricas y estrafalarias...

Paro existe sólo un signo a través de todo esto, y es ese "anda como quieras’'. Por lo visto, se cumple como Si fuera un refrán esta sentencia mundanal y personal. Absorbente cumplido a la moda que, sin embargo, y con "negligé", visten, las jóvenes y los muchachos y aun las maduras damas, que con alegría y coquetería las lucen en la Península nocturna ..

Una de estas tardes pasadas, varias bandas acudieron a desfilar por su principal avenida. Cruces y recruces. espectaculares ademanes y ritmos alegres pusieron una nota insólita en el balneario.

Quedaban aún los sones pegadizos lejanamente recordados, cuando ya Gorlero tomaba por su cuento la deuda del ruido y del movimiento.

Una deuda que parece no tener fin, y que cada año se supera la paradoja, cobrando ya aspectos totales de ciudad. Parecería que este año las minifaldas están demás. Porque ya no sabemos como nombrarlas. .. Creemos que en Europa o Italia se les llaman “minigonna” o algo así.

Además el short y la camisola... El pantalón triunfa en gran escala en esta nocturna visión de! desfile. El pantalón podría decirse a capricho. Porque si bien son más anchos, en general, que el "pasado’' no por ello dejan de contar con otros atributos llamativos.

Los coloridos, los estampados, los floreados más inverosímiles van combinando en la luz de la noche una rara visión, semejante, por momentos, a la infernal y fantástica de un hato de serpientes que van deslizándose en el movimiento ondulante de la mujer puntaesteña ...

Los cabellos al viento, largos y totalmente sobre los hombros es otra de las novedades de este año. Una vincha o, simplemente, los lentes de sol que se dejaron con astucia, se levantan sobre la cabeza y quedar, allí, como dos ojos muertos que brillan mirando a las estrellas. Poco andan, por ahora, los famosos "hippíes" o lo que se llamaban no hace todavía tanto, 'existencialistas”. Algunos hay, menos llamativos ... sólo que de vez en cuando, asoma por entre el gentío, el émulo de Adán, con una espesa barba y el pelo seco y duro sobre la nuca

Todavía deambula el turista clásico. El turista a la antigua... Aquel que ya maduro pasea lentamente contrastando con el paso apurado y ansioso de la juventud.

Toma el gusto a todo lo que sus ojos ven, caminando, deteniéndose y comentando sus inocentes descubrimientos. Sus recuerdos de otras temporadas y algunos cambios, favorables unos, menos otros.

Ya pasadas algunas vueltas, le ataca el sueño. El baño está haciendo su curso. El agua salada pica con el sol, y el descanso llama a su cuerpo como hace años lo viene haciendo a esta misma hora y en este mismo lugar. La moda no rige demasiado a este turista. Ha cambiado, quizás, su camisa por una remera de manga corta y si acaso, sus pantalones por un largo short del que, sin duda, salió la "bermuda".

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