Reportajes a la distancia: con Antonio Pitxot

por Eduardo Vernazza

Diario El Día (Montevideo)

—Hemos visto reproducciones de sus cuadros, y nos ha sorprendido ese fuerte expresionismo o hiperrealismo. ¿Dónde encuentra su lenguaje más cómodamente? ¿En qué expresión se ubicaría Ud. como pintor?

—A mi mismo me resulta difícil ubicarme o encasillarme en alguna determinada expresión. La palabra realismo es la que más me gusta. Aparte de que no tengo facilidad y huyo de la comodidad.

—Las piedras formando un esquema humano, ¿le ofrecen a Ud. el medio para encontrar su concepto plástico en la pintura? ¿Preferiría ser escultor? ¿Ese armar con piedras tiene relación con la primitiva búsqueda de un antropólogo, o es repito, un tema por demás original?

—De momento encuentro en las piedras y en su contemplación atenta, las determinantes plásticas necesarias y suficientes para desarrollar mi pintura. No preferiría ser escultor, sí bien lo táctil y tridimensional me es indispensable.

—Hay desolación en su obra. ¿Es hija de un solitario, o solamente la idea de un tema?

—Pienso que mi trabajo es hijo indiscutible de mi soledad... Eso tal vez un día la psicología o la psiquiatría se tomarán la molestia de analizarlo, si bien son ciencias que están empezando, por lo que he podido ver... la verdadera desolación empieza en la multitud.

—¿Qué impresión le causa el arte latinoamericano? ¿Conoce artistas uruguayos? ¿Qué deferencias encuentra entre la pintura que se realiza en España y la nuestra de América?

—Latinoamérica, como todos sabemos, ha dado grandes hombres al arte, y también alguna gran mujer. Pienso en Torres García y Barradas... ¿Dónde están los Barradas negros, de los que me habló con admiración Dalí?

Según parece, y cuenta Dalí... el cuadro se obscurecía poco a poco después de cada larga sesión de pintura... y al final no se podía distinguir nada... todo negro, maravilloso. Lo preocupante del arte de nuestros días en Europa o Hispanoamérica, es precisamente en las constantes reiteraciones y mimetismos.

¡Qué tristeza la pintura hija de "la pequeña cultura”! Tienen ustedes un pintor joven, Iturria, que destacó en las exposiciones el año pasado. No lo pierdan de vista, entiende muy bien los blancos y es agudo profundo en las pequeñas significaciones.

—Hemos sabido que Ud. concurre a la casa de Dalí. ¿Cómo conlleva el insigne pintor surrealista estos momentos de la actual pintura? ¿Cómo las califica? ¿Se expide sobre todo este andar del arte, o se encierra en sí mismo? ¿Crea todavía? ¿Cómo es un día de Dalí en su taller?

—Veo a Dalí casi todos los días. Hasta hace poco seguía con interés y pasión todo lo relacionado con la pintura. Toda su última obra la pintó prácticamente delante mío. Y muchas veces me comentaba y analizábamos cada detalle. Era magnífico e inolvidable. Hace ya varios meses que no pinta. Y cada día aumenta más su tristeza, y se va convirtiendo en espectador perfectamente consciente e inteligente de su lento desaparecer... Para mí, aparte de ser entrañable, es indiscutiblemente el gran genio creador del siglo. Ayer, 2 de diciembre, me comentó que lo único importante es “llevar lo ultralocal al terreno de lo Universal” Y que éste deseaba que fuera el destino de Figueras y su Museo.

Rutas Cervantes. Entrevista Antoni Pitxot sobre Salvador Dalí y París

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