Hace tiempo, durante una visita que el escultor Pablo Serrano hiciera a Paysandú, el arquitecto Oscar M. Gariasino, lo acompañaba en su recorrida mostrándole  los adelantos edilicios de la iluminada ciudad, le sugirió la idea, al llegar plaza Francisco Acuña de Figueroa, de proyectar un motivo escultórico al Himno Nacional, que estaba seguro habría de ser erigido allí algún día. De la concepción del artista, el mismo la expuso en estas palabras durante la conferencia que sobre ese monumento pronunció en Paysandú:

"Cuando en la soledad de mi estudio invoque a las Musas, mas clara aquella idea se fue perfilando, cuyo resumen podría concretar en un solo deseo. El Canto del Himno Patrio. ¿Como podría nuestro pueblo oriental, joven pero fuerte, dignificar su marcha ascendente cantando su Himno?. Era necesario llevar a la realidad idea concepto, y mientras Acuña de Figueroa desaparecía como hombre, se acrecentaba la figura de poeta, y se extendía sin límites de fronteras su canto de Paz y Libertad. Para su realización se acomodaba perfectamente a mi manara de sentir, lo que recordaba de los primitivos pueblos: el grabado y tallado de sus “estelas” con las cuales perpetuaban recordando en la piedra hechos patrios y hazañas guerreras. Por mi mente cruzaron tantos motivos escultóricos, en los que se han fijado epopeyas patrias y marcha triunfales: entre ellas El Arco del Triunfo en París, con su canto a la Marsellesa, obra de Rude. Fijar en un solo bloque de granito, en su consistencia y dureza la firmeza y el lema de todo un pueblo que “Con Libertad ni ofende ni teme", era perfectamente lo que se acomodaba a mi sentir. Los seres humanos que tomé para la composición sugeridos por el fuego de la inspiración, fueron; “El hombre en su plenitud, la mujer con el recién nacido, el adolescente y la figura de la tradición”.

Serrano ordenó estos elementos en una composición dinámica y simple, de corte planístico, pero sin deformar ni martirizar los personajes, orientados todos hacia la misma dirección, llevando el hombre una bandera que los cubre, como emblema de protección. El modelado está realizado de manera que toda luz provenga de la parte superior, resbalando a medida que recorre las partes bajas del grupo; lo que produce excelente efecto y les da a las figuras potente realidad. La inscripción que lleva en su parte izquierda es "... Y que heroicos sabremos cumplir”: frase del Himno patrio que calza muy bien en esta marcha que como lo soñara Serrano es mucho una marcha triunfal. Este proyecto fue organizado y financiado par la Comisión de Fomento del barrio "Plaza Acuña de Figueroa", que sin escatimar esfuerzos para su completa realización, encargó al artista la escultura.

"El Hombre es la plenitud, portador del emblema patrio es acción y recoge las fuerzas intelectuales y las del trabajo, los profesionales y obreros. Es el elemento en su plenitud que da presencia de realidad actual a un país".

“La Mujer, descansa su mano derecha sobre el hombro del mozo fuerte, denotando su confianza en su compañero. Su paso firme dice de su determinación, de compartir las responsabilidades y las alegrías de la familia, que se complementa con el recién nacido, que sostiene en su brazo izquierdo. El Adolescente, ofrece con sus manos los Dones. Es la savia de su propia vida. De él la patria todo lo espera. En el cifra sus mejores esperanzas, de sus triunfos y victorias, la grandeza y el progreso. Constituye el porvenir. Avanza un tanto débilmente porque afronta realidades, pero decidido a vencerlas. Es el enigma del más allá y la alegría del presente". "El hombre maduro: Más cercano a la tierra cultivada. Es el que nos dejó la tradición. La tierra preparada para nuestros sueños y nuestras realizaciones, para que plantemos también nuestra semilla, cosechemos el fruto de nuestras propias experiencias, y volvamos preparados hasta mezclarnos con ella, después de haber cumplido con un mandato": ‘‘Y que sabremos cumplir"

Estos son los elementos de la composición “Canto al Himno Oriental", creados por Pablo Serrano, para dotar a su grupo de la fuerza sustancial de una inspiración patria.