Luis Alberto Solari. el pintor y grabador uruguayo que triunfara en EE.UU, y que en Nueva York siguiera un curso de perfeccionamiento en la técnica del grabado, expone nuevamente en aquella ciudad.

Para ser más precisos, el día 8 de abril exhibirá sus obras en la importante Galería “Zegri” sita en el 152 East 79h Street de la gran ciudad vertical.

No sólo radica allí la actividad de esta temporada que observa al artista uruguayo, sino que expone grabados en el 4º Salón de Trenton.

El Metropolitan Museo de Nueva York le adquirió su grabado ‘‘Cancerberu’s lunch”, lo que constituye una de las más grandes distinciones y reconocimiento a sus virtudes de plástico.

Luis A. Solari nació en Fray Bentos en 1918. Ha logrado una evolución en el ámbito moderno, que sin malograrle en lo concerniente a su concepto, mantuvo firme una temática que se basa en la leyenda, mitología y cuentos, así como en personajes que en sus manos se hacen símbolos. Raras máscaras denotan el misterio que nace de las formas expresionistas. Estas formas tratan personajes y animales en un común de composición, y es la idea cabal de interpretar escondidos resortes del alma humana de manera satírica o grotesca.

Solari ha encontrado en tal ambientación del tema, un explayamiento hacia distintas facetas de expresión. La técnica ha hallado en sus manos un estudioso. Un artista que no le teme al trabajo y a asimilar modestamente los adelantos que se producen a través de los años en materia de combinación de elementos. Es así que el “pop-art” es realizado por él como pocos. También el “collage” cuenta con sus manejos, en los que crea con distintos materiales como recortes de diarios y revistas, y fotos un arsenal asimilado a un concepto sutil, en el que enhebra con su dosis de inventiva e ingenio, cantidad de rugosos espacios que varía y combina con el color, convirtiéndose en uno de sus cultores más sobresalientes.

Muchas veces le hemos reprochado a Solari, aún reconociendo tal virtud de saber atenerse a estas novedades de lo moderno, el haber abandonado la pintura pura, esa en que el color verifica una graduación estimativa de sus tonalidades notables en sordas gamas, o en coloridos intensos y vivos cuando trata sus personajes a los que deseaba resaltar. Pero el artista posee el don de servirse de los materiales que más convengan a su creación, y en este caso, como Solari los emplea como nadie, es menester acatar su decisión, y volcar nuestra opinión al respecto.

Es en EE.UU. que dichas teorías y técnicas encuentran un decisivo enrolamiento a la popular vivencia del arte plástico. La libertad de expresarse culmina así en Solari, que aprovecha todas estas coyunturas para salir airoso de las más difíciles pruebas a que somete sus grabados y pinturas.

Solari ha exhibido cuadros y grabados en muchos países con igual resultado. Europa, Chile, Brasil, México, Argentina, además de las muestras en EE. UU. y Uruguay, han servido para que su obra trascienda las fronteras nuestras, y se perfile como importante en el mercado extranjero.

Esta nueva muestra que realizará en la galería “Zegri” será sin duda otro de los destacados pasos hacia una consagración aún más definida.

Como nos dice el artista en una tarjeta que ha tenido la atención de enviarnos “.... para que tenga razón Guillermo Laborde que creía en mí.."

Luis Alberto Solari en el Museo Nacional de Artes Visuales