Heber Rolandi Scelza

Diálogo con los artistas

por Eduardo Vernazza

Diario El Día (Montevideo, sábado 28 de julio de 1973)

El texto publicado en el diario contaba, solo, con la foto de Heber Rolandi Scelza

La foto de la obra se tomó del acervo del Museo Nacional de Artes Visuales

Heber Rolandi Scelza, uno de los integrantes del “Grupo de los 13”, nació en Montevideo el 20 de febrero de 1936. Muy niño se asombró ante la inmensidad de los Blanes, De la mano de su padre visitó los museos y el taller de Cabrerita. Dibujó historietas y terminó en la Escuela de Bellas Artes, iniciándose en 1950 bajo la tutela de Pagani. Paisajes de la Ciudad Vieja, el Puerto, y los “Follajes impresionistas" de los alrededores del Museo Blanes, fueron sus primeras incursiones en la pintura.

Un consejo de Dolcey Schenone Puig, se concretó con el tiempo en la tesitura que siguió Rolandi en su vocación. Año y medio recibió lecciones en la Escuela. Lo curioso es que evitaba asistir a las clases de grabado porque no le agradaban.

¿Cómo entró en la abstracción?

Desde 1959 a 1965 dura este período abstractista en su pintura. Un libro regalado por su padre sobre “Historia de mi vida”, del maestro Joaquín Torres García, “cambió totalmente mi visión de las cosas”.

Comenzó a planear, a componer. Se incorporó al ámbito nacional junto a Presno, Costigliolo, Verdié, Freire y otros, en 1960, integrando el “Movimiento de arte no figurativo”.

—¿Por qué deja de pintar, iniciándose grabador?

—El grabado apareció como consecuencia de la búsqueda en mi producción.

Había representado en la 5^a Bienal al Uruguay en la muestra de los jóvenes en París. Era un buen síntoma para proseguir. Sin embargo, Rolandi se decide por el grabado. En 1964-68 realiza serigrafías. De allí a la xilografía había poco que andar, y el pintor se enfrasca en esta técnica. Pensó que “llevándolo a modificaciones podía competir con la pintura. El grabado por su tiraje tiene una proyección más amplia", recalca Rolandi. Realizó grabados a color en dimensiones no usadas en nuestro país. Logró con ellas premios en los Salones Nacionales. De tal manera, el dibujo se le hace preciso, la forma simplificada, y el color puro, para establecer una comunicación más directa. En otro aspecto, nos dice el grabador, me ha colocado en el campo internacional. En la Trienal de Carpí, Italia, fui seleccionado entre 167 artistas de 35 países para la Galería “Borgognona”, con los que se consideró los 30 mejores trabajos.

—¿Su proyección en el campo internacional?

—Las más importantes: seleccionado por la AICA desde Italia para la muestra que se inició en el Museo Contemporáneo de Madrid, y recorrió ocho Museos de Europa. Fue único representante de Uruguay por selección europea en una exposición donde participaron grabadores de fama mundial como: Rothenstein, Marangoni, Ostrower, Fumaki y otros. Se llevó a cabo en el Centro de Arte Mediterráneo, Torre del Greco. Seleccionado con 33 artistas de 20ü que participaron en la Bienal de San Juan de Puerto Rico para la colección Benson y Hedges,..

—¿V de de muestra de los Trece?

Se ha confirmado por un grupo de artistas conscientes de la importancia del evento. La exposición tiene además un carácter especial, señalando apoyo a lar Escuela Horizonte. En cuanto a la proyección de futuro, hay planes muy ambiciosos —nos dice Rolandi— que le aseguro serán innovadores en nuestro media,

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