Gustavo Vázquez y Hugo Longa exponen en "Amigos del Arte”.
Si en, verdad ambos cultivan una ruta avancista en cuanto a los
conceptos modernos, se diferencian totalmente. Mientras Vázquez florece
en el color con una exquisita sensibilidad, Longa trasmite en su
pintura-cartel la fuerza casi ruda de una expresión experimenta! que
llega al pop-Art.
Uno es pintor abstracto. Totalmente pintor. Con una paleta de azules
claros, amarillos y sus complementarios, donde los violetas tal vez
abusados en parte, no rindan con el cambio tonal que siguen las
indicaciones del espíritu del artista. Ello es apenas una insinuación
que fuerza un poco alguna armonía, pero en general su coloración, sus
tintas y sus empastes, mantienen una notable ejecución. Sumamente limpia
y segura. Aún cuando esta seguridad dependa de un temario por demás
simple. Que no guarda todavía ese misterio y sobrecolor, los recursos
más amplios que la abstracción debe sugerir para conservar sus valores
de interpretación.
Es indudable que su pintura, su concepto, su teoría, se funda un poco o
mucho en el arte notable de Manabú-Mabe. Pero esto lo dejamos sentado
como un estímulo en la búsqueda del anticipo, que por cierto es en base
a una pintura abstracta de la mejor calidad. Tal vez se repita Vázquez
en sus motivos. No porque insista en la temática, sino en la disposición
colorista y en el atributo del elemento plano a pintar. Con todo, supera
lo corriente, y si nos atenemos a lo que en la pintura de hoy se
realiza, con el desorden con qua muchas veces se ensayan tales teorías,
tenemos que aceptar al joven artista como un valor que promoverán sus
condiciones naturales y sus estudios y experiencias nuevas hacia la meta
a alcanzar.
Por su parte, Longa. al que ya comentáramos su cuadro que estuvo el
pasado año en el Salón, es un artista de otras características. Un
pintor más encontrado en la actualidad hacia realizaciones del "objeto".
Esta buscando en dicho elemento la visión composición. Admite en sus
obras objetos muy comunes con los que responde a un criterio moderno.
Estos elementos tal vez no lleguen a conformar aún, porque Longa, a
nuestro entender, no les ha impulsado con el color. O mejor, con otra
ayuda más clara y luminosa, y no les abandone en su misma conformación
de objeto no liberado y por lo tanto, no adaptado al principio y fin que
persigue.
Aparecen así “sordos", y si algún toque (rojos) deja asomar un punto que
llama, se mantiene opaco. No sabemos si el pintor requiere tal tesitura
como manera de sustentar el objeto en sí. En sus cuadros, en los que
como Suárez y Cristian! explaya en grandes espacios sus motivos. el
color se hace intenso. La composición, ya sea triangular o rectangular,
detiene en as detalles un naturalismo a veces predominante. En realidad,
logra imponer, impactar en algunas obras, aún cuando las mantenga en una
superficie espacial sin entrar a la profundidad, sino dejando que ésta
surja del tema, sobrio, simple, radical.
Hugo Longa -
Museo Nacional de Artes Visuales. |