Exposición Rafael Barradas

Museo Nacional de Bellas Artes

por Eduardo Vernazza

Suplemento dominical Huecograbado del Diario El Día

Montevideo, 1º oct 1972

Este texto, al día 10 de junio de 2022 está inédito en Internet. 

Fue escaneado texto y foto del diario por el editor de Letras Uruguay

Si alguien lo incluye en otro lado agradezco que hagan mención de donde lo tomaron.

Los dos cuadros incluidos son parte del acervo del Museo Nacional de Artes Visuales

Ratel Barradas, en Barcelona, junto a García Lorca. Aparece detrás con otros dos amigos Luis Buñuel. Es indudable que esta foto posee un recuerdo del carácter de aquellas tertulias de café que se estilaban entonces. Aunque no se halla rodeada del calor del humo, adivina el aroma del néctar “negro”. Lo cierto es que traduce una evocación muy característica, y que de seguro era ambiente en el cual nuestro pintor dibujó, algunos sino muchos de sus apuntes que luego serían básicos para desarrollar en sus grandes cuadros.

Se exhibe en el Museo Nacional de Bellas Artes, la exposición del mas destacado de ¡os pintores modernos uruguayos: Rafael Barradas. La primera muestra que promovió la la Dirección de este Instituto, fue la de Federico Sáez, verdadero propulsor de la inquietud “manchista”, que fuera uno de los más visionarios del color, con que contó el arte nacional, y que malogrado en plena juventud dejara asimismo una obra de aristas geniales. Rafael Barradas encara el proceso de evolución moderna. En España va a radicarse, después de vagar por los cafés característicos del Montevideo de 1900 y sus barrios le dejan en los “Estampones” que luego realizará, una joya de motivos que él sabe condicionar en la magia de una composición que le será siempre fiel. Junto a los más audaces artistas, Barradas se mueve preferentemente en Barcelona, donde se radica y trabaja también en escenografía, en la Compañía de Martínez Sierra, con Catalina Bárcena como primera actriz. Es allí donde se conecta con las figuras representativas de aquella época notable, y da de sí dibujos, que alarga luego en acuarelas. Cuando conoce la campiña en una transitada a pie que realiza por los caminos, y trabaja en sus tipos campesinos y obreros, cantineros y parroquianos, crea el tema de sus “Magníficos", serie que se destaca por las más fuertes armonías de grises y ocres, que irán decreciendo cuando el gran artista entre ya en el sueño de la irrealidad, a navegar en sus nubes grises, al acecharle la muerte.

Las composiciones como ‘‘Los Reyes Magos” serán tal vez lo más representativo de un arte, de visión moderna, aún no superada en el Uruguay, y mucho nos creemos, en América. Esos grises, la unidad y la rosácea aureola que va girando en la atmósfera fresca, y al mismo tiempo de triste tinte, germinaron en Barradas como resultado final que conmueve a través de sus otras versiones de “Vírgenes con el niño”, que promueve la riqueza de una circular materia envolvente; idea! ternura, y al mismo tiempo lejana de la tierra en la nebulosa virtud de un presentimiento seguro. Barradas trasunta en todo el pasaje de su corta vida (37 años) la inquietud vigorosa, que defiende enérgicamente, y que proyecta desde su interior una pintura que llega hasta nuestros días con facilidad. Presente hoy, se sostiene con ventajas sobre las vertientes nuevas más desordenadas, con ese control notable de su única composición. Esta es la más destacada virtud del artista Barradas.

Un instintivo como sapiente don para componer. Hasta el más ínfimo dibujo, cualquier ilustración que parecería intrascendente cuenta de inmediato el planteo compositivo resuelto y facultado de su yo, con una justa medida del espacio y de ¡a línea. Sus paisajes, siempre estuvieron sujetos, al igual que la figura, a una depuración neta, a ese despojar y simplificar sin evadirse del tema, y sin dejar disecado el dibujo.

Muchas veces nos ha tocado comentar la obra de Barradas, y otras tantas hemos sentido la fuerza de su elocuente pintar. Es más, hallamos firmes sus valores, y sosteniéndose constantemente como una de las facturas intensas y espontáneas a la vez, que tienen por fundamento el conocimiento del dibujo. Sus épocas diversas, por las que buceó en el tránsito de una vida rebelde a lo hecho, y ansiosa de nuevas creaciones, tuvo en su arrojada juventud — malograda cuando aún era dable esperar la obra total — la instancia de las formas que alternaron en su carrera. Y el futurismo, lo abstracto, moderado por una composición geométrica de la cual nunca pudo desprenderse, le valieron certificar virtudes que no decrecieron en ninguna de sus vitales expresiones. En la muestra actual del Museo están representadas, con una notable vivacidad técnica y de color. Después los “Magníficos”, tantas veces comentados y siempre plásticamente nuevos, en la secuencia dispuesta en uno de los grandes testeros.

Pero esta ligera evocación de Barradas, que nos trae la visita que hiciéramos al Museo, nos deparó una sorpresa interesante. Cinco obras de las que se exhiben, no son conocidas. Y ello ya es de sobra para despertar la atención de los artistas nuestros, y de los gustadores de la pintura.

Título: Zíngaras
Autor: Rafael Barradas (1890-1929)
Técnica: Óleo
Soporte: Tela
Medidas: 100 x 118 cm
Realizado: 1919
Ubicación:
Museo Nacional de Artes Visuales

Título: Estudio
Autor: Rafael Barradas (1890-1929)
Técnica: Óleo
Soporte: Cartón
Medidas: 46 x 54 cm
Realizado: 1914
Ubicación: Museo Nacional de Artes Visuales

Además, el valioso acervo, nace de una generosa donación de obras, hecha por la señora viuda del Sr. Ángel Ferrant: “Paisaje de Sans”, “Estudio”, dibujo a lápices de colores, y una “Composición”. Dos pinturas más, logradas por el departamento de restauración de! Museo, al desprender del revés dos cartones que se hallaban trabajados en ambos lados. Por ¡o demás, una manera común en Barradas; ya que en algunas ocasiones pintaba una tela cartón doblemente. De tal forma posee el Museo dos nuevas piezas, que titula “Paisajes”. Uno de ellos es factible sea de la época de Hospitalet, por la técnica y el tema. El otro, se manifiesta más simple y despojado.

Se agrega a ello un graciosísimo dibujo desconocido también titulado “Ateneillo”, nombre del taller del pintor, que poseía en Barcelona. Allí aparecen figuras pequeñas, pero tan fácilmente reconocibles, como ser la del propio artista asomado a un balcón. y que en poquísimos trazos da su característica.

Es un dibujo al correr de la pluma, pero con ese don simplificativo de toda su obra, y pleno de una madura como espontánea vivacidad técnica.

Las pinturas donadas constituyen un aporte de valor, además de ser complemento para el acopio que posee el Museo de este artista nacional. Sin duda que Barradas está perfectamente representado, y la colección que posee la Institución encuentra toda la gama por la cual pasó el pintor en su vida de lucha por hallar la manifestación moderna que estimulara su creación. Porque Barradas fue la figura descollante que no siguió el movimiento moderno como una empresa de repetición o de realización a través de lo que otros descubrían. Descubría él, y creaba técnica y conceptos para su pintura. Para la que se iba forjando en avanzada serie, y conformaba un ideal que quedó trunco cuando e¡ pintor comenzaba a percibir la riqueza plástica de sus “Estampones”. e intentaba llevarlos al óleo, como atestigua uno de los cuadros que expone el Museo. “Composición” (1917) es una ratificación de esa búsqueda, que ya comenzaba a tomar formas en una composición más abstracta aún, pero sin desechar !a elocuencia del tema, ni la valiosísima geometría de su armónico lineamiento. Traduce la vital obra, una certificación histórica. La técnica empleada en la serie de aquellas notables escenas del 1900, está allí presente con toda conciencia pictórica.

De seguro que de haber vivido, Barradas hubiera seguido — como lo acostumbraba  — el desarrollo de dicha idea, hasta llevarla a justo término.

Por lo tanto, felicitémonos de que la Dirección del Museo haya encarado este ciclo de exposiciones con una solvente como medida disposición técnica, para mejor mirar la obra, que cobra aspectos de c magistral en la estudiada luz de las ; que ocupa. Decir que hoy, en el Museo de Bellas Artes puede verse a Barrada; ia plenitud de su valor, es una realidad.

Ver:

Barradas: lo moderno y el dibujo por Eduardo Vernazza - Diario "El Día" - Montevideo, Uruguay - s/f

 

por Eduardo Vernazza
Suplemento dominical Huecograbado del Diario El Día
Montevideo, 1º oct 1972

 

Ver el blog

Catálogo pinturas y dibujos del artista de Uruguay Eduardo Vernazza por el cineasta Dennis Doty (Irlanda/Estados Unidos)

 

Ver Dennis David Doty en Letras Uruguay

 

Ver Eduardo Vernazza en Letras Uruguay

 

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