Comisión Municipal de Cultura

 

Exposición del Sindicato Libre de Pintores Escultores y Grabadores

Crónica de Eduardo Vernazza

Suplemento dominical del Diario El Día

Año XXVIII Nº 1388 (Montevideo, 23 de agosto de 1958)

José Luis Zorrilla de San Martín - Óleo Hércules y las amazonas-

Esta imagen se tomó del Catálogo del Día del Patrimonio 2019

Una importante exposición realizan en el Subte Municipal, los integrantes del Sindicato Libre de pintores, escultores y grabadores. Esta Asociación de artistas, que ha dado una demostración de su cabal fuerza representativa en el arte nacional, ha reunido unas doscientas piezas en total, que teniendo por puntales las obras enviadas por los invitados especiales; los escultores Zorrilla y Belloni, y el pintor Rosé, abre a la vista del público, una seria proporción de valores, y otra de muy elogiables posibilidades. Las composiciones de gran tamaño de Zorrilla —que también presenta pintura— son en cierto modo, una demostración ejemplarizante para la joven generación, ya que, las virtudes de movimiento en la dinámica de la composición, el estudio del desnudo, y sobre todo el dibujo firme y cerrado, hacen de este envío, junto al retrato del padre poeta, una de las notas que más impresionan.

Manuel Rosé aborda sus temas, agregando a ello una pintura ligera y ágil, dominando el ambiente en que desea situar los elementos que maneja con la soltura de quien conoce su oficio. Se hace evidente pues, reconocer que los valores del llamado arte figurativo se han hecho presentes con una firme autenticidad, y que tal muestra representativa de artistas nacionales, pone al público en contacto, con la interpretación que de la naturaleza hace el pintor y el escultor traduciendo sus bellezas. Los envíos de Belloni en material noble y definitivo como lo es el bronce, v sus temas; “Nuevos Rumbos” tercio del original que está emplazado en el Parque Rodó; “Corcovos", y los motivos de bueyes, dan a este escultor dominando la belleza y modelando una visón de nuestras cosas, con la sabiduría y el respeto que siempre ha inculcado a todas sus obras. Zorrilla de San Martín nos impone —como lo adelantáramos— con dos grandes telas, y con una serie que pone de manifiesto en su escultura, ese brío heroico que es patrimonio de su personalidad. Por suerte podemos admirar en esta exposición, el tercio del monumento al Gaucho, notable obra de una belleza compositiva extraordinaria, junto a esculturas que, a nuestro entender, constituyen lo más preciado en la obra de Zorrilla: "La conquista", “Erato”, “Venus Genitrix" y completando el envío el retrato de Eugenio Garzón, así como algunos dibujos. Igual el escultor Prati alcanza alto grado con envío al reunir trabajos como "Teresita", un yeso de una expresión magnífica, y que encuentra en “El rapto de la faunesa", y "Boceto Ecuestre”, dos ejemplos de una escultura pura.

La obra intimista tiene en Moller de Berg un representante de ternura en sus esculturas, donde “Cabeza de niño”, sale como un bronce de ricos matices modelados conscientemente. Agrega a ello terracotas y dibujos a la sanguínea de ágil contenido y veracidad interpretativa.

Pocas veces en un Salón colectivo podemos comenzar con la escultura, ya que hace muchos años no se reúnen en una misma muestra la cantidad y calidad de las presentes. Podemos seguir con “Niñas”, grupo en yeso de Alves, una graciosa expresividad, y un género poco cultivado en nuestro ambiente. Un retrato de Chiessa —yeso— bien modelado, y las tallas de Halegua, dentro de una modalidad moderna, así como la “Leda” de Nieva, “Mística”, de Pantoja, dos bellos yesos de Pascuale Marchessi, sobre todo su estudio, y la “Cabeza de niño” de Panosetti, complementan el envío, junto a las obras de Stelio Belloni. En pintura el panorama se desenvuelve con las características comunes a nuestro ambiente, salvo que en el presente Salón, pueden verse una cantidad de obras que acusan un marcado sentido naturalista e interpretativo, aun en las más diversas formas expresivas personales, lo que demuestra claramente que, partiendo de la naturaleza, y poseyendo las condiciones indispensables del artista, la pintura puede, aún hoy, contra lo que se quiere sostener negativamente mantenerse en un plano de valores esenciales. Pueden por lo tanto cotejarse, dentro da dispares expresiones, obras como las de Aguerre y Pagani, dos de los pintores laureados en muchos salones racionales. Mientras el primero se mantiene en una pintura primitiva mis a buscando la luz por el color, Pagani acusa un deseo compositivo por planos y en el sentido sensible, produce esos dos "Paisajes", llenos de melancolía. Los dos son coloristas, y sin embargo, tan diversos entre si. Un amplio envío hace Zoma Baitler con una selectiva muestra de su producción. En ella está patente su razón técnica impresionista, pero como lo hemos repetido infinidad de veces, tal expresión se halla mancomunada con los atributos de su personalidad. Es así que cobran una especial característica esas calles, zonas fabriles  más, aún, todavía, su “Paisaje de Montmartre", llenos de riqueza cromática. Neder Costa expone dos marinas bien ambientadas en grises, tiene cierto punto de cortado con los trabajos de Montani. El paisaje y marina de éste, acuerdan una armonía que le es ya común. El trazo, así como la simplicidad de ejecución, ponen de manifiesto una sensibilidad dispuesta hacía la captación de la luz. Reencontramos a De los Santos con dos cuadros que conservan su ternura, sorprendiendo con su dominio de los blancos. Miguel Echauri, con “Patio" y ‘'Arlequín’’, y Feldman, con dos Oleos y dos monocopias que traducen sus ya consagradas virtudes.

Nº de Inventario: 1826
Título:
La pareja
Artista:
Manuel Rosé (1882-1961)
Técnica:
Óleo sobre cartón

Museo Nacional de Artes Visuales

Zoma Baitler - Barra de Santa Lucia

imagen escaneada del Suplemento Año XXVIII Nº 1388 (Montevideo, 23 de agosto de 1958)

Una nota original la del cuadro "Entierro Indio" de Fernández Cabral. destacándose Formento Franzia con “Naturaleza muerta", muy fresca de color y espontánea realización. Garino exhibe algunas de las acuarelas que trajo de su viaje a Europa. En ellas aporta algunos efectos nocturnos de muy bella factura. También Kabregú y Giaudrono han enviado cinco pinturas que ofrecen lo mejor de sus realizaciones.

En dos secciones Celia Giacosa presenta óleos y cerámicas, siguiendo su trayectoria de trabajo con sincera convicción anotándose una composición de Guidobono de acertada ritmos Nerina Bernasconi se hace notar con un retrato de la  escuela Kabregú y ocho cerámicas, siendo la témpera de Meisner, “El Jardín", una de las piezas mejor logradas de este pintor. De Musseti, que envía acuarelas, ya hemos comentado las que exhibe, agregando a lo que dijéramos de Nantes no hace mucho en estas columnas, la soltura que se advierte en su tela, "Retrato", y el concepto de sus blancos en el paisaje de los Andes. Citaremos las obras surrealistas de Radaelli, siguiendo un grafismo ondulante y subjetivo, el “Niño de la manzana” de Rius, el paisaje de Tedeschi, bien empastado, las acuarelas de Vallarino, logradas, los óleos y grabados de Petrona Viera, dentro de su técnica de contraste y zonas de color, las "Flores" de Volpe Jordán, matizadas en los rojos; el aguafuerte de D´Donogue “Jardín", y las de Hugo O’ Neill, las dos acuarelas de Porzecanski, y los trabajos de Martínez con franco adelanto, sobre todo en el esfuerzo que constituye la realización de su obra “Manzanas", así como los cuadros de Prause, que denotan en su ingenuidad, un loable entusiasmo. Recordamos las acuarelas de Alonso, sensación de luz y color personales, así como “La Playa" de Cánepa, que creemos ya comentáramos en pasado salón. Por último daremos cabida a las palabras que prologan el catálogo de esta muestra (E.P.). y que dicen del camino que guió a sus organizadores: "La exposición en conjunto, de un grupo de artistas en el cual no es posible equilibrar los valores con una selección extremada de las obras, es forzoso aceptarla tal cual se presenta, y considerar la buena voluntad y sinceridad de los mismos, para dejar a cada uno la responsabilidad de sus obras enviadas".

Queremos rendir un especial homenaje a Guillermo Rodríguez. En momentos en que escribimos esta nota, nos llega la noticia de su fallecimiento. Como no podía ser de otra manera, su capacidad y valor artístico, están también representados dignamente en el Salón. Sus cinco Xilografías y cuatro pinturas al pastel, técnica que abordara en su última exposición, que comentáramos en este mismo Suplemento, lo muestran pleno de vigor, luciendo sus fuertes contrastes y rayado, en el grabado, y su fina percepción en los temas criollos al pastel. Toda la vida del campo, de sus moradores, historió Guillermo Rodríguez con la gubia hincando en la madera, y fue en el grabado un consumado maestro, que dejó cantidad de discípulos, que recogieron sus nobles enseñanzas, y que hoy se destacan y prolongarán, sin duda, el recuerdo del artista nacional que se fue.

 

Crónica de Eduardo Vernazza

Suplemento dominical del Diario El Día

Año XXVIII Nº 1388 (Montevideo, 23 de agosto de 1958)

Gentileza de Biblioteca digital de autores uruguayos de Seminario Fundamentos Lingüísticos de la Comunicación

Facultad de Información y Comunicación (Universidad de la República)

 

Ver, además:

 

                     Eduardo Vernazza en Letras Uruguay

 

                                                                        Dennis David Doty en Letras Uruguay

 

Catálogo pinturas y dibujos del artista de Uruguay Eduardo Vernazza por el cineasta Dennis Doty (Irlanda/Estados Unidos)

 

Editor de Letras Uruguay: Carlos Echinope Arce   

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