Desbordante expresionismo en dibujos de Fornasari
por Eduardo Vernazza
Diario El Día (Montevideo)
Eduardo Fornasari es uno de los más
destacados expresionistas. Su obra concita interés, porque además de
realizarse con un prolijo dibujo —variado en sus posibilidades e
intentos— analiza una de las vertientes más desbordantes del actual
momento plástico.
"Amigos del Arte" expuso su obra actual en una serie de dibujos de
grandes dimensiones. Ya en otras oportunidades, especialmente en una
muestra del Subte, habíamos hallado en este artista condiciones
suficientes como para regir en la técnica y el concepto de tal tesitura.
Hoy volvemos a encontrar en sus trabajos la característica de la
vitalidad compacta de sus figuras, que aparecen desde la línea que toma
el germen del dibujo, y en continuidad desarrollan su expresión con el
valor sustancial del instinto.
La obra de Fornasari mira hacia dentro del ser humano. A su conciencia.
Radica en sus expresiones todo el mundo del ser expandido en una pánica
vivencia. En el terror de sus propias fauces. Penetra en la garganta
misma, en las entrañas, hurgando el misterio, no con la mística
idealizada, sino con el materialismo básico de una pesadilla constante.
Elementos ricos se ofrecen en su puntillado y en otros recursos bien
dirigidos, como la línea en gris y el rayado, que alternan con el trazo
que llamamos “de mano”, el que sigue fielmente el pensamiento, y va de
lo tortuoso al espasmo abigarrado de su: monstruos.
Es una opresión desbordante que fluye, dramática, desde el interior para
manifestarse en el grotesco. La figura se transforma. Sus formas se
disgregan y cobran un valor, sino Independiente, sí en la expresión.
Puede observarse una cabeza humana bien dibujada con su elemento
expresiónista. Luego sus ramales, como lava que la tinta deja correr, se
tornan en exaltación y se confunden buscando las otras vertientes para
dar la total forma creativa,
