Arte negro en el Museo Precolombino de Matto, por Eduardo Vernazza (Uruguay)

En la sala de exposiciones temporarias del Museo de Arte Precolombino, se inaugurará el día viernes 2 de enero, la exposición de Arte Negro.

Componen la muestra más de ochenta piezas donde están representadas casi todas las culturas de África negra. El Museo lo dirige el arquitecto Ernesto Leborgne, y las piezas pertenecen a colecciones particulares que cedieron las obras para este evento de importancia relevante, ya que es la primera vez que se exhibe al público en nuestro país.

La exposición permanecerá abierta durante tres meses, lo que da ambiente para visitarse con comodidad. Es propósito del Museo realizar próximamente una exposición del arte de los indios actuales de América, y del arte de las islas de los mares del Sur, que serán también por vez primera vistos en Montevideo. Si bien el Museo es de arte Precolombino, especialmente dedicado a exhibir las piezas del pintor Francisco Matto, gran coleccionista, se expondrán otros aspectos de artes desconocidos de nuestro público, con otras culturas y aspectos estéticos de valor y que han tenido gran trascendencia en la pintura moderna.

Entre las piezas más originales, se cuenta, con una cabeza en cerámica “Agni” que representa una máscara de difunto de intensa expresión de dolor, con escalificaciones equivalentes al tatuaje de la raza blanca.

Esta cabeza fue hallada en las sepulturas abandonas de Krinjabo. El original tiene por lo tanto un supremo valor histórico y documental, por su expresión y antigüedad. Dos estatuas de bronce vaciado en la técnica de la cera perdida. Personaje femenino de pie, con su servidora, y otra con figura masculina en bronce. Estos dos ejemplos nos dicen de la importancia y de la antigüedad auténtica de la muestra. La madera, es material perecible, se usa mucho en África data más que de ciento cincuenta años.

Estas cerámicas son de épocas anteriores a la talla en madera.

La mayoría de las obras expuestas pertenecen a máscaras rituales y mágicas, así como religiosas. Se emplean en las ceremonias relacionadas con el cultivo de la tierra, en distintas etapas de siembras y cosechas, en los cultos a los muertos, y en ceremonias de iniciación de los jóvenes principalmente. Una pieza con sentido totalmente traído a la época moderna de hoy, nos pone en contacto con una cabeza de antílope magistralmente tallada en madera, cuyo estilo llama poderosamente la atención por su ritmo, y por los elementos compositivos de suma sencillez y valoración plástica,