27 de junio

 
Sentado al borde de la cama, mientras se saca las botas, José mastica la rabia que ha estado ahogándolo todo el día.
- Después de viejo, carnero - masculla, y siente que la sangre se le amontona en la cara. Nadie se ha atrevido a gritárselo, pero desde su interior una voz le repite atormentándolo: carnero.
Recuerda cómo empezó a trabajar desde gurí para ayudar en la casa, donde había varios hermanos menores; cuando murió el padre y los hermanos ya estaban criados, igual se quedó con la vieja hasta que consiguió cobrar una pensión... Después, pasados los treinta, cuando se metejoneó con aquella gurisa flaca que bajaba los ojos al hablar y hoy es su mujer... Ahí tuvo que laburar más duro para comprar los muebles y casarse.
No conoce más descanso que el de algún domingo, ni mayor diversión que un vaso de caña compartido. Pero eso no le molesta. Los patrones lo respetan aunque conoce sus derechos y los hace cumplir, porque saben que él hace siempre su trabajo, nunca falta ni se hace el enfermo. No le mezquina el cuerpo a ningún trabajo. Trabajó en el aserradero, en la fábrica de azúcar, cuando todavía estaban los gringos de afuera, en la construcción y de peludo. Los compañeros lo aprecian. Hasta lo eligieron delegado del Sindicato una vez, cuando era soltero, porque después que se casó la mujer se molestaba si andaba entreverado en esas juntas y lo fue dejando de a poco... Hasta hoy. Trabajar día de paro. La mujer tiene la culpa. Él está trabajando en una chacra chica y el patrón dijo clarito que al que parara lo despedía. Cada vez está más difícil conseguir trabajo. Todos los días llega gente de afuera atraída por el cuento del desarrollo. Mano de obra más barata. Muertos de hambre, desesperados, trabajan por cualquier dinero. Además, como están ahora divididos en dos sindicatos no tienen fuerza para conseguir gran cosa. Tuvo que ir a trabajar porque si no la mujer lo enloquece a insultos... parece que todavía la oye:
- Con cinco hijos no podés perder el empleo. Viejo como estás, ¿dónde vas a conseguir otro? Total, ¿de qué te va a servir hacer paro? Si ganan, sale aumento para todos. Si pierden, vos no quedaste mal con el patrón y ganaste el día.
No lo convenció. ¿Qué sabe ella de lo que pasa? De lo bien que se siente cuando ganan una y ven que fue posible porque estaban juntos. ¿Qué sabe de otros lugares donde gente como él peleó hasta conseguir que vivan de otra manera?
No lo convenció. Fue a trabajar porque estaba cansado de oír todos los días los mismos reproches y si se quedaba iba a tener que romperle la boca para hacerla callar y él no es hombre de andar levantándole la mano a una mujer.
No puede explicar lo que siente y la rabia lo atraganta. Solidaridad. Ésa era la palabra importante y él la había roto. Sabe que nadie va a venir a pedirle cuentas. Incluso el delegado que controlaba, cuando lo vio subir al camión lo saludó con la cabeza. Pero él sabe que estuvo mal y oye la palabra carnero taladrándole el cerebro.
Siente un fuerte dolor en el pecho. Una nube roja le vela los ojos.
- Carnero - balbucea, y cae al suelo.

La Gilandria
Olga Traba

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