Quizás esperé en vano ,
que de tu alma se desprendiera poesía,
con sentido mi corazón se quiso aturdir,
de versos y melodías.
Mis manos esperaron tus flores,
y mis ojos tu adorada sonrisa.
Quise llamarte, pero mi voz,
se perdió sin eco.
Quise seguir la ruta del ave,
y la perdí sin fé.
Caminé tras tus huellas ,
y las olas me desafiaron.
Busco en la noche esas estrellas,
dueñas de quimeras, que hagan olvidarme,
de tu canto y tu promesa,
Me encadeno a una flor para olvidar tú perfume,
Espero sentir el sonido de la lluvia para olvidar,
tu pulso en mi cercanía.
Pero, aquí estoy viva,
y seguiré caminando, como peregrino,
compadeciendo mi alma que esperanzas cultiva.
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