Magia negra |
Sólo un brocal de angostísimas preguntas Cantadas por dedos de santos amarillos Que eligen no elegir, seguir a tientas la neblina. Un garfio acaricia la garganta hasta doblarla: Dos péndulos pendientes de la lentitud del garfio. ¿Lo detendrán? Los santos no rezan, cuentan corderos con los dedos. Hemos jurado no ser serios: olvidamos pagar más de la cuenta. Seguimos Enfrentando los rostros casi ebrios. De ningún modo quedaremos en el templo. De ningún modo quedaríamos. |
Doris Summer
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