Pequeña y breve historia de Benedicto Algorta |
Una
sotana de verde y marrón sobre su testa y un murciélago amaestrado celoso guardián de sombras fueron su ruina la tarde que cayó en Punta Carretas. Y un sicólogo astronauta umbilical le explicaba, "el hueco que los gusanos rellenan en la barriga comiendo hojas" Pobre Benedicto muriose de tos el día que fumigaron su celda. Nunca llegó a mariposa. |
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