Desde lo oscuro, poema de Clara Silva (Uruguay)

ALGUIEN en mí desde lo oscuro pide,
secretamente pide:
quítame este peso.
Ya no me dan los hombros para llevarte.
Quiero respirar
simplemente
el aire del mundo,
olvidar esa cuenta confusa
y sin fin
de culpa, perdón, remordimiento,
o de algo parecido
que corroe mi flaqueza.

Dame un día sin objeciones,
un día
en que pueda darle cuerda al reloj sin herirte,
sin que tú, en mi corazón escondido,
me oscurezcas los dientes,
la alegría
de andar descuidada entre las cosas.

No son lamentos de mujer
ni confidencias de jardines.
Es la sangre, la carne, los huesos que me has dado,
éstos, desde el origen;
que no tengo lugar para ubicarme,
párpados, pies y manos
amargos de miseria,
de fatiga.

Mis ojos ven
pero tropiezo en tus misterios.
Oigo hasta la respiración de las hojas
pero no entiendo las palabras de tu boca.
Es demasiado largo tu camino
para mis años cortos;
tu puerta muy estrecha para la dimensión de la muerte.
No puedo arrodillarme
para besar el polvo
en el límite exacto de amargura
donde empieza la blancura de tus pasos.


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