Las vacas mugían al amanecer

daban caféconleche porque eran blancas & negras

comían chala o avena y miraban con tristeza.

Por las noches entraban a mi pieza

se comían mis libros, mis soldaditos, mis barcos,

topaban mis fábulas y mis viajes

y me dejaban remallando sueños.

Hoy vuelven a entrar las vacas:

deshacen las puertas con lengua de escofina

huelen a bosta y a trébol rumiado

pisotean mis corbatas

y me miran con tristeza.

Al amanecer las vacas mugen

con silbatos de fábricas o trenes

con derrapar de autos y gritos de escolares

y dan una leche lenta y espinuda

que se parece a una oportunidad perdida.