Barranco abajo |
Personajes |
Don Zoilo |
Acto primero |
Representa la escena un patio de estancia; a la derecha y parte del foro, frente de una casa antigua, pero de buen aspecto; galería sostenida por medio de columnas. Gran parral que cubre todo el patio; a la izquierda un zaguán. Una mesa, cuatro sillas de paja, un brasero con cuatro planchas, un sillón de hamaca, una vela, una tabla de planchar, una caja de fósforos, un banquito, varios papeles de estraza para hacer parches, una azucarera y un mate. Es de día. Al levantarse el telón aparecen en escena DOÑA DOLORES, sentada en el sillón, con la cabeza atada con un pañuelo blanco; PRUDENCIA y RUDECINDA, planchando; ROBUSTIANA haciendo parchecitos con una vela. |
Escena 1: |
Robustiana, Dolores, Rudecinda, Prudencia. |
DOLORES: Ponéme pronto, m'hija, esos parches. |
Escena 2: |
Ha salido Robustiana y entra Don Zoilo. |
[DON ZOILO aparece por la puerta del foro. Se levanta de la siesta. Avanza lentamente y se sienta en un banquito. Pasado un momento, saca el cuchillo de la cintura y se pone a dibujar marcas en el suelo.] |
Escena 3: |
Los mismos, menos Don Zoilo. |
RUDECINDA: No te hagás el desentendido, ¿eh? [A PRUDENCIA.] Capaz de no haberlo pedido. Pero amalaya que no suceda, porque se las he de cantar bien claro... Si se ha creido que debo aguantarle sus lunas, está muy equivocao... muy equivocao... |
Escena 4: |
Los mismos y Martiniana. |
MARTINIANA: ¡Bien lo decía yo!... De juro que mi comadre Rudecinda está con la palabra. ¡Güenas tardes les dea Dios! |
Escena 5: |
Los mismos y Don Zoilo. |
ZOILO: [Con una maleta de lona en la mano, que deja caer a los pies de DOLORES.] Ahí tienen los encargos de la pulpería. |
Escena 6: |
Los mismos, menos Martiniana. |
RUDECINDA: [Que ha estado revisando la maleta. A DON ZOILO, que se aleja.] ¡Che, Zoilo! ¡Eh! [Deteniéndolo.] ¿Y mis encargos? |
Escena 7: |
Los mismos, menos Don Zoilo. |
RUDECINDA: ¡Vas a pegar, desgraciao! [Volviéndose.] ¿Has visto, Dolores? Ese hombre está loco o está borracho... |
Escena 8: |
Los mismos y Robustiana. |
ROBUSTIANA: Ahí tiene su mate, mama... Pucha, que hay gente desalmada en este mundo. Parece mentira. Es no tener ni pizca... |
Escena 9: |
Los mismos y Prudencia. |
PRUDENCIA: [Que ha oído el final de la escena.] ¡Déjela, mama! ¡La ha picao el alacrán! |
Escena 10: |
Los mismos y Don Zoilo. |
ZOILO: ¡Hija! ¿Qué es esto? |
Escena 11: |
Los mismos, menos Prudencia, Robustiana y Don Zoilo. |
RUDECINDA: [Permanece un instante cavilosa y con aire despectivo.] Bueno, ¿y qué? [Viendo llorar a DOLORES.] No te aflijás, hija. Ya lo hemos de enderezar a Zoilo. ¡Mocosa, lengua larga! ¡Quién hubiera creído! |
Escena 12: |
Los mismos, Don Zoilo y Batará. |
ZOILO: ¡Arrastradas! ¡Arrastradas! Merecían que las deslomara a palos... Arrastradas... [Llamando.] ¡Batará! ¡Batará! [Paseándose.] ¡Ovejas! ¡Peores entoavía! ¡Las ovejas siquiera no hacen daño a naide!... ¡Batará! |
Escena 13: |
Los mismos, menos Batará. |
ZOILO: [Después de pasearse un momento, a DOLORES.] Y usté, señora, tiene que mejorarse en seguidita de la cabeza; ¿me oye? ¡En seguidita! |
Escena 14: |
Rudecinda y Don Zoilo. |
RUDECINDA: Decíme, Zoilo. ¿Te has enloquecido endeveras? ¿Ande nos llevás? |
Escena 15: |
Prudencia y Juan Luis. |
[Después de una breve pausa, aparece PRUDENCIA. Mira cautelosamente en todas direcciones, y no viendo a nadie corre hacia la derecha, deteniéndose sorprendida junto al portón.] |
Escena 16: |
Zoilo y Juan Luis. |
ZOILO: ¿Quién me busca? ¡Ah! |
Escena 17: |
Los mismos y Gutiérrez. |
JUAN LUIS: [Aparatoso; empujando a GUTIéRREZ.] Ahí lo tiene al amigo don Zoilo, olvidado por completo de las antiguas diferencias... [Hierático.] Pax vobis . |
Escena 18: |
Los mismos y Rudecinda. |
RUDECINDA: [Un tanto transformada y hablando con relativa exageración.] ¡Ay!... ¡Cuánto bueno tenemos por acá!... ¿Cómo está, Butiérrez? ¿Qué milagro es éste, don Juan Luis? Vean en qué figura me agarran. |
Escena 19: |
Los mismos, menos Rudecinda. |
JUAN LUIS: ¡Qué muchacha de buen genio esta Rudecinda! ¡Siempre alegre y conversadora... ¿Y no tenemos un matecito, viejo Zoilo? Lo encuentro medio serio. Seguro que no ha dormido siesta. Mi padre es así; cuando no sestea, anda que parece alunao. |
Escena 20: |
Los mismos y Prudencia. |
PRUDENCIA: [Con mucha cortedad.] ¡Buenas tardes! |
Escena 21: |
Los mismos, menos Prudencia. |
JUAN LUIS: Pues yo no he oído. |
Acto segundo |
Representa la escena, a gran foro, telón de campo; a la izquierda un rancho con puerta y ventana practicables. Sobre el mojinete del rancho, un nido de horneros. A la derecha rompimiento de árboles. Un carrito con un barril de los que se usan para transporte de agua. Un banco largo debajo del alero del rancho, un banquito y un jarro de lata. Es de día. Al levantarse el telón aparecen en escena ROBUSTIANA pisando maíz en un mortero y PRUDENCIA cosiendo un vestido. |
Escena 1: |
Robustiana y Prudencia. |
ROBUSTIANA: ¡Che, Prudencia! ¿Querés seguir pisando esta mazamorra? Me canso mucho. Yo haría otra cosa cualquiera. |
Escena 2: |
Los mismos, Doña Dolores y Rudecinda. |
DOLORES: ¿Qué hay? |
Escena 3: |
Robustiana y Don Zoilo. |
ROBUSTIANA: [Angustiada.] ¡No quieren a nadie! ¡Pobre tatita! [Apoyada en el mortero llora un instante. Oyense rumores de la izquierda. ROBUSTIANA alza la cabeza, se enjuga rápidamente las lágrimas y continúa la tarea, canturreando un aire alegre. ZOILO avanza por la izquierda a caballo, con un balde en la mano, arrastrando un barril de agua. Desmonta, desata el caballo y lo lleva fuera; al volver acomoda la rastra.] |
Escena 4: |
Los mismos y Rudecinda. |
RUDECINDA: ¡Jesús! ¡Qué te duele! |
Escena 5: |
Robustiana, Don Zoilo y Batará. |
[BATARÁ aparece silbando, saca un jarro de agua del barril y bebe.] |
Escena 6: |
Los mismos y Aniceto. |
ANICETO: Tres... y dos por morir. [A ROBUSTIANA.] Buenos días... [A ZOILO.] ¡Hay que mandar la rastra pa juntar los cueros! [Sentándose en cualquier parte.] Dicen que don Juan Luis tiene un remedio bueno allá en la estancia. |
Escena 7: |
Rudecinda, Robustiana, Don Zoilo y Aniceto. |
RUDECINDA: ¡Che, princesa! Podés ir a tender la cama, si te parece. ¿O esperás que las sirvientas lo hagan? Pronto es mediodía, y todo está sucio. |
Escena 8: |
Robustiana y Aniceto. |
ANICETO: ¡Pcha que son piores! [Se pone a lavarse las manos junto al barril, echándose agua con el jarro.] |
Escena 9: |
Martiniana, Rudecinda, Dolores y Prudencia. |
MARTINIANA: [Desde adentro izquierda.] ¡Ave María Purísima! [Con otro tono.] ¡Sin pecado concebida! ¡Apiáte no más, Martiniana, y pasá adelante! [Apareciendo.] ¡Jesús, qué recibimiento! ¡Ni que juera el rey de Francia!... ¡Ay, cómo vienen todos! [Saludando.] ¡Reverencias! ¡Reverencias! ¡Quédense sentaos no más! ¡Los perdono! |
Escena 10: |
Los mismos y Robustiana. |
ROBUSTIANA: [Aparece demudada, sosteniéndose en el marco de la puerta, con voz muy débil.] ¿Me quieren dar un poco de agua? |
Escena 11: |
Los mismos, menos Robustiana. |
DOLORES: Esta hija todavía nos va a dar un disgusto; verás lo que te digo. |
Escena 12: |
Los mismos menos Dolores. |
RUDECINDA: Y después, comadre, ¿qué pasó? |
Escena 13: |
Prudencia y Martiniana. |
PRUDENCIA: : Rudecinda no sabe nada de aquello, ¿verdad? |
Escena 14: |
Los mismos, Rudecinda y Don Zoilo. |
ZOILO: ¿Ande está
Robustiana? |
Escena 15: |
Los mismos, Aniceto y el Sargento. |
ANICETO: ¡Pase adelante! |
Escena 16: |
Los mismos y Don Zoilo. |
ZOILO: ¿Qué andás queriendo vos por acá? |
Escena 17: |
Don Zoilo, Aniceto, Sargento y Batará. |
ZOILO: Está bien, sargento. Lléveme no más. ¿Tiene orden de atarme? Proceda no más. |
Escena 18: |
Robustiana y Aniceto. |
ROBUSTIANA: Aniceto... ¿Y tata? |
Acto tercero |
Igual decoración que el acto segundo, más una cama de fierro bajo el alero, junto a la puerta. Es de día. Al levantarse el telón, aparece en escena DON ZOILO encerando un lazo y silbando despacito. Al concluir, lo cuelga del alero. Luego de un pequeño momento, hace mutis por el foro, a tiempo que salen del rancho RUDECINDA y DOLORES. |
Escena 1: |
Rudecinda y Dolores. |
RUDECINDA: ¡Ahí se va solo! ¡Andá a hablarle! Le decís las cosas claramente y con firmeza. Verás cómo dice que sí; está muy quebrao ya... ¡Peor sería que nos fuésemos, dejándolo solo en el estao en que se halla! |
Escena 2: |
Los mismos y Martiniana. |
MARTINIANA: ¡Buen día les dé Dios! |
Escena 3: |
Los mismos menos Dolores. |
MARTINIANA: últimamente, ni le hablen... Yo decía por decir... Mire, comadre... Vámonos no más. La cosa sería hacerlo retirar hoy de las casas. Vamos a pensar. Si me hubieran avisao temprano, yo le hablo a Butiérrez pa que lo cite como la vez pasada. ¡Estuvo güeno aquello! ¡Lástima que la enfermedá de la gurisa no nos dejó juir! ¡Qué cosa! Si no fuese que se murió la pobrecita, pensaría que lo hizo de gusto. Dios me perdone. |
Escena 4: |
Martiniana y Prudencia. |
MARTINIANA: Güeno. Pitaremos, como dijo un gringo... [Lía un cigarrillo y lo enciende.] |
Escena 5: |
Los mismos, Aniceto y Don Zoilo. |
[ANICETO cruza la escena con algunas herramientas en la mano y va a depositarlas bajo el alero.] |
Escena 6: |
Aniceto y Martiniana. |
ANICETO: ¡Ep! ¡Vieja! En seguidita, pero en seguidita, ¿me oye?, sube en ese breque y se me manda mudar. |
Escena 7: |
Aniceto y Rudecinda. |
ANICETO: [Volviéndose.] ¡Son lo último de lo pior! ¡Ovejas locas! |
Escena 8: |
Los mismos y Doña Dolores. |
DOLORES: ¿Qué pasa? |
Escena 9: |
Los mismos y Don Zoilo. |
ZOILO: [Imponente.] ¡Aniceto! [Estupefacción.] Usté no tiene ningún derecho. |
Escena 10: |
Los mismos, menos Aniceto. |
[DON ZOILO se aproxima silbando al barril, bebe unos sorbos de agua, que paladea con fruición nerviosa, y se vuelve silbando.] |
Escena 11: |
Los mismos y Prudencia. |
PRUDENCIA: : ¿Pero, pero qué pasa? |
Escena 12: |
Los mismos, menos Don Zoilo. |
PRUDENCIA: : ¡Virgen Santa! ¿Qué ocurre? [Afligida.] ¡Mama! Mamita querida... Levántese. Venga. [Se levanta.] ¿Le pegó? ¡Fue capaz de pegarle! |
Escena 13: |
Los mismos y Don Zoilo. |
ZOILO: [Tirando algunos atados de ropa.] Que se van... a la estancia vieja... ¡que fue del viejo Zoilo!... ¿No tenían todo pronto pa juir? ¡Pues aura yo les doy permiso pa ser dichosas! [A las tres.] Güeno. Ahí tienen sus ropas... ¡Adiosito! Que sean muy felices. |
Escena 14: |
Dolores, Prudencia, Rudecinda y Martiniana. |
MARTINIANA: ¡Bien decía yo que no eran más que cosas de ese ladiao de Niceto! ¿Qué? ¿Y esto qué es? ¡Una por un lao... otra por otro... el tendal!... ¡Hum! Me paice que ño rebenque ha dao junción... ¡Eh! ¡Hablen, mujeres! ¿Jue muy juerte la tunda? ¡No hagan caso! Los chirlos suelen hacer bien pa la sangre... Y después, ¡qué dimontres! ¡No se puede dir a pescar sin tener un contratiempo! ¡Quién hubiera creido que ese viejo sotreta le iba a dar a la vejez por castigar mujeres!... Pero digan algo, cristianas. ¿Se han tragao la lengua? |
Escena 15: |
Aniceto y Don Zoilo. |
[ZOILO aparece por detrás del rancho, observa la escena y avanza despacio hasta arrimarse a ANICETO.] |
Escena 16: |
Don Zoilo. |
ZOILO: [ZOILO lo sigue con la mirada un instante, y volviéndose al barril extrae un jarro de agua y lo bebe con avidez; luego va en dirección al alero y toma el lazo que había colgado y lo estira; prueba si está bien flexible y lo arma, silbando siempre el aire indicado. Colocándose después debajo del palo del mojinete trata de asegurar el lazo, pero al arrojarlo se le enreda en el nido de hornero. Forcejea un momento con fastidio por voltear el nido.] Las cosas de Dios... ¡Se deshace más fácilmente el nido de un hombre que el nido de un pájaro! [Reanuda su tarea de amarrar el lazo, hasta que consigue su propósito. Se dispone a ahorcarse. Cuando está seguro de la resistencia de la soga, se vuelve al centro de la escena, bebe más agua, toma un banco y va a colocarlo debajo de la horca.]
|
Apéndice : |
Final de Barranca abajo según el texto primitivo |
[Después de las palabras de ANICETO "¿Pa carniar?... Bueno... Este... ¿Me empriesta el cuchillo? El mío lo he perdido...", la escena XV finaliza:] |
Escena 16: |
Don Zoilo. |
ZOILO: [Lo sigue con la mirada un instante y volviendo al barril extrae un jarro de agua y lo bebe con avidez, resollando bestialmente al terminar. Al dejar el jarro se le cae al suelo, lo recoge y tantea un lugar seguro donde dejarlo, con la mano un tanto temblorosa. Luego. irguiéndose con energía, va en dirección al alero y toma el lazo que habrá colgado, lo estira, prueba si está bien flexible y lo arma. Colocándose, después, bajo el palo sobrante del mojinete, trata de asegurar el lazo; pero al arrojarlo se le enreda en el nido de hornero. Forcejea un momento con fastidio por voltear el nido.] ¡Las cosas de Dios! ¡Se deshace más fácilmente el nido de un hombre, que el nido de un pájaro! [Reanuda la tarea de amarrar el lazo hasta que consigue su propósito. Se dispone a ahorcarse. Cuando está seguro de la resistencia de la soga, se vuelve al centro de la escena, bebe más agua; toma un banco y va a colocarlo debajo de la horca.] |
Escena 17: |
Don Zoilo y Aniceto. |
[ANICETO se asoma cautelosamente y observa los movimientos de ZOILO, cuidándose de no ser visto. Cuando éste se ha trepado al banco y se dispone a colocarse la soga al cuello, corre a impedírselo.]
|
Florencio Sánchez
Editado por el editor de Letras Uruguay
Email: echinope@gmail.com
Twitter: https://twitter.com/echinope
facebook: https://www.facebook.com/carlos.echinopearce
Linkedin: https://www.linkedin.com/in/carlos-echinope-arce-1a628a35/
Métodos para apoyar la labor cultural de Letras-Uruguay
Ir a índice de teatro |
Ir a índice de Florencio Sánchez |
Ir a página inicio |
Ir a índice de autores |