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23. f. 55. En El Gladiador, semanario ilustrado, fundado en Bs. As. en dic. de 1901,
Horacio Quiroga publicó toda su producción de 1903 (6 tít.). Por Rea Silvia. El
Gladiador le retribuyó con quince pesos.
Durante 1904, año en que aparece ECO, no publicó en ningún periódico o revista. En enero estuvo en el Chaco con Eduardo de las Muñecas, escritor compatriota y amigo, con quien convivió en Bs. As. Meses después volvió para instalarse en un campo, donde iniciará su experiencia de plantador algodonero, a "siete leguas al sudoeste de Resistencia, a orillas del Saladito, en una soledad tal que dos leguas lo separan del vecino más cercano".
Varias cartas de ese año a José María Fernandez Saldaña expresan su vivir en el lugar. Ej.: Salto, 16 feb. 1904, "Estuve hará un mes en el Chaco con Muñecas. Volveré allá en abril, donde quedaré para siempre, salvo las escapadas consiguientes. Creo hacer gran fortuna, de lo cual aprovechará tu inteligencia y tu estómago", (f. 476, pág. 82).
Resistencia, oct. 19, 1904: "Hoy llegué del Saladito portando la carta vieja que adjunto, y recibí la tuya, muy digna en todo de una de las de antes. Cierto; al fin, con toda exaltación, hemos quedado los dos amando y llorando esos bríos de 1900. Tú te quejas de tu soledad, con las agallas resecas fuera del agua; pero si vieras los tormentos que he tenido en estos seis meses, el desaliento diario, sin fe absoluta en mí y, lo que es más triste, sin creer ya en el arte, convencido de que estaba muerto para escribir, sentado en un cajón de kerosene, repitiendo horas enteras un párrafo de cuento, incapaz de hacer algo más, en el derrumbamiento de toda mi vida valiente, amortajándome melancólicamente con mi juventud de vuelo y ardiente espera, tapándome la cara con las manos -sin metáfora- deshecho de dolor por lo que había sido".
"Sí, amigo; he sufrido todas las angustias de un individuo que ama como yo esas cosas, y sentirse nulo ya para siempre, roto a los 25 años. En los cinco meses atrás no pude escribir una línea. Pero en estos últimos tiempos logré reaccionar, hice un cuento días pasados; estoy concluyendo otro -cosa extraña- que te he de enviar- y estoy a salvo felizmente." (f. 476, pág. 85). |
