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Alma por Alma

(Alma Ingianni)
Ruben Rega

Prólogo

Susana D. Castillo

San Diego State University, San Diego, California

Con creciente interés he repasado el texto de “ALMA POR ALMA”. Sus páginas, enhebradas prolija y tiernamente por el director Rubén Rega, forman un valioso documento que proyecta la destellante trayectoria de Alma Ingianni, apasionada y controvertida actriz uruguaya que impactó (en escena y fuera de ella) a todo quien la conoció.

El acierto del texto, amén del valor intrínseco del estudio, es la multiplicidad de enfoques sobre el tema central y la orquestación armoniosa de los mismos en un afán de plasmar - en la memoria del tiempo- la incandescente figura de la Ingianni desde variados ángulos. Así, Rega nos lleva de la mano para darnos un esbozo biográfico de tono intimista que predominará en gran parte de la narración y que dará unificación al texto en su totalidad. Hay, por ejemplo, momentos candorosos como los referentes a los inicios de la actriz y más adelante, instantes fugaces de viajes - capturados al vuelo - y vívidas memorias - gestos, ademanes, actos espontáneos, registrados como por una lente fotográfica - durante sus giras internacionales y sus presentaciones en escenarios lejanos. Esa voz va cobrando vigor a medida que la Ingianni, exiliada no sólo de la dictadura militar de su país natal sino también de la de Chile y Argentina, llega en la década de los setenta a Venezuela por azar, según anota la dramaturga Viviana Iriart en una sorprendente anécdota aquí incluida. Fue el “fatum” de Alma no sólo llegar a Venezuela sino involucrarse directamente en una institución cultural del renombre del Ateneo de Caracas. Y no le será fácil incursionar en ese medio. Será un volver a empezar... Pero su garra, su extraño magnetismo, su disciplina y su tenacidad, demostrados en uno y otro programa televisivo o proyecto teatral caraqueño empezarán a abrirle las puertas del éxito. Su repertorio, por eso, llegará a ser variado y exquisito. Sin embargo, según la opinión de la misma actriz y la de la crítica más exigente, la apoteosis de su habilidad interpretativa se pondrá de relieve cuando surge el binomio Rega-Ingianni. El autor es muy discreto sobre este punto por ser un creador muy pudoroso, pero hay suficiente documentación que atesta a esta aseveración nuestra. “CASTA DIVA”, de Ethel Dahbar y “ALMA POR ALMA” de la misma Ingianni/Rega (1984), incluidas en la presente edición, fueron dos espectáculos unipersonales aclamados sin reserva por la crítica. “Un regalo del Arte” les llamaron. “Impecable y sugestiva mise en scène,” dijo al unísono la crítica. Más específicamente, el dramaturgo y psicólogo Johnny Gavloski resumiría este logro en una frase: “Alma por Alma fue la obra que definió su carrera. Quizá su vida.” En realidad, el libro capta ese insólito proceso de dos seres al encontrarse, descubrirse y reconocerse a través de una sensibilidad estética afín. Tal parecía que esta actriz, de dilatada trayectoria, hubiese descubierto nuevas dimensiones en sus conflictivos personajes bajo la sensibilidad exquisita de Rega. Así lo declaraba ella en repetidas entrevistas. “Reconozco que soy fuerte de carácter, pero Rega ha logrado manejarme como quiere, insinuándome cosas que él supo desde el principio y que yo descubro ahora.” Por su parte, Rega empezó su experiencia como director teatral al asumir la dirección de “CASTA DIVA” para lo cual consideró necesario dimitir sus funciones administrativas en el Círculo de Críticos teatrales de Venezuela, CRITVEN. Un sincronismo creativo fortuito que dejaría profundas huellas en ambos artistas y que se proliferó en proyectos que ambos planearon en complicidad a través de los años y la distancia.  

El tono intimista del narrador de “ALMA POR ALMA” se diluye un tanto para dar paso a otras voces: la de los amigos y compañeros que evocan instantes compartidos con la Ingianni. Aún más, y esto sí que es crucial, leeremos las declaraciones de la misma Diva en una breve sección dedicada a sus desenfadadas e insólitas declaraciones a la prensa.

El texto adquiere un tono evaluativo cuando el autor cede la palabra a la Crítica. Para ello presentará una variada selección de reseñas organizadas cronológicamente. Interesante polifonía ésta en la que se escuchan estruendosos aplausos, alabanzas y una que otra nota discordante. La llamaron Diva, acercándola inconscientemente al sentido etimológico de perfección y divinidad que conlleva el término, para referirse a ese especie de encantamiento o hechizo que parecía emanar de sus creaciones. Y la llamaron también diva, con «d» minúscula, cuando presenciaron sus exabruptos y sus protestas hacia todo lo que ella consideraba injusticia. Nada de esto es incongruente. Por el contrario. Nos parece un acierto tener todo este material crítico así organizado. La personalidad misma de la Ingianni fue compleja y conflictiva, un rasgo que se reveló desde que se inició en su país natal donde llevaba un estilo de vida que fascinaba y extrañaba a la vez. Por eso, al leer los comentarios de su carrera, ahora que el círculo se ha cerrado, nos queda la polifacética imagen de una libérrima Alma: genuina, espontánea, fuerte, audaz, bella, ingeniosa, franca, enigmática, desenfadada, temperamental. Su manera frontal y directa de abocar las situaciones, su tono fuerte y contundente al resolver la vida sonaba tal vez a prepotencia. Pero de allí salían también «sus queridas otras,” las reencarnaciones que tanta fascinación y arrobamiento causaron en los escenarios del mundo por varias décadas. Alma, la que no tuvo formación teatral, se daba -visceral e intuitivamente- en toda su intensa desnudez en cada uno de sus roles. Es de especular que su sensibilidad era tal que podía comunicar una carga electrizante de auténtica emotividad a una muchedumbre. Intuitiva, sagaz, Alma podía salir y entrar de sus personajes, extasiando a su público y desconcertándolo a la vez, al dejarle al descubierto quizá resquicios del mundo interior que éste ignoraba 

 Para concluir, es indispensable recordar que el hecho teatral está dado dentro de un contexto específico. Y de ahí que este homenaje a la Ingianni esté enmarcado apropiadamente por un esquemático recuento de los procesos sociales. Los precisos análisis de Rubén Rega junto a la lúcida visión de la crítica Sonia Murillo-Martin dan buena cuenta de la situación política de América del Sur durante las últimas tres décadas del siglo XX y en especial, de los regímenes militares en los países del Cono Sur con el consiguiente exilio masivo. Asimismo, Rega menciona -con toques impresionistas-  el estado de alucinación que presentaba la sociedad febril de Venezuela, generoso país receptor de la diáspora sureña. Nuestros fuertes y antiguos vínculos afectivos con el anchuroso país de Venezuela nos convierte en un testigo poco parcial para comentar esta compleja etapa de dolorosas y conflictivas situaciones surgida a raíz de la llegada de la diáspora del Sur. Sólo es digno recordar que la condición alienante del venezolano de ese entonces tenía raíces muy profundas que podrían trazarse a sus circunstancias históricas mismas, acentuadas - eso es obvio- por la fortuita aparición del petróleo en 1914 en las riberas del lago Maracaibo que se abriera, como bien ha señalado Arturo Uslar Pietri, “inmenso en el aire como una palmera de azabache... como una inmensa rúbrica de tinta que firmara sobre el cielo un decreto de revolución.” El surgimiento vertiginoso de la industria petrolera violentó el proceso transformacional de la sociedad venezolana. Y esa falta de transición o proceso evolutivo es lo que más asombraba a cuanto exiliado llegaba, en la etapa mencionada, a esta pródiga y anchurosa tierra. Las secuelas emocionales del exilio, el proceso de adaptación, fueron también vivencias de Alma Ingianni. “Todo ha sido posible porque logré integrarme a Venezuela. Amo y respeto a este País como a mi misma patria. Son tantas las cosas que uno tiene que pasar para adaptarse, satisfacciones y sufrimientos y una inmensa alegría por haber superado el costo de la adaptación. Pienso que pronto seremos una Sudamérica integrada....” Tal vez el sueño de Alma tardará en realizarse pero la amplia generosidad de Venezuela se comprueba con cada extranjero que decide quedarse a pesar de que los obstáculos de retorno a otros lares hayan desaparecido. Alma Ingianni murió en la ciudad de Caracas una mañana de abril del 2004 dejándonos con ello más desprotegidos ante nuestra orfandad existencial.

Susana D. Castillo

San Diego State University, San Diego, California

 

 

®

Dejadme entrar!    

                   “¡Dejadme entrar! ¡Dejadme entrar! ¡Dejadme entrar!!!”

                   “que bien puedo en concejo  de los hombres,”

                   “que bien puede una mujer, sino dar gritos, dar voces?”

                   “Vosotros sois hombres nobles? Vosotros padres y”

                   “deudos, que no se os rompen las entrañas de verme “

                   “tantos dolores?”

                   “Ovejas sois, bien lo dice de Fuenteovejuna el nombre!”

                   “Gallinas, hilanderas, amanerados,  cobardes!”

                   “Mujeres de la villa!!! ….Acudid todas para que se cobre,”

                   “Vuestra honra!!!….Acudid todas….” 

“(La actriz cae al suelo)….ay que alivio!…no, no me lastimé. (Pausa. Mira al público) Hola, que tal,….no, no estoy loca, soy actriz, bueno más o menos, cuando una está en esta profesión, es que   estoy ensayando una parte del monólogo de Laurencia, de la obra Fuenteovejuna del dramaturgo español Lope de Vega….(pausa pequeña, se para, mira a todo el público)…No me conocen? pero qué han estado haciendo todos estos últimos años?, porque yo he andado por todas partes, yo o mis personajes, o mis otras, a mí me gusta llamarlas mis queridas otras… Me llamo Alma Ingianni, con doble ene…”

                                                           “Alma por Alma” de Alma Ingianni / R. Rega.

Así, irrumpía Alma, en el despojado escenario de cualquier teatro o espacio, para hacer su monólogo “Alma por Alma”, e  inmediatamente caía esa temida cuarta pared y se comunicaba con los espectadores, como si estuviera charlando con sus amigos, produciéndose  esa mágica simbiosis teatral. Era una actriz, como le gustaba llamarse. pero además de su intenso talento histriónico, poseía una belleza física que destacaba su presencia.  En el escenario, no pasaba jamás inadvertida, era un imán  y tenía el poder de transformarse en su personaje sacando de su interior sus “queridas otras”, que bajaban cuando ella las invocaba, ante ese rito cultural mágico y teatral, que solo poseen las Primeras Actrices. Movía sus brazos y sus manos instintivamente, denotando una precisa estética corporal que en momentos y de acuerdo a sus personajes parecían aladas como en “Casta Diva”, garras poderosas, fuertes, letales en “Medea”, dulces y tiernas interpretando a la “Tía Luisa” en “La muerte de García Lorca”, precisas y teatrales en su  diva rusa, “Irina Arkadina” de “La Gaviota”, delicadas, finas, ejecutivas en la “Sra. Croft” de “El asesinato de la Enfermera George”, rebeldes, jóvenes y enérgicas en su “Casandra” de “Las Troyanas”, suaves y pasionales en “Picnic”, perturbadas, nerviosas en la “Catherine” de “De Repente en el Verano”, viejas , gastadas y de pronto jóvenes como “Madeleine” en “Savannah Bay”, prohibidas y tormentosas en “A puerta cerrada” y totalmente diferentes en sus otras interpretaciones o debiéramos decir “reencarnaciones”.   Sus actuaciones siempre fueron muy destacadas tanto en Venezuela, el extranjero y en su lejano Montevideo.

Montevideo que lindo te veo....  

Alma no había estudiado arte dramático en ninguna escuela, tampoco había tomado clases con ninguna actriz. Su talento para la interpretación era innato, al igual que su belleza. De su niñez, solamente sabemos que completó Primaria y Secundaria y un curso de secretaria. No hemos encontrado en la investigación,  personas que nos informaran al respecto.  Eso sí, desde joven, decía,  le gustaba recitar y recuerdo que me contó que estudió declamación con una profesora amiga, allá en Montevideo.  Trabajaba como secretaria en ANDA, Asociación Nacional de Afiliados, una Sociedad Privada, con varios servicios de ayuda a sus miembros. Ya, en esa temprana edad, presentía que algo aleteaba fuertemente dentro suyo. Sin duda debía ser ese Ave de Fuego que signa a los grandes artistas y que luchaba por nacer.   

El prodigioso parto, surgió cuando acudió, alguien la invitó, a la Sala de Teatro del Grupo “La Máscarapara ver por primera vez una obra de teatro A puerta cerrada” de Jean Paul Sartre, interpretada por una de las más grandes actrices de Uruguay  tocada por ese hálito de pasión: Nelly Weissel.  “Fue tal el impacto de escuchar y ver actuar aquél “monstruo sagrado”, que decidí, ese mismo día que quería ser actriz” me dijo, “no podía apartar mis ojos de Nelly, estaba como hipnotizada por su impecable actuación, y recuerdo que aplaudí hasta que las manos me quedaron coloradas”. Declaraba también que estaba casada y con su esposo formaban la pareja 10, ella misma lo incluye en una parte del monólogo “Alma por Alma”, luego se separaron. 

Y al poco tiempo, el director Atilio Acosta, director del antes mencionado grupo, ya vinculado con Alma e impactado por sus naturales condiciones artísticas, le ofreció un papel protagónico en la obra de Noel Coward “Los ángeles caídos” y debutó con los más grandes auspicios. Fue el “boom” de la temporada teatral, la prensa especializada, destacó su presencia y dominio escénico, amén de su belleza.  Una “estrella” había nacido en ese país pequeño del Cono Sur, -ya con el sino de Diva-. Siempre fue una mujer atractiva, de fuerte carácter y personalidad, y con rasgos muy destacados: dos expresivos y grandes ojos negros, mirada profunda, intensidad en el lenguaje, y una enigmática sonrisa. 

Con el grupo “La Máscara” bajo la dirección de Atilio Acosta, continuaron otros importantes títulos, con actuaciones como “Las de Caín” de J. Álvarez Quinteros, en 1961, “Programa Salinas” de Salinas, “Tres sombreros de copa” de Mihura, “La oscuridad en lo alto de la escalera” de W. Inge.  En 1962 “Los invisibles” de La Ferrere, “La fuente del arcángel” de P. Salinas,  Picnic” de W. Inge “De repente en el verano” de T.Williams.  En 1963, “Los cuatro perros” de  J.C.Legido, “El asesino sin sueldo” de E. Ionesco,  y “La lección” de Ionesco dirigida en estas dos oportunidades por Sergio Otermin, quien se convertiría en su gran amigo.  En ese mismo año también la dirige Bernardo Galli en “La idiota” de Marcel Achard.  En 1966 la dirige nuevamente J.A. Acosta en “Así que pasen 5 años” de F.García Lorca, y “La Malquerida” de J. Benavente.  En 1967 hace “El Embrujado” de Valle Inclán, dirigida por Roberto Fontana y la “La cabeza del bautista”. En 1968, Sergio Otermin, la llama para hacer  “Las troyanas” de Eurípides versionada por él mismo y  en 1970 “El amor castigado” de J. Anouilh. “Espíritu burlón” de N. Coward, “Divinas palabras” de Valle Inclán, “Sueño de una noche de Verano” de W. Shakespeare. El director Alberto Restuccia la dirige en “Guay Uruguay de M. Schinca y “En Familia” de F.Sanchez en l973. Y en ese mismo año, la dirige Laura Escalante en “No hay que jugar con fuego” de Strindberg, “Un largo adiós” de T. Williams, “La más fuerte” de Strindberg.

La prensa opinó: 

Sobre la comedia de M. Achard. “La idiota”

 “…cabe agregar a los mejores momentos de la obra, la estupenda irrupción de Alma Ingianni en el segundo acto, inmejorable…”

                                                                                                          J.C.Cravea/25/6/65  

Sobre “Oscuridad en lo alto de la escalera” de W. Inge.

“…en el montaje se destacó totalmente, la fina sensibilidad en la actuación de Alma Ingianni…”

                                                                                                       Diario “El Sol”/s.f./s.f.  

Artículo sobre varias de sus actuaciones.

 “La joven actriz Alma Ingianni, viene actuando con singular éxito en dos obras simultáneamente. Interviene en la primera parte de “Asesino sin sueldo” de Ionesco en el Teatro La Máscara y en los dos últimos actos de “La Idiota” de Achard en el Teatro Odeón.  La temperamental actriz que también trabajó en la televisión uruguaya, logró el gran espaldarazo cuando se le confió el principal papel en la obra “Pic Nic”.  Volvió a destacarse al interpretar a la protagonista de “De repente en el verano” de T. Williams. Desde entonces sus actuaciones y éxitos se han venido acrecentando en su meteórica carrera artística.”

                                                                                                            “El DIA”/s.f./s.f

Artículo sobre “El Embrujado”

Un artículo con foto de Alma y Atilio Acosta, en una escena de “El Embrujado” de Valle Inclán, dirigida por Roberto Fontana en la sala del Ateneo Popular, anuncia “La obra y Alma Ingianni, constituye uno de los platos fuertes de la cartelera teatral montevideana”

                                                                                                                 “El País”/s.f/s.f.

Así opinaron sobre “Las Troyanas” de Eurípides.

“Alma Ingianni, locura en dos planos” “Las Troyanas”de Eurípides en el Odeón más que un noble esfuerzo…Una Casandra (Ingianni) de evidentes dotes naturales, transmuta los aspectos visionarios, litúrgicos de su desvarío y sale satisfactoria y brillante en el conjunto, irradiando una luz propia...”

                                                                                                                             M.R.M.

Sobre “De repente en el Verano” de T. Williams.

“De repente en el Verano” T. Williams en La Máscara…en cuanto a Alma Ingianni que ya nos había dejado una impresión grata y favorable en “Pic Nic”, superó la misma, con gran soltura, expresión, gesto oportuno, y excelente voz, es sin duda una estrella nata…”

                                                                          Manlio Vitale d’Amico/”El Plata”/24/4/64.

Un viejo programa del teatro “La Máscara”, de setiembre/octubre del año 1961 con la foto de Alma en la portada, junto a otras actrices anuncia “Las de Cain”, comedia en tres actos de S. y J. Álvarez Quintero, dirigido por Atilio Costa, con un extenso elenco que incluía a Hugo Frasca, Claudio Goeckler, Ana Ma. Casó, Susana Castro, Norberto Guerra, Yuki Valdes, entre otros. 

Otro viejo programa del Teatro del Centro, del año 1970, anunciaba a la Cia. Martínez Mieres, Margara Willat, en su Temporada 1970, “El amor castigado” de Jean Anouilh, dirigido por Sergio Otermin, el glamoroso vestuario de Guma Zorrilla y la actuación de Alma Ingianni junto a los cabeza de compañía, y con Villanueva Cosse, Roberto Jones y Adriana Lagomarsino, quienes brillaron en la cartelera montevideana de ese año.

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La mayoría de los directores querían trabajar con ella y era  un hecho poco frecuente en el teatro independiente de los años 65', en el que Alma tuvo que actuar simultáneamente en dos obras, “La idiota” y “El asesino a sueldo”, en una ciudad donde su población acudía masivamente a ver las obras de teatro que ofrecía la engrosada cartelera teatral con la Comedia Nacional y el auge del Teatro Independiente donde se la veía correr de un teatro al otro, y se convirtió en un clásico ver pasar aquella hermosa actriz, veloz por la transitada Avenida l8 de Julio. Esa Avenida, era la principal de la pequeña ciudad de Montevideo que poseía el encanto y el bullicio cultural, con sus misteriosos cafés como el “Sorocabana” ubicado en una de las esquinas de la Plaza Cagancha, hoy Plaza Libertad concurrido por intelectuales y público en general; los cines enormes como el “Censa”, el “Trocadero”, el “18 de Julio”, el “Ariel”, el “Rex” y los adyacentes “Ambassador”, “Metro” todos anunciando la era del Cinemascope; el famoso y tristemente derrumbado Café Tupí Nambá, frente al Teatro Solís, que era el escenario de la vida bohemia, encuentros de espectadores y noctámbulos que acudían antes y después de las funciones de teatro o cines, lugar donde las discusiones continuaban hasta altas horas de la mañana, y hasta agresiones entre algún cónyuge de una actriz quien le lanzó un café a un crítico de teatro conocido por sus punzantes comentarios, que había despreciado la actuación de la primera actriz en su reseña.  Resonaban aún los ecos de los triunfos futbolísticos obtenidos por Uruguay en dos lejanos Campeonatos Mundiales y los fanáticos acudían a los clásicos partidos entre los equipos de “Peñarol” y “Nacional” en el Estadio Centenario;  los Desfiles de Carnaval por la Av. 18 de Julio, totalmente iluminada con miles de lámparas de colores que resaltaban el paso de  las multicolores carrozas alegóricas con movimientos mecánicos y manuales. Murgas, comparsas de negros y lubolos, humoristas, gigantes y cabezudos, desfilaban  envueltos en una nube de volátiles serpentinas, papelitos, y el penetrante aroma de los pomos lanza perfumes.

Los bailes en el Teatro Solís con Xavier Cugat y su Orquesta, y otras invitadas, eran un clásico imperdible; las ya famosas “llamadas” de la raza negra que partían del Conventillo del Viejo Mundo, también derrumbado,  con sus comparsas que iban llamando a las otras con un contagiante repique de tambores y al ritmo de sus febriles toques, bailaban y brillaban, envueltas en grandes tocados de plumas y ya en esos años con minúsculos bikinis, las vedettes Marta Gularte y Rosa Luna entre otras, con los fanáticos de cada comparsa, danzando tras de ellos; los corsos de barrios con divertidos juegos de agua y escenográficos tablados, montados en las diversas esquinas con creativos diseños  y realizaciones espectaculares que congregaban cientos de personas en cada barriada, incluso eran premiadas las tres mejores; los Cines de barrio con sus matinés, vermouth y noche, con una duración de casi 8 horas donde uno acudía en grupo con sándwichs y café con leche, los divertidos corsos de agua, que no eran tan divertidos para  los transeúntes que pasaban por esas calles, sin saber que les caería encima  un chorro de agua, más tarde se reglamentaron.

Los grandes espectáculos teatrales  que venían del llamado “Primer Mundo” como el TNP de Francia con María Casares, The Old Vic, de Londres con Vivian Leigh, la inolvidable “Scarlet” del film “Lo que el viento se llevó”, el Piccolo Teatro de Milano, dirigido por el joven Giorgio Strheler, el Theatre Guild, de Estados Unidos, con Helen Hayes, June Havoc, Leif Erickson y Roy Scheider que posteriormente se hizo famoso con los filmes “Tiburón” y “All that Jazz”.  En fin, la “Dolce vita” de Fellini en pleno,  que hacía de Montevideo,  casi, “el sueño de una ciudad cosmopolita”. Pocos años después comenzaría el oscurantismo, en la pequeña tacita de plata, en el paisito de M. Benedetti, allá, oprimido geográficamente por los gigantes limítrofes, Brasil y Argentina, en un rinconcito del Cono Sur.

En un país tan pequeño, donde todo se centraba en su capital y Punta del Este,  que ya iba adquiriendo un prestigio internacional, por sus hermosas playas de blanquísimas y finas arenas y sus famosos Festivales de cine con la presencia de destacadas estrellas de cine mundial como Silvana Pampanini, Gerard Phillipe, etc..

Alma logró volverse mediática. Se hablaba de ella, de su impactante presencia, de su gestalt, de sus silencios poblados de palabras, era admirada y asidua a una hermosa playa de moda playa Honda” de la costa montevideana, donde acudía con su esposo y un grupo de amigos entre ellos su infaltable y querido Otermin y el actor Roberto Fontana.  Recuerdo que muchos años después, por la década de los finales del 72'  en Caracas, donde la conocí personalmente, le pregunté en una entrevista “por qué, cuando vivía en Montevideo, se la veía tan lejana, casi antipática, era  debido, quizá por el éxito que estaba teniendo?”.  Abrió desmesuradamente sus grandes ojos y me respondió  “Fíjate tú, que no era antipática, era tímida, y ante aquella avalancha de buenas críticas y halagos, que te cuento los creí en un cincuenta por ciento, pues  lo que a mí me interesaba, era superarme cada día, todo era un reto a enfrentar. En fin, era el comienzo de una carrera, por la cual abandoné casi todo”.

Pero volvamos al Montevideo de los 70', ya en los inicios de su convulsión social, ante una política que no miraba hacia los necesitados y donde las fuerzas conjuntas militares, ya se preparaban para tomar el Gobierno que culmina con el Golpe de Estado y la Dictadura Militar... que se instaló en el país, disolviendo las Cámaras el 27 de Junio de l973 hasta que los uruguayos dijeron “basta” en el año 1985…por otra parte habían aparecido los polémicos Tupamaros, movimiento guerrillero que luchaban clandestinamente por los derechos humanos y la reinstauración de la Democracia. La gente veía menguar sus salarios, y la libertad de expresión y el derecho de reunirse o congregarse en grupos cada día  iba haciéndose más complicado.  Comenzó el segundo “Éxodo” del pueblo oriental, muchos emigraban hacia otros países en busca de oportunidades de trabajo y libertad, bajo la mirada indolente de presidentes  como Bordaberry, quien actualmente está siendo cuestionado por el nuevo Gobierno de izquierda, elegido democráticamente por el pueblo uruguayo en el año 2004, con la Presidencia del Dr. Tabaré Vázquez.

Ante una invitación del Dr. Carlos Gonzáles Naranjo, Embajador de ALALC  -actualmente ALADI- de visitar su país  Venezuela, luego de una estadía de casi dos años en Toronto, Canadá, me fui a Caracas donde viví por muchos años, quizás los más felices de mi vida en ese generoso, grande y bello país, habitado por una gente expresiva  y amistosa que me hicieron sentir como otro venezolano más.

Mientras tanto, me llegaban los ecos de Alma, quien paralelamente al teatro independiente,  comenzó a hacer televisión en programas unitarios llevada de la mano de Otermin y en el programa “Primer Plano” la dirige en: “Un largo adiós” y “De repente en el verano” de T .Williams, donde vuelve a interpretar una magistral “Catherine” según la prensa televisiva, y siguieron otros personajes en obras como “La señorita Julia”, que más tarde interpretará nuevamente en Caracas, “La más fuerte” de Strindberg, “La cabeza del Bautista” de Valle Inclán, “Sueño de una noche de verano” de W. Shakespeare.

Una mujer progresista, humana ante el sufrimiento de la gente, rebelde ante la Dictadura Militar, que ya habían tomado el Poder en “su paisito”, como ella lo llamaba también, luchó contra esa fuerza aterradora participando activamente y junto con el director y amigo Restuccia, participantes del Partido Frente Amplio, hacían labor social llevando sus obras a las fábricas y frigoríficos. Casi impotente ante el dolor, los amigos desaparecidos y la muerte en forma de “desaparecidos” que rondaba entre los ciudadanos progresistas, toma la decisión más tarde, ante la persecución de los militares, con su poderío amenazador, contra quienes discrepa abiertamente decide abandonar, huir de Uruguay hacia  Buenos Aires, Argentina, cuando le  fue informada que estaba en la lista negra de la Dictadura.  En Argentina de inmediato incursiona en el teatro y la televisión, Canal 9, compartiendo cartel con figuras importantes como Rodolfo Bebán con quien ya había compartido cartel en la puesta al aire de un programa llamado “Torneo de Otoño”, los lunes en el Canal 4 de Montevideo, donde un artículo del Diario “El País” destacaba “sin alardes ni poses Alma Ingianni demuestra que  es una muy buena animadora y estupenda comediante”. Luego con Arnaldo André, el eterno galán, donde nace una sincera amistad que luego volverá a renacer en Caracas, entre otros primeros actores y actrices del ambiente artístico argentino, con apariciones especiales en episodios de “Alta Comedia” una serie televisiva de gran calidad y exitoso rating.

Pero el destino, en forma de Empresario, capta su talento, y le ofrece un importante contrato para trabajar en la Televisión Chilena donde estelariza y comparte telenovelas con Walter Kliche, otro actor uruguayo que vivía en Santiago. Comienzan los proyectos teatrales con la Cia. Kanda Jaque presentando la obra “Espíritu Burlón” de Noel Coward, acompañada por Núbel Espino, Eliana Simpson, Armando Fenoglio, Martha Euneus y Julia Pou. Otra vez feliz de poder trabajar en lo que la apasionaba, comienza a escucharse su nombre, le hacen entrevistas, triunfa, la miman y se siente muy cómoda, cercana siempre de su sufrido país, pero, sucede lo nefasto, lo impensable, tras el golpe militar al Presidente Salvador Allende, electo democráticamente por el pueblo chileno, liderado por el tristemente famoso General Augusto Pinochet y apoyado por potencias como los Estados Unidos con la ya instaurada “Operación Cóndor”, masacran al democrático y progresista gobierno de Allende… Alma, devastada ante el horror, protesta abiertamente desconforme con lo ocurrido, que le recordaba lo que pasaba en su Uruguay, se siente perseguida, hace otra vez sus maletas y viaja hacia Buenos Aires nuevamente a rehacer sus contactos artísticos, comienza a trabajar y la Dictadura instalada en ese país la detiene, pero su cartel profesional la salva. El Comisario la reconoce por su participación en la Telenovela en que trabajaba y le da 24 horas para irse del País. Ligera de equipaje, compra un boleto de avión de ida a un  promisor destino, un país en pleno proceso democrático: Venezuela.

La  Tierra  Prometida  

En la bella Caracas, llamada “la sucursal del Cielo”, custodiada por su gigante verde y multicolor Avila, año 1974, Alma descubrió la exuberante naturaleza geográfica del Valle de la Eterna Primavera, como un Boticelli tropical, bordeada de un realismo mágico y encantada por lo que vio se quedó. Me contó, tomándonos un “marroncito” (café con poca leche) en el concurrido “Gran Café” de la Avenida más transitada, Sabana Grande: “Comencé a luchar de nuevo, de abajo, aquí nadie me conocía y  empecé a buscar trabajo.  El primero fue, en el Ateneo de Caracas no como actriz, sino como secretaria, con el Profesor Porte Acero, un gran hombre luchador infatigable y ateneista a muerte. Aquí conocí a una gran mujer, la señora María Teresa Otero, Presidenta del Ateneo de Caracas, cuando se separó de su esposo volvió a ser conocida como María Teresa Castillo,  a Miguel Otero Silva, el gran poeta y escritor, director y dueño del Periódico “El Nacional”  y más tarde a Carlos Giménez, director famoso y polémico creador, con un grupo de jóvenes del grupo “Rajatabla”,  pero esa es otra historia” me respondió con su inefable sonrisa.

Venezuela, ya vivía una época de esplendor económico con el dólar a Bolívares 4,30 en el año 71, y se había convertido en La Meca de muchos emigrantes del Cono Sur que huían asediados por sus Dictaduras Militares, Chile, Argentina, Uruguay, Perú, Bolivia amén de otros países europeos e independientemente de Colombia, su vecino de fronteras, cuya penetración de ilegales y naturalizados  es casi constante, quienes también buscaban mejoras económicas que en sus países no podían encontrar.

Entre los años 70, 80 y 90, se comenzaron a construir las Torres del Parque Central, casi de inmediato el monumental Teatro Teresa Carreño, y  más tarde el actual Edificio del Ateneo de Caracas, inaugurado en el año 1983.  La era de los grandes rascacielos había comenzado, la “época dorada”, el movimiento cultural, los Festivales Internacionales de Teatro que fueron consolidándose con participantes de la talla como Lindsay Kemp, Tadeusz Kantor, Jorge Lavelli, Peter Brooks, La Cuadra de Sevilla, La Cia. de Nuria Espert, Teatro El Galpón, Eugenio Barba y su Odin Theatre,Els Joglars, entre otros, que le otorgaban a Venezuela ese glamour cosmopolita y una agitada vida nocturna, propia de las grandes capitales culturales.

El consumismo, los viajes y compra de lujosos apartamentos , la llegada de artistas famosos,  el brillo de las psicodélicas y elegantes discotecas que competían con la “Música Disco”, “John Travolta”, “Abba”, “The Village People”, “el gay power”, la Venezuela del oro negro, de las bellísimas Misses que conquistaban los títulos de belleza en el Mundo. Todo era bullicio y alegría bajo el sol caribeño y las estrelladas e iluminadas noches caraqueñas de diversión en los teatros, cines, discotecas, pubs, inevitablemente terminaban en las areperas con sus famosas “reinas pepeadas” o en los concurridos y famosos desayunos del “Hotel Tamanaco”.

Las divertidas salidas de fin de semana con grupos de amigas y amigos a las bellas playas del amplio Litoral que ofrecía hermosas playas, como “Bahía de Cata”, “Chichiriviche”, “Puerto La Cruz”, o las más cercanas como “Anare”, “Los Caracas”, “Chuspa”, “Osma” con sus golpes de tambores y las imperdibles estadías en las famosas playas de la “Isla Margarita”, la perla de Oriente. 

Sabana Grande, antes transitada por carros que paseaban parsimoniosamente por su Av.Principal, fué posteriormente convertida en Avenida peatonal, con infinidad de Cafés y restaurantes al aire libre, tipo europeo pero con mucho sabor venezolano, deslumbraba a los turistas y a los nuevos emigrantes que continuaban llegando, en busca de oportunidades.   Según confesión de un joven venezolano Pablo García colaborador del Periódico “El Universal”: “éramos sauditas y los gobiernos de turno, nos adoctrinaban que éramos superiores”. Ya Arturo Uslar Pietri, había hecho famosa su frase “el petróleo era el excremento del diablo”. Entre los 70´ y los 80’ comenzó también la “Venezuela saudita”, los viajes a Miami, la compra de apartamentos, el “ta barato dame dos”, la construcción en su pleno auge, las fastuosas fiestas en grandes mansiones, bodas servidas con champagne traído exclusivamente de Francia, exóticos y costosos decorados, invitados especiales, los eventos con pantagruélicos cocktails y espléndidos pasapalos (bocadillos), estrenos de obras teatrales con gran despliegue escenográfico y vestuarios. “El primer mundo, rodeado de ranchos con carencias primarias en las montañas”, especificó un periodista uruguayo.

Todos los restaurantes rivalizaban y ofrecían sus menús, enormidad de nuevos locales con escenografías impecables francesas, árabes, criollos, italianos, en fin todo el arte culinario del mundo, un festín para los clientes, que consumían y acompañaban con excelentes vinos.  En los 90, ya los rascacielos de cristales multicolores se elevaban en la comercial parroquia de Chacao, en la residencial Altamira o en la Avenida Principal de Las Mercedes poblada por los restaurantes más lujosos y exóticos; los grandes “malls”, los Shopping Centers, los espectaculares cines, los conciertos de las diferentes orquestas sinfónicas, hacían de Caracas una fiesta multidisciplinaria. Los estrenos teatrales seguidos de opíparos cocktails, y posteriores reuniones en cafés o bares, las gloriosas temporadas de ópera de los Teatro Municipal y Nacional, que más tarde se trasladaron al portentoso y moderno Teatro Teresa Carreño. Destacadas figuras internacionales  del “bel canto” como Luciano Pavarotti, Renata Scotto, Plácido Domingo, Montserrat Caballe, Alfredo Kraus. Viorica Cortés, por nombrar solo algunos, conjuntamente con los cantantes líricos venezolanos Alfredo Sadel, Cecilia Núñez Albanese, Julio César Mármol, Pedro Liendo, Violeta Alemán, Mirna Moreno, Morella Muñoz etc. enriquecían las estupendas veladas con el público asistente vestido con sus mejores galas.

El Ateneo de Caracas, era el centro, la cúpula de la cultura multidisciplinaria, todo pasaba por sus salas, teatro, cine, títeres, conferencias, y conformaba con  sus famosos vecinos artísticos, el Museo de Arte Contemporáneo, el Museo de los Niños, el Museo Bellas Artes, el Museo de Ciencias, la Fundación Rajatabla y el descomunal Teatro Teresa Carreño, destacado entre los más grandes de América del Sur, el corazón nuclear de la cultura.

Paralelamente, la imparable carrera artística  de Alma continuaba. Discretamente aceptó un pequeñísimo papel  -a pesar de su calidad de primera actriz que apenas duraba tres minutos en escena-, que el ya famoso, creativo y polémico director Carlos Giménez, le ofreció  en el multiestelar elenco del conocido Grupo de Teatro Rajatabla, en la obra “Divinas Palabras” de Valle Inclán: “Yo era una pordiosera que decía dos parlamentos “un bien de caridad, para el desgraciado sin luz de razón”,  que era mi hijo que cargaba en un carrito, de pronto tenía que sentir un fuerte dolor en el bajo vientre, en la vagina y caía al suelo retorciéndome y llorando de dolor decía “Ay, Ayyy. Ayyyy, …me muero…qué dolor, es  como un gato que me come en el propio lugar del pecado… Ay! qué estrellón en el cielo!… Este día se acabó” y me moría y me sacaban arrastrándome, de la escena, la cual yo estiraba con mis ayes,  me comentó riendo en una entrevista. Posteriormente utilizamos ésta anécdota, en la obra “Alma por Alma”.

Bastó esa pequeña escena para que otro director italo argentino, Julio Salinas, le ofreciera el papel protagónico de “La señorita Julia” de Strindberg, que ya A.I. había protagonizado en su país, para estrenar en la sala Rajatabla. El polémico montaje encarado por la dirección era casi minimalista, con gestalt operàtica y buenos desplazamientos casi operísticos.

La actuación de Alma Ingianni fue pasional y deslumbrante, era como un imán para los ojos de los espectadores, con un impactante mutis al final de la obra, que arrancaba aplausos por su magnetismo personal. Los comentarios boca a boca se escuchaban en los lugares donde se reunía la gente de teatro: “No te pierdas la actuación de la paraguaya o uruguaya”, “Aún no has visto a la tronco de actriz del coño sur?”,  “Mira, vale, no te la pierdas, está bien chévere

Pero un pequeño y vergonzoso movimiento xenófobo hicieron circular panfletos que repartían a la salida de la Sala de Teatro con titulares como: “Piratas del sur, nos quitan el trabajo” o “Qué tiene que ver Strindberg, con la cultura venezolana?”. Fue un momento difícil, pero pasajero e incluso provechoso, porque engrosó el anecdotario del monólogo, que más tarde hicimos.                                        

                   “No quiero ser actriz!, Por qué habré elegido esta carrera?” Nunca”

                   “estoy segura de nada, ni de nadie.  Todo se convierte en envidia,”

                   “competencia desleal, autoritarismo….Me sentí dolida, profundamente”

                   “agredida, sola, ajena, extranjera…Por qué, por qué?….y poco a poco”

                   “fui comprendiendo y entendí que yo también pertenecía a éste lugar”

                   “a ésta bella tierra…por un Derecho de Vida.

                                             “Alma por Alma” de Alma Ingianni / R. Rega. 

Sí, se sintió sola, triste, dolorida, 

                   “...se unieron los del allá...los demás de allá... comunicado va,”

                   “comunicado viene...y tuvimos que bajar la obra... me sentí”

                   “dolida, agredida, me sentí ajena... me sentí” “extranjera...

 

                                            “País verde y herido,”

                                             “patria pobre...”

                                             “país que no te tengo”

                                            “vida y muerte...”

                                             “Cómo te necesito!”

      “Alma por Alma” de Alma Ingianni / R. Rega.

 

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“La Señorita Julia” 

Carecemos de programa, recuerdo el Elenco: Alma Ingianni

                                                            Rodolfo Drago

                                                            Dilia Waikarán

                                                 Dirección: Julio Salinas

La prensa opinó:

Una excelente labor de Alma Ingianni.

“El trabajo de la actriz podría parecer a primera vista sobreactuado, sino se atiende al criterio de fondo de la dirección que apunta a obtener una actuación melodramática, ficticia, que deje en claro el carácter de símbolo de que se invisten los personajes. La Ingianni, demuestra sus extraordinarias condiciones y su madurez expresiva”

                                                                                Luis Masci./ Caracas, 18/10/1977 

“…Punto y aparte hay que hacer ante la labor interpretativa de Alma Ingianni, en su personal y matizadísima creación de la Señorita Julia. Su trabajo es artísticamente emocionante, precisamente por la búsqueda y alcance de una verdad, que es eso, esencialmente artística.  La notable actriz se sitúa en una línea realista envuelta en un halo expresionista tanto por la propia estructura anímica, compleja y llena de fluctuantes estados de la Señorita Julia…”

                                                                     Juan M. Vidal Rodas./”El Nacional” 17/9/77 

“…Alma Ingianni, interpreta como diva novecentista, cabalga tras las sombras de La Bertini, se vuelve desmesurada,  y muere (esta vez sí) en clave expresionista, en el agotador tour de force de la protagonista…”

                                                                               Gustavo Tambascio/Buen Teatro/s.f.

Pero su tenacidad, sus ganas de luchar, su fuerza , su talento, y su lema “las fronteras son las que nosotros mismos nos imponemos” hace que le ofrezcan un importante contrato en Canal 4 Venevisión, en la exitosa telenovela “Rafaela” de Delia Fiallo, protagonizada por Chelo Rodríguez y Arnaldo André y la Co-protagonización de Alma Ingianni en el rol de “Mireya”, la esposa argentina de “Juan José” (Arnaldo) que venía a buscarlo y no le otorgaba el divorcio para casarse con “Rafaela” (Chelo).  Arnaldo era el galán del momento y fue contratado por Venevisión y su reencuentro con Alma, ya habían trabajado en Buenos Aires con mucha química en sus actuaciones. Era la contrafigura de Chelo y fue catalogada por la prensa como “la más “mala” entre las “malas” de la TV.”

El éxito fue fulminante, la gente la paraba en las calles o la abordaban en los supermercados. Muchas veces le gritaban en las calles:

Maluca, divórciate y deja en paz a Juan José” (interpretado por Arnaldo André).

“Chica deja a Rafaela en paz!”.

“Ché Miresha, dejá a Rafaela, vivir su vida, vale”. 

Había nacido “Mireya” y su popularidad era tan grande que la gente había tomado sus dichos como  “Dónde está mi bebéeee?” o el inefable “Qué brutal!”, y  se pusieron de moda en toda Caracas.  

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“Rafaela”

La prensa opinó:   

Alma Ingianni, “Mireya”, Mala solo en Televisión.

“Esta rubia actriz desde el mismo momento de su llegada provocó en el público televidente una reacción de rechazo y antipatía colectiva. Los seguidores de la trama de “Rafaela” se convirtieron de inmediato en los enemigos de Mireya. Esta desconocida actriz en la televisión venezolana, es de origen uruguayo, lleva en el país varios años trabajando en teatro. Su trayectoria es grande y en su país también realizó excelentes trabajos en teatro y televisión.  Ella confiesa que se siente muy feliz de caerle mal al público televidente, porque esa es una prueba de que su personaje ha calado…”

                                               S.V. “Variedades”/3/1/78 

Nuestra portada. Rafaela causa la locura de Mireya

“Bueno, si estoy llamando a Chelo por su nombre y no por Rafaela, es porque la identificación de todos los personajes de la novela ha llegado a tal extremo que para el público yo soy “Mireya” y no Alma Ingianni. Todos estamos contentos con el éxito de la telenovela y personalmente me siento muy feliz que mi debut en la TV venezolana, haya gustado al televidente” Alma es prácticamente uno de los puntales de la novela de Delia Fiallo”

                                                                                                                     S.N. /S.F.

“Sensible, solitaria. La Mujer que esconde Mireya” Alma Ingianni, la actriz que con su interpretación de Mireya,  ha conquistado en tiempo record el odio de los televidentes, pero en persona es una mujer sensible, solitaria. También dice que el personaje Mireya, no tiene nada que ver con ella. Le preguntamos cómo se siente al recibir tanto odio de los televidentes y exclama sonriente “demasiado cómoda”

                                                                                                         Por Lavinia González.

“María del Mar”.  En esta telenovela se produjo el retorno de la actriz Alma Ingianni, quien se había hecho popular con el personaje de Mireya en “Rafaela”.  Su personaje actual se llama “Maura” “La roja”, una ex prostituta de un botiquín.  Maura, es una mujer de fuerte temperamento, pero de gran calor humano y ternura. Alma compone con total autenticidad el personaje  tan distinto a Mireya, lo que demuestra la versatilidad de una actriz competente y estudiosa.”

                                                                                          Venezuela Farándula/S.N./S.F.

Alma, reencontró su lugar en ese bello, surrealista y tropical país, con gente maravillosa, generoso, desordenado, apasionado, divertido, vehemente, cultos, naif. Ella reía con esa dulce, pícara, misteriosa y retadora sonrisa y confesaba a los periodistas que la acosaban con entrevistas:   “Arnaldo, me pertenece a mí,  todas las mujeres estamos enamoradas de él. Amo a Juan José  (Arnaldo) además es mi marido, y sé que me ama y abandonará a Rafaela!”  Revista “Venezuela Farándula”.”Mi amor es para toda la vida y no me voy a divorciar.  La verdad es que este personaje “Mireya” que ya vive en mí, me da muchas satisfacciones y agradezco a ese maravilloso público que día a día, la hace vibrar” revista “Venezuela Farándula.” 

Por el año 78´ el grupo teatral, “Nuevo Grupo”, formado por tres talentosos dramaturgos y directores: Román Chalbaud, José I. Cabrujas e Isaac Chocrón, invitan a Alma para estrenar una obra de un joven autor venezolano Carlos Sánchez, titulada “El Pacto” co-protagonizada por Marta Lancaste y dirigida por otro joven director, Carlos Omobono.

Alma era una mujer de muchas anécdotas, y con su amigo Omobono tuvo algunas muy divertidas. Una noche me llamó por teléfono y me dijo “Tú sabes, lo que me ocurrió hoy! iba para la función y me agarró una tranca en la autopista, estaba nerviosísima, y cuando llego al teatro, Omobono estaba en el escenario comunicando a los espectadores “Señoras, Señores, la obra ha sido suspendida... Alma Ingianni ha muerto”... un silencio total, y en ese momento entro yo y corrí al escenario para explicar lo que me había sucedido. Carlos me ve y me dice, “Para mí, estás muerta”,  y en el teléfono escuché una tremenda carcajada. Hay otra anécdota con él, desarrollada durante el montaje de la obra, que se incluyó más tarde, en el texto de “Alma por Alma”.

Lamentablemente no se consiguió programa de la obra.

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“El pacto” 

                        De: Carlos Sanchez

                        Elenco: Marta Lancaste

                                   Alma Ingianni

                              Dirección: Carlos Omobono

La prensa opinó:   

“Marta Lancaste y Alma Ingianni de distintas escuelas, realizan un verdadero “tour de force”…Alma con una entrega total, logra hacer creíble el débil personaje con un despliegue de gestos impecables y una polifónica matización de voces en graves y agudos que hicieron recordar a otra monja, interpretada por Vanessa Redgrave”

 Revista “Venezuela Farándula” R.G.

Alternando su labor televisiva, interpreta diversos personajes, que fueron acrecentando su popularidad y su prestigio, cosechando nominaciones y premios.  Por otra parte, el director de teatro Antonio Briceño con 25 años de carrera profesional  con estudios en la BBC de Londres y en el Instituto de Cultura Española realizó su Maestría en Teatro y Cine, en el año 1981, decide montar,”El asesinato de la enfermera George” de F. Markus y le propone el rol de “Mercy Croft”, una alta ejecutiva de televisión, lesbiana, que visita a la primera actriz de una teleserie para eliminarla por su bajo raiting, el cual Alma Ingianni acepta, a pesar de ser un papel secundario pero trascendental en su carrera artística.  El papel protagónico, lo realizaba la actriz Lola Ferrer ampliamente conocida y trabajaba también la actriz, Francis Rueda, a quien ella quería y consideraba como su hermana.

El día del estreno, la Sala Rajatabla, estaba abarrotada, con espectadores sentados en el suelo, la “Srta. Croft” en un pasaje de la obra, intenta seducir a la compañera de la actriz que iba a retirar de la telenovela y en una escena antológica del teatro venezolano, Alma, desplegó todo su potencial actoral conmoviendo al público a tal grado, con un inolvidable mutis de escena, que todos se pusieron de pie a aplaudirla a telón abierto, y continuó así  durante todas las funciones.  Por ésta actuación, obtuvo tres premios,  el Premio Municipal de Teatro, el del Circulo de Críticos Teatrales CRITVEN y el Premio Juana Sujo.

Lamentablemente no se consiguió programa de la obra.

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“El asesinato de la enfermera George”

 

                    De: Frank Markuss

                    Elenco: Lola Ferrer

                               Alma Ingianni

                                       Francis Rueda

                        Dirección: Antonio Briceño

La prensa opinó:   

“Alma Ingianni, como la ejecutiva del Canal de Televisión, ha logrado afinar su versatilidad en el delineamiento de su Mercy Croft, matizando su personaje con los reclamados tintes, inteligentemente medida, ratificando sus condiciones capaces de ser aplaudidas por el público más exigente, hecho demostrado en la noche del estreno, durante su primer “mutis” en el segundo acto, cundo un aplauso cerrado la aclamó, así como a las grandes “divas” operáticas, después de sus más logradas arias, lo que la convierte en el “alma” a través de toda la obra…”

                                                                       Giselle Schaffer/Revista “Ronda” 

“…En cambio Alma Ingianni podríamos decir que brilla con luz propia, por su inteligencia para desenvolver su rol, en forma perspicaz y dosificada…”

                                                                       Leonardo Azparren Jiménez. El Nacional/ s.f.

“Entre Lesbos y la TV”…que se crece cuando entra en interacción con Alma Ingianni: el juego entre las dos es de admirable riqueza expresiva…!y esa Alma divina!...aproximada a lo sublime en uno de los más completos trabajos interpretativos vistos por estos predios en los últimos tiempos: gran actriz, bajo una dirección capaz de obtener de ella los más nobles registros, ella está llena de destellos y es uno de esos casos en que a uno le provoca decir, cuando presiente que está a punto de terminar su escena “No te vayas maldita, sigue actuando!”

                                                                                         Ruben Monasterios. “El Nacional” 14/2/1981

Más tarde el director Herman Lejter que había hecho estudios en Francia, le ofrece interpretar el papel protagónico femenino de “Afinen sus violines” de Víctor Haim, el cual acepta encantada por la gran admiración que sentía por este director que había integrado, en lengua española, el grupo  de la Universidad del Teatro de las Naciones, con sede el teatro Sarah Bernard en París integrado por actores y actrices como Pelusa Vera de Uruguay y distintos países latinoamericanos dirigido por el famoso Víctor García. quien más tarde trabajó  en varias oportunidades con Nuria Espert, “Yerma” de Lorca que se vió en uno de los Festivales de Teatro de Caracas en el Teatro Municipal, y “Las Sirvientas” de Genét. Luego de intensos ensayos con otros dos actores venezolanos, Pedro Marthan y Gilberto Pinto, estrenaron la obra.

Lamentablemente no se consiguió programa de la obra.

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“Afinen sus violines”

                   De: Víctor Haim                                                         

                        Grupo Estudio 10

                   Elenco: Pedro Marthan

                              Alma Ingianni

                              Gilberto Pinto

                   Escenografía e iluminación: M. Febles

                   Producción: Oswaldo Vale

                   Dirección: Herman Lejter

Estrenada en el Teatro de Bolsillo. Posiblemente en Mayo 1982, Datos tomados de la Revista Venezuela Farándula  No. 353.

La prensa opinó:

“…A. Ingianni demuestra otra vez que el talento no tiene fronteras de acentos foráneos. Explaya con total acierto la complicada y conflictiva sicología de su personaje, realizando una magistral y conmovedora actuación, muy bien dirigida por H. Lejter con correctas actuaciones de Marthan y Pinto…”

R.G. Revista “Venezuela Farándula”/s.f.

“…la actriz Alma Ingianni lució tranquila, segura en el dominio de sus módulos de interpretación y convirtiéndose en el punto obligado de referencia, tanto por la calidad humana de su personaje (una bailarina decadente) como por el brillo que le daba en la escena. Ella es una gran profesional…”Afinen sus violines”, es una obra que debe verse, disfrutarse y pensar en lo que dice su autor Víctor Haim…”

E.A. Moreno Uribe. El espectador/ s.f.

“…La dirección de Lejter se centró más en la actuación que en los recursos escénicos...quien mejor desarrolló la forzadísima evolución del conflicto y consiguió el milagro de darle continuidad, fue Alma Ingianni, quien se superó a sí misma y consiguió reafirmarse como la gran actriz que es…”

                                       Juan Martínez de la Vega. “Caracas a diario”25/4/l982

Mientras tanto continuaban sus éxitos en las telenovelas como “María del Mar” de Delia Fiallo, “La casa de los Ávila” de José Gabriel Nuñez, “El sol sale para todos” de Cesar Rondón, “Esa muchacha de ojos color café” de Fausto Verdial, “María, María”, “Mr. Holmes” y “La loba herida” de José I. Cabrujas, “Pedacito de cielo” de su gran amigo J. Gavlosky, entre otras, y en distintos canales.   De allí pasa a “Marte Televisión” una novedosa y promisoria productora de telenovelas, dirigida por H. Pérez Belisario, y junto con Martín Lantigua, Gladys Cáceres y otros importantes actores y actrices conforman el staff de ésta Productora que innova y vende las telenovelas producidas en sus estudios, a los otros canales. 

Más tarde, toma la dirección de la Productora, José Simón Escalona, quien había hecho sus inicios como maquillador junto a Ibrahim Guerra (excelente director) en la obra “La casa de Bernarda Alba”. Allí, bajo la nueva Dirección, que fue trayendo otros actores y actrices, hace la telenovela “Piel” protagonizada por José Luis Rodríguez, el comentario que me hizo entre divertida y enojada  fue: “Tú te das cuenta, me dieron el papel de mamá de José Luis, y somos de la misma edad, yo creo que no estoy tan mal, como para que por lo menos me dieran una hermana o una tía”. 

Las revistas especializadas y las de chismes, que siempre estuvieron de moda, comentaron el hecho y el desperdicio del talento de Alma. El Puma confesó para la Revista “Venezuela Farándula”, entre risas, “que se sentía muy divertido, teniendo una mamá tan joven y tan bella”.  Su contrato, continuó hasta casi el final de la Empresa, aunque cada vez, la nueva dirección le daba menos personajes e inadecuados para una primera actriz, pero ella lo tomó en un principio con mucha filosofía y entereza  hasta que llegó la eclosión final y luchó por sus innegables derechos. 

                        “Asi, con una sonrisa, muchos ejecutivos de”

                        “algún canal de televisión, que no quiero nombrar”

                        “pretenden terminar con la carrera artística y hasta con la”

                        “vida de muchos actores”

                                                            “El asesinato de la enfermera George” de F. Marcus, citado en                                                                 “Alma por Alma”

                                                              

El Grupo Rajatabla, del Ateneo de Caracas, aún no se había convertido en Fundación, se preparaba para comenzar una extensa gira por Europa, con la obra de José A. Rial “La muerte de García Lorca”, protagonizada por Roberto Moll y el elenco de Rajatabla. Carlos Giménez y Francisco Alfaro, directores del grupo, deciden llamar a Alma para interpretar un rol pequeño pero encantador “La Tía Luisa” y otros papeles como la hermana de Federico, Yerma etc. “acepté encantada, ante la posibilidad de trabajar en lo que más me gustaba y formando parte del elenco, la vida te da sorpresas”. Fui invitado a viajar,  como Adjunto a la Presidenta del Ateneo de Caracas, la Sra. María Teresa Castillo, separada ya del escritor venezolano Miguel Otero Silva. Nos costaba un poco no llamarla Sra. Otero, pero su constancia por mantener su nombre de soltera y su tremenda tenacidad y fuerza vencieron.

Para Europa marchamos todos con la Sra. María Teresa, encabezando la gira. La obra había tenido un tremendo éxito en Caracas, y en distintos estados venezolanos e incluso en países limítrofes. Alma, disfrutó mucho haciendo los diversos papeles en Madrid, España, (durante el transcurso del Mundial de Football en ese país). En una polémica función en el Teatro María Guerrero, donde a telón abierto los espectadores españoles irrumpían la escena con sus opiniones, sucedió que cuando a Alma le tocó decir un parlamento de la hermana de García Lorca, que decía “es que se puede hacer otra cosa en España?” un espectador respondió en voz alta “sí, comer mierda”. Inmutable, Alma continuó con su texto y con el agitado ritmo de cambios de personajes, que este grupo internacional, está acostumbrado a realizar. El público español se dividió y continuaban alabanzas y protestas de un lado y de otro. En consecuencia, un tremendo éxito en el Teatro María Guerrero con salas llenas.

La Ingianni, estaba realmente feliz, ya se había casado con Miguel Presa, propietario de una empresa y distribuidora de libros. En Florencia, Italia luego de las exitosas funciones de la misma obra, en la sala “SPAZIOCINQUE”, paseábamos y nos deleitábamos con la histórica y pletórica ciudad de la cultura. Todavía recuerdo sus ojos inquisidores que hurgaban con  admiración en el Bapttistero “La Puerta del Paraíso” de Lorenzo Ghiberti, la “Plaza de la Signoria”, rodeada de magníficas estatuas como el “David” o Perseus, con su bella fuente de “Neptuno” de Bartolomeo Ammannati, la “Galería del Palacio de Uffizi”, el “Ponte Vechio”, sobre el río Arno. Mas tarde en Roma, en el “Teatro Argentina”, culminó con broche de oro, el fin de la gira del Grupo. En los momentos libres caminábamos por la Vía Appia, íbamos todo el  grupo a cenar a las tratorías, pisamos las milenarias piedras de los senderos del “Foro Romano”, entramos en el “Coliseo” y prácticamente ella se sumergió en sus sótanos.

Y ya  en Milán corría por las calles desde el “Duomo” hasta “La Scala de Milán” pasando por la Galería “Vittorio Emanuele II”, sus ojos se entrecerraron y pensé que en aquél preciso momento parecía estar comunicándose con sus ancestros.  Luego, en el viaje ferrocarril hasta el “Lago de Como”, no hablaba, se mantenía callada observando los verdes y sembrados campos italianos a través de la ventanilla y creí ver que una lágrima caía de sus ojos, o tal vez fue una leve llovizna que mojó su rostro, por la abierta ventanilla del tren.

Luego a las orillas del Lago, en un simpático y elegante restaurante, almorzamos el pescado más delicioso que uno pueda imaginar. “El Lago de Como”, aparecería con espontaneidad, más tarde cuando hicimos “Casta Diva” igualmente que La Scala de Milán, Caracallas, y todo el Mundo Operático con sus respectivas Divas.                  

                        “y pude ir al Festival de Florencia, yo que no conocía Europa”

                        “no lo podía creer!!!.....estudié, estudié el papel como loca...”

                        “y por fin Firenze, y los italianos... Llegó el día del estreno”

                        “Me ponía el vestido, la peluca, los zapatos de la madre....”

                        “(señal de la cruz)....me sacaba el vestido, la peluca, los zapatos”

                        “de la madre...me  ponía la peluca, el vestido, los zapatos”

                        “de la tía, hacía la tía,....me sacaba la peluca, el vestido, los”

                        “zapatos de la tía...me sacaba todo y corría a escena haciendo”

                        “Yerma.....quedaba agotada… pero feliz...”

                                                             Citado en “Alma por Alma”

Llegó a Caracas, renovada, y casi inmediatamente el Grupo Rajatabla vuelve a invitarla para ir a México con la misma obra y luego a la Argentina, “allí, como quien dice cruzando el charco, frente al paisito, tu te imaginas?” comentó.

Ya La Ingianni, como todos la llamaban, estaba en la cresta de la ola, afortunadamente tuve la oportunidad de viajar nuevamente con la Presidenta del Ateneo de Caracas, María Teresa Castillo, y fuimos todos juntos a Buenos Aires y posteriormente a Córdoba, y otra vez fue un inolvidable tour en el país más austral de América del Sur, donde todos los actores  del grupo Rajatabla fueron aclamados y ovacionados de pie y en especial su director, Carlos, quien había vivido y estudiado en esta última ciudad.

En el año 1983, Carlos Giménez para inaugurar la nueva Sala de Teatro “Anna Julia Rojas”, del Ateneo de Caracas, escogió la obra de Antón Chejov  “La gaviota”, llamó a Alma y le ofreció el codiciado papel de “Irina Arkadina”, con un gran elenco como Benshimol, Gustavo Rodríguez, Roberto Moll, su querida amiga Amanda Gutiérrez en el papel de Nina, y Dilia Waikaran, entre otros.

Me comentó sonriendo,”Qué alegría, ese papel estaba destinado para mí, fíjate, mis iniciales son A.I. y el de ella I.A., lo que es a mí, éste personaje no me lo quita nadie” y nadie se lo quitó.  Aunque el montaje fue polémico, Alma destacó en su personaje y fue comentado por toda la prensa y la Televisión.  Eran días de vino y gloria...

Lamentablemente no se consiguió programa de la obra.

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“La Gaviota” 

                 De: Anton Chejov.

                 Elenco: Amanda Gutiérrez (Nina)

                                   Roberto Moll (Kostia)

                                   Alma Ingianni (Irina Arkadina)

                                   Gustavo Rodríguez

                            E. Benshimol

                                   Dilia Waikaran

                             (entre otros)

                 Dirección:  Carlos Giménez

Inaugurando la Sala “Anna Julia Rojas” del Ateneo de Caracas.

La prensa opinó:   

“Las actuaciones no son convincentes en su totalidad, excepto Alma Ingianni, quien creó un personaje de gran importancia, como lo es Irina Arkadina…”                                                                                   

E.A. Moreno Uribe. El espectador/Pág.25/1983

“Alma Ingianni, se ha convertido en la columna del espectáculo en “La Gaviota”, su personaje Irina Arkadina -la deslumbrante, la intensa- no podrá más que sentirse complacida con la interpretación que de su vida ha hecho la Ingianni. Amanda Gutiérrez muy bien en su debut ante las tablas....”

“El Universal”. Culturales 4/1983

“…la mejor del elenco, sin duda, Alma Ingianni…”

                                                                                                       “El Mundo” 14/4/83

“…Alma Ingianni, brilló con luz propia, interpretando con gran veracidad, a Irina Arkadina, un personaje indudablemente que encajaba en su piel de primerísima actriz, con toda su sensibilidad a flor de piel…muy bien en su debut teatral la Actriz Amanda Gutiérrez que asume el papel protagónico de Nina...”

R.G. Venezuela Farándula/Abril 1983

Con esa Diva teatral rusa, que luchaba entre el amor de su hijo, de su amante y de su gran pasión su profesión el teatro, conquistó al público y a la prensa.  Muchos confesábamos que era un personaje, escrito para ella, o por lo menos fue la Diva, dibujada impecablemente por Chejov.

Ya “La Ingianni” había incursionado en el cine venezolano y co-producciones en películas como “El vividor” de Díaz Punceles, “Neurosis sobre ruedas” de B. Kaplan, “La venganza, o la belleza de las flores” de T. Urguelles, “Buscando a mi hijo” de B. Clair, también en dos co-producciones  una con Italia  “Amazona blanca” protagonizada por Rick Battaglia y otra con Francia, “El salvaje” con Catherine Deneuve e Yves Montand

            “Pero como todo tiene su recompensa en éste mundo traidor”

            “de pronto...así, de un día para el otro llega la fama, la popularidad”

            “por medio de la pantalla pequeña.. A mí me encanta la fama, firmar”

            “autógrafos, que te reconozcan. Muchas artistas se quejan luego que”

            “lo logran, por esta invasión a sus vidas privadas, pero a mí”

            “me fascina, que invadan todo lo que quieran.”

                                                               “Alma por Alma”.A.I.

Debido a la popularidad que había acumulado, por su trayectoria y considerada un importante personaje vinculado a las Artes, integrada al quehacer teatral y televisivo venezolano, y su contacto con los grandes actores que llegaban a Venezuela, un equipo periodístico del Bloque de Prensa, encabezado por Sylvia Vergara para una de las revistas, le preguntaron: 

“Siempre estás rodeada de bellos galanes, queremos saber cómo es Arnaldo André”, “es un encanto! Nos conocemos desde hace años y somos muy buenos amigos. Es un excelente actor, estupendo y generoso, muy buen compañero y posee una de las cualidades que yo más admiro en una persona, contagia su alegría de vivir y siempre tiene una palabra de aliento para todos y todos los días un lindo gesto para mí, es súper buen mozo y todas morimos por él”. 

“Y dinos, cómo te trató Yves Montand”?  

“Bueno, yo no hablo muy bien el francés, pero nos entendíamos en una mezcla de gestos y algunas palabras en español. Pude apreciar, que es una persona muy culta y entendido en el arte cinematográfico, siempre estaba atento a todas las tomas y hacía comentarios con el director, posee una voz hermosa y es  muy buen mozo también. Y lo más fascinante a nivel personal es que siempre me daba un beso, aquí, en la mano, la cual confieso me costaba lavármela cuando llegaba a casa.”

“Dinos Alma, qué es lo que más te importa en la vida?”  

“La paz, el amor y el derecho que tiene toda persona a trabajar y si se ha preparado hacerlo en lo que más le gusta”

Año 1984. Carlos Giménez me llama a su Despacho, en el Edificio Rajatabla, y me propuso idear un argumento para Alma, pues tanto él, como ella querían hacer un monólogo. Entusiasmado ante el proyecto y teniendo en mente el Mundo de la Opera, se me ocurrió que bien podría interpretar a una Diva de la Opera y al mismo tiempo interpretar también la asistente de la Diva e incluso varias protagonistas de óperas.  Carlos llamó de inmediato a Ethel Dahbar, dramaturga argentina residente en Venezuela, quien ya había hecho un texto fascinante para Rajatabla  “Martí, la palabra” con el cual Carlos hizo uno de sus más bellos y poéticos montajes que triunfó en Venezuela, en Europa y especialmente en el país del poeta, La Habana, Cuba.  Ethel, con quien éramos amigos, aceptó, hablamos de la idea, nos reunimos varias veces, y ella dramatizó y concretó un hermoso texto.

Luego vino la sorpresa, Carlos, Alma y Ethel confabulados, me propusieron que yo dirigiera el espectáculo, y luego de pensar en esa responsabilidad, acepté el reto y nació “Casta Diva” espectáculo unipersonal de una hora y veinte minutos y mi debut como director.

De inmediato renuncié al cargo de la Junta Directiva del Círculo de Teatros de Venezuela CRITVEN, por una cuestión de ética, y comenzamos a ensayar con una pasión vertiginosa. Por mi parte no puedo negar que en ciertos momentos me acosaba el temor y el sentido de responsabilidad que sentía ante aquella tremenda actriz y el respeto hacia los espectadores, pero continué adelante con el total apoyo de la Sra. María Teresa Castillo y estrenamos el día 23 de Marzo de1984, con vestuario de Eva Ivanyi, quien gentilmente cedió sus honorarios, escenografía de C. López, y el Diseño de iluminación de Carlos Giménez, la única que diseñó fuera de su grupo Rajatabla. Pero Alma quería un sombrero de Diva para la parte final y me llevó de la mano al Teatro Teresa Carreño, bajamos las escaleras, y llegamos al taller de Adán Martínez, unos de los mejores diseñadores y vestuaristas de Sud América, uruguayo venezolano, y le hizo la capelina negra más linda que Alma usó y por supuesto con la bondad de los grandes, no cobró, fue un regalo para la Diva. Los ensayos, merecerían un capítulo aparte. Se estrenó con la  siguiente ficha técnica:                                              

“Casta Diva”             

                    De: Ethel Dahbar

                    Elenco:

                    Gioconda Ferrari “Nannnette” y Francesca Viannini: Alma Ingianni

                    Fotos, programas y afiche: Jorge Casanova

                    Musicalización: Ruben Rega

                    Gentileza: Radio Nacional de Venezuela

                    Vestuario: Eva Ivanyi

                    Realización: Roberto Spoladore, Aurelia Scorza

                    Sombrero: Adán Martínez

                    Peinado de la Sra. Alma Ingianni: Anthony           

                    Escenografía y ambientación: Martín López

                    Realización: Dpto. Técnico Ateneo de Caracas

                    Asistente de dirección: Juan Arias

                    Producción: Andrés Vázquez                                          

                    Iluminador: David Blanco

                    Agradecimiento por sonido: Eduardo Bolívar

                    Diseño Iluminación: Carlos Giménez

                    Espectáculo ideado y dirigido por: Ruben Rega.

Estrenada el día Viernes 23 de marzo de 1984, en la “Sala de Conciertos” del Ateneo de Caracas. 

La prensa opinó:

“La Ingianni, actriz de avasallante personalidad, reafirma su versatilidad en la interpretación de los diversos personajes operáticos que encarna en “Casta Diva”, comunica mediante su gestalt y sus miradas manteniendo la atención del espectador asombrado entre la risa, la nostalgia y la emoción, bajo la atenta mirada del director”

G. Schaffer. Diario” Ultimas Noticias” 10/84.

“…Alma Ingianni, en “Casta Diva”, hizo estremecer a los espectadores por su excelencia.  Al ver hacer uso de su talento, intempestivamente acudieron a mi mente aquellas palabras de Stephen Wolf “las almas que viven dentro del cuerpo, son innumerables”. Su trabajo interpretativo así lo demuestra, una gracia sin paralelo que sublima en lo etéreo….”

P. García. “El Universal” 15/10/84.

“…Alma Ingianni, muestra su calidad de primerísima actriz en “Casta Diva”...con ayuda de una escenografía -Martín López- de un vestuario -Eva Ivanyi- y de una iluminación -Carlos Giménez- bien ajustadas a las exigencias de una pequeña sala, han obtenido Alma, Rega y su equipo, el merecido aplauso de un publico que no se aburre ni un solo momento, lamentando la corta duración del espectáculo.

RAS/periódico “El Nacional” 7/10/84

“Casta Diva” entertaining for theatre and opera lovers. Alma Ingianni`s performance is physically exhausting as she runs the gamut of characterizations from the resignation and envy of Nannete through the varied personalities of the operatic heroines to the imperiousness, eccentricity and sense of emotional isolation of the Diva. Rega`s direction makes optimum use at all times of the artistic force of his star and of the dramatic possibilities of the text”

Traducción “Casta Diva” entretenimiento para los amantes del teatro y la opera. La actuación de A. Ingianni es físicamente exhaustiva mientras recorre con sus caracterizaciones desde la resignación y envidia de Nannete a través de las diversas personalidades de las heroínas operáticas hasta la prepotencia, excentricidad y el estado emocional de soledad de la Diva.  La  dirección hace óptimo uso todo el tiempo de la fuerza artística de su estrella y las posibilidades dramáticas del texto”

Shelley Pearson. “Daily Journal” 4/10/84.

“Casta Diva, un espectáculo de calidad” A nuestro parecer la actriz, cumple uno de los más bellos trabajos de su dilatada carrera artística...Cuando se nos ofrece un montaje como éste es cuando observamos el progreso del teatro. Cuando Alma Ingianni, con su gran vestido negro domina la escena final, un largo y tenso silencio rómpese con el estruendo del aplauso de los espectadores”

Pedro Gatti. “Tribuna Popular” 6/11/84. 

“…“Casta Diva”, cuenta con la avasallante personalidad de Alma, quien matiza los colores múltiples de “la Diva” y su asistente “Nannette” y los otros personajes operísticos con madurez y esplendor escénico. El espectador queda fascinado tanto por su actuación iluminada por C. Giménez y la sugestiva  e impecable “misce en scène” de Rega”

Giselle Schaffer. Revista “Momento”.2/4/84.

“…Obra singular fue ese íngrimo personaje vivido por la primerísima actriz A. Ingianni…Admiramos su dominio escénico, su profesionalismo, su bien impostada voz plena de expresivos matices…encontramos excelente la dirección de Rega y todo su trabajo con muchos aciertos como los acentos y signos en situaciones estratégicas para lograr su “comento scenico”, inteligentemente ayudó a la definición de la protagonista, de la “prima donna” con los medios típicos de la ópera y el arte lírico... la música, los trajes, la escenografía fueron acertadas escogencias...el diseño de luces de Carlos Giménez es también excelente, lo que a la música son los silencios, las pausas y las antelaciones, al teatro es la luz. Así a nuestro juicio lo entendió Carlos Giménez en Casta Diva. Todos cuadraron el ritmo de esta novedosa Casta Diva, con la cual se nos llevó hasta la extraña y singular teatralidad que el arte de “la lírica”, es decir, el arte de la ópera conlleva.”

      Reyna Rivas. Vuelta de Hoja. “El Nacional” 4/10/84.  

“…Esa noche me enfrenté, por fin, con “La Ingianni” luce convincente, cálida, Maravillosa!!! No pude quitarle los ojos de encima.. Las buenas cosas son efímeras. Quisiera preguntarle a Ethel Dahbar si eligió a la Ingianni pensando en La Diva o escribió La Diva pensando en La Ingianni…”

Federico Alvez. Revista “Zeta” No.514/10/84.

“... con el comienzo de la música Alma Ingianni camina hacia el tocador, los presentes no intentan tragar, no intentan moverse un poquitito en las sillas, ella se sienta y da inicio a una actuación tan impresionante que convierte en carne, nervios, músculos y sensaciones las palabras, todas las palabras...parece molerse a sí misma, triturarse, sacarse los sentimientos...”

José Pulido. “El Nacional”. 17 /03/1984 de l984.

“Excelente dirección de R. Rega, y una bella iluminación de Carlos Giménez... trabajo de mimada orfebrerería y camafeo, equilibrio, integración, medida, delicadez. Sí, virtuosismo para conocedores, arte “de cámara”, exquisitez.  Alma Ingianni,  con un perfecto dominio técnico, una profunda sabiduría,  un excepcional sentido del matiz, una elegancia escénica de plástica escultórica, es, sencillamente, un regalo del arte, Alma La Primerísima”.

Juan Martínez de la Vega. “Diario de Caracas” 10/84

“La Ingianni se desdobla en diferentes mujeres, la servil Nannete, la Diva, Salomé, Norma, Lucia, ...todas las Divas de las grandes óperas ... ella llena el escenario con su fogosa presencia. Su “griffe” actoral la demuestra sobradamente con este texto ideado por el director y escrito para ella por Ethel Dahbar, qué otra gran actriz podría interpretarlo?”

Sonia Murillo Martín.“El Universal” 22/4/1984.

“Lo mejor del Teatro de l984” “El trabajo de Alma Ingianni es una delicada labor que plasma la simultaneidad de personajes presentados por E. Dahbar.  Los cambios, los matices, entonaciones, no se hacen esperar en esta versada y magnífica actriz de excelentes dotes histriónicas, sencillamente es un deleite ver a esta primera figura sobre el escenario por su expresividad, su capacidad de estremecer y su fuerza, atrayendo la atención del público en el difícil ejercicio del espectáculo unipersonal, reafirmando la calidad de su oficio.”

P. García. “El Universal” 2/4/1984.

El éxito la acompañaba, ella era como un imán para  la prensa y el público, tanto por sus actuaciones como por su fuerte temperamento, por su lucha contra la injusticia y la actitud frontal que tomaba ante los problemas.  Los amigos, sabíamos de su solidaridad con los más necesitados, de la ayuda que prestó a varios artistas que pasaban malos momentos económicos o de enfermedades extremas. Cuando ella no podía reunir el dinero necesario no le importaba ir a pedir a otros más poderosos, por una operación al corazón u otras enfermedades, y muchas veces salió con las manos vacías. También conocimos su enfado, su tozudez, y su empeño cuando defendía una causa que ella consideraba correcta como opinar y tomar posición solidaria  ante despidos de sus compañeros  y muchas veces comenzaron a decir que era “conflictiva”, por esa razón.

A los pocos meses del estreno de “Casta Diva”,a pesar del gran éxito de crítica y público, la obra es bajada de la cartelera del Ateneo y nos vimos imposibilitados de conseguir otro espacio. Era mi primera dirección y fue un momento de decisiones  muy difíciles. Alma sintió ese dolor, pues el espectáculo había sido acogido maravillosamente por el público y todos los medios audiovisuales y se sintió un poco deprimida....

                        “Eso es envidia! A la gente sin talento y con pretensiones”

                        “no les queda otro recurso que difamar a quienes” 

                        “verdaderamente lo tienen.  Ese es un pobre consuelo.....”

                                          Anton Chejov citado en “Alma por Alma”

Pero, Alma que no paraba un solo instante, me vino a visitar a la Oficina de la Presidencia del Ateneo lo cual hacía a menudo, con un texto bajo el brazo, para que la volviera a dirigir, era un bosquejo de su autobiografía. Yo estaba dolido por lo sucedido y recuerdo que le dije que la ayudaba en todo lo que quisiera, pero que le diera el texto a otro director. Sin decir una palabra, abrió el libreto y comenzó a leerlo, contaba una parte de su vida, sus esperanzas, sus experiencias, con mucha naturalidad, humor, drama y humildad … y caí nuevamente en la tentación y el privilegio que me ofrecía.  Comenzamos a ensayar, casi febrilmente, en mis horarios libres, en cualquier lugar del Ateneo, donde no se nos hacía problemas para hacerlo y posteriormente recibimos ayuda en la Sala Rajatabla. Alma era una mujer de anécdotas y las fuimos aprovechando en el montaje del unipersonal que titulamos “Alma por Alma” a pesar de su resistencia al título que la inmortalizó.

Luego de meses de ensayo y cuando sentimos que el espectáculo ya estaba listo para ser presentado, nos dimos cuenta que no teníamos producción.  Comenzamos a tocar muchas puertas y muchas se cerraron. Solamente teníamos de vestuario: una malla de ballet,( usada en los ensayos), unas zapatillas de ballet (gastadas y con un agujero), una blusa negra, una vieja bufanda larga negra, un palo de escoba y los incontenibles deseos de estrenar … la puesta ya apuntaba a la actuación y al minimalismo y sacamos provecho de ello, aunque fuera forzadamente.

Una injusta y arbitraria decisión gubernamental hacia el Ateneo de Caracas, obviamente politiquera, redujo el presupuesto que otorgaba a menos de una cuarta parte de lo convenido, que condujo al cierre temporal de la Institución. A pesar de esto, todos los empleados continuamos nuestras funciones en apoyo total y sin cobrar sueldo.  Fue otro momento difícil … pero gracias a la solidaridad de la gente y otras Instituciones gubernamentales y no gubernamentales, nacionales y del exterior, emergió un nuevo Ateneo más fortalecido, apoyando la estructura de quienes trabajábamos conducidos por la pujante María Teresa, y el genio creativo de Carlos con su grupo Rajatabla, quien idea y monta un mega-espectáculo “El Festival Pirandello” con el apoyo de la Embajada Italiana, y el Instituto Italo-Venezolano bajo la dirección de Renata Gerone, mas el apoyo de muchos grupos de teatro venezolanos y del exterior que se integraron al proyecto transformándolo  en un alegato contra las injustas instancias del poder de turno.

Carlos y su grupo bajo el subtítulo de “La máscara frente al espejo” tomaron  todo el Edificio del Ateneo y el de Rajatabla convirtiendo todos sus espacios con eventos teatrales y para teatrales con directores, actores, actrices, músicos, escenógrafos, vestuaristas, maquilladores, técnicos y el apoyo de miles de espectadores, que sin pagar entrada acudían a participar de ese hecho teatral insólito. Y allí, en medio de ese grandioso marco, en el Lobby de la Sala “Anna Julia Rojas” que Carlos nos ofreció como único espacio disponible,  se estrenó el unipersonal “Alma por Alma” y posteriormente a su éxito de entradas agotadas, pasó a la Cartelera de la Sala Rajatabla.

El  sencillo programa de mano decía:

“Alma por Alma”

         De: Alma Ingianni/Rega

         Elenco: Alma Ingianni

         Luces: David Blanco. José Jiménez

         Sonido: Eduardo Bolívar.

          Escenografía: Dpto. Técnico Ateneo de Caracas.

          Vestuario: A. Ingianni/R. Rega

           Peinados: Anthony

         Fotos: Isabela Faraone, Jorge Casanova

         Producción: Francisco Alfaro

          Dirección General: Ruben Rega                     

         Sala Rajatabla: Octubre 1984

La prensa opinó: 

“...participé en un acto de humildad Es la vida de una actriz del llamado “Tercer Mundo” contada con sinceridad y presentando los acontecimientos desde un ángulo humorístico Alma se ríe de sus frustraciones y así logra conmovernos en un espectáculo de cámara muy sugestivo por su carácter íntimo y humano.”

Ruben Monasterios. “El Nacional” 20/10/84

“…no pueden, ni deben dejar de disfrutar a Alma en “Alma por Alma”…”

RAS. “El Nacional” 13/10/84.

“La crítica recomienda ampliamente el unipersonal “Alma por Alma” en la Sala Rajatabla con la primera actriz Alma Ingianni y la Dirección de R .Rega, en perfecta simbiosis creadora. Teatro Documento, también teatro testimonio, confesión entrañable y grito valiente de muchas cosas que los del medio sabíamos pero que no se dicen “así” por primera vez. Alma tiene una excepcional versatilidad y un difícil dominio en la comunicación.”

Caracas a diario. “ Diario de Caracas” 8/10/84.

“…una narración teatral, bien contada, agradable, ingeniosa y no carente de humor…”

Leonardo Azparren Jiménez. Revista “Imagen”.

“…y si Ud. no asiste a ver a “La Ingianni”, SE PIERDE LA FIESTA!…”

Alberto Canales. “El Nacional” 10/84.

 “...Alma Ingianni preparó su rol con lecturas e introspección y muchas horas de meditación y ensayos, con la impecable dirección de Rega regalándonos uno de los unipersonales mejores que he visto...”

José Antonio Rial. “El rostro y sus mascaras” Programa TV/Canal 8, Grabado 11/84.

“…otro regalo del binomio Ingianni-Rega. Así, pura y sencillamente se hace Arte…”

Cristina Coronel. “El Nacional”.

“…Alma por Alma” es un espectáculo ágil, versátil e imaginativo con las confesiones desenfadadas, valientes y cómicas de la Ingianni…”

Pedro Gatti. Periódico “Tribuna Popular”.

“…Alma por Alma”, es como esas ventanas que muestran más de lo que se ve…Quien puede dudar de la creatividad de un Ruben Rega o de las dotes de actriz de Alma Ingianni?.....”

Federico Alves Miguez. Revista “Zeta” No.527 11/7/84.

“…la Ingianni, con un dominio inigualable sobre el espectador, usa muy bien el humor ácido,  para”…excelente dirección, una iluminación maestra, texto de gran calidad y ALMA INGIANNI…LA PRIMERISIMA!…”

Juan Martínez de la Vega.  “Diario de Caracas” 4/10/84

“..Un dominio inigualable sobre el espectador...el humor ácido es el vehículo para establecer el contacto...”

P. García. “El Universal” 11/10/84

“...actrices que merecen aplaudirse. Alma Ingianni es una intérprete que está llegando sin sobresaltos a la cima de su plenitud artística...”

E.A. Moreno Uribe. “Espectador” 11/11/84.

“Alma por Alma” en cuerpo y alma....un juego escénico y  un acto de amor al público, quien exige verla con más frecuencia...”

Patricia Guzmán. “El Universal”

“Alma por Alma”,  confesión con desenfado. R.Rega como director y Alma Ingianni acreditan su segundo buen trabajo, componen un espectáculo ágil, versátil, imaginativo, y extrae risas, sonrisas y algún sentimiento encontrado en el espectador. Espectáculo montado con seriedad, frescura y profesionalismo...”

TEATRO/ s/fecha.

El “Espacio Cinco” del Ateneo de Caracas, es el ámbito que sirve de escenario para este divertido acercamiento entre la actriz y el público, con la intimidad de una conversación confidencial, donde Alma desnuda su alma y sus “queridas otras” se van posesionando de ella a través de todo el espectáculo. Ruben Rega, que la dirigió en “La Diva” y “Casta Diva” de Ethel Dahbar, vuelve otra vez a asumir la dirección de esta magnífica actriz.

Viviana Iriart. “Intermedio” 3. Sept./Oct. 1984

“...Alma juega con su magnífica voz y mediante su gran magnetismo vierte con placer personal parte de su vida como actriz y personal...ella posee un innato talento cuando juega su rol real o imaginario, fascinando en todo momento al hechizado espectador...Rega, ha logrado nuevamente hilvanar con sutil  precisión consiguiendo un impecable ritmo y una inusual frescura...”

G. S. Diario “El Mundo” 11/11/85

¡Todas las almas en homenaje a Peterson. El humor es la pieza fundamental donde se diluye todo el rencor malsano, se canalizan las angustias y en donde el dolor surge inesperado y veraz. Las contrastes  que se repiten a lo largo de la obra, entre las interpretaciones de Alma y su conversación directa con los asistentes revela la gran mentira del teatro y al mismo tiempo, ofrece la maravillosa posibilidad de creérnosla...R.Rega ha sabido brindar a su actriz la limpieza escenográfica y los elementos escénicos suficientes y necesarios para dar paso a la magia de la actuación desprovista de mayores artificios...”

Diario “El Nacional” 24/10/1985. 

“Este espectáculo estrenado el año  pasado se muestra nuevamente para refrendarle un caluroso homenaje a Horacio Peterson, ganador del Premio Nacional de Teatro.  El mismo se muestra ahora más desenvuelto, si fuera posible, y decantado.  Alma Ingianni, realiza uno de los más exigentes y fructíferos monólogos hechos en nuestro medio... Rega incorpora un vasto espectro de cientismo corporal, que imprime ritmo al montaje...”

P. García/ TIPS Culturales. Diario “El Universal”/4/11/85.

“Con motivo de una nueva presentación de “Alma por Alma” que dura aproximadamente una hora y cuarto, esta vez en el “Museo del Teclado”,conmemorando la Semana de Caracas, Alma magistralmente nos relata su integración al nuevo país elegido y me atrevo a expresar, que pocas actrices tienen ese “halo mágico”, quizá la Garbo...Rega logra hilvanar nuevamente, en este espacio, con sutil precisión su impecable montaje....este binomio de Creadores, han logrado con un lenguaje propio, insertarse definitivamente dentro de nuestra historia teatral...”

Gisell Schaffer. Dos Carátulas “Ultimas Noticias”/20/7/86

Se hizo una función en honor al Maestro Horacio Peterson, en Rajatabla, con motivo de habérsele otorgado el Premio Nacional de Teatro de Venezuela. Emocionado cuando terminó la obra expresó “Vi éste monólogo cinco veces, y confieso que nunca me canso de verlo, siempre encuentro algo distinto. Agradezco a esta extraordinaria actriz y mi amigo el director, al honrarme con la calidez y el amor con que hicieron la función de hoy día, y convertirse en un recuerdo imborrable” y la obra permaneció otra vez en cartelera de la sala.

Más tarde en  otros espacios y teatros en  el Ayuntamiento del Distrito Sucre, Dirección de cultura Teatro Municipal “Cesar Rengifo” Mayo de 1985. En el Museo del Teclado conmemorando la Semana de Caracas, en el Centro Uruguayo Venezolano, en la U.C.V. etc.

Luego de 10 años de representaciones “Alma por Alma” se presentó por última vez en el Centro Cultural del Espacio Unión, dirigido por Sra. Vilma Ramia, en el Auditórium, desde el Domingo 25 de junio de 1995.

Escogí una crítica del periodista, crítico, caricaturista inolvidable Eduardo Robles Piquer, RAS, Presidente del Círculo de Críticos de Teatro de Venezuela, CRITVEN,

“…volví a ver a Alma en éste monólogo, que siempre me parece distinto, no solo porque ellos lo actualizan permanentemente, sino porque la calidad de actriz que ella posee, le permite un dominio absoluto en su expresión corporal y en su voz, penetrando una y otra vez en el corazón y la mente del público, que sin escenario, sin tramoya, sin vestuario ni escenografía, la rodea, la sigue, haciéndonos reír y emocionándonos con todo lo que dice y comenta…”

RAS/guños.  El Maestro Eduardo Robles Piquer.

Alma estaba radiante y feliz, pero, su carácter inquieto la azuzaba, continuaba bajo contrato con Marte Televisión, pero no la integraban a los elencos,todos sus amigos le dijimos, que no se preocupara, siempre y cuando le abonaran su sueldo. Eso no la conformaba, su vida estaba signada por la actuación, interiormente necesitaba expresarse y aún en las “tele culebras” en que ella participaba, ponía todo su talento, al servicio del personaje más ínfimo que le ofrecían y lograba que el mismo fuera creíble. 

                        “aquí hay pretensiones de nuevas formas, una nueva era”

                        “del arte!...para mí lo que ha demostrado, no ha sido la”

                        “pretensión de crear nuevas formas artísticas sin el mal”

                        “gusto...que escriba lo que quiera y como pueda, pero a”

                        “mí que me deje en paz...yo nunca he actuado en obras”

                        “miserables o fútiles....Tú si, que no eres capaz de escribir”

                             “un mísero vaudeville.”

                                        Anton Chejov “La Gaviota” citada en “Alma por Alma”

Posteriormente fue invitada en una oportunidad por el Centro Cultural Prisma, fundado por la Sra. Esther “Dita” Cohen, bajo la Dirección Artística de la Directora Marta Candia para trabajar en “El gorro de cascabeles” de Pirandello. Un rol casi escrito para ella donde la directora afinó su puntería, pero lamentablemente no pudo concretarse ese proyecto.  “Fue siempre”, me decía, “una de las asignaturas pendientes en mi carrera profesional”.

Por esa época se le ocurrió formar conjuntamente con su esposo y conmigo “El teatro de la Ciudad”.  Alma cocinaba muy bien, hacía unas milanesas deliciosas y una pasta excepcional y algunos amigos somos testigo de ello, aunque muy a menudo salía a cenar o almorzar con su esposo y también cumplía con algunos compromisos sociales, en los cuales cuando coincidíamos nos divertíamos muchísimo, por sus ocurrencias y generalmente era el centro de atención.

Queríamos volver a trabajar juntos e inaugurar el recién creado grupo teatral. En esos momentos cayó en mis manos una poética y misteriosa obra de la escritora francesa Marguerite Duras llamada “Savannah Bay” que me fue recomendada por el entonces actual Director del Dpto. de Teatro del Ateneo Gustavo Tambascio, luego de la comentada, escandalosa y publicitada salida de Giménez de la Institución. Entusiasmado le escribí a la famosa escritora, contándole que queríamos hacer esa obra en Caracas … ella, amablemente, me respondió una carta manuscrita, que aún conservo, conjuntamente con dos versiones de la misma obra exonerándonos de su derecho de autor, solamente el porcentaje de taquilla, que se recauda normalmente a través de SACVEN, Sociedad de Autores de Venezuela.   Era un personaje difícil, poético y maravilloso, completamente diferente a lo que habíamos realizado y que consideré escrito como para ella , el segundo personaje era para una actriz joven, que  se integró al proyecto. María Helena Ascanio hizo una impecable traducción del francés. Presenté el proyecto  al Director del Dpto. de Teatro, Sr. Tambascio y comenzamos los ensayos, de ese difícil y apasionante texto, e integramos a la vestuarista y escenógrafa Silviainés Vallejo, con José Jiménez en iluminación, la Sala Rajatabla que habíamos solicitado y la producción quedó entendido que era del Ateneo. Los ensayos fueron arduos, ya habían pasado dos meses, los diseños de vestuario y  maqueta de escenografía ya estaban listos y aprobados, era una total innovación de espacio, con  piso de sal, y vestuario no realista, de una exquisita creatividad, aún conservo sus bocetos. El Sr. Tambascio, me informó, que no se podía hacer la obra, por problemas económicos, y por supuesto fue publicitado en la prensa. Tuve que dar esa mala noticia al equipo de ese duro golpe... Alma, había quedado entusiasmada con el texto y el estupendo papel y decidida a  llevarlo a cabo, consigue que el actor Gonzalo Velutini, obtuviera el patrocinio de la obra.  Dado que habíamos ensayado por dos meses con una actriz, se me ocurrió una idea, hablé con el Maestro Ugo Ulive, premiado y reconocido director y dramaturgo, con un estupendo ácido y corrosivo humor, aceptó el reto, adaptó el texto, y Alma pudo cumplir ese sueño con su amigo. Fue un impecable y creativo montaje, llevado a cabo en la Sala “Horacio Peterson”, del que tengo un gran recuerdo, y por supuesto aplaudí  a rabiar.

®

“Savannah Bay” 

                           de: Marguerite Duras

                      Teatro de la Ciudad de Montevideo 

                      dedica este espectáculo al recuerdo de:  Esther Plaza

                      Elenco:

                      Madeleine: Alma Ingianni

                      El Joven: Gonzalo Velutini

                      Con las voces de: Maruja Orrequia

                                               María Casares

                      Escenografía: Gómez Fra

                      Vestuario: Laura Otero

                      Maquillaje y Peluquería: Adán Martínez

                      Realización escenografía: GF. Escenografía SRL

                      Asistente de Dirección: Carlos Herrera.

                      Producción: Renata Bustamante

                                       Javier Paredes

                      Versión y puesta en escena: Ugo Ulive

La prensa opinó:

“Alma Ingianni como Madeleine realiza uno de los trabajos más importantes de su carrera, con ella vemos cómo un artista debe superarse a sí mismo y cómo debe enfrentar riesgos inusitados, estando frente a verdaderos retos; en esta ocasión Alma muestra una nueva faceta realizando las continuas rupturas temporales y anímicas que exige el texto; ella corporiza esa abstracción, logra darle vida y la transmite al espectador en el difícil juego del teatro de cámara; la orientación que brinda a su trabajo rompe definitivamente con los esquemas del profesionalismo que, lógicamente en ocasiones, utilizaba la actriz.”

P. García. “El Universal” 10/1989

“Savannah Bay”, con Alma Ingianni, la actriz que gusta del espectáculo con participación de la nostalgia, la de la gracia con profundidad, bien se adecuó a la escenificación de la actriz que actúa y recuerda, confundiendo tiempos y hechos, vida y teatro.  Ya antes, en “Alma por Alma”, realizó un monólogo con su propia vida de mujer y de escenario.  Ahora demostró más su versatilidad, dadas las exigencias del texto.  Sus gestos, su presencia toda, colocaron ante nosotros un personaje de Marguerite Duras, la corporeidad que bien puede generar la lectura de sus obras, más dolorosa esta vez, por la anécdota que le dio origen a la pieza: la muerte de un hijo de Madelaine Renaud, la célebre intérprete francesa.”

Carmen Mannarino. “El Nacional” 20/11/1989

Mientras tanto tuve el privilegio y la fortuna de trabajar con otras actrices y actores, como la otra Primerísima, María Cristina Lozada, que por cierto se llevaban muy bien con Alma, con Elisa Stella, Gisvel Ascanio, Lupita Ferrer, Bertha Moncayo, Olga Corser, María Luisa Lamata, Isabel Hungría, Aura Rivas, Teresa Selma, Sonia Valle, Yolanda Prieto, Linsabel Noguera, Alida Salazar, Moravia Naranjo, María Eugenia Romero, Amadora García, María E. Alvarado, Verónica Arellano, Perla Noguera, entre otras.   Actores de la talla de José Torres, Omar Gonzalo, Roberto Moll, Jairo Carthy, Alejo Felipe, Antonio Callejas, Esteban Herrera, Freddy Salazar, Héctor Myerston, Franklin Virguez, Daniel López, Luis Fernández, Gonzalo Vellutini,  Emiliano Molina, Cesar Bompart, Alberto González. Productores como Horacio Peterson, Carlos Giménez, Francisco Alfaro, Carmen Carmona, Carmen Jiménez, José Domínguez Bueno, Andrés Vásquez, Enrique Castillo, Juan Arias. Dramaturgos venezolanos como Néstor Caballero, José Gabriel Nuñez, Ethel Dahbar, Gustavo Ott, Román Chalbaud Escenógrafos y vestuaristas de alto nivel como Silviainés Vallejo, Ana Rosa Gallegos, Pedro Alejandro Barrios, Eva Ivanyi, Martín López, Roberto Bressanutti, Juan Arias y Adán Martínez y Roberto Spoladore,  Iluminadores, como mis amigos, Carlos Giménez (“Casta Diva”),  David Blanco y José Jiménez ,Roberto Stopello, Argenis Lozada, Música original, tocada en vivo, de Juan Marcos Blanco, Música original de Pantelis Palamides, musicalizaciones  de Eduardo Bolívar, Asesoría Vocal de la soprano Manuela Velo, colaboración de las “Voces Blancas”de Elisa Soteldo Imagen Gráfica, Maite Galán, Realizadores, Fernando “guarapo” Guanchez, John Brito y Bobure”.  Mecenas y amigos como María Teresa Castillo, Aura Saravia,  la Alcaldesa de Chacao Lic.Irene Sáez Conde, Romelia Arias, Aida Gruebler, Aminta de Lara, Rebeca Martín, Amanda Gutiérrez, Levy Rossell, Mimí Lazo, Andrés Martínez, Director de la Escuela de Teatro “Juana Sujo”,Oscar Pérez Castillo, Herman Lejter, Amanda Gutiérrez,  Eduardo Mendoza de la Fundación Cultural de Chacao,  el “Instituto Italo Venezolano” el  Laboratorio Teatral “Anna Julia Rojas”, la “Fundación Rajatabla”, el “Taller Nacional de Teatro T.N.T, el “Teatro San Martín de Caracas”, y el “Festival de Teatro Internacional de Barcelona” bajo la dirección de Kiddio España y Giuditta Gasparini, con colegas periodistas y críticos como E. Robles Piquer, Ruben Monasterios, Leonardo Azparren Jiménez, Helena Sassone, Sonia Murillo, Giselle Schaffer, Pedro Gatti, E. Greco, E. Moreno Uribe, P. García, Juan Martínez de la Vega, Federico Alves Migues, Reyna Rivas, Cristina Coronel, José A. Rial, Shelley Pearson, Carlos Herrera, entre otros.   

Conceptos emitidos por Alma Ingianni

Lo peor que puede pasarle a una actriz, es sentir que el director es inseguro”

“Algunos dicen que soy antipática, porque tengo un tono de voz fuerte, por eso cuando llego a cualquier sitio, la primera impresión es dura y no caigo bien”

“Me inicié en el teatro un poco, debido a cierta angustia, de no haber tomado este camino hubiera tenido que pagar un psicólogo...”

“En realidad, no me da mucho trabajo ser actriz. Yo no puedo mirarme actuando, sé que me entrego totalmente. Si en eso hay fuerzas más allá de mi razonamiento no sé...Solo sé que soy feliz y no lo soy; que el teatro es angustia e incertidumbre. Cuando se acerca la fecha de un estreno me digo,¿por qué me metí en esto?

“Para encontrar y hacer a Chejov, hay que amar la vida. Por eso cuando se afirma que los textos de sus obras son pesados y largos, se hace de una forma muy alegre y limitada. En realidad si vemos en el escenario una histórica auténtica, viva y de mucha fuerza, no puede haber monotonía o una pesada igualdad”

“La situación de inseguridad, desempleo, el hambre y las drogas son un atentado al ser humano. Sobrevivir parece ser la máxima. Creo que uno no puede anularse, pero contraatacar es difícil”

“Creo que los actores somos más indefensos que otros, yo por ejemplo me hago un lío en discutir contratos y sueldos.”

“Todos estamos encadenados y todos somos como pilas cargadas de energía. Creo que todo consiste en neutralizar las sensaciones y ponerse en positivo”

“Sí, tengo una ideología, apoyo al sistema que defiende al desposeído, al vapuleado, al castigado. Si me ponen a escoger entre el rico y el pobre, me quedo al lado del pobre, porque lo negativo que hace es producto de la ignorancia. En realidad todo lo que les sucede es por falta de alimentación adecuada, escasez de medicinas, mala atención médica, falta de educación”

“Tengo una religión. Admiro la vida de Jesús, porque él fue capaz de despojarse de todo en pro de sus creencias, porque abandonó a su familia para predicar lo que creía, y porque luego murió crucificado por un sistema”

“Creo firmemente, que Sud América es una, no por el idioma, sino porque padecemos los mismos problemas socio económicos.”

“Soy un ser humano que trata de superarse en todos los niveles, no solo en el orden artístico, sino a nivel humano, que es lo más difícil”

“Pienso que Venezuela, es un país joven en donde todo está germinando”

“Uno inventa su historia diariamente. Crea fábulas para seguir viviendo y mezcla la realidad con la fantasía”

“Creo que no he trabajado como yo quería, he trabajado poco, pues en doce años que llevo en Caracas no he hecho más de diez espectáculos. Es con el monólogo “Casta Diva”de Ethel Dahbar, que logro atraer a los críticos y al público en general, al igual que mi amigo personal Ruben Rega, que proviene del campo de la crítica, decidió lanzarse como director. Esa producción costó Siete mil Bolívares en 1984. Después seguimos con “Alma por Alma” que costó 800 Bs., fue ahí donde me di cuenta que ya estaba integrada al país, y ahora con “Medea” creo que ya estoy en la ruta de alcanzar una plenitud profesional.”   

“Al actor se le tiene que querer y respetar por lo que hace en un determinado momento, no porque haga una comedia hoy y te gustó, y un drama mañana y ya no te gusta. Pienso que es cruel medirlo con esa vara”  

“Soy apasionada en todo, soy muy vehemente. Mis amigos dicen que tengo un gran defecto: ser demasiado franca y frontal y es que no me puedo contener ... digo las cosas como las siento y ese de repente es una falta de equilibrio” 

“Soy muy rebelde, no tengo parámetros ni límites para hacer lo que quiero. Por momentos soy humilde, pero debo reconocer que me dan ataques de soberbia. Reconozco que me tienen que frenar a veces, porque soy demasiado impulsiva” 

“mi actuación no es un divorcio de mi vida. Soy así...no puedo callarme ante lo que creo que es injusto, muy raras veces me he sentido actuando en el escenario. Cuando ensayaba “Casta Diva”, vinieron muchos invitados amigos y de los otros y me decían “Alma, no te va a costar mucho hacer de Diva”, dicen que hago un gesto así, altanero, altivo y yo en realidad no soy así, no sé de dónde me viene ese gesto pero no hay altivez en mi sinceridad. Sé que soy fuerte, ...pero no me miro en un espejo catorce horas para hacer gestos, no, para nada, soy ese tipo de actriz que no se miran al espejo...tú me entiendes, (al periodista y escritor José Pulido) ... arréglalo cuando lo escribas, por favor.”

“Para mí una obra de teatro es como un parto. Ni Dios te puede quitar, estando embarazada, el dolor del parto. Vas a tener que parir y dar a luz a ese hijo, así es el teatro. No soy frívola ni profunda, soy una leona arriba del escenario y no es por talleres ni por estudio, no es porque yo haya hecho una preparación en una escuela teatral, ... no chico: es  una forma de ser”

“De todos los momentos vividos en los montajes de las obras de teatro, los buenos, los malos, los maravillosos y hasta los amargos, he sacado siempre una experiencia enriquecedora, nunca rencor” 

“Reconozco que soy muy fuerte de carácter, pero Rega ha logrado manejarme como quiere, insinuándome cosas que él supo desde el principio y que yo descubro ahora” 

“Pienso que cada vez, se hace más necesaria, por parte del público, la comprensión sobre lo que es este oficio y al mismo tiempo revelar la gran mentira del teatro ofreciéndoles conjuntamente la maravillosa posibilidad de creerla”  

“Para asumir el reto de un personaje, lo hago con mucha disciplina, ya que soy una apasionada de la vida” 

“Siempre da un poco de miedo enfrentarse a un público para contarle parte de tu vida, como es el caso de “Alma por Alma”, Cada representación es un desafío, hay gente diferente en la sala, a veces amigos que han compartido vivencias contigo y que allí se desnudan y pienso que eso hace que el espectáculo se enriquezca, para todos”

“Gracias a que estoy llegando al mejor momento de mi carrera, he podido despojarme de mis secretos,  Es muy difícil, muy duro contar las cosas que a una le suceden, pero quise también que la gente se dé cuenta que los actores somos seres humanos, que sufrimos por un amor que nos deja o que nosotros dejamos. Quizá seamos un poco más hipersensibles que el resto de la gente, porque de una u otra forma siempre estamos manejando sentimientos que pertenecen a los personajes” 

“Soy una actriz intuitiva, que no requiere de ese bagaje histórico-literario sobre su personaje, sino que una vez en mis manos el libreto y después de leerlo, me dejo llevar por mis sentimientos hacia ese personaje, si me baso en su verdad, no hay posibilidad de “pelar”, de equivocarse. Lo que me sale es una Medea de verdad, auténtica, porque la he sentido”  

“Medea”, me ha gustado muchísimo porque va más allá del tema de amor, pasión, celos y muerte, sobre todo en la actualizada versión de J. Anouilh acercada aún más por el montaje del director. El texto es tan verdad, tan cierto que a una mujer la conmueve profundamente y a un hombre también. El inicio de todo fue en Grecia,  el final nunca lo sabremos” 

“Todo ha sido posible porque logré integrarme a Venezuela. Amo y respeto a éste País como a misma patria. Son tantas las cosas que uno tiene que pasar para adaptarse, satisfacciones y sufrimientos y una inmensa alegría por haber superado el costo de la adaptación. Pienso que pronto seremos una Sudamérica integrada donde no hayan fronteras y paz y trabajo para todos”.

Opiniones de la prensa sobre ella 

“EN CUERPO Y ALMA” La Ingianni, vuelve a las tablas, sin miedos, libre, dispuesta a revelar, a gritar, revivir los momentos más importantes de su carrera, también los más difíciles y hasta amargos, situaciones que hoy puede develar porque siente que han sido madurados, que de ellas ha sacado experiencia no rencor… Afortunadamente es tal la riqueza expresiva de esta famosa y afamada actriz que demuestra en el espectáculo otra vez acompañada por el director R. Rega a quien define como compañero sensible y muy afín conmigo”

Patricia Bajares. “El Universal” 4/10/84

“Con Alma en la U.C.V. El alma, ese lugar donde escondemos nuestros sentimientos y sensaciones más profundas, que algunas veces brotan a través de una mirada o un gesto, también puede ser el nombre de una persona, en este caso de una actriz.  Quizá los padres de Alma, intuyeron que esa niña, iba a ser una mujer de temperamento muy fuerte, que cambiaría de un minuto a otro, que jamás ocultaría su pensamiento acerca de las cosas, de la vida, en fin que siempre sacaría a la luz del mundo su alma. Así es la Ingianni un torrente de gestos, una explosión de sentimientos. Esa personalidad la ha convertido en una “gran actriz” con personalidad propia, capaz de mantener por una o dos horas la atención del público, sin nada más que la acompañe, la escenografía, el resto de los actores, cualquier otro detalle sobra, cuando Alma comienza a contar su vida y a recordar sus personajes,”Alma por Alma” ha sido posible porque la actriz se ha sentido capaz de contar diez años de su vida en nuestro país, pero solo ha sido posible, si esa actriz se siente parte de nuestro pueblo, respeta a la gente que conforma este país , porque si no, qué sentido tendría conocer las vivencias de un personaje extraño a nosotros?”.

Cheffi Borzachini. “El Nacional”

“Alma Ingianni es una Diva, mejor dicho una casta Diva. Ahora se desenvuelve en las esferas del Poder, se dedica a cuidar su status, defendiendo aquello por lo cual ha recibido múltiples aplausos… Estamos hablando de la Ingianni de verdad verdad, la actriz que ha asumido múltiples papeles teatrales, televisivos y cinematográficos y que ahora encarna con mucha propiedad y excelencia la Diva de Ethel Dahbar, y la dirige Ruben Rega”.

Patricia Guzmán Bajares / “El Universal”

“UNA LEONA SOBRE EL ESCENARIO”

Alma Ingianni, retorna, para placer del público, con un espectáculo unipersonal “Casta Diva”, que se estrenará en el Ateneo de Caracas.     La puerta negra se abre hacia el pasillo y una voz de hombre dice apresurada espera, espera, yo les digo”, pero quien se asoma es el rostro tajante de una mujer (rubia pintada, pero rubia verdadera, que parece el escape de una bombona de gas cuando expresa por favor, estamos ensayando.  La actriz es Alma, y esta vez hace un monólogo en el cual encarna a una cantante de ópera “Francesca” y a ratos es “Nannete”, su asistente que a solas se convierte en Mimí de “La Boheme”, en Isolda de “Tristán e Isolda”, en Violeta de “La traviatta” o en Lucía de “Lucia de Lamermoor”..... En el ensayo Alma lucha por separar de su cuerpo y de su mente los personajes.     Imperceptiblemente va lográndolo.  Rubén Rega, debutando como Director, era crítico teatral, está sentado con un pequeño grabador, pone la música cuando lo requiere, observa, corrige, explica...Son dos amigos solitarios que durante tres meses han estado montando, en silencio, el texto ideado por él y escrito por Ethel Dahbar ...

Los monólogos por sus rápidos cambios, de la ternura enfermiza al gesto violento, al arrebato furioso, al llanto, al drama, a la carcajada, es generalmente una estructura que se vuelve cliché, un detestable cliché.  En “Casta Diva” ha sucedido algo diferente. Alma le ha puesto un tono  muy suyo que estremece a cualquier espectador.  Ahora, cuando ensaya, precisamente en este momento, estira su brazo derecho y eleva en forma de escuadra, su brazo izquierdo. Su perfil, que siempre corta el oxígeno, con aparente petulancia, parece el de una estatua.  Se mueve de pronto hacia otro personaje invisible y el espejo detrás, repite la escena al revés....

¿Quién es Alma Ingianni?

Esta actriz nacida en Montevideo, Uruguay y residenciada desde hace tiempo en Venezuela, obtuvo en 1982 los tres premios de teatro más importantes: el de los críticos, el municipal y el premio “Juana Sujo”.  Ella ha trabajado durante su trayectoria como actriz en más de cincuenta obras teatrales, lo que comparativamente viene a ser como cien peleas para un boxeador o mil partidos para un beisbolista. Su último trabajo en el año fue “La Gaviota” de Chejov, bajo la dirección de Carlos Giménez, quien ésta vez hará la iluminación de “Casta Diva”, como un respaldo amistoso a Ruben y Alma. En “La Gaviota”, Alma interpretó a Irina Arkadina y aquello era impresionante, porque el personaje de Chejov cobró una vitalidad que solo debe haber tenido cuando por primera vez y frente al autor, se estrenó la pieza.

En Televisión, Alma hizo entre otros, un personaje que marcó pauta, “Mireya”, en la telenovela “Rafaela”. También actuó en la película ¡El salvaje”, con Catherine Deneuve e Yves Montand. En “Casta Diva”, interpreta a una famosa cantante de ópera luchando contra la inmensa soledad que cae sobre su cabeza como una carpa, después que el público ha aplaudido fervorosamente y se ha ido.

¿Cómo es Alma Ingianni?

Sus ojos castaño oscuro, su boca y su sonrisa tiene algo de crueldad gótica. Ella parece de frente una bella ama de casa común y corriente que observa el precio de las verduras a punto de decir ¿cuánto más van a seguir subiendo? De perfil, es una reina voluptuosa que podría servir como sello a un oloroso jabón de tocador ... es visceral en el escenario, parece ir más allá del texto, de la actuación. Es como un asunto de vida o muerte ... No es como aparenta, es una mujer cariñosa, amable, inquieta, para quien el teatro es “como un parto que en ningún momento quiero evitar”.  Dice que está enamorada del texto de Dahbar y se siente comprendida por la dirección de Rúben...“es la primera vez en mi vida que actuaré sola” apunta. Ha vuelto al escenario y se prepara para ensayar.  Se pega a la pared en un rincón, tratando de que no la vean.  Cierra los ojos y espera, como una niña que tiene miedo de abrir los ojos en la oscuridad.

Rega le pregunta, “Alma, ya estás lista” y ella responde “todavía no, aún no”. Los pocos presentes no quieren tragar, no intentan moverse un poquito en las sillas, el humo de un cigarrillo se enrolla y está a punto de caer sobre el teclado del piano, “Ahora sí”, Rega oprime el botón de play y comienza el preludio. Con el comienzo de la música Alma Ingianni camina hacia un tocador de damas. Se sienta y da inicio a una actuación tan impresionante que convierte en carne, nervios, músculos y sensaciones las palabras, todas las palabras. Parece molerse a sí misma, triturarse, sacarse los sentimientos.

 Más tarde, cuando el ensayo termine, Alma estará sentada en el cafetín del Ateneo tranquila, sosegada, sonriente.... “Uf” será todo lo que exclame después de tanto esfuerzo.

Texto extractado de una gran entrevista del periodista y escritor José Pulido  publicada en

“El Nacional” el 17 de marzo de 1984.

Mil novecientos ochenta y siete 

Estamos en el año 1987, yo continuaba buscando obras de teatro o más bien tratando de conseguir un personaje que fuera realmente  un reto para Alma.  Pasaron muchos textos por mis manos, y más personajes por mis ojos como la Laurencia de “Fuente ovejuna” de Lope de Vega, Blanche Dubois de “El tranvía llamado Deseo” de T. Williams, “Fedra” de Unamuno, “Antígona” de Anouilh, Alma había incursionado en Uruguay con gran éxito interpretando la Casandra en “Las Troyanas”, quizá este lejano recuerdo me acercó  a “Medea” de Eurípides, pero la sentí muy clásica, hasta que conseguí la “Medea” de Jean Anouilh escrita en el año 1946, para mí era no solo un gran reto sino un tremendo riesgo. Se la leí y nos enamoramos del texto y traté de acercarlo más aún a nuestros días. Creón era el Presidente de un país militarizado, Jasón el General de la Armada, Medea su mujer, hija del Presidente de otro país y sus dos hijos. No quería que fueran niños actores ni muñecos, quería que Alma los corporizara. Ella se enamoró del portentoso texto y de la propuesta y comenzamos con las lecturas de mesa.  

No teníamos presupuesto, como casi toda la gente de teatro de la llamada  “época dorada” y que aún persiste con gente joven y otras ideas que no consiguen presupuesto, pero  por supuesto la Sra. María Teresa al enterarse pidió al Departamento de Teatro del Ateneo que nos ayudara y así lo hicieron. Era la segunda producción del recientemente constituido “Teatro de la Ciudad  pusimos a Carmen Carmona en su primera incursión como Productora Ejecutiva, quien consiguió el auspicio de las Embajadas de Francia y de Grecia, la Encyclopaedia Britannica, la Fundación Neumann, Arrendaven y más tarde se fueron uniendo al proyecto la Fundación Rajatabla, Escuela de suboficiales (Esoar) de Catia la Mar, Yolanda Tarff, el artista plástico Eneko, los hermanos Costa y Pantelis Palamides, entre otros. La parte artística y técnica fue también la más idónea, Los ensayos fueron tensos e intensos, tuve que tomar drásticas decisiones con dos actores problemáticos,  pero afortunadamente tuvimos el placer de trabajar con figuras como Franklin Virguez, Daniel López, Alejo Felipe, Isabel Hungría, Aura Rivas, Antonio  Callejas y Luis Fernández, quienes tuvieron muy pocos ensayos   y sacaron adelante sus roles con gran profesionalidad. Todos pusimos lo mejor de nosotros y al mismo tiempo nos sentíamos presionados por la responsabilidad y los nervios afloraban a cada instante, la obra es casi un gran monólogo de la protagonista, sin desmerecer las brillantes y lucidas entradas de los otros personajes, y se complicaba por la contemporaneidad la cual queríamos alcanzar y el vanguardismo que imponíamos a nuestros espectáculos.  Mi temor era el riesgo que se tomaba y la no incorporación de los dos hijos.

Comenzamos a trabajar esta escena separadamente con Alma, en la difícil tarea de hablar a unos niños que eran muy importantes en la trama y que no existían físicamente, pero con el tesón y su fuerza creativa, ocurrió lo mágico/teatral y los niños fueron corporizados tan perfectamente que el escritor español José Monleón y director de los “Festivales de Mérida, España” donde se presentan los mejores espectáculos que tengan que ver con la tragedia griega y actuaron las mejores actrices como Margarita Xirgu, Nuria Espert, A. Papathamassious, Julia Trujillo y la bailarina Manuela Vargas, todas intérpretes de Medea. Asistió al estreno, pues estaba en Venezuela invitado por el Festival Internacional de Teatro de Caracas, y vino a saludarnos y él asegura que vio a los hijos de Medea, detalle que nunca había visto en las numerosas puestas de la obra de J. Anouilh, que le había gustado el riesgo de hacerlos sin niños, alabó la interpretación, la música original, y la contemporaneidad de la puesta en escena y como corolario nos invitó a su próximo Festival en el año 1988.  

®

“Medea” 

               De: Jean Anouilh          

               Elenco:                           

                   Medea: Alma Ingianni

                   Jasón: Franklin Virguez, en la 2da. temporada.

                            Daniel López, en la 2da. temporada.

                   Nodriza: Isabel Hungría

                           Aura Rivas, en la 2da. temporada.

                   Creón: Alejo Felipe

                         Antonio Callejas, en la 2da. temporada.

                   Joven: Luis Fernández

               Escenografía: Silviainés Vallejo.

               Música original: Pantelis Palamides,

               Diseño de luces: José Jiménez,

               Diseño de vestuario: Juan Arias y Maribel González,

               Peinados: Anthony,

               Fotos para programa y prensa: Franklin Virguez,

               Asistente de dirección: Juan Arias.

               Producción ejecutiva: Carmen Carmona.

                   Versión y Dirección General: Ruben Rega  

La prensa opinó:

La noche se llamó Medea

Alma Ingianni en una renovación de sus códigos actorales ha hecho una hermosa composición del personaje con unas escenas inolvidables....teatro desnudo, reducido limpiamente a la presencia pura del actor es posiblemente lo más hermoso de la puesta....brillante la escenografía de Silviainés Vallejo que eliminó la estructura de la Sala de Conciertos creando un espacio propio y original...Excelente también el diseño de luces de José Jiménez...espléndida la nodriza de Isabel Hungría y el joven de Luis Fernández...hermosa la música compuesta por Pantelis Palamides... Rega solucionó brillantemente los problemas técnicos de la puesta y consiguió una composición plástica convincente y dramáticamente expresiva con un gran nivel estético...

Juan Martínez de la Vega. “El Nacional” 8/8/1987.

MEDEA PODEROSA

“Alma Ingianni es una Medea poderosa, fuerte de gesto comunicativo, con matizaciones de gran intérprete...La Nodriza no desmerece en la actuación de Isabel Hungría, contrapartida real. terrena, de una Medea moderna perdonada por los Dioses...la leve escenografía de Silviainés Vallejo nos la hace imaginar desarraigada en circunstancia hostil, en sugerencia de mares que la extrañarán....Muy buen final, muy afinado visualmente por una sabia iluminación de José Jiménez...Sólo un hombre como R.Rega, podía lograr una exteriorización del amor en su expresión más clásica, como vía de expiación en un mundo aterrado por la culpabilidad, ayer y ahora.

Helena Sassone. Revista Cultural “IMAGEN” Agosto/1987

MEDEA SIN ARQUETIPOS

“El montaje de la Medea ha salido airoso del reto...Alma Ingianni, quien tenía cierto tiempo sin subir a nuestros escenarios, otra vez ha causado sorpresa al romper con sus moldes de técnica tradicional, acá la actriz va en pos de la naturalidad, desobedeciendo a los cánones clásicos; sentimos una Medea moderna, sin poses ni gestos rebuscados y el personaje se crea a través de un proceso interno emotivo

y decantado...Alejo Felipe como Creón logra establecer empatia con la platea estructurando una escena célebre...la escenografia de Silviainés Vallejo logra el indeterminismo a través del uso de elementos seriales: los palos de madera en la pared evocan murallas de ciudades marroquíes además de poseer cierto cientismo que con el diseño de luces de J. Jiménez, llevan a un movimiento virtual de esos elementos dándole brillo a la escena...la composición original de Palamides, de la música contemporánea en su instrumentación que trae elementos del espíritu griego es de gran emotividad y otro de los elementos que da brillo a este montaje de Rega que consigue proyectar su Medea latinoamericana, sin los arquetipos a que estamos acostumbrados.

Pablo García G. “El Universal” 10/8/87

ALMA DESBORDANTE

“Una Alma Ingianni desbordante de expresión gestual y oral –debidamente contenida-  en la explosión de enconadas pasiones y conflictos de una Medea, que aunque latinoamericana, la confirma como actriz digna de la antigua tragedia griega, con una dirección de cuidada dicción y excelente en movimientos de actores...

RAS/guños. “El Nacional” 26/8/87.

“Medea” es un drama difícil

Desconcertante, desgarrador por la verdad de la anécdota, la cual se hace más impresionante con la gran actuación que consigue la primera actriz Alma Ingianni, bajo la dirección de Rega, Es un teatro que recuerda la vigencia de los grandes temas del teatro griego y la necesidad que tiene la humanidad de expurgar sus culpas.”

S.F. Diario “Ultimas Noticias” 77, Agosto de 1987.

RETO LOGRADO

“...considero que el montaje de esta pieza de Anouilh es un verdadero reto logrado, la Ingianni, encara a una Medea moderna y transmite toda la pasión, el amor, el odio, con un impactante  trabajo interior...  la escenografía de Silviainés Vallejo es sumamente moderna y de gran impacto... un elenco de primera con Franklin Virguez,  Isabel Hungría, Alejo Felipe y el promisor y debutante joven actor  Luis Fernández...”

E. Greco.  Venezuela Farándula / va al teatro 29/8/87

MEDEA FUE UN BANQUETE

“....La puesta en escena de “Medea” de Jean Anouilh dirigida por Rega fue un banquete  y una revelación.  Oh! Destino que haces brillar la perfección sin descuidar la crueldad! La perfección fue la Diva, Alma Ingianni, a quien este cronista considera la mejor actriz del reino. La crueldad en cambio, es la de los dioses. Que cruzan mis pasos con los de ella. Lo demás, como dijo Hamlet, será silencio y más silencio.

Federico Alves. Revista “ZETA”No.676/27/8/87

INOLVIDABLE ACTUACIÓN

“...Alma Ingianni, mujer de magnífico y expresivo  tallado rostro, erguidas manos que manifiestan con gran significación cada detalle, cuando se encuentran ausentes las miradas y los gestos, transmite en su Medea, con total y profunda convicción el terrible conflicto pasional y lo hace convincentemente en una inolvidable actuación, luego transmite una total ternura cuando se despide de sus hijos, que el espectador percibe sin verlos... Daniel López logra con su Jasón un excelente retrato de la fuerza, la ambición, la debilidad, la deslealtad, el abuso del poder, en un trabajo por demás admirable,  permitiendo que disfrutemos su madurez actoral...Antonio Callejas juega su Creón con adecuados gestos y convence por su acertado retrato de ese Presidente/rey cansado que vivió terribles experiencias pasadas...la excelente Aura Rivas imprime a su Nodriza la figura materna y  cómplice con sus silencios y miradas furtivas, que va in crescendo y  alcanza su punto culminante en el bello y fuerte parlamento final...destaca la presencia del joven Luis Fernández ... la escenografía de S. Vallejo sugestiva y poderosa impacta con un piso pintado con el símbolo del Yin y Yan, en gris, el mundo de Jasón y en rojo, el espacio de Medea, la extranjera, que pre-anuncia la sangre derramada... Rega comprende cómo transmitir ese juego patético actualizándolo, sin embargo conservando el clima y valor mitológico, en una puesta en escena que impacta, con muchos momentos como la entrada de Jasón seguido por más de treinta intimidantes  marineros ...

Giselle Schaffer. “Carátulas” Diario “Ultimas Noticias” 28/3/1988.

Este espectáculo fue invitado por Carlos Giménez y el Comité directivo del VII Festival Internacional de Teatro de Caracas, representando a Venezuela en dicho Festival,  haciendo funciones el la Sala de Conciertos del Ateneo de Caracas, luego una gira por la ciudades de Maracaibo “Teatro Bellas Artes”, Barquisimeto “Teatro Juárez”, Valera, Espacio en el Ateneo, sede del Festival, recibiendo el Teatro de la Ciudad, de parte de cada Estado, el “Honorario titulo de Ciudadanos Ilustres”. 

MEDEA” NOCHE DE ORGÍA BAJO LA LUZ DE LA LUNA”

Tituló la prensa de Valera

Nota: La obra iluminada espectacularmente con solo 4 spots en Valera, por José Jiménez, lograron una de las mejores atmósferas, junto a la realizada en Maracaibo con una enorme  y moderna consola de luces.

ste fue el último espectáculo en  que trabajamos juntos, yo dirigí otras obras como “Los soles truncos” de R. Marques para el evento “España 50 Años Después” organizado por Luis Molina para el Instituto de Cooperación Iberoamericana de Venezuela, bajo el auspicio de la Embajada de España y el Ateneo de Caracas .el espectáculo “Un aplauso para Horacio Peterson” con motivo a su premio Nacional de Teatro, producción y coordinación artística de Yolanda Tarff “Los taxistas tienen su corazoncito” de Néstor Caballero, auspiciado por Arrendaven y el Ateneo de Caracas, “Hombres meticulosos, críticos y criticados” Tres cuentos de Alberto Moravia, versionado por Gustavo Ott, bajo el auspicio del Instituto de Cultura en Venezuela, la Embajada de Italia y el Ateneo, “Los juegos prohibidos de los ángeles” de Néstor Caballero, presentado por el”Laboratorio Teatral Anna Julia Rojas”, y auspicios del CONAC ,la Alcaldía de Caracas y la Fundación José Ángel Lamas y el Teatro Nacional Juvenil de Venezuela,  “Hamlet” de W., Shakespeare dirigida por el Maestro H. Peterson codirección Rega, “Pavlov” de Gustavo Ott, en versión en inglés, con actores ingleses, presentado en el Festival de Teatro Latino de Londres LATOF, en producción del Teatro San Martín de Caracas, este espectáculo obtuvo el Premio Mejor Espectáculo del Festival, y posteriormente “Gorditas” de Gustavo Ott, producción del Teatro San Martín de Caracas.  También en la Escuela de Teatro “Juana Sujo” dirigida por Andrés Martínez, monté con los alumnos que se graduaban, “Los ángeles terribles” de R. Chalbaud, “El tiempo y los Conway” de Priestley, entre otras.

Alma, por su parte continuaba en televisión. Ya había hecho “Rafaela” y “María del Mar” de Delia Fiallo,  “El sol sale para todos” de C.M.Rondon, “Esa muchacha de ojos café” de Fausto Verdial, “María, María” con Alba Roversi, Teatro unitario con Amador Bendayan, Eduardo Serrano, América Alonso, Ivonne Attas, etc. Todas en Venevisión. En el Canal 8 “La casa de los Ávila” de José Gabriel Núñez, “Mr. Holmes” con Héctor Myerston. En el canal 5 “Alma por Alma” realizado en los Estudios del Ministerio de Educación conmemorando el “Día Internacional del Artista” En Marte Televisión “La traidora”, “La loba herida”, “Pedacito de cielo” de Johnny Gavlosky,”Las 4 estaciones de Elisa”,”Noche gitana”,”Algo pasó en el cielo”.

Nos veíamos a menudo, por no decir que hablábamos por teléfono todos los días. Su estilo de actuación orgánico, integral, su pasión por el ritual mágico teatral, moldeó nuevas generaciones de actores venezolanos, aunque curiosamente jamás dio clases de actuación, creo que uno aprendía viéndola en escena, era una mujer para quien “la vida era teatro y el teatro era vida”.  En una oportunidad me trajo el texto de Jean Paul Sartre “A puerta cerrada” pues estaba muy entusiasmada en hacer esa obra, la primera que ella vio en un escenario. La leí, pero no estaba convencido con la propuesta, más tarde lamenté esa decisión, le sugerí que hablara y yo mismo la llevé con  el nuevo Director del Dpto. de Teatro del Ateneo, Orlando Arocha, y se pusieron de acuerdo. A los pocos meses se montó en el Sala de Conciertos del Ateneo.

Yo estaba feliz pues Alma cumplía su sueño de interpretar a la protagonista de esta obra. Fui a verla el día del estreno y realmente, estaba brillante, en otra de sus grandes composiciones internas donde hurgaba instintivamente la esencia de los personajes y cumplió una actuación de primera línea actoral, mis bravos, unidos al de los otros espectadores cuando salió a saludar fueron estruendosos.

Lamentablemente no se consiguió programa de la obra.  

®

“A puerta cerrada” 

                         De: Jean Paul Sartre

                         Elenco: Alma Ingianni

                                    Gonzalo Velutini

                                    Carolina Leandro

                         Escenografía: Ana Rosa Gallegos

                         Dirección: Orlando Arocha                                                               

La prensa opinó: 

“Alma Ingianni, sin querer desmerecer sus interpretaciones anteriores, realiza lo que en particular me parece su mejor trabajo: la intención, la expresión corporal del personaje, la entonación, su constante acecho, están allí, son concretados por Alma de una manera clara y precisa: La Ingianni deja de ser ella para convertirse en un ser oscuro con la mayor credibilidad.”

P.G.G. “El Universal” s/f.

Más tarde nos reunimos nuevamente con la Sra. Silviainés Vallejo en el Ateneo y posteriormente en la casa de Alma, con la idea de montar “El asesinato de la Enfermera George”, dado que quería hacer el papel de “La Enfermera”,  y nos pareció estupendo que interpretara ese personaje, que era otro reto en su trayectoria y en la nuestra también. Comenzamos a trabajar, siempre basados en la actuación integral y en una escenografía y vestuario, realmente impactantes, mientras la dirección apuntaba a plantear más profundamente el despiadado y comercial mundo de la televisión y  humanizar, sin estereotipos, ni machietas, el toque lésbico de las tres protagonistas. No pudimos concretarlo y es una  “materia pendiente” que quedó latente como un secreto a tres voces....

REENCUENTROS...

Con Alma nos veíamos en Montevideo, cada año, cuando con su esposo llegaban de vacaciones, aquí nos poníamos al día con larguísimas charlas acompañadas del infaltable café, y en nuestros proyectos siempre surgía la idea incumplida de retomar el montaje de  “La enfermera George”.   En alguna oportunidad en Caracas, donde regresé  para participar en varias oportunidades en el Festival Internacional de Teatro de Oriente, dirigido por Kiddio España y Giuditta Gasparini,  Alma me ofrecía su casa, donde retomábamos nuestras conversaciones al compás del café matutino, era casi un ritual.

La última vez que nos vimos fue en Montevideo a fines del Año 2003, paseamos por la Avenida principal, luego, quiso que la llevara a la calle Sarandí, en la Plaza Matriz donde está La Catedral de Montevideo. A los alrededores se hace una multicolor feria de antigüedades, mayormente joyas, alhajas. Alma quedó fascinada con un anillo de platino, con una gema de un azul intenso transparente. Al día siguiente volvimos a encontrarnos y le llevé de regalo el anillo que tanto le había gustado... sus ojos, abiertos ampliamente, risueños, contemplaron el anillo, se lo puso, lo observó y con un gran abrazo y un beso me lo agradeció. Lo que más recuerdo es su sonrisa inefable....

Quiso llevarse el libreto de “El asesinato de la enfermera George” que yo había actualizado, le dije que no tenía copia, pero quería leerlo en el avión, hablamos de no hacer una machieta del personaje, era una primera actriz con tendencia lesbiana y carácter fuerte, pero no tendría que imitar a un hombre, nos pusimos de acuerdo y partió con la promesa de hacerla.

Un día de Abril de 2004, recibí una llamada telefónica de su esposo, en la cual con dolor, me anunció la partida de Alma, un inesperado y despiadado infarto al corazón se la llevó, me quedé mudo, las lágrimas corrían y no pude hablar por un rato. Siempre tengo grabado en mi mente ese instante, donde sabía que ya no la vería más en este plano y de inmediato recordé el final del espectáculo que habíamos hecho y que tanta satisfacción le dio...

“A veces me pregunto cómo habrán envejecido mis queridas “otras”...en cuanto a ti”

“Francesca Viannini estarás sola, alejada del mundo viviendo en tu Villa sobre el”

“Lago di Como y serás por siempre La Casta Diva ... Nannete ... dónde estás? No”

“pudiste vencerme ni aún con la publicación de tu ridículo libro sobre mí ... me diste”

“más fama y poder.  La diferencia entre nosotras es que yo tenía talento y tú eras”

“una pobre imitación, un espejo distorsionado. Tu única venganza es mi vejez,”

“pero a ti también te habrá llegado ... después de tantas renuncias, de tantos”

“aplausos, de tantos sacrificios, estoy sola, tan sola ... te extraño ... te necesito ... mi”

“pobre y querida Nannete...” ...Bueno, aquí los dejo con mis fantasmas, con”

“mis “queridas otras”, yo me voy a tomar un café, para continuar con el ensayo,”

“los espero, chau... ”

“Alma por Alma” de A. Ingianni

 

 

 Alma, es casi el fin ... y el principio

                                    Ruben

 

Con Alma Ingianni se apagó un torbellino

Alma Ingianni trajo de Uruguay una entrega total a la actuación, a la amistad, a la vida. La actriz de origen uruguayo falleció el fin de semana, víctima de una dolencia cardiaca. Desaprovechada por la industria televisiva local, desplegó su energía y talento en más de 40 piezas teatrales, entre ellas Alma por Alma, Casta diva y La gaviota. También se le recordará por su papel de la villana Mireya en la telenovela Rafaela.

“Cuando me subo al escenario largo todo y regreso a casa tranquila”.

Era tan vulnerable como eso que supuestamente pesa 21 gramos y las potentes máquinas que hacen scanners de las ondas cerebrales se empeñan en aniquilar: el alma.

En sus entrevistas a la prensa, así como sobre el escenario del teatro o frente a las cámaras de televisión o cine, no establecía esa odiosa distinción entre lo privado y lo público; se entregaba entera, sin compartimientos aislados, con el torbellino de comunicación que distinguía sus movimientos.

Era la actriz que encarnaba inmejorablemente a la Irina Arkadina de La gaviota de Chejov, pero también el ama (alma) de casa que tenía que recordar “que se me está acabando el café, que debo comprar papas y azúcar, ¿habré regado la siempreviva? ¿Dónde dejé el recibo de gas”, como hablaba en voz alta en una conversación con José Pulido que se publicó en  El Nacional del 3 de abril de 1983.

La muerte de Alma Ingianni, que ocurrió el pasado sábado como desenlace de una dolencia cardiaca (sus restos fueron cremados el fin de semana en el Cementerio del Este), no tuvo mayor sonoridad por culpa de un cíclope que tuvo el ojo ciego para aprovechar su energía de leona: la industria televisiva nacional.  La actriz de origen uruguayo solo llegó al público de manera masiva gracias a un memorable papel de una villana “maluquísima” llamada Mireya, en la telenovela Rafaela; más recientemente, hizo el personaje de Margot, en Emperatriz, producción de Marte TV, y en 1996 apareció en un unitario de RCTV, Atentado al Papa.

Ingianni no estaba negada a la pantalla chica, “A  mí el dinero me mata, si estoy sin dinero me pongo muy nerviosa, así es que aquel trabajo en Rafaela me venía muy bien: el personaje caló tanto que me dije: “Bueno de aquí en adelante tendrás trabajo, Alma, ya lo verás”, pero nada, no me llamaron nunca más”, reconoció con demoledora franqueza. “El teatro no da para vivir, pero es mejor que ir al psiquiatra: cuando me subo al escenario largo todo y regreso a casa tranquila”, confesó la ganadora del premio Juana Sujo y el galardón municipal de teatro de 1982, que participó en más de 40 obras.  En la etapa final de su trayectoria fundió, como no, la Alma actriz y la Alma mujer, en los monólogos Casta Diva y Alma por Alma, ambos dirigidos por Ruben Rega.  Ingianni contrajo matrimonio con Miguel Presa, empresario de libros, y no dejó descendencia. Otra de las anécdotas de su carrera  fue una breve aparición en Le Sauvage (1975) una película que rodaron en Caracas los actores Yves Montand y Catherine Deneuve, y por la que le pagaron el equivalente a 600 bolívares.

Amiga de grandes hombres del teatro venezolano como Carlos Giménez y Ugo Ulive, Ingianni dijo una vez: “Mi actuación no es un divorcio de mi vida. Soy así, no puedo callarme. Muy raras veces me he sentido actuando en el escenario.  Oye que cosa tan extraña, me dice: “Alma no te va a costar mucho hacer de diva”, dicen que hago un gesto así, altanero, altivo, y en realidad no soy así, no sé de dónde me viene ese gesto. Pero no hay altivez en mi sinceridad. Sé que soy fuerte, pero no me miro en un espejo 14 horas para hacer gestos, no soy ese tipo de actriz, nunca me miro en el espejo”

No muchas personas se enteraron el fin de semana de la despedida de la artista, pero los afortunados que la conocieron de cerca,  dejaron testimonio de su dimensión humana, como el dramaturgo Johnny Gavlovski, que recordó: “Sabíamos que Alma diría las cosas como venían a su mente, especialmente cuando  consideraba que algo era injusto”.

Alexis Correia. B8. Cultura y Espectáculos. El Nacional 6/O4/04

ALMA POR OTROS OJOS  

DE CASTA DIVA A ALMA POR ALMA

En el marco de la Guerra Sucia de Latinoamérica

Alma querida, Rubén,  la Guerra Sucia de Latinoamérica nos llevó a todos a Venezuela, pero no nos imaginábamos que la mano de la dictadura, la garra de la dictadura, estaba en toda Latinoamérica. La Guerra Sucia reunió a Argentina, Uruguay, Chile, Bolivia y a Brasil a través de la Operación Colombo y otras operaciones similares. ¿En dónde nos podíamos  refugiar, cobijar…? El único país democrático en Sudamérica en  esa época era Venezuela. Y allí caímos todos o casi todos los del Coñosur… Todos reunidos en un gran abrazo con acentos distintos, con idiosincrasias distintas, aunados por un mismo dolor: la dictadura en nuestros países y la mano fatídica sobre nuestros países de Nixon, Kissinger y la CIA.

Casta Diva y Juan Martínez de  la Vega

De este modo, mi camino ya estaba trazado una vez más por ese destino que traíamos todos los sureños del que no estaban exentos colombianos o españoles, porque otro de mis grandes amigos de esa época, fue el crítico, dramaturgo y profesor de teatro, el  español Juan Martínez de la Vega, mi querido amigo, a quien yo llamo cariñosamente “El Zorro”, por lo “De la Vega”.  El teatro es mi pasión, así es que no me perdía un estreno por nada de este mundo y de este modo es que seguí casi completa la meteórica carrera actoral de Alma Ingianni. De las piezas nombradas en este libro, creo que las vi todas o casi todas. Me impactaron muchas caracterizaciones de Alma, unas más que otras. Su personificación como Irina Arkadina en “La Gaviota” lo tengo nítido en mi mente, pero fue con “Casta Diva” con quien viví una especial aventura que a lo mejor no debo contar, pero con el perdón de mi amigo Juan Martínez de la Vega, deseo compartir la anécdota con ustedes, porque es hermosa, romántica y teatral.

Una tarde cualquiera, “El Zorro” me llamó por teléfono para preguntarme si iría al estreno de “Casta Diva” y por supuesto le dije que sí, que iría como siempre, con mi esposo. Me pidió que fuéramos los tres juntos y es así que partimos a ver la obra. Fue una actuación magnífica y al terminar la pieza pasamos a saludar a Alma, a Rubén y por supuesto a mi  querida amiga Ethel Dahbar. Alma estaba radiante y por qué no decirlo, también Rubén y Ethel, respiraban el éxito junto con la actriz. Fue delirante, como diría “El Zorro”. Pero la historia no termina aquí. Juan me pidió que lo acompañara no sé cuantas veces más a ver “Casta Diva”, pues en realidad perdí la cuenta cuántas veces fuimos. Juan se enamoró perdidamente no sé si del personaje o de la actriz o de la mujer que era Alma, porque en ese momento yo creo que ella era las tres cosas a la vez para este enamorado varón. Los elogios de Juan eran reiterativos y me pedía una y otra vez ir al teatro juntos, para ver a Alma y comentar hasta los más mínimos movimientos de la actriz sobre la escena o sus inflexiones de voz; hasta que le llegó a dar vergüenza pedir y pedir pases de cortesía para ver una y otra vez la obra. En verdad que yo tampoco me cansaba de mirar la actuación de la actriz,  pero mis ojos tenían una visión distinta a la de mi enamorado amigo. En el estreno, Alma estuvo más allá de lo sublime y Juan buscó desesperadamente,  en todas las otras actuaciones a la Diva que vio en el debut…la que lo enamoró profundamente. Juan era un romántico empedernido. En verdad que el crítico enloqueció de amor por esa mujer que estaba en el escenario el día de la inauguración. Juan no paraba de alabar cada movimiento o desplazamiento de Alma sobre la escena y así la siguió en cuanta caracterización Alma representó, siempre enamorado de la mujer, de la actriz y del personaje. Cosas de la escena, así somos los entes del teatro y allí reunidos todos estos países juntos, no podemos desconocer todo lo que los sureños, españoles y colombianos, aportamos para que se desarrollara el teatro venezolano. Hemos dejado una huella indeleble, desde la llegada del “Papa del Teatro Venezolano”, el chileno Horacio Peterson, contratado por Bolívar Films, por ahí por los años 45, según el mismo Horacio me contó, hasta la llegada en masa de este grupo de gente de todos los acentos posibles del castellano, que nos reunimos en un exilio político o exilio voluntario, como el que yo viví con mi familia en Venezuela.

Alma por Alma

Si bien el teatro me apasiona, la política  para mí es muy importante y esta dio inició a mi amistad personal con Alma y se fundó justamente en Alma por Alma. El día del estreno de este monólogo quedé muy impactada con lo que Alma nos dijo desde su propia alma, porque así fue ese gran espectáculo el que recuerdo vivamente y de este modo.

Sentada al lado de María Teresa Castillo de Otero Silva, lloré y reí junto con ella y con Alma, en “Alma por Alma”. Los que estábamos allí y que éramos sureños, fuimos remecidos en lo más profundo de nuestras raíces, al escuchar el monólogo de Alma, que nos arrastraba y retrataba a todos juntos y reunidos con nuestras desgracias por la dictadura en nuestros países. Y allí, sentada en el medio del escenario con el cenital mostrándola toda perfecta, vestida de negro, con una malla ajustada a su bien formado cuerpo, amarrados en una cola de caballo  sus bien cuidados cabellos rubios, los que mesaba con sabiduría cuando los soltó, junto con sus palabras que nos hacían vibrar por la profundidad de sus sentimientos. A veces llorábamos, otras veces nos reíamos con su verbo irónico y de gran humor. Eran dardos que caían de la escena hacia la platea… Nos tocó los tuétanos, nos penetró a todos profundamente, porque si bien habló de política y de teatro, también dijo unas cuantas verdades de lo que estábamos viviendo en esos momentos como allegados al país.

Era verdad que Venezuela en esos momentos nos daba todo. Habíamos sido acogidos por una gran madre, Venezuela,  que abrió sus puertas a 200 mil sureños o más, según las estadísticas de aquellos años. Es verdad que traíamos un gran bagaje cultural, pero también es cierto que Venezuela nos permitió desarrollarnos y crecer con los festivales internacionales, con “CELCIT Internacional” (Centro Latinoamericano de Creación e Investigación Teatral) y sus “Jornadas de Teatro”. Se hicieron miles de  eventos teatrales entre estos locos, curiosos y políticos seres argentinos, uruguayos, españoles, colombianos y chilenos… Recordar a Alma para su libro ha sido un periplo por el teatro venezolano de los años 75 en adelante para mí. Escribí sobre Alma Ingianni  siempre alabando su actuación, porque ella se merecía estas críticas positivas. Era una diva y punto. El teatro es veleidoso, no me cabe duda, en el caso de Alma, muchas veces debe haber mordido la manzana del dolor, por ser envidiada, por ser una diva desde lo más profundo e intenso de su ser. Es el precio que se paga por ser la mejor o de las mejores. Fui su amiga por corto tiempo, dejé Venezuela en 1991, para venirme con mi esposo a California, como siempre, por otro contrato de trabajo. Esto ha sido parte de mi vida, así llegué a Venezuela, con una especie de exilio voluntario  y así me fui … y no supe más de Alma…

Al leer el manuscrito de  “Alma por Alma”, hace un par de noches atrás, me dejó con una especie de “tristeza-alegría” inusitada por el tiempo pasado, al tiempo que me dejó también sin aliento, acongojada y triste; me quedé sin poder contestarle a Rubén Rega sobre este texto que él escribe. Al releer el libro “Alma por Alma”, sentí la necesidad de poner  la vida de esta gran actriz uruguaya, en el contexto que le tocó vivir a ella,  y a tanta gente de teatro que llegó a Venezuela y por esta razón he entrado en detalles que no son específicamente sobre Alma Ingianni, sino lo que ella como actriz y ser humano vivió y este aire de nostalgia, quizá la misma Alma me lo  trajo y me dio los  bríos para recordar plenamente “Casta Diva” y el impacto que me causó a mí  la actuación  de  la actriz o  el monólogo de “Alma por Alma”, como síntesis política de una época la que no hay que olvidar ni silenciar. Alma no sólo actuó, dijo también todo … y vivió también todo esto junto con nosotros, sus amigos y compañeros que hoy la recuerdan en este libro.

Sonia Murillo- MartIn

Desde la Platea, Revista Venezuela Gráfica

Escritora, crítica. Silicon Valley, California, noviembre de 2006

ALMA LA INTENSA

Comienzos de los ochenta. Una noche voy a ver una obra de teatro cuyo título no recuerdo (total, éste no es un testimonio histórico).  En el elenco está la uruguaya, la “Mireya” del culebrón “Rafaela”.  Es una excelente actriz junto a un buen elenco; en contraste, la obra recibe poca promoción.  Voy a las páginas culturales del diario El Universal para sugerir a amigos periodistas que cubran el trabajo.  El periódico está saturado y Maritza Jiménez me sugiere que lo cubra yo.  Y lo cubrí.  Allí comienza mi relación con la Ingianni quien sin saberlo me lanzó al periodismo cultural. 

Alma llega a Caracas en un momento bastante complejo cuando arriban miles de perseguidos.  La intolerancia está en todos lados.  Grupos reaccionarios -en el que hay ciudadanos recientemente naturalizados- intentan desarrollar la xenofobia en las clases populares mientras que algunos recién llegados se sienten fuera de lugar en un país mestizo, donde se baila la música negroide, donde las costumbres son caribeñas; en alguna ocasión alguien afirmó que “negros tocando tambores no es cultura”. 

La Ingianni seduce Caracas al romper el esquema “Uruguayan for export”: habla alto, expresa sus ideas con las palabras que encuentra, no reflexiona sobre el desorden sino que lo asume y lo vive.  Ella no es solemne, ella ríe y su risa es grande, amplia, sabrosa, transparente. 

Ella es salsa y tango. Su acento vene-guayo mezcla con sabor único “vale”, “chico”, “vaina/”, “mira mi amor” con las vocales alargadas y la pronunciación porteña. Por su acento el oyente sabe que ella realmente se integra a este país y recuerda al otro, es como dice en “Alma por Alma”: “Vine y me quedé”. Su frase característica era cuando no está de acuerdo con algo es: “Brutal, chico, brutal...”

En un país en el que el orden es la excepción, en que programar es complicado, la Ingianni con su experiencia, atrae admiradores de generaciones más jóvenes, algo poco común: actrices como Fanny Arjona, Carmen Landaeta se acercan a ella con admiración para luego desarrollar una amistad; Alma cuando se lo solicitan da consejos o asesora a algún actor.  Es la profesional experimentada segura de sí y a quien ayuda al semejante; es la actriz que escucha sugerencias y las agradece.

La nuestra es una sociedad donde los cargos públicos, subsidios, premios, promociones dependen del halago y la “jaladera”; Muchos fondos públicos se dan por adulación, la sumisión y el silencio.  Entre los teatristas que no transigieron están José Ignacio Cabrujas, Carlos Giménez y Alma Ingianni.  Al ser mujer no adulante, es una “cuaima” o simplemente, mujer de armas tomar.      

Alma es honesta. Dice lo que siente y punto.  Si realmente alguien quiere saber la opinión de ella, debe prepararse a escuchar sus criterios sin matices ni barroquismos.

Para el Festival de Teatro Breve de Petare (en Caracas) ambos fuimos jurado; la obra de mayores logros fue dirigida por Alberto Sarraín, teatrista cubano que había salido de la isla y que residía en Venezuela. El jurado estaba compuesto por ‘izquierdosos’ recalcitrantes  quienes quería premiar la posición política antes que arte.  Allí la Ingianni -de tendencia socialista y sin conocer al director- defendió lo que era justo... cuatro horas después se reconocía el mérito a quien lo merecía.

Otra cosa interesante de Alma era cómo investigaba sobre su oficio. Una vez, frente a unos sabrosos canelones me contó que había ido a un santero: luego de interpretar una serie de personajes intensos se sentía “cargada” así que decidió “examinarse”. Con el santero encontró que los personajes se convertían en presencias espirituales. 

Allí entendí similitudes: llevar un personaje a escena tiene cierta relación con bajar a un santo: ambos se apoderan de la materia que es el cuerpo. La materia debe prepararse a través de la relajación, ejercicios de calentamiento, meditación y entregarse al personaje / santo. El caso es que con santero o sin él, Alma en sus trabajos buscaba la organicidad.                                                           

PABLO GARCÍA G.

Dramaturgo, crítico.

Nueva York, 16/4/2005

“ALMA... ANTES DEL DESAYUNO”

Querido Ruben:

Me pides que te hable de Alma!! No sé cómo hacerlo. Por lo general estos escritos siempre implican que uno hable bien de la persona que se ha ido: nunca discutiste con ella, nunca hubo un sí y un no... Todo lo “bueno” se resalta, y la persona se torna ideal... Si eso es lo que esperas, desde ya te digo que no lo haré. Eso me aburre, y Alma lo aborrecería.

Alma era humana, tan humana... en el sentido de tener todas esas virtudes y defectos que hacen adorable y terrible a cualquier persona. Nosotros corríamos entre esos dos polos. Nacidos el mismo día, conjurábamos ese espíritu acuariano de “solos contra el mundo” para hacer y deshacer en nuestras conversaciones diarias. Sí, diarias. Alma y yo hablábamos todos los días entre 7:30 y 8:00 a.m., a pesar del desayuno de Miguel. Bueno, hablábamos hasta que nos peleábamos. Peleábamos, nos reconciliábamos. Ella no me perdonaba no haber protagonizado “Los Puentes Rotos”, y yo sangraba por la herida por haberme quitado la dirección de “Savannah Bay”. Pero a pesar de eso, allí estábamos, apoyándonos, cuidándonos mutuamente en el complejo mundo de Marte TV.

Si bien nunca pudimos trabajar juntos en teatro, en TV sí lo hicimos y bastante. Cómplices para tantas escenas. Cómplices para sobrevivir. Ella “me cuidaba” en los sets; yo la “cuidaba” en los castings y en los libretos.

Ahora me doy cuenta: nos cuidábamos. Sabíamos que no pertenecíamos a ese mundo de la televisión, que estábamos allí por tantas otras razones que no eran precisamente arte, lidiando en el día a día con la mezquindad de un medio, que poco a poco se convirtió en patrimonio de la mediocridad de un género. Nuevas y autonombradas “primeras damas” de la actuación, desplazaban a las veteranas. Actrices de la talla de la misma Alma, Betty Ruth, y Gladys Cáceres, comenzaron a ser de soporte de estas nuevas figuras, muy bien conectadas, porque, como decía un nuevo gerente – para aquel entonces – de TV: “la pantalla no admite arrugas”; refiriéndose por estas a experiencia, trabajo constante, estudio, tablas, teatro. Sí, teatro.... de verdad!.

Alma y yo nos mirábamos. Ambos sabíamos que las nuevas actrices no tenían, no la mitad de la trayectoria artística de ella y sus compañeras, y aún así, había que callar por aquello del salario mensual. Bueno, tratándose de Alma era un callar relativo. Ella callaba mientras no se metieran con el personal obrero de la planta, o abusaran de los figurantes. Entonces sí decía. Entonces su fama de “conflictiva” (es decir, la de aquella persona que no sabe callarse ante lo que considera injusto) salía a relucir.

Escribo esto y mil recuerdos vienen a mi mente.

La extraño, sabes. Ayer mismo en la mañana iba a tomar el teléfono para llamarla. Inmediatamente recordé que ya  se había ido. Alguien me dijo una vez que estamos prestados en este plano, que cuando lo que vinimos a hacer se cumple entonces, hay que levantar vuelo... Como una gaviota. Sobre el mar de la existencia. Hacia el horizonte de la eternidad. Bajo el cielo de nuestros sueños.

Entonces, Alma... Entre las páginas de “La Rosa Tatuada”. En el repicar de mi teléfono al amanecer. En una carcajada en el mercado, entre el yogurt y los tomates, que no son buenos para el ácido úrico. Detrás de la página de cultura de El Nacional; molesta por no haber sido invitada a un estreno, preparando el café guayoyo, mientras me recriminaba: “Ché, terminá de desayunar y me llamas, que no te entiendo nada de lo que dices”. Alma, al amanecer. Alma, y “te dejo porque Miguel se va”, y un “te llamo más tarde”, y hacerlo para comentarme una frase de metafísica. Y trancar para rezar el Padre Nuestro; y volver a tomar el teléfono para quejarse que no sabía nada de Gonzalo, su querido amigo Gonzalo Veluttinni..., y para decirme que había mandando al infierno a.... No, eso no lo digo. Eso se queda en mi recuerdo de “te lo digo a ti que sé que no se lo vas a decir a nadie”; se queda en el eco de “que tengas feliz día”, y “un besito, sabes”. Y lo que más disfrutaba, Rubén, los 26 de Enero:

- “Feliz Cumpleaños, Johnny”. 

- “Feliz Cumpleaños, Alma”

- Te gané. Este año te llamé yo primero...

- Ja... Ja... Deja que llegue el próximo.

JOHNNY GAVLOSKI  E.

Psicólogo, Dramaturgo, Director

Caracas 5/6/2005

Nos conocimos de una manera algo extraña en 1975.

Fue la noche del estreno de mi obra “Tu Quieres que me coma el Tigre” en la antigua sala del Ateneo de Caracas. Yo, con los nervios crispados, aguardaba a que abriesen las puertas de entrada, cuando repentinamente vi a una hermosísima mujer rubia, de mirada casi líquida, que me llamó poderosamente la atención. El asunto se hizo más intrigante, cuando, un par de minutos después, se me acercó preguntándome si yo era el autor de la obra. Entre el susto y la sorpresa, le dije que sí, que efectivamente era yo. Alma se sonrió y me dijo que ella iba a trabajar en la pieza. Seguían las sorpresas! Yo no estaba enterado que Teresa Selma, la actriz que hacía el papel de Flora, una dipsómana, posiblemente no podría hacer la temporada completa y sería sustituida por Alma. Confusión total y yo apenas entendía lo que pasaba, creí que estaba viviendo un capítulo de la Dimensión Desconocida. Entramos a la sala y se sentó cerca de mí. Por momentos pensaba que era una loca, uno de esos personajes extraños que pululan en el teatro, pero no. Al salir de la sala hablamos de nuevo y desde ese momento seguimos encontrándonos porque ella asistió a todas las funciones para memorizar el texto y fijar los movimientos. Desafortunadamente no pudo hacer el personaje pues Teresa terminó la temporada, pero a fuerza de vernos todas las noches nació una amistad. Supe que habìa salido de Uruguay por razones políticas y compartí en algo las penurias de esos primeros meses de exilio.

Alma me demostró que le hacía honor a su nombre. Era generosa, honesta, humana. Cabal,  disciplinada en su trabajo. Luchó por ganarse un espacio en nuestro teatro y lo consiguió a fuerza de talento y trabajo, sin arribismos ni ventas. Alma poseía un espíritu especial, se aproximaba con entusiasmo único a todos los proyectos de teatro que podía y aprendió a ganarse el afecto de todos.

Alma fue un ser especial. Se la jugaba cada día. La veía en las tablas, desdoblada, crecida, inmensa, derrochando aquella capacidad increíble, es energia que se trastocaba en una suerte de luminosidad. Era una DIVA en el sentido estricto de la palabra. Exigía demasiado a los directores, al elenco, pero no para lucirse cual vedette, sino buscando la perfección del espectáculo. Era la diva que arribaba divina al teatro, como si estuviese envuelta en pieles o pisase una alfombra roja. Luego, se transformaba en escena y cuando recibía el aplauso transmitía la celebración interna que experimentaba

Era un placer hablar con ella después de una función, pues parecía que el personaje no se habìa despegado de su piel y su voz entonaba matices teatrales, casi operàticos y de repente retomaba la realidad y la diva buscaba su espacio. Era una gloria hablar con ella de su historia, de su vida, de sus añoranzas por Montevideo, de sus pasiones, de su avidez por hacer grandes personajes.

La recuerdo en MEDEA, porque después de verla actuando, le dije que ella se parecía al personaje por lo desbordadamente apasionada que eran y ella se negaba con contundencia, pero creo que en el fondo se sentía halagada. La recuerdo en la gran cantidad de personajes que le tocó interpretar, en la Enfermera George, en Alma por Alma... recuerdo sus trabajos en televisión, siempre dramática, muy dramática, y exquisita también. Recuerdo especialmente la telenovela Rafaela, en donde interpretó una villana celosa de antología, tan desbocada como ella y que puso en vilo al país entero cuando amenazó con lanzar a una niña recién nacida (creo que era la hija del protagonista) desde la azotea de un edificio..

La recuerdo especialmente como ser humano, porque estaba siempre dispuesta a escuchar, su casa tuvo puertas y ventanas siempre abiertas para todos. Compartimos vino y comida y amistades y a veces los malos ratos inevitables de nuestra profesión.

Su generosidad quedó estampada cuando un conocido actor argentino precisó de una operación de corazón y no contaba con suficientes recursos para afrontarla. Recuerdo que le sugerí a Alma que recurriésemos a la solidaridad de nuestros compañeros y que hiciésemos una recolecta para conseguir parte del dinero requerido. Ella procedió de inmediato, yo recogí una buena parte, pero fue finalmente Alma quien consiguió millones de Bolívares, llamando de puerta en puerta a todo el gremio y logrando así que la operación se realizase y que Héctor salvase su vida.

No entiendo, con tantas cosas compartidas y tanto afecto que me brindó, cómo no trabajó en ninguna de mis obras. En televisión sí nos vimos, un par de veces. Precisamente, uno de sus últimos trabajos fue en una telenovela que escribí, “La Iluminada”: allí interpretaba a una diva Uruguaya en decadencia que se habìa convertido en la amante de un general y la tenia escondida en un pueblo miserable, perdido en los llanos venezolanos. El personaje vivía de sus recuerdos en el teatro, añoranzas que nadie entendía, hasta que un día decidió montar un monólogo en un viejo local de cine. Por supuesto, el público pitó a mitad del espectáculo y le lanzaron piedras y tomates... Ella gritaba espantada: “Horror, el pueblo me apedrea!”  en una escena inolvidable que culminaba con ella corriendo en traje del siglo 18, por la orilla del río.

Alma peleaba conmigo porque me decía que el público la iba a identificar con el personaje, que se estaba interpretando a ella misma y que ella no estaba en decadencia... “Al menos cámbiame la nacionalidad, que sea argentina, pero no uruguaya .”

Finalmente nos reíamos y ella salió airosa de la telenovela. Nos reímos como nos reíamos tantas veces... luego, nos encontrábamos en su librería donde siempre conseguía algún  libro de teatro y por un tiempo dejamos de vernos, debido mi trabajo. Hasta que un hasta que un día me dijeron que se había ido, que Alma no estaba más con nosotros y su corazón parece que no  soportó la terrible situación política de Venezuela y decidió emigrar hacia otro espacio en donde se radicó definitivamente. No sé si me enteré tarde de su muerte o si en realidad no quise ir al sepelio.  No soy amigo de ver a las personas que he querido y con quienes he compartido, con los ojos cerrados por siempre Creo que Alma no se merecía este final, pero, apasionada como era, ella lo escogió y decidió bajar el telón.

Nada, Alma, que me estoy poniendo triste y prefiero recordarte viva, vital, melodramática, terrible en tus personajes, desgarrándote por dentro, clamando libertades, prodigando amores... Prefiero recordarte viva porque para mi lo estás todavía. Es solo un pequeño receso, ¿verdad?...bueno, amiga, mejor lo dejamos aquí, que a lo mejor te me vas a poner triste tú también. Hasta otro momento, Alma.

José Gabriel Núñez

Dramaturgo. Premio Nacional de Teatro

ALMA CON RESTUCCIA

“Rúben: te envío adjunto lo que escribí para tu libro. Disculpá la demora, pero estuve en cama con gripe varios días.  Estoy buscando en mi archivo unas fotos muy bonitas de Alma, así te las escaneo y te las paso por mail. Dime qué te pareció, un abrazo. Alberto”               

La actriz uruguaya Alma Ingianni tuvo siempre un gran potencial escénico que supo aplicar a distintas propuestas dramáticas bajo la dirección de grandes maestros de la puesta en escena.

Alberto  Restuccia, director y fundador de la Compañía de teatro independiente  Teatro Uno de Montevideo (hoy con 45 años de trayectoria ininterrumpida); un grupo vanguardista  “independiente de los independientes” que la tuvo en su elenco entre los años 1971-72, una época de duros enfrentamientos políticos, sociales, militares y guerrilleros en el Uruguay.

Alma Ingianni era dueña de una hermosa y rubia figura, con gran fuerza de presencia y poseedora de una voz cavernosa y potente y una riquísima personalidad.

Restuccia la invitó a actuar formando parte del elenco de dos espectáculos:

1) “En familia” del clásico autor uruguayo Florencio Sánchez en la sala de Teatro del Centro. Ahí Alma componía una de las hijas de esa familia burguesa en decadencia al lado de grandes figuras del teatro uruguayo como Juan Gentile (El Galpón), Mora Galián (leyenda del radio teatro uruguayo), Adriana Lagomarsino y Till Silva (club de Teatro), Luis Cerminara (Teatro Uno), Cristina Lagorio  (Comedia Nacional), y Víctor Ibáñez (Teatro del Pueblo).

2) “Guay Uruguay” del poeta y dramaturgo Milton Schinca, en la sala Palacio Salvo.

Allí Alma encarnaba una “pieza” de la “máquina de votar” que preanunciaba el fin de la democracia en el país y el avance del fascismo del Plan Cóndor.

Integraban el elenco Chito Speranza (Teatro Circular), Julio Novoa, Luis Cerminara y otros.

Además de su trabajo escénico en Teatro Uno con Alberto Restuccia, Alma Ingianni participó en giras por el interior y militancia para el Frente Amplio (fuerza política que hoy gobierna el Uruguay).  En ese campo estuvo haciendo teatro en fábricas ocupadas y escenarios callejeros, con un público de miles de obreros y teatro callejero de la resistencia cultural popular, frente al avance de la dictadura que se avecinaba.

ALBERTO RESTUCCIA

Director, Dramaturgo, Docente

Montevideo, 19/7/2005

SIGUE A MI LADO, CADA VEZ QUE SALGO A ESCENA

Una energía de singular belleza apareció de pronto en las calles de Montevideo y en sus escenarios.  Se comentó con asombro su debut y presencia en “La Máscara” y el nombre de Alma Ingianni pasó a  integrar la historia del teatro montevideano.

“La Máscara” me invitó a dirigir “El Embrujado” de Valle Inclán y designé a Alma para que tomara a su cargo el papel de la mujer del protagonista. Con el entusiasmo y la alegría que la caracterizaban, comenzó a trabajar la patética peripecia del personaje a su cargo.

El hermoso y personal sonido que integraba su cuerpo y la flexibilidad de su físico, fueron usados con gran inteligencia, para acercarse al mundo mágico de Valle Inclán y fue un placer histriónico contar con su participación en la puesta en escena de “El Embrujado”.

Disfrutando en Playa Honda, con la correspondencia de y hacia Venezuela y con los encuentros en varios Festivales, se mantuvo vivo el trabajo teatral que cumplimos juntos en Valle Inclán y que impregnó nuestras vidas de muy positiva energía.

Así Alma se definió como una hermana del mundo histriónico y sigue a mi lado cada vez que salgo a escena.

ROBERTO FONTANA

Actor, Director, Docente.

Montevideo 04/08/2005

TORRENTES DE RECUERDOS...

A partir de su invitación traté de rescatar entre los viejos recuerdos no solo la figura si no la personalidad, carácter de quien fue una gran amiga, compañera de ruta , confidente de angustias y alegrías como todos teníamos en esos años. Por supuesto eso disparó mi propia vida, mis inicios en el teatro y mis compañeros. Alma era una compañera de trabajo, compañera de charlas, compañera de búsquedas y de tristezas.

Su gran dedicación, su talento y su indudable belleza (a la que nunca le dio demasiada importancia) permitían fácilmente pronosticar una brillante carrera como actriz.

Pero Alma partió un día, lamentablemente yo también partí, ambos partimos y sólo hace muchos años me llamó por teléfono… que estaba en Montevideo y quería saludarme. No pudimos vernos, pero aquello y ahora esta posibilidad, despertaron un torrente de recuerdos imborrables de una época maravillosa del Teatro Independiente Uruguayo que tuvimos el honor y el enorme placer de compartir.

En aquellos nuestros primeros pasos en el teatro tan temblorosos y angustiantes ,pero desbordantes de ilusiones y de afectos Alma fue una muy querida compañera de trabajo pero por sobre todo una entrañable amiga, amiga que me ayudo o quizás pueda presumir que nos ayudamos para caminar por esos difíciles comienzos tan llenos de sueños y angustias.  

CLAUDIO GOECKLER

Escenógrafo.

Montevideo 25/08/2005

MI EXPERIENCIA CON EL BUEN HUMOR DE ALMA

La espontaneidad fue una de sus virtudes tanto en la vida social como artística. Era una artista de temple de tono de voz fuerte de muy buena dicción y resolvía con total expresión natural los problemas que podían presentársele en los montajes. Obviamente era una actriz que se entregaba totalmente a su personaje, apasionada, frontal y rebelde y con un sentido del humor muy especial.   Un día fui a ver uno de sus monólogos y que tú Ruben, habías dirigido...no me acuerdo si era Alma por Alma, sí recuerdo  que fue en la Sala de Conciertos y que había un biombo a la derecha del escenario. La pieza comenzaba con ella quitándose su falda y blusa para ponerse un estupendo robe de chambre, mientras sonaba el preludio de la opera Rigoletto.  Evidentemente tenía dificultad para hacerlo, porque tardaba demasiado en darlo vuelta y muy inteligentemente le hizo un guiño al público, diciendo en voz alta y con incredulidad “me lo puse al revés!” y toda la sala rió, luego siguió la estupenda  actuación y en otro momento, más tarde, en que regresó al biombo para quitarse y volver a ponerse el vestido de raso color oro, tuvo otra vez dificultad con el mismo y  dijo con el mayor asombro, no creyendo que eso le pasara a ella: “ pero otra vez me lo puse al revés!!” y eso fue una carcajada total en la sala. Fue una comunión con el público expectante ante la intensidad de los varios personajes que interpretaba. La espontaneidad al servicio de situaciones cambiantes y resueltas con humor le valieron la adhesión del público asistente que la aplaudió de pie, gritándole bravos y posteriormente la crítica la coronó con sus mejores comentarios.

...Y nos cruzamos en este camino sin adioses...pasaste... sin dejarme el personaje, aún con enojos en miradas profundas y en cristalinas carcajadas... siempre amiga aún en nuestra relación de intermitencias, de pertenencias y de ese perfume de jazmines que dejaste en mi Alma...

MARTA CANDIA

Directora de Teatro

Montreal, Canadá.

28/1/2007

Nota: la obra era  el estreno de “Casta Diva” 

SUPERVIVIENTES  

Conocí a Alma en los años 80. Ella era una reconocida actriz de teatro y televisión, hermosísima y carismática,  y yo una principiante en el mundo del teatro. Nos unió el Río de La Plata, el exilio y el teatro. Ella era, creía yo, sobreviviente de la dictadura uruguaya y yo de la argentina. Y las sobrevivientes en aquella época, e incluso ahora, nunca hablábamos de lo que nos había sucedido.

Pero un día de sol, después de muchos años de amistad,  estaba visitándola en su apartamento de Los Palos Grandes y, no sé porqué Alma me contó su historia. Lo hizo de un tirón, sin puntos ni comas, ni sorbos de agua ni respiros. Lo hizo como si tuviera un pedazo de carbón ardiendo atravesado en su garganta.

He aquí lo que me contó y perdón si olvidé,  o recuerdo erróneamente, algunos detalles.

En 1972 Alma tuvo que exiliarse para salvarse de  la dictadura uruguaya y se va a Chile. En 1973 la agarra la dictadura chilena y, después de varios meses de clandestinidad, se exilia en Argentina. Allí consigue trabajo en telenovelas hasta que en 1976 la agarra la dictadura argentina  y no metafóricamente: es detenida.

Camino a la comisaría Alma intentó, una y otra vez, convencer a sus captores de que ella no era la persona que ellos creían que era.  Ya en la comisaría siguió insistiendo tanto que logró que el comisario le diera “audiencia”. La puerta de su despacho se abrió; el comisario, sentado, la miró con sus ojos fríos y le dijo:

- Yo a usted la conozco.

Alma iba a comenzar otra vez con su alegato de la confusión pero él, haciéndole un gesto con la mano para que se sentara, le dijo:

- ¡Usted es la actriz de la telenovela x! ¡Fulanita de tal! (y la nombró por su personaje).

Y para sorpresa de Alma, el comisario muy sonriente comenzó a contarle que él y su familia no se perdían la telenovela, (el gran  éxito de ese momento),  por ningún motivo y que le encantaba su personaje. Como todo mortal, aunque fuera un genocida, él también sentía fascinación por la televisión y allí estaba Alma, su personaje de todos los días, joven, hermosa, frágil, su prisionera. De repente el comisario se puso serio, suspiró y le dijo:

- Voy a hacerle una propuesta, por los buenos momentos que me hizo pasar su personaje. Usted hoy no estuvo aquí, no fue detenida. Le doy 24 horas para que se vaya del país. Después de ese plazo, si no se pudo ir, yo no voy a poder hacer nada para salvarla.

Alma le agradeció efusivamente y salió corriendo a buscar su maleta, siempre lista, voló al aeropuerto y compró un pasaje para el primer vuelo que saliera del país.  Así llegó a Caracas.

Cuando terminó de hablar Alma se puso un poco triste, miró al suelo y cambió radicalmente de tema.

Yo, paralizada de dolor y horror por su relato, la miraba con profunda tristeza, preguntándome cómo, si yo no podía vivir con el dolor de un exilio, ella vivía con el dolor de tres exilios sin que jamás se le notara.

Entonces entendí mejor su carácter, que a veces era explosivo. Pero como una herida no puede curarse con otra herida sino con un médico, muchas veces pasamos largos períodos sin vernos. De hecho, cuando murió, hacía por lo menos 2 o 3 años que no nos veíamos (salvo ocasionales encuentros en el teatro). Es más, yo ni siquiera conocí su apartamento, el que por fin había podido comprarse después de tantas angustias, luchas, sacrificios, junto a su esposo.

Recordar esto me puso triste, pero no quiero recordar a Alma con tristeza, porque eso no era lo que la caracterizaba. Alma era una diva italo uruguaya; una actriz maravillosa, de esas que te ponen los cabellos de punta; una mujer sencilla, hermosa, que siempre llamaba la atención sin proponérselo; una amiga solidaria; un carácter a veces volcánico; una risa que era una cascada. Alma era … simplemente un alma.

Viviana Marcela Iriart

Escritora, productora de teatro

Caracas, marzo 2007.

PAUTAS DE EXCELENCIA A LOS NUEVOS ACTORES

El pasado fin de semana nos enteramos del deceso de Alma Ingianni, actriz de dilatada trayectoria en la escena latinoamericana. Alma, de origen uruguayo desde temprana edad marcó una pauta en la escena montevideana: encarnó personajes que iban desde los clásicos a los contemporáneos, Lope de la Vega Pinter, García Lorca, Valle Inclán, Williams, Anouilh, son algunos de los autores cuyos personajes llevó la actriz a escena.

Ante la situación política que vivía el país sureño, Alma se vio en la necesidad de buscar nuevos horizontes ¿Destino?, Venezuela. Parecía que todo saldría bien, recién llegada a Caracas fue contratada por un canal de televisión para ser “Mireya”, de la telenovela Rafaela”, entre las primeras “malas” en alcanzar celebridad en ese país. Más algunos sectores alentaban cierta actitud xenofóbica. Alma no se amilanó, al contrario: el rechazo que pudo sufrir por ser extranjera se convirtió en un reto para ello hizo doble esfuerzo y lograr el reconocimiento que merecía.  Su talento se impuso sobre las mezquindades.  Posteriormente, hizo diversos trabajos en televisión y en el teatro de Venezuela. Una de sus más célebres interpretaciones fue la Irina Arkadina en “La Gaviota” de Chejov. 

Tuvimos la oportunidad de ver su trabajo “Alma por Alma”, dirigido por el también uruguayo Ruben Rega. En el unipersonal, Alma contaba su trayectoria como actriz mezclada con elementos de su experiencia personal llevando a escena un testimonio íntimo. Dicho trabajo paseaba al espectador de la risa al drama, llegando éste a sorprenderse ante las posibilidades dramatúrgicas de la vida de una actriz. Este monólogo además fue el enfrentamiento honesto y despojado de una creadora ante centros de poder como los medios de comunicación masiva.  Una honestidad apabullante, gran sentido del humor y la lucha por superarse caracterizaron la vida de esta actriz cuyo talento marcó pautas de excelencia a los nuevos actores.

Orlando Urdaneta

Actor Cine, Teatro, Conductor TV., Periodista

Miami, Abril 2005

“ADIOS A UNA ACTRIZ: SRA. ALMA INGIANNI”

“Alma por Alma” fue el título de la obra que definió su carrera. Quizás su vida. Una obra marcada por lo autobiográfico. “Alma por Alma”, como si una se intercambiara con la otra, como vestuarios que caen, como piel que se muda. Ora sensible, ora descarnada, como era ella Alma Ingianni. Sincera, sensible, actriz, artista.  Quienes la conocimos sabíamos que Alma diría las cosas como venían a su mente, especialmente  cuando consideraba que algo era injusto. Su amor por la actuación era inmenso sin embargo, tuvo que tomar distancia. Esa, la obligada. La que todo actor conoce después de atravesar cierto límite en su vida, cuando la experiencia de vida y simpatía de ejecutivo de televisión parecen no ser compatibles.  Entonces se impuso la vida.  La distancia de su amado Uruguay, y las profundas raíces con las que se sentía unida a Venezuela. Dos países, una crisis. Vivir el día a día. Deshojar la vida entre los libros. Soñar con quizás algún día.  Hablar con ella, en estos últimos tiempos, se convertía en una revisión de actos de amor. Y digo esto,  no llevado por el dolor de quien perdiera una amiga, con el supuesto consuelo de que la muerte perdona todos nuestros errores. No, Alma había trascendido esa común mezquindad, que hace del resentimiento una comidilla.”

En estos tiempos Alma intentaba encontrar la grandeza en las cosas sencillas. Hoy cerró los ojos para dormir, y de un sueño pasó a otro, morir, dormir, tal vez soñar ...

Esta noche, preso del dolor por tu pérdida, me levanto para aplaudir Tu vida, querida Alma ... Gracias por tu amistad!!! Dios te bendiga, alma por alma”

JOHNNY GAVLOVSKI E.

Dramaturgo, Director teatral, Psicólogo.

Caracas 3/4/2004

PRESENCIAS RAUDAS DE MUJERES RUBIAS

El teléfono al repicar no tiene el timbre contagioso de tu ¿¡Hola, cómo andás!? ya no lo tendrá más … y saber que no estás, puebla de presencias raudas de mujeres rubias mi imaginación insomne por todos los vestidos que no te diseñaré y por todos los espacios que crearé y que no poblarás con los extraños mil matices que tu voz podía convocar … Alma, la brillante, la fuerte, la DIVA, ya no está y con ella siento que he perdido una fuente de inspiración y una meta de exquisita excelencia que estrechaba el Río de Plata, que separa nuestros países de origen para convertirlo en agua y tierra, que fecundaba al sol ardiente de nuestro común destino de creación y amor: Venezuela.

Alma, no te alejes demasiado … tu creías en los ángeles y en las musas como creo yo … ambas nos sentíamos llamadas por el susurro, los gritos y el silencio de la escena e hicimos de nuestras vidas un canto y una oración de entrega al mundo misterioso del arte escénico, tu desde la actuación y yo desde el diseño; por eso Alma, no te alejes demasiado, que todavía no está listo tu mejor traje ni tu espacio definitivo… junto con Rubén lo estamos haciendo, en este TU libro.

A mi mejor amiga, con admiración, Silviainés Vallejo.

SILVIAINES VALLEJO 29/05/2005.  

Escenógrafa, vestuarista, docente.

Caracas, 20/05/2005

“Cómo no haber amado sus grandes ojos fijos...”

Evocar a Alma Ingianni implica recordar aquel verso de Pablo Neruda que en los “Veinte poemas...” decía: “¡Cómo no haber amado sus grandes ojos fijos...” Porque el primer recuerdo que le asalta a uno, embarcado en esa evocación es la mirada profunda y cálida que brotaba generosa y arrasadora, desde sus grandes ojos oscuros. Después su belleza se imponía junto a su instintivo talante teatrero cuando la veíamos actuar en “El embrujado”  de Valle Inclán; o encarnando a la legendaria Casandra en “Las troyanas” de Eurípides; o lidiando con la sutil dialéctica de Sartre en “A puerta cerrada”; o, en fin..., en tantas cosas que hizo tan bien, cuando aquí integraba el elenco del teatro independiente “La Máscara”. Los años negros de la dictadura uruguaya la llevaron a radicarse en Caracas, donde tuve el placer de ser uno de los tantos compatriotas que disfrutamos de su cordialidad junto a su compañero Miguel. Como cuando me paseó en su coche recorriendo la complicada capital venezolana, o buscando a lo largo de la interminable avenida Francisco Miranda la compañía de aviación donde debía marcar mi pasaje de regreso; o recorriendo pacientemente el Centro Comercial (ahora aquí les llamamos yanquimente “Shopping”) en busca de regalos para mis hijos; o compartiendo la recatada emoción con que recibió de manos del Presidente de la República Herrera Campins el galardón de mejor actriz del año. Así en 1981 y en 1992.

Pero también cuando visitó Montevideo y la acompañé a “La Máscara” donde la emocionada y tartamudeante exclamación del entrañable Jorge Zouain la recibió con un “¡Hija de puta! Te acordaste de nosotros...” que distaba mucho de ser un insulto sino una explosión de postergado cariño. El mismo con que hoy la recordamos quienes fuimos sus amigos. 

JORGE PIGNATARO

Escritor, Crítico, Periodista

Montevideo, marzo 2006

Recordando como público

Caracas a fines de los 70 tenía pocas opciones a nivel de televisión, sin contar con incontables horas de publicidad. Fue así como caí en un programa de teatro, que luego supe dirigía  el dramaturgo español José Antonio Rial. En contraste con otros programas ostentosos, éste mostraba sólo dos sillas: una para la invitada, otra para el director. Comencé a mirarlo porque era una buena alternativa al ruido de la tele, me quedé viéndolo por las manos de la actriz. Ella comenzó a leer un trozo de “Un tranvía llamado deseo” de Tennessee Williams; sólo su voz se escuchaba y el único movimiento en el escenario eran sus manos. Me impresionaron tanto, que hablé por años de esas manos. Luego pude ver a la misma actriz en el teatro, y le pude poner nombre a esas manos: Alma Ingianni.

Cuando vi este programa en la televisión venezolana, hacía ya años que era una asidua espectadora de este arte, habiendo ido de la mano de mi madre y de mi tía en Chile, puesto que ambas hacían y estudiaban teatro en el sureño país. Siempre me gustó el teatro y estaba empapada de él al llegar a Venezuela, nuestra segunda patria.

Venezuela en esos años hizo buen uso de sus petrodólares y puso mucho de ese dinero en la cultura, abriendo teatros y museos, creando un intenso mundo intelectual y dándole cabida a los desplazados de la  Guerra Sucia del Cono Sur. Fue así como comenzamos a juntarnos todos los amantes del teatro, el arte, el cine, la literatura y la danza. Íbamos del Museo de Arte Contemporáneo Sofía Imber, a la Galería de Arte Nacional, al Teatro Teresa Carreño, a la Sala Anna Julia Rojas, al Rajatabla, hasta al edificio de La  Previsora para una película o a una buena librería. Pero el recinto del Ateneo de Caracas era uno de los más mágicos y fue ahí donde me encontré de nuevo con esas manos, en la obra “Casta Diva” de Ethel Dahbar.  Mi madre, la crítico de teatro Sonia Murillo-Martín, me invitaba al teatro asiduamente a disfrutar de estos espectáculos, para luego quedarnos horas conversando en el cafetín del teatro con críticos, actores, dramaturgos, directores, amantes del teatro, etc. Recuerdo una Alma etérea en “Casta Diva,” con una fuerza inusitada en una mujer tan delicada, con una voz que llenaba la sala, y las manos… ¡esas mismas manos! Vi a Alma Ingianni en infinidad de obras largas de enumerar en este corto espacio,  así como en televisión, en donde trabajaba en teleseries. En una de estas tantas reuniones de teatreros, nos contó que el libretista le había preguntado que cómo pensaba que era su personaje y luego de contarle un poco sus impresiones, se vio la próxima vez regando plantitas en un balcón, dándole un sabor cálido a su personaje, cosa que le causó mucha gracia y agrado.

“Alma por Alma” es una obra que recuerdo vívidamente. Ya habíamos pasado algunos años en el exilio voluntario, pero la juventud no me permitía darme cuenta del alcance de lo que realmente significaba. Alma fue desgranando un exilio en esa obra, que nos dejó a todos los del Cono Sur con lágrimas en los ojos. Sé que estaba sentada al lado de Lola Boza, la esposa de RAS, el crítico de teatro Eduardo Robles Piquer, porque Alma le tomó las manos mientras actuaba y dijo su nombre, que es también el mío. Lloramos y reímos en esa obra, con su improvisación, con sus comentarios lacerantes para una comunidad herida por el desarraigo, con una mujer que sabía reír y reírse de sí misma, haciendo eco de nuestras tragedias y comedias cotidianas.

Recuerdo también a Ethel Dahbar, las conversaciones después de una obra, los comentarios, la emoción de ver sobre un escenario los personajes que hasta hace tan poco sólo estaban en su imaginación. Quisiera rendirle un homenaje a estas dos mujeres, que nos dieron tanto a los espectadores, tanto, que después de treinta años, todavía las llevamos en el corazón. 

Carolina Moroder

Periodista y Profesora de Lenguas

California, 20 de enero de 2008

Yo siempre recuerdo a Alma

Con respecto al libro de Alma, me contenta mucho que alguien se haya ocupado de ella. Siempre he creído que uno de los grandes problemas que tenemos en Venezuela es la falta de memoria, cuando la gente se retira, se muere o simplemente deja de hacer algo por un tiempo, todos te olvidan con una rapidez increíble.

Yo siempre recuerdo a Alma, porque fue la primera persona que conocí físicamente en el teatro venezolano. Yo había empezado a hacer crítica de teatro en El Diario de Caracas, que dirigía Tomas Eloy Martínez, (Ese fue mi primer acercamiento al teatro) y mis críticas empezaron a causar mucha polémica. Era muy divertido, porque yo iba a los estrenos y como nadie me identificaba físicamente, hablaban de lo que yo había escrito sin identificarme y yo me moría de la risa de escuchar los comentarios en mi propia cara. Toda esa diversión terminó el día en que fui a ver “El Pacto”, una obra donde actuaba Alma Ingianni y dirigía Carlos Omobono.

Carlos sí me conocía porque estudiábamos los dos en la Universidad Católica, él me había invitado al estreno y me pidió que me quedara al cóctel. Cuando me vio grita delante de todo el mundo “Hola Inés Muñoz Aguirre” y yo veo que Alma, a quien yo respetaba mucho como actriz se abalanza hacía mi, diciendo, “Con que tú eres. No puedo creerlo, si tu eres una niña”  y cuando estuvo cerca de mí me cayó a coscorrones, mientras repetía “esta es una niña”  y yo, lo único que hacía era reírme de su actitud que me pareció tan espontánea.

Finalmente, me abrazó y me dijo “me encanta conocerte y sigue adelante que está muy bien tu trabajo”. Eso nunca se me olvidó y a partir de allí donde quiera que nos veíamos nos saludábamos con mucho afecto. Cuando supe de su muerte, me entristeció mucho, ya ni recuerdo cómo lo supe porque cuando ocurrió,  yo estaba dedicada a mi empresa y como te decía, ya olvidada de los demás. Fíjate que de haber sabido de ese esfuerzo del libro me hubiera encantado escribir esta historia y haberles dado la crítica de El Pacto, imágenes del programa, etc.” 

Inés Muñoz Aguirre

Escritora, Directora

Caracas, Abril 2008

EL APLAUSO FINAL

“Alma Ingianni era una actriz, rubia y muy bonita, que estuvo ligada parte de los años sesenta al Grupo “La Máscara” de la calle Río Negro, donde se destacó en títulos como “Picnic” de Inge, “De repente en el verano” de T. Wlliams, “Las troyanas” de Eurípides, en la que bajo la dirección de Sergio Otermin encarnaba con especial sensibilidad la difícil silueta de “Casandra”.

En la década del 70, luego de cumplir un ciclo televisivo junto al argentino Rodolfo Bebán, partió para Caracas, donde en poco tiempo se convirtió en uno de los nombres femeninos más importantes del teatro y la televisión de Venezuela.

Viajeras como China Zorrilla y Dahd Sfeir, aseguran que Alma era un cálida anfitriona, rasgo que muchos uruguayos de paso por allá, pudieron comprobar…”

ALVARO LOUREIRO - ALFREDO GOLDSTEIN

Brecha Pág.29/2006

Montevideo, Uruguay

AGRADECIMIENTOS    

Sra. María Teresa Castillo 
Sr. Pedro Gatti 
Sr. Argenis Martínez 
Sra. Vilma Ramia 
Sra. Eva Ivanyi 
Sra. Cristina Coronel 
Sra. Carmen Manarinno 
Sr. Pablo García 
Sr. Johnny Gavlosky 
Sr. José Pulido
Sra. Silviaines Vallejo 
Sr. José Antonio Barrios 
Sr. Orlando Urdaneta 
Sr. Claudio Goeckler 
Sra.Sonia Murillo-Martin 
Sr. Jorge Pignataro 
Sr. Roberto Fontana 
Sra. Lavinia González 
Sr. Alberto Restuccia

Sr. Gustavo Tambascio 
Sra. Marta Candia 
Sr. J. M. Vidal Rodas 
Sr. Manlio Vitale d’Amico Sr. Adán Martínez 
Sr. Claudio Goeckler 
M.R.M. 
Sr. Eduardo Robles Piquer (RAS) 
Sr. J. C. Cravea 
Sr. Ruben Monasterios 
Sra. Silvia Tron 
Sr. Leonardo Azparren Jiménez 
Sr. Alvaro Loureiro 
Sr. José Antonio Rial 
Sr. Alfredo Goldstein 
Sr. E. A. Moreno Uribe
Sra. Helena Sassone 
Sr. Juan Martínez De La Vega

Sra. Shelley Pearson
Sra. Giselle Schaffer
Sra. Viviana Marcela Iriart
Sr. Federico Alvez
Sr. Edgardo Greco
Sr. José  Pulido
Sra. Patricia Guzmán Bajares
Sra. Cheffi Borzachini 
Eduardo Gaamondes 
Miguel Gracia 
  

Sra. Nelly Weissel 
Sr. Antonio Briceño 
Sra. Laura Escalante 
Sr. Atilio Acosta 
Sr. Sergio Otermin 
Sr. Bernardo Galli 
Sr. Carlos Giménez 

Agradecimiento:

Al Sr. Sergio Dahbar, argentino-venezolano, por su autorización escrita para publicar el texto “Casta Diva “ de Ethel Dahbar..

—— Original Message —— From: Sergio Dahbar

To: Ruben Rega

Sent: Wednesday, November 07, 2007 9:35 PM

Subject: Re: Email de Ruben Rega

Estimado Ruben

Gracias por esta carta y felicitaciones por tu proyecto. Por supuesto que como heredero de Ethel Perlati de Dahbar, te autorizo plenamente que utilices el texto Casta Diva, que es autoría de Ethel Dahbar, para la edición del libro Alma por Alma. Sin más, te dejo y de verdad auguro muchos éxitos para ti.

Sergio Dahbar  

“El Comité de Amigos de Alma Ingianni y Ethel Dahbar”: Prof. Sonia Murillo-Martín, escritora Viviana Marcela Iriart, Dra. Susana Castro D. Castillo, Lic. Laura Alcoba Levy, Lic. Ruben Rega, expresan su agradecimiento muy Especial, a las personas sin cuya ayuda económica hubiera sido posible editar este libro en homenaje a ambas artistas. 

Prof. Sonia Murillo-Martin, chilena-estadounidense.                                 

Escritora Sra. Viviana Marcela Iriart, argentina- venezolana.

Dra. Susana Castro, ecuatoriana-estadounidense.                                    

Lic. Ruben Rega, uruguayo-canadiense-venezolano.                                     

Sr.Adán Martínez Francia, uruguayo-argentino-venezolano-colombiano.

Sr. Alejandro Chacon, argentino-venezolano-colombiano.                               

Sra.Carolina Moroder-Murillo, chilena-estadounidense.

Sr. Pablo García Gamez, venezolano-estadounidense.                             

Sra. Marta Candia, argentina-venezolana-canadiense.

Sra. Rebeca Martín, venezolana, suiza.

Lic. Laura Alcoba Levy, uruguaya-venezolana.

Sr. Johnny Gavlovski, venezolano.

Sr. Miguel Henrique Otero Castillo, venezolano.

Esther “Dita” Cohen, venezolana.

Epilogo

Nunca diremos adiós…

 “¡Mirá! Nosotros envejecemos, el jardín sigue igual. La abadía no ha perdido su encanto, ni el jardín su fragancia.”

Parlamento de Juan Palmieri de Antonio Larreta.

Fue la casualidad  la que me llevó a comunicarme con Ruben Rega. El tiempo nos había alejado. Él volvió a su país natal y yo me vine a California. Así también, como por casualidad, es que me comuniqué hace tiempo atrás con Pablo García Gámez, quien vive en Nueva York; y fue también una casualidad que por medio de Pablo, yo recibiera la noticia escrita por Orlando Urdaneta desde Miami, que Alma ya no estaría más con nosotros. Me quedé anonadada con la noticia, pero el artículo escrito por Urdaneta, me fascinó. Estaba lleno de verdades que por verdades duelen, sin embargo, al autor no le tembló el pulso para decir lo que era cierto. Conversando por casualidad de tiempos pasados con mi amiga Viviana Iriart, es que supe que Ethel Dahbar tenía Alzheimer y luego supe que ya no estaba con nosotros, claro está que esta noticia es incierta… Todo me parecía como estas casualidades que se dan sólo sobre la escena, pero ahí estábamos, todos nosotros los que una vez fuimos el alma del teatro en un país, Venezuela. Actores, dramaturgos, actrices, críticos, directores, vestuaristas, iluminadores, escenógrafos y quien fuera parte de este teatro que ya  hoy es historia. Ahora estamos reunidos en un libro Homenaje a Alma Ingianni y  a Ethel Dahbar, titulado Alma por Alma.

El Teatro es veleidoso y lleno de egos insalvables, esto, todos/as lo sabemos. No obstante, en este libro creado por Ruben Rega con todo amor para su actriz predilecta y su dramaturga favorita, cuando el proyecto nos fue llegando uno a uno, una a una, todos, al unísono, hemos respondido a escribir en el libro y también a nuestro modo, a apoyar este espacio de vida que ya conforma la Historia del Teatro de Venezuela. Aquí no solamente ha participado el mundo del teatro de esa época tan especial, que nos unió a los del Cono Sur en Venezuela. También en este libro está participando una persona que descubrió la belleza de la actuación con Alma Ingianni y el poder de la dramaturgia con Ethel Dahbar. No la nombraremos, porque como admiradora de ambas mujeres y como periodista que es hoy, ha querido participar en este homenaje a nuestras dos luminarias y ha escrito su visión de público adolescente, que descubre otra forma de ver teatro, puesto que de quien hablo, el teatro lo trae en la sangre junto a su madre, con quien conoció a todos ustedes y en especial a Alma y a Ethel. Con esto quiero expresar que no solamente los colegas del teatro de Alma y Ethel le estamos brindando nuestro homenaje, también hay un público que las recuerda con admiración y cariño. Estas palabras no quieren ser el epílogo de Alma por Alma, sino que, todo lo contrario, quiere ser el libro punta de lanza de  la “historia del teatro venezolano”. Hemos recibido algunos otros interesantes libros de teatro de Venezuela y este Alma por Alma, es el que de alguna manera nos ha reunido a todos, venezolanos y sureños, que con una misma voz y con todos los acentos de nuestra lengua, junto a Ruben Rega, quien tuvo la brillante idea de crear el libro, le hacemos este Homenaje a Alma y a Ethel … amigas las queremos, las admiramos y las recordamos como ustedes eran, hermosas, talentosas, caprichosas o lo que fuera y por sobre todo, dos seres humanos, como todos los que hemos hecho posible este libro…

“ Uno  inventa su historia diariamente, crea fábulas para seguir viviendo y mezcla la verdad con la fantasía … es como un juego de espejos donde tú tomas mi vida. Y a veces  yo también tomo algo de la tuya…”

Casta Diva de Ethel Dahbar

Prof. Sonia Murillo-Martin

Delegada y Directora CELCIT Norte de California, María teresa Castillo

California, 14 de enero de 2008

®

”Alma por Alma”

MONÓLOGO EN UN ACTO DE: ALMA INGIANNI/RUBEN REGA                

             Elenco:  ALMA INGIANNI

          Vestuario: Equipo Actriz/Director

          Ambientación: Ruben Rega

          Iluminación: David Blanco

          Música: Eduardo Bolivar

          Dirección: Ruben Rega                  

            Agradecimientos: Fundación Rajatabla

                                     Ateneo de Caracas

                                     Embajada de Uruguay

                                     Embajada de Italia y el

                                     Instituto Venezolano Italiano de Cultura

                                     Srta. Vilma Ramia Espacio Unión

                                     U.C.V Universidad Central de Venezuela

Estrenada el 7/10/1984 en la Sala Rajatabla, Caracas, Venezuela.

Fue representada por muchísimo tiempo en diferentes espacios y teatros de la ciudad, incluida la Sala de Teatro de la Universidad Central de Venezuela y ciudades del interior de Venezuela.

Acto único

“(Golpes de puerta, fuera de escena)... dejadme entrar! ... dejadme entrar! ... dejadme entrar! ... (entrando en escena) que bien puedo en consejo de los hombres. Que bien puede una mujer? Si no dar voto, dar voces! ... vosotros sois hombres nobles?  Vosotros padres y deudos? ... vosotros que no se os rompen las entrañas de verme tantos dolores! ........... ovejas sois!, bien lo dice de fuenteovejuna el nombre!...gallinas, hilanderas, maricones, amujerados, cobardes!...mujeres de la villa, acudid porque se cobre vuestra honra, acudid todas, todas…” (la actriz cae al suelo. Pausa.  Desde el suelo mirando al público)

Qué alivio!... Hola! Cómo están?...no, no estoy loca, bueno más o menos soy actriz…no me conocen?... Y que han estado haciendo estos últimos catorce años?  Porque yo he estado en todas partes, yo o mis personajes o mis otras, mis queridas otras.  Mi nombre es Alma Ingianni, con doble ene.  Mi apellido viene “Della Italia” de Morano de la Calabria y el nombre, Alma, nadie sabe quién fue que me lo puso.  Pero bueno es poético, romántico, y muy teatral, Tennesee Williams lo tomó para su personaje femenino de su obra “Verano y Humo” autor también de “De repente en el verano” …allí el personaje femenino se llama Catherine, mi pobre Catherine……” todos nos usamos los unos a los otros y a eso le llamamos amor, cuando ya no nos usamos entonces es el odio…” (la luz comienza a disminuir hasta concentrarse en el personaje)

Catherine. “Y esto no lo creerán. Nadie lo cree, nadie, el mundo puede creerlo y es lógico que no lo crean … habían devorado parte de su cuerpo, lo habían cortado en pedazos, con las manos o cuchillos, o quizá con esas latas filosas que usaban a modo de instrumentos musicales … lo habían cortado en pedazos para masticarlos y tragarlos con aquellas bocas negras, hambrientas y vacías … o se oía nada ya…no se veía nada … Solo Sebastián, como un ramo de rosas color sangre, envueltas en papel de seda blanco, aplastado y deshecho contra el muro blanco…” (al cambio de la actriz, vuelve la luz)

Pero por la magia del teatro podemos pasar de la atormentada Catherine a la poderosa Mercy Croft.  Mercy croft, es un personaje de “El asesinato de la enfermera George” de Frank Markus, dirigida por Antonio Briceño. Con este personaje tuve el honor de recibir tres premios: El de los críticos “Critven”, el premio municipal de teatro y el premio “Juana Sujo”. Bueno en realidad dos poque uno no me lo han entregado todavía, espero algún día me lo haban llegar.  Mercy Croft, es una alta ejecutiva de un poderoso canal de televisión. En esta escena mi personaje va a visitar a la actriz del canal, Srta. Macnamara que es la protagonista de la telenovela, y ya verán las maldades que puede hacer un ejecutivo. (señala su mano) esto es su maletín.

Mercy Croft. (Tomando asiento en una silla) “Buenas tardes Srta. Mac Namara…esto es estrictamente confidencial. Como ud. sabrá, la telenovela,  en los últimos tiempos ha dejado un tanto que desear.  Los últimos ratings han demostrado un ligero, pero, perceptible bajón. Los libretistas están desesperados y han decidido conjuntamente con la gerencia, la remodelación total de la telenovela, con un final inesperado a su personaje, en una espectacular muerte del mismo, arrollada por un camión. (la mira con ironía)  pero estamos preparando una nueva serie, que será sensacional! Y estamos considerando la posibilidad de ofrecer a ud. Srta. Mac Namara, el papel protagónico!  Se llamará… “el mundo encantado de la vaca clarabella”. (sonríe)

Así con una sonrisa, algunos ejecutivos de algún canal que no voy a  nombrar, acaban con la carrera artística y hasta con la vida de muchos actores.  Pero….el poder tiene también sus debilidades y es así que la poderosa Croft, está totalmente perturbada por…una jovencita que es Alice, la pareja de la Srta. Mac Namara… (a la cabina de luces) bájame un poco la luz, por favor.

Sra. Mercy croft. (Comienza a hablar con Âlice)… “estos scones están deliciosos ... Los hizo Ud. misma Alice? Que encantadora! ... qué bonito luce este cuarto, con la luz del crepúsculo con todas estas muñecas! (se va acercando a Alice, casi la va a besar en la boca...se detiene) … perdón, bueno me voy … (toma su maletín, la mira) ... adiós mi querida, voy a perder mi tren … que lo pases bien…”    (se queda mirándola, luego mira al público)

Ahhhh … el amor, el amor … tú amas, el ama, nosotros amamos, ellos aman…yo amo! ... yo amé! ...

“Hago muecas a veces, para no poner cara de tristeza, para olvidarme amor, para ahuyentar mis duros, mis crueles pensamientos…”

El día que me convertí en señorita fue el día 6 de noviembre de 19 … no, no les voy a decir el año, porque empiezan a calcular y tú sabes … solo les voy a decir que tenía 12 años.  Yo estaba muy feliz con mi nuevo estado y fui a una fiesta de cumpleaños y allí estaba él y sus bellos quince años! ... me miró, lo miré, me miró nuevamente y al pasar me dijo: Adiós preciosa. Y estuvimos tantos años tomados de la mano y nos casamos más tarde … qué nos pasó después … no lo sé…

“Por eso hago muecas a veces para no poner cara de tristeza, para olvidarme amor ...”

No quiero ser actriz! Por qué habré elegido ésta carrera maldita!...nunca estoy segura de nada ni de nadie … todo es envidia, competencia, estoy harta! ... (pausita) aunque claro, el estar sobre un escenario, amando, sufriendo, odiando, tiene sus ventajas.  Es como una especie de terapia, pero sin psicoanalista, porque tú sabes, las consultas son caras. Cuántas veces frente a una separación, a un dolor, frente a cosas que nos marcan para toda la vida, uno quisiera castigar, ofender a la persona que se nos va, que nos deja, que ya no estará más … y recuerdo aquella escena maravillosa de la “Señorita Julia” de Strindberg, la cual herida en su amor y en su honor dice a Jean, su amante y su sirviente…

Srta. Julia. No, no me iré todavía! ... no puedo … tengo que ver … así que piensas que no soporto la sangre? Me crees tan débil? ... cómo me gustaría verte a ti y a todos los de tu sexo, ahogándose en un mar de sangre! ... yo podría beber en tu cráneo, comerme tu corazón aún palpitante! ... piensas que soy débil? Creíste que te amaba porque algo dentro de mí necesitó tu semilla? Tú crees que quiero llevar un fruto tuyo en mí y alimentarlo con mi sangre?! ... crees que quiero engendrar un hijo que lleve tu apellido? Y dime, cuál es tu apellido?, si es que tienes uno, nunca lo supe. Tendré que ser la señora del portero o la señora del barrendero supongo!   A ti perro, que llevas un collar con mi nombre … a ti lacayo, que llevas botones con mi escudo, te tendré que compartir con mi cocinera, verdad? Y ser la rival de mis propias sirvientas ... piensas que soy cobarde!! … Crees que voy a huir! Pues no. Aquí me quedo aunque se caigan los cielos!!

Y me quedé, pero aquí en Venezuela, a pesar de una campaña vergonzosa por un pequeño grupo xenófobo, ante el estreno de esta obra de Strindberg …. “Piratas del sur en nuestro teatro!” “Nos invaden los del cono sur”, “qué tiene que ver Strindberg con nuestra cultura?  Se unieron unos poquitos de allá, los de más allá … comunicado va, comunicado viene … hubo que bajar la obra de la cartelera. Me sentí dolida, agredida, me sentí ajena … extranjera.  

                                    “País verde y herido

                                    Patria pobre

                                    País que no te tengo

                                    Vida y muerte,

                                    Cómo te necesito!!

No entendía por qué! ... por qué y comencé a sentir que yo también pertenecía a este lugar, a esta gente…por un derecho de vida.

Pero como todo tiene su recompensa en este mundo traidor, de pronto, así, de un día para el otro me llegó la fama, la popularidad por medio de la pantalla pequeña.  A mí me encanta la fama! ... firmar autógrafos, que te tomen fotos, que te reconozcan. Hay muchos artistas que se quejan, protestan por esta invasión en sus vidas privadas! ... a mí, me fascina. Que me tomen fotos cuando quieran!

Les voy a contar que fue  por medio de un culebrón, perdón, una telenovela cultural … supongan que este es un estudio de televisión … lo primero que aprendí fue que me enchufaran el aparatito, ... no sean mal pensados” … la cucaracha, bueno el apuntador en la oreja. Yo nunca había usado uno, antes te ponían un cartel delante con la letra … imaginen que este es un recibo, un living con la mesita de siempre, con un florerito de siempre ... Ud. señor es la cámara uno, usted señora, la que está allí, la cámara dos y tú eres la cámara tres … media luz, please … yo estoy aquí sentada con el pelo recogido … con una pamela roja ... estaba bellísima! ... sí señora, los maquilladores hacen maravillas, cuando quieren … se abre lentamente la puerta ... cuichhhhhh … y me preguntan … “Y Ud. quién es?”… Miro a cámara uno “yo soy Mireya”, miro a cámara dos  “y vengo a buscar a …!” Miro a cámara tres “a mi bebé” y lanzo la pamela … al otro día no podía andar por la calle, me gritaba un hombre “mira chica, tú estás loca, deja a ese hombre tranquilo”, una señora “Mireya no seas maluca, chica”, “doñita, ese galán, no la quiere a Ud. Se va a quedar con Rafaela” “me firma un autógrafo”  “otro a mí por favor” “ se saca una foto conmigo?”….

Yo creí que esto, iba a durar toda la vida! La fama … y los reales tú sabes. (inesperadamente encorvándose se transforma en un personaje de “Divinas palabras” de Valle Inclán)

Personaje: “Un bien de caridad para el desgraciado sin luz de razón … un bien de caridad por favor! ...miradle tan falto de alimento! ... ayyyyyyyyyyyy, que dolor … me muero, ay me muero, es como un gato que me come en el propio lugar del pecado … hay muero … que estrellón en el cielo! … este día para mí acabó!” (muere)

(Se va levantando mientras habla) con esta pequeña escena redebuté en Venezuela en 1976, en “Divinas palabras” de Valle Inclán, con el grupo Rajatabla, después de la “Señorita Julia”. La escena era cortita, pero yo cada día, estiraba más la muerte.  Detrás de la escena Pepe Tejera, me susurraba “cállate ya, que no puedo entrar” y yo “ayyyyyyyyyyy, muero, muero”, “muérete de una vez, vale” y hacía mi escena final con estertores, “este…dia…para mí…acabó!.   Llegó a durar tres minutos!

También recuerdo con “Rajatabla”, “La muerte de García Lorca” de José Antonio Rial, también dirigida por Carlos Giménez. Yo no estrené la obra, pero por el año 1980, me llamaron para reemplazar a una actriz para ir al festival de teatro internacional de Florencia!   Yo, que no conocía Europa, no lo podía creer, estudié como loca y por fin, para abreviar, Firenze … y los italianos, super buen mozos! ... llegó el día del estreno … me ponía la peluca, el vestido, los zapatos de la madre. Hacía el papel de la madre (hace la señal de la cruz)

Me sacaba el vestido, la peluca, los zapatos de la madre, me ponía la peluca, el vestido, los zapatos de la tía, hacía el personaje de la tía. Me sacaba la peluca, los zapatos, el vestido de la tía. Me sacaba todo y hacía “yerma”, con los pechos al aire.

Quedé agotada, pero feliz.  Voy y busco en el programa, que yo quería enviárselo a mi papá allá en Uruguay con un texto “la tua figlia a triunfato en la tua terra”, porque soy hija de italianos, busco, fulanita de tal, menganito de cual … no estaba! En ese momento pasa la productora y le digo “mira, no figuro en el programa” y me responde “chica, tú siempre tan conflictiva!”

Más tarde, fui también con ellos al festival de Guanajuato en México, allí hice el personaje de Concha, la hermana de Lorca, un personaje que me fascinaba y aparte no tenía que correr tanto, había un texto que decía “echaré a mis hijos al campo a que quemen y maten, como todos en éste pais maldito. Es que se puede hacer otra cosa en España?”... Y en el año 83 fuimos al teatro San Martín de Buenos Aires, Argentina, a un saltico del paisito.  Allí no hice la madre, ni Concha, ni Yerma, hice solamente la Tía Luisa y yo “feliz” (mueca) porque como dijo aquél mi primer director, no hay personajes pequeños en el teatro (gesto, tocándose el ojo) y me dejé cautivar por su dulzura.

Tia Luisa. “Federico … Federico.  Por qué no me cuentas algo de tus viajes, de ese Nueva York tan horrenda que tan graciosamente describes o de Cuba ... ah, me gustaría ir a Cuba.  Anda, como en estos días pasados. Cuando hablas, cuando te animas con tu propia bulla, se te quita el miedo.  Si a mí, me pasa lo mismo, aunque no sea poeta, ni tenga tu sensibilidad, pero hablo, muevo fiesta alrededor y al rato estoy riéndome, de lo que creía que me iba a matar, a enloquecer…”

Y después tuve otro honor,  de que me llamara el “Nuevo Grupo” para co-protagonizar la obra “El Pacto” de un joven dramaturgo, ganador de un concurso realizado por la institución C. Sánchez y dirigida por otro joven director, en ese entonces, Carlos Omobono, que contaba con 20 años, de vida.   Qué agitados fueron aquellos ensayos! Porque yo sé que tengo mi carácter, un carácter fuerte, soy terrible!  A veces me digo “tranquila alma, … no protestes … cállate … los directores siempre tienen la razón … después dicen que eres conflictiva … pero no puedo! No puedo! ... y es que el Omobono no se queda atrás y para su montaje quería que yo tocara el órgano y que cantara, que corriera  y me asomara al balcón y tirara flores a una procesión que por allí pasaba (yo interpretaba a un monja, un tanto especial) no podía hacer todo al unísono. Después fue el problema con el canto del gallo. (hace como que entra al ensayo) … una noche, iba entrando distraida al ensayo y siento un gallo que canta. Qué extraño el canto de un gallo a estas horas, en Caracas?, pero como todo puede suceder entré al escenario … buenas noches, como están? Y ahí me dí cuenta que era una grabación del canto de un gallo.  Con mi mejor sonrisa y una voz dulcita, le pregunto: Es un gallo?  Y con esa soberbia que Dios le dio me responde: “Sí, es un gallo! Por qué!

… La última frase que recuerdo fue: El gallo o yo! ... (pausa) y saben quién gano … yo, y tuvimos buenas críticas y seguimos siendo muy buenos amigos.

Pero uds. saben que hay veces que las “otras”, dicen exactamente lo que yo pienso. Por ejemplo el caso de “Irina Arkadina” personaje de la obra teatral “La gaviota” de Anton Chejov, con la cual inauguramos la sala “Anna Julia Rojas” del Ateneo de Caracas, nos dijeron que iban a colocar una placa conmemorativa, con los nombres de todo el elenco y por supuesto del director  Carlos Giménez. Pasaron ya unos años y todavía no la pusieron. Fue antes del viernes negro que todos conocemos, la crisis …  bueno, yo pienso que quizá María Teresa Castillo, la presidenta del Ateneo toma riendas en el asunto y la manda a colocar! ... ah! Pero “La gaviota”, dirigida por el excelso Carlos Gimenez, (la actriz pide un aplauso para él) lo conocen verdad? Talentoso, polémico, creativo, poderoso. Yo también lo conozco y lo sufro. 

... No me grites! ... soy una actriz. El teatro puede vivir sin directores, de hecho así comenzó, pero jamás sin actores! ... ah, no, no te soporto más, me voy! Y me fui … pero volví … porque el personaje era tan seductor! ... además las iniciales de Irina Arkádina son I.A. Y las mías A.I. y me dije: éste personaje no me lo quita nadie! ... además tanto ella como yo somos intolerantes frente a las nuevas formas teatrales, perdón a las malas, nuevas formas improvisadas sin sentido.

Irina arkádina: (Habla con Kostia su hijo, quien quiere dirigir una obra de avanzada) “vaya por Dios, así que no se trataba de una simple broma, al montar este escenario y rociarnos con azufre, sino que querías enseñarnos algo.  Prentendías enseñarnos cómo se debe escribir y qué obras se deben representar! Realmene, esto resulta aburrido, las continuas alusiones y alfilerazos hieren a cualquiera. Hay que reconocerlo, él es un chico caprichoso y difícil … ah!, que quería darme un placer?  Aun en ese caso no ha elegido una obra normal, tenía que obligarnos a escuchar, todos esos delirios decadentes.  Como broma estoy dispuesta a escuchar incluso esos torpes delirios, pero aquí hay pretensiones de nuevas formas, de una nueva era del arte. Para mí lo que queda demostrado no ha sido la pretensión de crear nuevas formas artísticas sino de mal gusto … sí … sí. Que escriba lo que quiera y como pueda, pero a mí que me deje en paz … cómo! Yo nunca he actuado en obras miserables o futiles, tú sí, que no eres capaz de escribir ni el más miserable vaudeville … eso es envidia!  A la gente sin talento y con pretensiones, no les queda otro recurso que difamar a quienes verdaderamente lo tienen! Es, un pobre consuelo!”

Mi hijo Kostia, estaba interpretado por Roberto Moll, aunque claro, me costó un poco aceptar que yo era su madre, no tenemos tanta diferencia de edad, pero así es el teatro.

Después hice “Afinen sus violines” dirigida por Herman Lejter.  Con él no tuvimos ningún problema y Herman me encantaba, con esa barba y su trayectoria artística.  Nos fue muy bien de público y crítica en el teatro “Las palmas”.

Mi última obra fue “Casta diva”, escrita maravillosamente por Ethel Dahbar, dirigida maravillosamente por Ruben Rega, interpretada modestísimamente, por mí. No, no se rían, porque si algo tiene que tener una actriz, es humildad, … como “La diva”.

La diva “… La gloria, Nannette, nos da poder y el poder es la droga más excitante y voluptuosa que ha tenido el hombre.  Yo hecha por mí misma, horas moviéndome ante el espejo, modelando gestos, estudiando la única sonrisa a utilizar para una noche … las máscaras, la voluntad puesta a prueba para borrar toda actitud espontánea. Me acompañan también, muchos miedos … miedo a enfrentarme cada mañana al espejo, a las nuevas arrugas, a las manchas que un día salpicarán mis manos y mi piel. Miedo a perder mi voz. Mas hay otros miedos que me causan placer. Durante las funciones se apodera de mí un terror inconfesado, que se convierte lentamente en goce, en un morboso deleite. Angustia por no dar la nota justa? Pensar que puedo ser abucheada, rechazada. No lo sé exactamente, pero me acerco segura, medido el tiempo, al centro mismo del escenario, frente a la orquesta, al borde del precipicio, con la última nota, prolongada hasta la exasperación, conjuro el peligro y siento el éxtasis, en una terrible y deliciosa cópula conmigo misma. Y me digo: Francesca has vencido una vez más!”

Cuando nos planteamos con Ruben, hacer estas confesiones de parte de mi vida, porque si la cuento toda, estaríamos como el espectáculo de Peter Stein, “La Orestíada”, que duraba nueve horas se acuerdan? Uno llevaba café, algo de comer y almohadones para ver aquella maravilla y encima llovió y poca gente se movió de sus asientos...  Les cuento que me dio temor, no teníamos un real, solo esta malla de ballet, la faldita, una camisa usada negra, el palo de escoba, esas dos sillas prestadas, estas zapatillas de ballet rotas, no me creen miren (muestra los agujeros) y el chal negro también envejecido no a propósito, sino por el tiempo, pero nos atrevimos y quisimos mostrarles esta parte de mi vida y  algunos de mis personajes, las otras que fui incorporando durante mi carrera de actriz.

Y a veces me pregunto cómo serían mis queridas otras, cómo habrían envejecido? ... tú Catherine estarías convertida en una vieja prostituta pintarrajeada. La gran Mercy Croft, con su poder, no la veo envejecida, seguirá siendo tan inglesa como siempre, como la Thatcher.  La Señorita Julia, escapó de la vejez y se suicidó. Tú, Irina Arkadina, seguirás siendo por siempre la diva teatral … en cuanto a ti, Francesca Vianinni, serás una diva apagada, sola, alejada del resto del mundo, viviendo en tu Villa del Lago de Como, en Italia…

(Mientras habla se pone el chal, toma el palo de escoba como baston y va encorvándose, envejeciendo)   

Francesca.  “… Nannette … Nannette … dónde estás? ... (ríe) no pudiste vencerme, mi querida Nannette! ... ni aún con la publicación de tu ridículo libro sobre mí … me diste más fama y más poder, porque gané la demanda sobre los derechos de la privacidad de una diva … la diferencia entre nosotras, es que yo tenía talento y tú eras una pobre imitación, un espejo distornionado … tu única venganza es mi vejez! (golpea con el bastón) pero también a ti te habrá llegado! ... ninguno nos salvamos (ríe) ... Nannette, … dónde estás?

… Después de tantos aplausos, de tantos bravos, de tantos halagos, de tantas renuncias, de tanto sacrificio … estoy sola … tan sola! ... te extraño … te necesito … mi pobre, mi querida y tonta Nannnette …!

(La actriz deja el chal y el bastón, sobre la silla iluminada, con ternura le da un beso a ese fantasma)

Shhh! ... está dormida! ... bueno, aquí les dejo mis fantasmas o mis “queridas otras” … yo me voy hasta el cafetín, a tomar un café. Chao.

(Las luces se van apagando poco a poco, una a una, solo queda la silla iluminada con el chal y el bastón, también esta luz se va quemando)  

Fin                             

 

“Casta Diva”

                      De: Ethel Dahbar

Espectáculo ideado para la actriz

Alma Ingianni por Ruben Rega

Nannette y Francesca, ambas moviéndose en el Mundo de la Opera, son dos mujeres, dos personajes y una sola actriz/cantante.

Nannette camina con su opacidad de sombras tras las luces de la Gloria y el Poder de Francesca Viannini, la “Diva” a la que ama y odia.

Una pasión enfermiza ante los halagos del público y la falta de un amor auténtico,  es el destino de las otras, la excéntrica, desenfrenada y máscara deforme. Está consciente de ello, tanto como lo está del maravilloso sortilegio que ejerce ante su único amante: el público.

En la pesadumbre del camerino Nannette inicia diariamente un ritual: interpretar a Francesca, ser la otra. Ella se viste con los mejores trajes de la Diva, se envuelve en sus gasas, se desdobla, grita, increpa y se ataca. Se siente culpable de no ser todo lo fiel, que debería, ante el poder.

En “Casta Diva”, están presentes la soledad, la angustia y un corrosivo humor.  Espejo roto del que surge en una mueca de dolor, una sonrisa, una metáfora, un verso y las arias de algunas óperas que subrayan y enmarcan este cuadro.

                                                                                         Ethel Dahbar

“Al otro, a Borges, es a quien le ocurren las cosas. Yo camino por Buenos Aires y me demoro acaso ya mecánicamente, para mirar el arco de un zaguán y la puerta cancel: de Borges tengo noticias por el correo y veo su nombre en una terna de profesores o en un diccionario biográfico.  Me gustan los relojes de arena, los mapas, la tipografía del Siglo XVIII, las etimologías, el sabor del café y la prosa de Stevenson: el otro comparte esas preferencias pero de un modo vanidoso que las convierte en atributos de un actor. Sería exagerado afirmar que nuestra relación es hostil: yo vivo, yo me dejo vivir, para que Borges pueda tramar su literatura y esa literatura me justifica” 

                                                Jorge Luis Borges. “BORGES Y YO”

                 Elenco: Alma Ingianni

              Personajes: Nannette

                                Nannette niña

                                 Mimi

                                 El Padre.

                                Lucía (escena de la locura)

                                Isolda (aria opera “Tristan e Isolda”)

                                Salomé (aria final ópera “Salomé)

                                Francesca Viannini La Diva.

             Todos los personajes han sido interpretados por la actriz: Alma Ingianni.

               Fotos y afiche: Jorge Casanova.

              Musicalización: Ruben Rega, Eduardo Bolívar   

               Vestuario: Eva Ivanyi

               Realización: Roberto Spoladore, Aurelia Scorza

               Sombrero: Adán Martínez

               Peinado de la Sra. Alma Ingianni: Anthony

              Escenografía y ambientación: Martín López

               Realización: Dpto. Técnico del Ateneo.

               Asistente de Escena: Juan Arias.

              Encargado de Producción: Andrés Vasquez

               Grabación: Gentileza Radio Nacional de Venezuela

               Diseño de iluminación: Carlos Giménez

               Dirección General: Ruben Rega

Arias de las óperas:

“Rigoletto”, “La Boheme”, “La Traviata”, “Lucia de Lamermoor”

“Tristán e Isolda”, “Salomé”

Este unipersonal ha sido producido por Carlos Giménez, Director Artístico del Departamento de Teatro del Ateneo de Caracas bajo la Presidencia de la Sra. María Teresa Castillo. Fue estrenado, en la “Sala de Conciertos” del Ateneo de Caracas el día Viernes 23 de Marzo de 1984.

Acto único

El escenario se encuentra en semipenumbra. Lejos se escucha cuando afina la orquesta. Se abre la puerta y entra Nannette en escena. Viste un taller sobrio gris. La música es el Preludio de “Rigoletto” de Verdi. Trae en sus brazos, además de la cartera, libretos, y un cuaderno tipo diario. El escenario tiene un chaise-long, un Boudoir de tres espejos, una silla con posabrazos, pelucas  e infinidad de vestidos de opera colgados y zapatos por casi todo el escenario. Es el camerino de la Diva.

NANNETTE: (Simula prender la luz, habla y se mueve con cierta timidez pero con naturalidad, acomoda algunas cosas) Uff, qué calor … (se sienta frente al espejo de la Diva, se mira) … me veo mal … cansada, con todo este trabajo y las clases (se toca el rostro, las ojeras) … me arreglaré un poco, sino cuando ella llegue … (se va quitando su tailler y queda en enagua … comienza a tararear trozos de la opera “Rigoletto” se pinta los labios … de pronto mira su reloj y se pone pícara) … todavía es temprano … (se levanta y escoge un robe de chambre de La Diva y se lo pone, incluso puede colocarse una de las pelucas; camina por la habitación, primero normal, luego con cierto nerviosismo, mira a un lado y a otro) … veamos, veamos … (se arrima a la mesa donde están las pelucas, se prueba una, toma un abanico, se hecha viento y comienza a hablar más afectadamente, como si fuera la Diva)

Nannette/diva: Nannette … Nannette! ... sé que has llegado! ... siete años a mi lado, a mi sombra y aún no sabes que no soporto tus absurdos juegos … (sentándose en el sofá) … ven inmediatamente Gioconda … (ríe) … disculpa, olvidaba que odias tu propio nombre … ven, arrímate, aún hay tiempo, podemos  conversar … sé tan poco de ti … tanto ocuparme de mi persona, de mis contratos de mis asuntos, me hace olvidar de los demás … anda discúlpame, mi pobre, mi tonta Nannette (se ríe, se pone de pié, camino y dice apresurada e imperativa, girando alrededor del chaise-long) … Nannette los zapatos rojos … Nannette el vestido del primer acto … Nannette, corrige el maquillaje … trae mi peluca ya! ... ayyyyy (se agarra el estómago) … mis pastillas, mis pastillas con el agua de Vichy … Nannette, corre, corre, Nannette, jajaja …

Qué pasa contigo? Me odias, me envidias? Podrás pensar que me interesas poco, que te subestimo, que tal vez que te ignore. Pero sabes hay días en que una (observa el cuaderno de Nannette) … sabes una cosa, algún día robaré ese cuadernito que siempre llevas contigo … sí ese, que con seguridad anotas todo sobre mì, … con mis memorias que pretendes publicar y hacerte rica a costa mía! ... maldita gata, de qué  hablas? De mis eternos insomnios? De mis amantes? De mi narcisísima frigidez?(afirmativo) dirás que soy arrogante, mala,  hipocondríaca …! vaya novedad! Pero no podrás decir jamás  que no tengo talento!

(se sienta en el sofá, se mira al espejo, se estira los ojos, habla con tono apaciguador) Escucha Nannette, te lo diré otra vez por si lo olvidaste.  Yo soy una y mil. Soy la grande Francesca Viannini “la última diva” … (pausa) uso máscaras! ... sabes cuántas tengo? ... dilo, dilo … ah! No lo sabes! ... verás, uso una para a los papparazzi que me persiguen, corriendo con sus cámaras fotográficas o en sus motos … tontos jovencitos, buscan fama, gastando tomas en procura del ángulo único, del gesto que me muestre diferente! ... otra con una amplia sonrisa de triunfo para asombrar a los reporteros que hacen horas de antesala para mis reportajes, a los cuales siempre llego atrasada … y la más importante! La que uso para cubrir mis debilidades, mis miedos, mis supersticiones, para luchar día a día con los fantasmas que me atemorizan!!!

Nannette: (Se quita con rabia la peluca, habla como Nannette, mirando al espejo) crees que eres la última diva, pues te equivocas, yo seré tu sucesora, sobrepasaré tus agudos y tus graves y sabes muy bien que soy joven, mucho más joven que tú…

Nannette/diva: (Se levanta majestuosamente es la diva otra vez) mira, pequeña ilusa … escribe bien esto que te diré por si lo omitiste, yo formé mi propia imagen. Horas y horas moviéndome ante el espejo, … modelando gestos … poses … estudiando cada sonrisa a utilizar en una noche y mis máscaras, dispuestas a aparecer en el momento indicado. La voluntad puesta a prueba para borrar toda actitud espontánea. No lo olvides Nannette, escríbelo, dí que este ser alucinante que te hostiga, es Pigmalion, Galatea y Afrodita….sí, porque yo soy el mito!, la leyenda!. (mira a Nanette) Crees que estoy enloqueciendo verdad? Pues no, no es nada de eso. Nadie más cuerdo y ambicioso que yo … lo que pasa es que tú me haces poner muy nerviosa, además todos me atormentan: los directores, los regiseurs, los modistos, los profesores de canto, los recuerdos... (con énfasis, pero bajo) los recuerdos….

“-Studia, studia, studia!” (voz del padre)

“-Cuántas horas, estoy cansada!? (voz de Francesca joven)

“Dai, dai. Quelle que bastano! (voz del padre)                                                                       

“Avrai il megliore conservatorio. Professore il pui exigente, il piu caro!

-Después le decía a  mamá.

“Vedrai, Carlotta que un giorno la nostra Francesca debuttera alla Scala de  Milano.  Solo la Scala per lei. Niente di piu!!”

Y hacía grandes ademanes en el cielo como si dibujara un gran cartel con mi nombre….hace 15 años, allí, fue mi debut, donde papá lo quería. Cuando ensayaba, sentía la presencia de María, en el escenario, en el camerino … ése había sido su imperio durante más de 11 años (evocadora) el día del mi debut la ciudad estaba hùmeda, parecía no haber cielo ni tierra, el auto atravesaba las calles, como si navegase por un canal de aguas quietas, el cielo estaba azul, todo era azul…y debutaba en la scala con “La bohème” de Verdi, y el mejor elenco…

(Nannette, parodiará a la diva, con el aria de “mi chiamanno mimi” ella solo dirá el texto en español de todas las arias, con la música de fondo correspondiente, enciende una vela de un viejo candelabro, se pone un sombrerito y dice:)

Nannette: Ahora verás de lo que yo soy capaz, nunca has oido mi voz, por esa razón las memorizo … cantaré solamente cuando te suplante y mueras de asombro. (Pie para música, comienza el aria orquestada de Mimí de La bohème)     

                      Me llaman Mimí, pero mi nombre es Lucía,

                        mi historia es breve:

                        hago bordados en tela y en seda,

                        en blanco y color, para mi placer y venderlos.

                        Vivo tranquila y feliz, trabajando con la aguja

                        y mi pasatiempo es..imitar las lilas y las rosas.

                        Me gustan las cosas que poseen esa dulce magia           

                        que hablan del amor, de la primavera,

                        de sueños y quimeras.  Esas cosas que llevan el

                        nombre de poesía. Me comprende?

                        Me llaman Mimí. Por qué? No lo sé,

                        sola me preparo mis comidas,

                        no suelo ir a misa, pero a menudo

                        sí rezo mucho al Señor.

                        Vivo sola, solita

                        en mi pequeño y blanco cuarto,

                        desde el cual miro los tejados

                        y el cielo…

                        Ahhhh ... pero cuando llega el deshielo,

                        El primer rayo de sol me pertenece!

                        el primer beso de la primavera y

                        el primer sol, son míos!

                        Con el nuevo abril,

                        aspiro el perfume de la rosa,

                        que se abre en mi vaso, pétalo a pétalo…

                        Es tan dulce su aroma! ...

                        Desgraciadamente, las flores que y hago,

                        no tienen ese exquisito perfume.

                        Otra cosa de mí, no sabría contarle,

                        solamente que soy su vecina,

                        que viene a molestarlo

                        a esta hora tan inoportuna.

(termina el aria, deja el candelabro de pronto mira al pùblico y se transforma nuevamente en Francesca)

Nannette/diva. Y el público, ese oscuro y centelleante monstruo, envuelto en sus ropajes negros, rojos y dorados. Agazapado en la oscura fosa, observándome hasta con los ojos de sus sortijas, sentía sus binoculares escudriñando todo, hasta mis cuerdas vocales en mis agudos…; y cuando al final moría… el silencio pareció aquietarse aún más (pausa) … Rodolfo sollozaba pronunciando mi nombre y los últimos acordes acompañaban el despacio descenso del telón y la luz que se desvanecía lentamente, solo un foco iluminaba mi cara, blanca, inmóvil, sin un respiro … bajo las luces que iluminaron la sala, el gran monstruo comenzó a resquebrajarse y cada una de aquellas partes comenzaron a ovacionarnos … no! A ovacionarme! (señala al público) él, ella, ellos … todos de pié gritaban mi nombre…” brava! Bravisima Francesca!” Tuve que salir a saludar veinticinco veces, yo sola, pequeña y grande en ese famoso escenario.

Y al día siguiente, los críticos buscaron nuevas palabras para describir mis cualidades vocales y el más importante de ellos dijo “el mundo de la ópera ha ingresado en un nuevo tiempo,: La era de Francesca Vianinni” (habla a Nannette) “la gloria, Nannette, da poder y el poder es la droga más excitante y voluptuosa que ha probado el hombre!

Nannette: (Se quita el sombrero y con rabia lo arroja al suelo) pero esta vez no fue tuya la gloria Francesca! Además no tienes conciencia en lo ridícula que te ves cuando me cuentas tus amoríos.. (hojea su cuaderno … ve un velo blanco sobre el chaise-long o diván y lo agarra, nuevamente es Francesca, confidente)

Nannette-diva: … por aquellos días me asediaba el tenor, que ya tenía mucha fama y mucho más dinero … cómo se llamaba? Alcindoro, que no era tan gordo como aparecía en escena. Duró solo dos meses! Odiaba mis sábanas de satén. (sonríe) “me resbalo!”… gritaba cada vez que hacíamos el amor utilizando sus registros más altos … “me resbaloooo” (ríe a carcajadas) pero ya me había regalado varias valiosas joyas. Para ese entonces yo ya había establecido mis reglas, así que le dije “addio, bello Alcindoro” y seguí con mis sábanas de satén, y el resto…

(comienza a jugar con el tul)

El amor! ... podrías decirme qué es? (pensativa) … uno confunde ciertos sentimientos, no es verdad? Oh, mi amor, mi querido amor. El tiempo ha pasado y tu presencia me acompaña, me sigue, está aquí conmigo, entre la gente en la ciudad, en cada instante de mi creación … eso solo a mí me pertenece. (pausa, música, se comienza a escuchar orquestado el “Amami Alfredo” de La Traviata).

Fue en el Cairo, hace tanto tiempo, y después nunca más! El sol quemaba, humillaba, y él corría con sus pasos largos y una visión de la vida más allá del peligro y la cordura. Y me arrastró como el viento del desierto…

Déjame cerrar los ojos para verlo … Dios … cómo eras? ... no puedo recordar el color de tus ojos, ni el color de sus cabellos … pero mi piel aún siente tus grandes manos recorrer mis poros … en la calle hay sangre. Algo había pasado en Egipto y él tecleaba y tecleaba el piano. De pronto se abalanzaba sobre mí como un equino árabe, salvaje y jadeante y aplastaba su cuerpo contra el mío.

Canté y bailé descalza en las arenas, envuelta en gasas, junto a los templos cercanos al Nilo … e hicimos el amor cara a cara, a la historia…

Nannette: (Rie) jajajaja, ella siempre inventa cosas, dice que es creativa, pero nunca dice que tambien es muy mentirosa (hojea nuevamente el cuaderno).

Nannette/diva: … Te ríes, piensas que miento? Uno inventa su historia diariamente, crea fábulas para seguir viviendo y mezcla la verdad con la fantasía…es como un juego de espejos donde tú tomas mi vida. Y a veces yo también tomo algo de  la tuya (pausa larga) las otras historias son tan repetidas! Después de las funciones recorro los lugares nocturnos más caros, siempre identificable por mis elegantes capas y mis sofisticados sombreros, todo diseñado exclusivamente para mí. Bebo lo justo, como lo estricto … (imitando al maestro) “nessuna caloría per la signora Vianinni” ... acompañada por aristócratas y políticos genuflexos y amanerados, adulantes, ensoberbecidos porque mi presencia en su mesa los halaga y es tan importante como la de una reina. Saben que no compartirán mi lecho, mas su vanidad queda saciada! (pausa) pero a mí  quién me ama? Nessunno. Ni ellos, ni los jóvenes que sí pasan por mi alcoba reviviendo mi juventud! Tampoco io los amo! (va al centro del escenario)

… Solo mantengo mi vieja pasión, mi público, mientras él me sea fiel, yo también lo seré! (señala al público) e lui! Mi hermoso, tierno e implacable amante!   Para enamorarlo sacrifico mi cuerpo a los masajistas,  las estrictas dietas, a los maquilladores, paso horas, meses, años solfeando, fraseando, vocalizando, alejada del mundo que me rodea... (ríe) a veces los hago sufrir con mis desplantes para que después salgan a comentar las extravagancias de la diva! ... esta es mi verdad, el público ama el mito y yo que me reflejo en ellos, lo amo más aún!

Nannette: (Camina enfurecida por el escenario, puede tirar algunos objetos al suelo) … flores para la diva! ... perfumes joyas, pieles y capas para la diva, la diva … al cuerno con la diva!

Nannete/diva: (En tono de burla) me siento mal! ... creo que esta noche no podré actuar! ... ayyy! Tengo cólicos … Mis antiespamódicos … Nannette, Nannette … tráeme agua natural, me estoy quedando muda.  Verificaste que no haya ni una partícula de polvo en la sala! ... media hora el aire de la sala tiene que estar apagado! ... chequea si lo hicieron o no hago la función! ... ayy, estos malditos cólicos que no ceden! ... Nannette trae mis zapatos, revísalos uno a uno, asegúrate que estén todas las perlas … ya sabes, una perla que ruede y mil lágrimas derramaré yo. Es fatídico! Tráeme el traje, quiero mi peluca la de hoy, la de ayer, todas, todas (arroja cosas al suelo).

Nannette: …Francesca, crees que estoy loca???, (Se escucha aria de la locura de “Lucía de Lamermoor”) tú, me vuelves loca ... todos... Como a la pobre Lucía… (comienza con furia a tirar los vestidos,  se va calmando lentamente) … Nannette, cálmate, eres fría, calculadora, un poco sádica, un poco loca y excesivamente ambiciosa pero me amo y tengo que triunfar(ve una muñeca, la toma y comienza a imitar a Francesca luego de una pausa)

Nannette/diva: …cuando la guerra, yo todavía jugaba a las muñecas. Con mamá nos fuimos a la villa de la montaña. Papá quedó en la ciudad, negociando con unos y con otros … claro primero con los unos y después con los otros. Un día llegaron soldados y se quedaron un tiempo en nuestra casa.  Mamá, hacía preparar grandes comidas que ella amenizaba tocando el piano. … Después del café reían mucho y al finalizar la noche, las risas continuaban en el cuarto de mamá (Estruja la muñeca de trapo entre sus manos) esas risas que entonces no entendía me atormentaron durante mucho tiempo. Tenía sueños extraños y pesadillas. (mira a la muñeca y la arroja de sí) … mamá, tan fina, dama de sociales, signora Viannini, benefactora de los pobres, … qué te parece Nannette? ... desde aquellos tiempos me acompañan muchos miedos.  Miedo a enfrentarme cada mañana al espejo, a las nuevas arrugas, a las manchas que comienzan a salpicar mi piel … y ese miedo terrible de perder mi voz.

Pero hay otros miedos que me causan placer, durante las funciones se apodera de mí un terror inconfesado, que lentamente se convierte en un morboso deleite. Angustia por no dar la nota justa?   Pensar que puedo ser abucheada?... No lo sé exactamente… pero me acerco segura, medido el tiempo, al centro mismo del escenario, frente a la orquesta, al borde del precipicio, con la última nota, prolongada hasta la exasperación, conjuro el peligro y siento el éxtasis, en una terrible y deliciosa cópula conmigo misma. Y me digo: “Francesca has vencido una vez más! (pausa, mira a Nannette casi extasiada) … ven, juguemos al amor, tú serás Tristán, yo por supuesto Isolda. Ven, ven… (música, comienza el aria final orquestada, de Tristán e Isolda de Wagner, Nannette, está en el suelo, tiene entre sus brazos a Tristán moribundo)

                    Tranquila y muy, muy suave

                        su sonrisa así se eleva

                        mientras sus párpados

                        se entreabren lentamente.

 

                        No véis, oh camaradas

                        cómo resplandece su rostro

                        con brillo desmedido, y circundado

                        de estrellas, es llevado al infinito!

 

                        No véis, acaso que henchido

                        el corazón y augusto el pecho

                        éste aún late con la fuerza de un león?

 

                        Tampoco véis que,

                        desde sus labios en celestial descanso,

                        él envía, suave y manso su más

                        tierno aliento?

 

                        Oh! Camaradas, amigos míos, oid! Oid!

                        o es que solo yo

                        escucho esa música, ésa su voz,

                        que todo dice, que todo perdona?

 

                        Yo he de aspirar esa voz,

                        beber de ella,

                        sumergirme…y morir dulcemente,

                        envuelta en ondas murmurantes

                        que me incitan al supremo placer.

(Deja el tul sobre el diván como si fuera Tristán y habla muy serenemante)

Nannette/diva: Y cuando muera … que será en otoño y el parque luzca ocre y el Lago de Como dorado, cuidarás de mí hasta el anochecer, porque a esa hora llegarán las walquirias a buscarme y me llevarán con ellas. La diosa de la noche estrellada,  me acogerá en su seno y las lágrimas de mis admiradores vestirán mi cuerpo desnudo. El silencio será total … (pausita) así tú podrás contar mis anécdotas, ésas que anotas cuando crees que no te observo (busca en distintos espacios, hasta encontrar el cuaderno, lo hojea…) … pero aquí no hay anécdotas, sino pentagramas musicales, argumentos de óperas, repertorios, citas con el maestro Luciano! …Maldita gata traicionera, apareciste como un felino asustado, te acurrucaste … miauuuuuuu … mientras pasabas tu sedosa cola entre mis piernas … me hiciste creer que me querías y ahora me das este zarpazo … vattene, sporca, vai in strada y racconta cuando hice el amor en los sótanos del templo de Wagner en Bayrheut. Diles que noche a noche dejo mi voluptuosidad en los escenarios mientras mi cuerpo se consume lentamente olvidándome de todo placer y que este vientre mío, siempre estará seco.

Tan inocente que parecías, siempre con tu peinadito de moño, a la antigua, a pesar que eras joven, tus blusitas y eternas polleras, y tus eternos tics o dolores de cuello…. (imitando una conversación telefónica de Nannette)

“Professore Luciano, maestro, puede postergar la cita del día …” … “señora Francesca, voy a atender a los reporteros, así Ud. no se molesta y la espera no les será tan fastidiosa ...”  Y tus coqueteos con los críticos? Qué esperabas de ellos? ... te falta mucho estúpida ragazza!!! Yo demostré que soy una diosa, que creo en el destino que el hombre se forja a sí mismo y no hay precio que no se pague cuando con él se obtiene la gloria. Schema, este trono no tiene sucesora!!! (Furiosa)… dónde estás, dónde te escondiste, Nannette, Nannette, quiero la cabeza de Nannette, en bandeja de plata! (comienza a oírse el aria final de Salomé. Nannette se arrodilla y le habla a la cabeza de Yokanaan) quiero la cabeza de Yokanaan.

                    Ah! No quisiste dejarme,

                        besar tu boca, Yokanaan!

                        Ahora voy a besártela!

                        Quiero morderla, como

                        se muerde una fruta madura.

                        Pero, por qué no me miras Yokanaan?

                        Tus ojos, tan terribles,

                        tan llenos de furia y

                        desprecio,

                        están ahora cerrados.

                        Abre tus ojos!

                        Por qué no profieres

                        ni una palabra?

                        Esa víbora escarlata,

                        que contra mí escupía

                        su veneno!

                        Dijiste palabras feroces

                        en contra mía,

                        en contra de Salomé,

                        hija de Herodías,

                        princesa de Judea!

                        Pues bien, yo vivo!

                        pero tú estás muerto,

                        y tu cabeza

                        me pertenece.

                        Puedo hacer con ella

                        lo que me plazca.

                        Puedo arrojársela a los perros,

                        o a las aves del aire.

                        Ah! Yokanaan, Yokanaan

                        eras tan hermoso.

                        Nada en el mundo

                        era tan blanco como tu cuerpo.

                        Nada en el mundo

                        era tan negro como tu pelo.

                        En el mundo entero

                        nada era tan rojo

                        cómo tu boca!

                        Ah!

                        Por qué no me miraste?

                        Sobre tus ojos pusiste

                        la venda de aquel

                        que deseaba solo ver a Dios.

                        Pues bien!

                        Ya has visto a tu Dios,

                        a mí nunca me viste!

                        Si me hubieras mirado

                        me habrías amado!

                        Tengo sed de tu belleza.

                        Tengo hambre de tu cuerpo.

                        Ni el vino ni las manzanas

                        Podrán apaciguar mi deseo.

(Pausa, la música alcanza gran fuerza, la  escena se oscurece.

Salomé vuelve a tomar la supuesta cabeza de Yokanaan y besa sus labios)

                        Ah!............he besado tu boca Yokanaan, yo he besado tu boca!                

(Termina el aria besando una supuesta cabeza ensangrentada que tiene entre sus manos.  Luego un rayo de luna cae sobre Salomé, levanta los brazos, abre su boca desmesuradamente pero no sale ningún sonido, siente y ve la espada que la matará por orden de Herodes. Muere. (pausa corta), suenan tres timbres, Nannette se levanta presurosa, trata de acomodar todo el desastre que hizo, pero ya no hay tiempo para hacerlo.  Está nerviosa, agitada. Va a salir, se da vuelta y dice)

Nannette: ... Pobre Francesca, … lo supones ... pero no lo crees ... y antes de que tu estrella se apague yo (suenan dos timbres más y sale corriendo), (Música, el aria “Casta diva” de Norma, cantada por La Callas. La diva entra por la puerta central, vestida con su gran capa negra con marabú y su gran sombrero que casi le tapa la cara. Lentamente, como si tuviera todo el tiempo del mundo, profusamente iluminada con un seguidor, mientras las luces van disminuyendo.  Nunca se verá su cara).

La diva: Nannette … Nannette … donde te has escondido! ... dónde estás  (Mira el desorden que hay en el  camerino) … sé que has llegado.

(El aria va subiendo de tono, mientras la luz que la iluminaba se va apagando muy lentamente)  

Fin

 

Ruben Rega

Imprenta Boscana 

Montevideo, abril de 2008

 

 

Telenovela Piel (1ra parte) -1992

 

 

Nota del editor de Letras Uruguay: El Sr. Ruben Rega me entregó este texto para su publicación en esta web. Tiempo después fui enterado de su fallecimiento en Venezuela.

 

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