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Hay un hígado y un corazón en cruz
latiendo por vivir en cada esquina.
En cada piedra o barro
hay ilusiones empuadas de ausencias,
arterias masticando la pobreza
entre flores de fango indiferentes.
Hay estertores de madres ateridas
niñas y niños desterrados del sueño
de esos sueños tangibles para algunos
y enervados ocasos para tantos…
Para ¡tantos!... y duele la boca seca
desierta de frijoles, pan o leche.
¡Hay hígados gimiendo por justicia!
la misma que merece cada aliento
cada vagido de recién nacido,
mientras humean los perros la miseria del hueso
y mientras los señores del Estado,
delinquen o se afanan en el palabrerío.
Vivimos horas límites para cada vendimia
para cada persona con derecho a ser libre
de polución y hambruna
mientras van las entrañas gimiendo por la vida,
y rugidos de amor ¡ claman justicia !
7/2010 inédito |