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A veces detengo la sonrisa
y los pájaros me traen tus estrellas.
Y es que estás en las alas
y el puñal del viento.
Y de pronto es tu voz que se hace presente
y me trae la luna más perfecta.
Y queda la tierra encendida para siempre,
porque eres vida y has vencido mis muertes
y en el canto y la gracia de tu nombre florece
Lo que hace tiempo ronda las campanas celestes.
Y es que vive la noche el color de tu tiempo
y en la voz de los puertos se conjuga tu verbo.
Y es que hay en la tierra
sol y fueqo,
sangre y fuegp,
Canto y fuego,
que atestiguan tu nombre
mientras yo te quiero. |
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