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Aquí la tierra estrena hoy
su nuevo calendario,
el árbol se crece en ramas nuevas
y cada hoja muerde tu nombre
cual fruto transparente.
En la oscura ciudad de tu tristeza
buscarás las formas de mi cuerpo,
pero yo h de estar
en la abierta claridad del mediodía.
Al descubrir mi piel
por la garganta subirán
as razones de tiempo de mis islas
para medir la luz,
para saltar el pecho
y despeñar las alas del rocío.
Y es que quiero llevarme
tu salvaje primavera,
tu plenitud desnuda,
tu paso dividido,
el molino de tu risa,
tu camino.
Y así, por siempre, amor,
de la noche al día,
de la tierra al verano,
aunque no sea más mi cuerpo
la sangre que recorre
el aire que respiras. |
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