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¡Ay, Caserío de Negros,
Miguelete, Arroyo Seco!
En tu cintura de cobre
el sol se ha quedado quieto.
Los pájaros de tus ojos
como tu piel están secos
y le rondan como larvas
los clavos que te hacen eco.
¡Ay, Caserío de Negros,
Miguelete, Arroyo Seco!
Las llagas de tu destino
relucientes sobre el pecho.
¡Qué dura rosa tu vida,
qué largo paso el silencio,
qué sangre la de tu copa,
qué fina daga el recuerdo!
Por el Río de la Plata
se baña tu cuarentena
y tus jacintos se escapan
para fugarse en la arena.
Las olas se te entretienen
y los sueños te enajenan,
¡son las mismas que acarician
Angola, tierra morena!
¡Qué muro frío el del aire,
tan tibio por tus praderas!
¡Qué lengua amarga la tierra,
tan dulce en África Negra!
¡Ay,congo, mina benguela,
tambor marimba en la rueda!
¡Ay, Mozambique, molembo,
ya no se encienden las velas!
¡Ay, Caserío de Negros
sobre el campo de Morello,
qué frenesí el de tu boca
y un dueño te la cercena!
¡Ay, hermano de mi sangre,
por tu piel ya no hay fronteras,
mi Uruguay te devolvió
ser libre cual su bandera!
¡Ay,congo, mina benguela,
tambor marimba en la rueda!
¡Ay, Mozambique, molembo,
ya no se encienden las velas! |
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