Un clarín de madrugada
estremece la nación
anunciando en su tonada
que la misión se cumplió.
La patria es libre y derrama
el brillo ardiente del sol,
América entera se alza
para rendirle su honor.
Uruguay ha conquistado
su libertad con amor
y la audacia de sus hijos
enaltece la nación.
Por las calles de empedrado
se hace guitarra la voz
y recorriendo balcones
va a prenderse en un fogón.
Allí los morenos cantan
y su canto es resplandor
del veinticinco de agosto
que brilla como un farol.
(Tamboriles)
Danzan que danzan los negros
con el ritmo del tambor
y es su ronda sortilegio
en los brazos de carbón.
Centelleando en las caderas
se siente el borocotó
y un abuelo se adelanta
apoyado en su bastón.
La sangre caliente corre
por los cuerpos de color
y la Mama Vieja entona
al son de su quitasol.
El bastonero entretiene
su palo como una flor
y en cada pirueta deja
su aire de cazador.
Entre las polleras vibran
los cuerpos de puro alcor´
y se zarandean los ojos
como pájaros de amor.
Nuestro moreno en la patria
ha sido de gran valor
acompañando los héroes
y luchando con fervor.
En su raza estremecida
la libertad fue dolor
y hoy la siente por sus venas
frenética de ilusión.
(Cesan los tamboriles)
Dios guarde al moreno noble
que a nuestra patria ayudó
y en Uruguay sean por siempre
la libertad y el honor. |