Dos sonetos compatriotas A P. Figari |
Viejo imponente, joven impreciso, la imagen te fijó barbudo y cano. No me animo a decir si es veterano el pecho abogadil que entonces quiso -pantalones a cuadros, ¿torso liso?- subir triunfante al podido americano. Pasados los cincuenta no hay humano que ponga en duda lo que hace e hizo tu pluma o tu pincel que te consagra quedan ignaros—compatriota y magra cosecha de los años de la amnesia. Pero no hay nadie que al mirar tus telas, rastrear tus textos, límpidas estelas, no te intuya Maestro sin iglesia. |
Enrique Puchet - (1984)
Ir a índice de poesia |
Ir a índice de Puchet, Enrique |
Ir a página inicio |
Ir a mapa del sitio |