La
creación |
Se perdieron mis pies, mi ombligo, mi esqueleto. Mis dedos se abrían como medusas, debajo de la tierra. Se aproximaba el huracán. El escultor reposaba en la arena, dormido y frágil, casi muerto. Todo volvía a construirse, como un termómetro de tiempo. Tus huesos lloraban en el mar, bajo la sombra de un barco. El fuego avanzaba, volaron pájaros negros se posaron en mi espalda. Algo se creó en la arena, diabólico y divino. Una procesión caminaba en la oscuridad. La criatura se iluminó. Detrás de esa bestia, se ocultaban retazos de tu cuerpo y las últimas gotas de mi sangre. |
Alicia
Preza
Sacrilegio
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