Adiós |
Pájaro platinado, iridiscente. Amé tu entraña tu pasaje de ida, tu regreso sin horas. A veces me confundo y quiero abrir las alas para escapar de mi batalla de amor y soledad. La gravedad me instala de rodillas al mundo, y desde aquí, me alejo. La mujer pájaro se esconde en las pestañas del atardecer final. Ese baldío de errantes peregrinos que vigilan la noche. Fui yo quien descolgó el telón la última vez, para partir sin nombre, sin destino. Solo me llevo tu lluvia de colores. Me has dejado una cometa para elevarme de este mundo con el cargamento de mis versos. Fui hechicera de un hombre, esclava y aprendiz de la belleza que se expande cuando se apaga la luz y solo queda el murmullo de los árboles. Te recuerdo, ya no puedo volver al sitio donde te vi volar entre mis piernas trémulo, doloroso, crepitando en mi boca. Adiós pájaro mío, adiós. Te dejo así, platinado y hermoso con la fotografía de nuestros cuerpos reclinándose en la luna. Adiós pájaro errante, adiós, ya no regreses a buscarme. |
Alicia
Preza
El Hechizo
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