Mi pluma alardea |
Se regodea en sus garabatos, henchida de amor, dibuja letras. Si no contengo sus arrebatos, ella sola escribe mis poemas. Tal vez sea la primavera, la que empuja su pasión. Escribe y escribe con premura, es cómplice de mi corazón. De pronto avasalla mi entendimiento y me acerba su locuacidad. Me hace cómplice de su delirio y me conquista con urbanidad. Ella y yo conocimos penas, que calaron hondo la entraña. Ella y yo tenemos añoranzas, que dejaron noches, cada mañana. Si el papel, recibió mis lágrimas, la pluma fue mi testigo. De poemas que dejaron rimas y amores que morirán conmigo. Pluma amiga, no te detengas, dale motívos a mi acervo. Estampa con fragor mis estrofas, que me eternicen si no vuelvo. Se cree grande y es pequeña, como yo, ella sueña igual. Bailaré la ronda contigo compañera, tu amor conmigo es carnal. |
Juan
Ramón Pombo Clavijo
Del Libro “Mi verbena”
5 de febrero de 2002
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