De bronce |
No puedo pasar sin verte Aunque tu indiferencia me roce Tu espada descansa tiempo ido De mil batallas, con mellado filo Tu mirada que lejos mira Ve pasados que son historia Obra del cincel que dio vida Al bronce que te evoca Tus labios tiesos emiten sonrisa Muda, sombría, la pupila inmóvil Tu frente amplia luce orgullosa Guarda recuerdos de vida fértil Las aves, con canto sonoro Te llenan de gentil alabanza Cantata que al dormido Mundo Despierta con trinos del alma Tal vez, tu frío pecho Guarde angustias que lejos quedaron De un amante corazón deshecho Por amores que lejos volaron Fantasmas te cuidan del Invierno Rudo cincel talló tu figura Pero no te pudo despertar De tu sueño manso y eterno De muerte, repugnancia y duelo ¿Vuelve el polvo al polvo? ¿Qué fin tendrá tu vuelo? ¡Que soledad la del muerto! Las voces de mil batallas Brotan de tu sepulcro solitario Y se estremecen las frías losas Guardando huesos del fuego Patrio Tu figura altiva y ceñuda Nos acecha desde lo alto El céfiro, nuestra alma desnuda Silencios que huyen de espanto El fuego fatuo te acompañe En tu largo viaje glorioso Sol, Luna, campana que tañe Que tu alma tenga sosiego Monumento serás por siempre Mientras te recuerde la Historia Otros seres vendrán a venerarte Ellos cantarán loas de gloria Tu perfil desafía al cielo Y con postura gallarda, se somete Estoicamente a ser venerado En tu glorioso destino de bronce |
Juan
Ramón Pombo Clavijo
Del Libro “Plenilunio”
7 de julio de 2008
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